3.1 evolución política de al-andalus: conquista emirato y califato de Cordoba

3.2.- Al- Ándalus: la crisis del siglo XI. Reinos de taifas e imperios norteafricanos

Tras la caída del califato en 1031, Al- Ándalus permaneció dividida en 26 nuevos reinos independientes. Los taifas eslavos dominaron la zona levantina y las Baleares; los bereberes se hicieron con la costa andaluza y siguieron ostentando títulos de califa;
Las familias de la nobleza árabe y muladí controlaron el resto de Al. Ándalus.

Detrás estaba la debilidad política y militar, que les impedía hacer frente a los reinos cristianos. Muchos taifas prefirieron pagar parias (tributos) a cambio de treguas. De los enfrentamientos entre taifas surgieron dos predominantes: Zaragoza y Sevilla. El reino de Sevilla logró dominar el sur del Tajo y la zona del Guadalquivir. No puedo impedir la caída de Toledo en manos de Alfonso VI de León y en Castilla en 1085 los taifas fueron sometido al pago de parias. El impacto fue enorme.

Tras esta situación, los reyes de Sevilla y el Algarve llaman en su auxilio a los almorávides (imperio norteafricano bereber)
Que desembarcaron en Algeciras y derrotan a Alfonso VI en Sagrajas en 1086, frenando momentáneamente la expansión cristiana. El dominio almorávide duró poco. En 1118 Alfonso I de Aragón conquistó Zaragoza. La incapacidad almorávide para hacer frente a los cristianos provocó su caída hacia 1144.

Los almohades sustituyeron a los almorávides y entran en la península en 1146, en 1172 cayó la última taifa, Murcia. Hasta 1195 los almohades mantienen la unidad andalusí y frenar el avance cristiano. En 1212 una coalición de reinos cristianos derrotó a los musulmanes en las Navas de Tolosa. Entre 1223 y 1248 la ofensiva cristiana fue definitiva. Solo un territorio consiguió sobrevivir: el reino nazarí de Granada, que consiguió que Fernando III de Castilla le admitiera como vasallo y aceptara la soberanía del reino de Granada. Granada aceptó pagar un fuerte tributo y ayudar al rey castellano.


3.1.- Evolución política de Al-Ándalus: conquista, Emirato y Califato de Córdoba

La muerte de Witiza en el 710 sin haber asociado a nadie al trono produjo un enfrentamiento entre los nobles visigodos. La familia de Witiza nombró a un sucesor, Akhila, que no fue aceptado por el resto de los nobles, que nombraron como rey a Rodrigo. Los witizanos pidieron ayuda a los musulmanes recién establecidos en la antigua Mauritania.En 711 Musa envió un contingente de 7.000 bereberes, dirigidos por Tariq, a Gibraltar. Reforzado con otros 5.000 soldados, se enfrentó a Rodrigo, junto al río Guadalete, batalla que terminó con la derrota y desintegración del ejército visigodo. Tariq persiguió a los restos del ejército visigodo para impedir su reorganización y el reino visigodo se derrumbó. Los musulmanes conquistaron Córdoba, Sevilla y Toledo. Para entonces, el gobernador Musa había desembarcado con otros 12.000 soldados, y entre 712 y 714 ocuparon las principales ciudades visigodas, consolidando su dominio de toda la parte sur peninsular hasta Zaragoza. La rapidez con que se realizó la conquista se debió a que los propios dirigentes visigodos prefirieron someterse mediante pactos de capitulación. Sólo algunos nobles optaron por huir hacia el Norte, la mayoría de los campesinos hispanos vieron en los musulmanes a unos liberadores de la dependencia y abusos de los nobles godos e , incluso, pensaron que les librarían de impuestos si se convertían al islam. La minoría judía apoyó a los musulmanes. En intento de los árabes de expandirse más allá de los Pirineos (tras la derrota de Poitiers en 732) fue aprovechado por los nobles visigodos para rechazar un ataque bereber en Covadonga, hacia el 722, y fundar el reino astur. Los árabes renunciarán a continuar su expansión.


·EMIRATO:

Córdoba se convirtió en la capital de Al’ Ándalus, provincia del Imperio Islámico, dirigida por un emir o valí que dependía del califa de Damasco. Surgieron las rivalidades internas: entre los árabes de origen yemení y siro, y entre los árabes y los bereberes. Los árabes se instalaron en las ciudades del sur (Sevilla o Córdoba), dirigían la explotación agrícola mediante contratos de aparcería (que se firmaba entre el propietario y quien trabajaba la tierra, y por el cual ambos participaban de los productos de la misma). Los de origen yemení se asentaron desde Málaga al Algarbe, y los de origen sirio en la franja que va desde Mérida a las montañas de Levante.Los bereberes eran soldados sin graduación, hombres del campo y pastores. Fueron instalados en las regiones del norte. Se distribuyeron a los largo de los valles del Duero y del Ebro. La posición subordinada de los bereberes provocó su rebelión en 741. Los árabes la sofocaron y expulsaron a buena parte de la población bereber al norte de África.En 750 el golpe de estado que da la familia de los Abasíes en Damasco destrona a los Omeyas. Abd al- Rhaman con la ayuda de partidarios de los Omeyas derrotó al emir de Córdoba, ocupó la capital y se proclamó emir independiente de Bagdad, respetando la autoridad religiosa del califa. su actuación política reorganizó la administración y la recaudación de impuesto y creó un ejército permanente. Surgieron conflictos entre el poder del emirato y los gobernadores de los territorios fronterizos, conflictos sociales con la población muladí y mozárabe, que ocasionaron revueltas como la Jornada del foso de Toledo en 797 o el Motín del arrabal de Córdoba en 818.


·CALIFATO:

A principios del siglo X, las tensiones internas y las amenazas de los reinos cristianos del norte, agravaron la crisis del emirato. Tras controlas la rebelión interna y frenar el avance cristiano, Abd al-Rhaman III se autoproclamó califa en 929, desligándose de toda sumisión a Bagdad. El nuevo califa reforzó la administración del Estado, controló de cerca al hachib, a los visires y a los gobernadores. En el ejército los contingentes de bereberes y eslavos son más combativos y fieles al califa. Extiende la administración fiscal por todo el territorio, mejorando su eficacia y aumentando los ingresos del Estado. Los musulmanes pagaban la limosna, el 10% de los bienes muebles. Los mozárabes y los judíos, una tasa personal de capitación y aquellos que habían capitulado para mantener sus tierras además un impuesto sobre ellas. Además se fueron añadiendo nuevos tributos como los aduaneros y alcabala (imp. Compra – Venta).Con la muerte de Al-Hakam II comenzó un periodo de pérdida de poder efectivo del califa. El visir del nuevo califa Hixiam II, Al- Mansur, concentró el poder político y militar asegurando su poder.A su muerte en 1002 le sucedieron sus hijos en el cargo del visir hasta 1009. El descontento generó una crisis política, el visir fue asesinado y Medina al- Zahra destruida. Hasta 1031 se proclamaron siete califas que no consiguieron controlar los golpes palaciegos. Finalmente, una asamblea de nobles reunida en Córdoba declaró extinguido el califato.

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