La vuelta de los moderados (1863-1868)

La muerte de Fernando VII, en 1833, abrió un largo periodo de transformación en la vida española, dando lugar a nuevas estructuras políticas, económicas, sociales y culturales. Durante el reinado de  Isabel II, se produjo el paso definitivo del Antiguo Régimen al liberalismo burgués. La minoría de edad de Isabel II transcurrirá bajo dos regencias, primero la de la reina

María


Cristina, su madre, (1833-­1840) y después la del general
Baldomero Espartero (1840­-1843). En 1843 se inició una revuelta militar encabezada por Narváez que hizo caer al gobierno de Espartero que se exilió en Londres. No regresó a España hasta 1849. Las Cortes para evitar una nueva regencia, adelantaron la mayoría de edad de Isabel II, que de esta forma fue coronada reina a los trece años. Educada por su madre, María Cristina, en un ambiente de desconfianza hacia los sectores progresistas del liberalismo, contrajo matrimonio en 1864 con su primo, el infante Francisco de Asís, cuando su matrimonio resultó ser un fracaso su conducta privada hizo que sus enemigos la acusaran constantemente de tener favoritos y de ser una mujer frívola lo que debilitó su posición política. A pesar de los rumores Isabel II conservó su popularidad como soberana hasta la década de los 60. Pero su parcialidad política a favor de los moderados colocó a la reina en una posición cada vez más debilitada. Cuando en 1868 estalló la Revolución Gloriosa, la reina que estaba en San Sebastián tuvo que cruzar a toda prisa la frontera e instalarse en París, ciudad en la que murió en 1904. Tras la la caída de Espartero se inició la llamada Década moderada, (1844­1854): Isabel II encargó la formación de gobierno al partido moderado, liderado por el general Narváez. El partido moderado apoyado por los sectores burgueses más conservadores gobernará durante diez años. Derogó la Constitución de 1837 y redactó otra nueva: ∙ La Constitución de 1845, en la que la Soberanía nacional fue sustituida por la soberanía conjunta del rey y las Cortes y se otorgaban más poderes a la Corona como el nombramiento de ministros, Las Cortes siguieron siendo bicamerales (Congreso y Senado) y los diputados del Congreso seguían siendo elegidos por sufragio censitario  ∙ En este periodo se firmó con la Santa Sede el Concordato de 1851, por el que quedaba zanjada la ruptura que se había producido como consecuencia de la desamortización eclesiástica, la Iglesia aceptó la desamortización y España reconocía la confesionalidad católica del Estado y reconocía su intervención en la enseñanza. Los moderados configuraron un régimen basado en el centralismo político­ administrativo.

A ello responden: ∙ La creación de la provincia como nueva demarcación territorial. ∙ La ley de ayuntamientos de 1845, que reservaba a la Corona la designación de los alcaldes de ciudades con 2000 o más habitantes. ∙ La creación del Banco de España. ∙ La creación de la Guardia Civil Pero las divisiones internas del partido moderado y las denuncias de corrupción y escándalos financieros, hicieron que las clases populares dieran su apoyo a un pronunciamiento liberal de carácter progresista, liderado por el generalO ́Donnell, en junio de 1854 en los cuarteles de Vicálvaro, por lo que se le denomina: La “Vicalvarada”, la declaración del “Manifiesto de Manzanares”, redactado por Cánovas, determinó la movilización de los grupos progresistas.En medio de la confusión general, la reina decidió llamar a Espartero, comenzando así el:

Bienio progresista (1854­-1856)

∙ Volvieron a adoptarse medidas radicales ∙ Se elaboró un texto constitucional en 1856 que, no llegó a ser promulgado. ∙ la Ley de Desamortización General de 1855, elaborada por Pascual Madoz, que venía a completar la obra de Mendizábal.  ∙ Se establecieron también leyes relacionadas con la banca, la minería y la más destacable: la ley general de Ferrocarriles de 1855. Pero las presiones de la Corona y la Iglesia provocaron la reacción de los liberales moderados que provocaron la caída de Espartero y la vuelta de los moderados al poder. Comienza así la:

Segunda Década liberal conservadora (1856-­1868)

En este periodo se sucedieron los gobiernos de los generales Narváez y O ́Donnell: ∙ Bienio moderado de Narváez (1856­-1858).
Gobierno de la Unión liberal de O’Donnell. (1854­-1863)
Gobiernos moderados de Narváez y González Bravo (1863-­1868)
  El periodo de mayor prosperidad coincidió con el Gobierno de la Unión liberal de O’Donnell.se benefició de una época de buenas cosechas y de expansión comercial, En este periodo también se inició una activa política exterior. Se enviaron tropas a Cochinchina (hoy parte de Vietnam), se hicieron expediciones militares al norte de África, lo que acabó en una guerra abierta contra el Sultán, se ocupó militarmente Santo Domingo, aunque después se perdió, etc.; Se desarrollaba el partido demócrata y aparecía el republicanismo, al tiempo que se creaban las primeras organizaciones obreras En 1864 volvió Narváez al gobierno, entregando el Ministerio de Gobernación a González Bravo. Hubo nuevos pronunciamientos progresistas que llevaron a una dura represión y los fusilamientos del cuartel de San Gil. La reina se desprestigiaba día a día y esto llevó a una alianza entre progresistas y demócratas, que firmaron un pacto en la ciudad belga de Ostende, 1866, que incluía el acuerdo para destronar a Isabel II. (Pactos de Ostende) Dos años después, en septiembre de 1868 la armada española atracada en Cádiz y dirigida por el almirante Topete se sublevó, con el apoyo de los generales Prim y Serrano. Comenzó así la Revolución Gloriosa. El movimiento se extendió con levantamientos populares que ocuparon las plazas de sus localidades al grito de “Mueran los borbones” y se organizaron juntas revolucionarias locales.
Serrano venció al ejército gubernamental en Alcolea, Córdoba, e Isabel II huía a Francia. La revolución había triunfado.

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