Liberalismo doctrinal

TEMA 1. EL LIBERALISMO
 Este nuevo régimen político, económico y social suerte en el Siglo XVIII a partir de las ideas de la ilustración y del liberalismo económico y basado en la existencia de libertades inalienables del individuo. Este sistema pretende derribar el Antiguo Régimen.
Ideológicamente:
libertad de pensar, opinión libre y tolerancia.
Políticamente: No existe autoridad soberana absoluta sino una monarquía constitucional. Se reconoce al ciudadano con plenos poderes, por tanto se reconoce la soberanía nacional.
División de poderes: el ejecutivo recae en el gobierno y ministro y el legislativo en las Cortes o parlamento y el judicial en los jueces.
El concepto de soberanía como origen del poder recae en el pueblo, que marca la pluralidad de ideas mediante la elección por sufragio censatario (liberalismo doctrinario) o por sufragio masculino (liberalismo democrático).
Se identifican las libertades con la idea de Nacíón.

Las leyes comunes se se articulan en una constitución que contempla la forma política del país, el funcionamiento de sus instituciones y los deberes y derechos de los ciudadanos.
La pluralidad de ideas se refleja en la aparición de partidos políticos.
El Estado-Nacíón marca la igualdad en la administración de los ciudadanos, se incide en la idea de centralismo, y la igualdad de los territorios del Estado-Nacíón.
El estado organiza nuevas identidades territoriales.
En lo social, (liberalismo social), se suprimen los estamentos. La igualdad basada en el principio de dignidad. La nueva sociedad se divide en clases sociales (sociedad abierta).No se rechaza la religión, pero se tiende a limitar el poder económico de la iglesia y se desarrolla él anticlericalismo.
Se aplica el liberalismo económico, las ideas que priman son la «ley de la oferta y la demanda» y la no interferencia del estado en suntos económicos. Se demanda una propiedad libre y plena.
La suspensión de gremios mediante la libre creación de empresas y libertad de contrataciones.
Las propiedades vinculadas deben ser desamortizadas, la propiedad de bienes y medios de producción deben ser privadas. Se defiende la propiedad privada.
La economía deja de ser un lastre, aplicándose la idea de libre comercio y el principio de oferta y demanda.
El acceso al nuevo sistema liberal en España, no fue un proceso lineal, tuvo guerras civiles y reformas políticas, lo que benefició a las nuevas clases dominantes, denominándose a estas revoluciones como revoluciones liberales-burguesas.
Los motivos de cambio son de tipo político y de tipo económico.
La ideología de la burguésía en España era muy débil, por el contrario, la nobleza y la iglesia eran muy fuertes, lo que provocará que la revolución en España sea tardía e incompleta; y se producirá una división en el seno de la burguésía, por una parte los moderados que serán partidarios de
pactar con la nobleza y la iglesia, mientras que los progresistas contaran con el apoyo de las clases obreras para profundizar en la democracia.
Los modreados controlaron el poder durante prácticamente todo el Siglo XIX. Los progresistas pactaron con la iglesia y la nobleza ante el peligro que supónía la revolución política y social.

2.CORRIENTES Y EVOLUCIÓN DEL LIBERALISMO EN ESPAÑA2.1Crisis del Antiguo Régimen:


La crisis de la monarquía absoluta que se arrastraba desde las últimas décadas del Siglo XVIII (Reinado de Carlos IV) desembocó de un régimen liberal no democrático.
En un contexto de guerras y revolución se fraguó el Estado liberal y se modificaron los fundamentos de la sociedad estamental, la revolución liberal.La Guerra de la Independencia entre 1808 y 1814 contra Napoleón, precipitó la crisis política interna de la monarquía absoluta y abríó el camino a propuestas de reforma de las viejas estructuras políticas y sociales mediante la convocatoria de las Cortes Generals y Extraordinarias en 1809 por la Junta Suprema Central como única salida al vació de poder existente.

De estas Cortes, continuadas en Cádiz (1810-1813), surge el primer liberalismo español basado en:
Un nuevo orden político y jurídico y monarquía parlamentaria.Soberanía nacional.Elaboración de una constitución (1812).Serie de reformas de carácter socioeconómico.
Esta obra política influye en el desarrollo del liberalismo y del constitucionalismo español durante la primera mitad del Siglo XIX.

2.2 El Reinado de Fernando VII:

El conflicto entre absolutismo y liberalismo se desarrolló durante el reinado de Fernando VII (1814-1833), y contiene tres etapas:
a) Sexenio absolutista (1814-1820). La vuelta de Fernando VII a España tras el tratado de Valençay y el «Manifiesto de los Persas», supone la derogación de la Cosntitución de 1812, la disolución de los poderes liberales y la paralización de las reformas socioeconómicas liberales. La restauración absolutista fue posible gracias al nuevo contexto internacional de la Restauración marcada en el Congreso de Viena y la debilidad del régimen liberal español.


Los liberales se organizan y conspiran mediante pronunciamientos. Uno de estos pronunciamientos liderado por Rafael Riego triunfa en 1820 en Cabezas de San Juan, establecíéndose la segunda etapa en la evolución del liberalismo dentro del Reinado de Fernando VII.
b) Trienio Liberal (1820-1823). Restablecimiento de la Constitución de 1812 por una nueva legislación económica liberal en la que se adoptan medidas desamortizadoras y desvinculadoras. El régimen tuvo grandes tensiones: la primera división del liberalismo y la oposición absolutista.
Se formaron dos tendencias las cuales son los progresistas y los moderados.
Los moderados buscaban un pacto con sectores de notables y grandes propietarios de la vieja sociedad estamental. Eran partidarios del respeto a la libertad de la persona y de la propiedad privada. Creían que la Constitución de 1812 debía ser reformada en sus aspectos más radicales. Así, consideraban que debía de ser reforzarse el poder ejecutivo en manos de la Corona, limitar las atribuciones de las Cortes, establecer un Parlamento bicameral y eliminar el sufragio universal masculino.
Liberalismo doctrinario.
Los exaltados o radicales defienden la Constitución de 1812 íntegramente; el control parlamentario del gobierno, la ampliación del sufragio, la libertad de opinión, el anticlericalismo y la aceleración y radicalización de las reformas y la revolución, para la cual era necesaria la participación popular activa. Serán base del posterior liberalismo doctrinario.
La oposición al régimen liberal tuvo el respaldo del Rey Fernando VII y buscaron el apoyo de la Santa Alianza. La contrarevolución estuvo dirigido por el clero y sectores privilegiados. Tras el Congreso de Verona, la Santa Alianza interviene la revolución española enviando el ejército de los Cien Mil Hijos de San Luis. Fernando VII recupera el poder absoluto y persigue el liberalismo.

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