Primera guerra mundial hegemonia economica

1 Europa en la posguerra

La Primera Guerra Mundial provocó una profunda crisis económica en Europa, debido a los gastos y la destrucción que la contienda ocasionó, a la devolución de los créditos recibidos de financieros e industriales norteamericanos y al pago de las reparaciones de guerra.
Esta grave situación motivó la adopción de políticas proteccionistas en todos los países y dieron lugar a una fuerte inflación, lo que originó una fuerte dependencia económica de los países europeos con respecto a Estados Unidos.

-Reino Unido:

Finalizada la guerra, el comercio británico se estancó. Se produjo un aumento del paro y una gran inquietud laboral (los parados llegaron a 2,5 millones). No fue hasta el año
1929 cuando se recuperó el equilibrio económico y político que evitó el peligro totalitario.

También se dieron continuos enfrentamientos con los independentistas irlandeses. Los independentistas se agrupaban en dos organizaciones: una política, el Sinn Fein, y otra armada, el Irish Republican Army (IRA), que realizaba acciones terroristas para conseguir sus fines. Entre los años 1918 y 1921 se produjo una verdadera guerra civil. Así se firmó la creación de dos comunidades autónomas: Estado Libre de Irlanda e Irlanda del Norte (Ulster). Este acuerdo no satisfizo a los independentistas, que continuaron con acciones terroristas hasta 2007.

-Francia:

Terminada la guerra, fue el país más beneficiado económicamente y territorialmente por el Tratado de Versalles y se convirtió en la mayor potencia europea. La devolución de las ricas regiones mineras de Alsacia y Lorena facilitó su recuperación económica en poco tiempo.

En el año 1923, el ejército francés ocupó el Ruhr para obligar a Alemania a pagar la deuda, pero ni siquiera así se pudo solucionar el problema financiero francés. La inestabilidad económica causó una gran inestabilidad política.

-Alemania:

Fue la gran derrotada en la guerra y la nación europea más perjudicada por la contienda. Al endeudamiento económico se añadió el pago de 33000 millones de dólares en concepto de indemnizaciones.

Tras la rendición ejerció la dirección del país el socialdemócrata Friedrich Ebert, que instauró un régimen republicano. En el año 1919, los miembros de la Asamblea constituyente se reunieron en la ciudad de Weimar y elaboraron una de las Constituciones más democráticas de la época, con el reconocimiento del sufragio universal masculino y femenino.

La República de Weimar nació hipotecada económicamente, ya que tuvo que hacerse cargo del pago anual de las reparaciones de guerra. Alemania estuvo sumida en una gran depresión económica y moral, y en una gran inestabilidad política, entre la revolución espartaquista y la ultranacionalista.


Esta situación inestable y violenta favoreció la aparición de un grupo antidemocrático: el Partido Nacionalsocialista Alemán de los trabajadores, liderado por Adolf Hitler. En el año 1923, Alemania se encontraba sumida en una profunda crisis y suspendió el pago de las reparaciones de guerra. Franceses y belgas ocuparon la cuenca minera del Ruhr, lo que supuso un fuerte golpe al orgullo nacional alemán.

En el año 1925 consiguió renegociar las condiciones de pago de las reparaciones de guerra en la Conferencia de Locarno. Con todas estas medidas, la economía y la política alemanas comenzaron su recuperación e ingresó en la Sociedad de Naciones. Sin embargo, en el año 1930, una nueva crisis económica llevó al fracaso la política liberal de la República de Weimar.

2 La economía de los Estados Unidos

La Primera Guerra Mundial convirtió a Estados Unidos en la mayor potencia industrial, ya que tuvo que abastecer, primero a Francia y Gran Bretaña, y posteriormente sus propias necesidad bélicas. Terminada la guerra, el dólar fue la única moneda aceptada como medio de pago.

2.1 La expansión de los “años veinte”

Del año 1922 al año 1925, todas las industrias norteamericanas incrementaron su producción. La base del poderío industrial norteamericano se basó en la construcción, el automóvil y la electricidad. La aplicación del taylorismo y la sustitución progresiva del operario por la máquina facilitaron la concentración industrial y el nacimiento de grandes industrias, como General Electric, General Motors, Chrysler y Ford. Aunque este prosperidad estuvo desigualmente repartida y supeditada a la industria de consumo.

La elevada deuda exterior se produjo por la subida de los aranceles, lo que impidió que los europeos pudiesen exportar y, con ello, saldar la deuda que mantenían con los financieros e industriales norteamericanos. La “ley seca” favoreció el contrabando y el surgimiento de una organización al margen de la ley: la mafia.

A partir del año 1926, la actividad económica entró en recesión. Sin embargo, la Bolsa indicaba todo lo contrario, pues los beneficios bursátiles no dejaban de subir. Las acciones podían comprarse a crédito; los grandes especuladores pedían préstamos a sus intermediarios, éstos a los banqueros, y los bancos al Banco Federal. Una paralización de la demanda el 24 de octubre de 1929 provocó el pánico bursátil y la mayor catástrofe financiera conocida.

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