Cuales son las consecuencias de la primera república

7.3 EL PROBLEMA  Cuba Y LA GUERRA ENTRE ESPAÑA Y Estados Unidos. LA CRISIS DE 1898 Y SUS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS, POLÍTICAS E IDEOLÓGICAS. Los restos del Imperio colonial español, tras la pérdida de la América continental a principios del Siglo XIX, consistían en las dos grandes islas del Caribe, Cuba y Puerto Rico; Filipinas, en el Pacífico Occidental, y un conjunto de islotes y pequeños archipiélagos dispersos por este océano. Cuba y Puerto Rico presentaban unos rasgos coloniales muy peculiares: situadas en las cercanías de Estados Unidos, tenían una economía basada en la agricultura de exportación, principalmente azúcar y tabaco; aportaban a la economía española importantes beneficios, debido a las leyes arancelarias que impónía la metrópoli. Eran un mercado cautivo, obligado a comprar harina y textiles a la metrópoli, e impedidas de exportar azúcar a Europa desde 1870; y privadas de toda capacidad de autogobierno. La dependencia de España se mantuvo por el papel que la metrópoli cumplía con sus tropas y administración, asegurando la explotación esclavista que beneficiaba a una reducida oligarquía. En Filipinas, la población española era escasa, y los capitales invertidos no eran importantes. La soberanía se había mantenido tres siglos gracias a la fuerza militar y a la presencia de órdenes religiosas. La relación con la metrópoli se centró, en la explotación de recursos agrarios y en la presencia de clérigos y misioneros. En 1868 comenzaron en Cuba movimientos independentistas, con la sublevación popular dirigida por Céspedes, iniciada con El grito de Yara, luchando por la abolición de la esclavitud y por la autonomía política.
Estos movimientos sintieron el estímulo de Estados Unidos, con la abolición de la esclavitud tras la Guerra de Secesión. La Guerra de los Diez Años (1868-1878), concluyó con la Paz de Zanjón, por la que el general
Martínez Campos se comprometíó a dar a Cuba cierto autogobierno. Los resultados de la Paz de Zanjón fueron escasos. Surgíó el Partido Liberal Cubano (1878) representando sectores de la burguésía criolla buscando más autogobierno; pero la Guerra Chiquita (1879-1880) puso de manifiesto el descontento por la Paz de Zanjón y avivó el independentismo. En 1892, José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano partidario de la independencia, y el mismo año en Filipinas José Rizal fundó la Liga Filipina. La propuesta de una nueva ley autonómica para Cuba (1895) llegó tarde y la Guerra independentista se endurecíó con José Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo. España envió a Martínez Campos, pero fracasó; asumíó el mando el general Weyler, y a pesar de los éxitos iniciales, no impidió la lucha armada. En Filipinas fue ejecutado Rizal, pero Aguinaldo mantuvo la insurrección. En 1897 desaparece Cánovas, los líderes de Cuba y Filipinas están en estrecha relación con Estados Unidos, ya que tenía intereses económicos en la zona. Sagasta cree necesario reconocer una amplia autonomía, pero Estados Unidos se implica en el conflicto, y la voladura del acorazado Maine (15 Febrero 1898) sirvió de pretexto para una declaración de guerra (Guerra hispano-Americana), que se desarrolló en el Caribe y Filipinas. Las derrotas de Cavite y Manila en Filipinas; y Santiago en Cuba, llevaron a la Paz de París el 10 de Diciembre de 1898, España reconocía la independencia de Cuba y cedía a Estados Unidos Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam. En 1899 España vendía al Imperio alemán las islas Coralinas, las Marianas (excepto Guam) y Palaos. La pérdida de las últimas colonias fue conocida como él desastre del 98 y tuvo importantes consecuencias, destacan:  Ideológicas. Se produjo una crisis de la conciencia nacional, apareciendo un movimiento intelectual y crítico, el regeneracionismo, que rechazaba el sistema político y social de la Restauración, al considerarlo una lacra para el progreso de España. Entre sus representantes destacan Joaquín Costa, Almirall… El regeneracionismo tuvo su vertiente literaria con la Generación del 98 (Unamuno, Baroja…)  Económicas. La derrota supuso la pérdida del mercado colonial, iniciándose una política proteccionista. La industria se recuperaría pronto; y la repatriación a España de los capitales situados en América, propiciaron el desarrollo de la banca española.  Políticas. Con una propuesta de reforma y modernización: el llamado regeneracionismo político que representaban políticos de diferentes partidos; en el Conservador Francisco Silvela, y en el Liberal José Canalejas. En política internacional, España dejó de ser un Imperio, iniciando una intervención en África.  Otras consecuencias: el desprestigio militar, lo que traería graves consecuencias en el Siglo XX; crecimiento del movimiento obrero, protagonizando sucesos como con sucesos como la Semana Trágica de Barcelona (1909); y mayor empuje y protagonismo de los nacionalismos periféricos.


12.2 LAS ETAPAS DE LA DEMOCRACIA. LOS GOBIERNOS DE LA UCD. EL Golpe de Estado DE 23 DE Febrero DE 1981. LA ALTERNANCIA POLÍTICA: GOBIERNOS SOCIALISTAS Y DEL PARTIDO POPULAR. Las primeras elecciones generales de la democracia (15-Junio- 1977) dieron el triunfo, a la UCD de Adolfo Suárez. Los gobiernos de la UCD (1977-1982), en minoría, afrontaron la nueva etapa democrática en un clima de crisis económica, conflictividad social y violencia (terroristas, sectores del ejército, ultras de izquierda y de derecha). En Octubre de 1977 acometieron medidas de calado social y económico, como la Ley de Amnistía; y la firma de los Pactos de la Moncloa, acuerdos entre Gobierno, empresariado, partidos y sindicatos; para reducir la inflación, acometer la reforma fiscal, de la Seguridad Social y de la empresa pública. Aprobada la Constitución de 1978 y con la victoria de UCD (Marzo 1979), comenzó la segunda legislatura. Suárez se enfrentaría a las divergencias en la UCD, la segunda crisis del petróleo, el terrorismo, y el acoso del PSOE. Suárez dimitíó (Enero 1981), su sucesor Leopoldo Calvo Sotelo sufríó en su investidura la intentona golpista del 23F, dirigida por Tejero, Milans del Bosch, junto al general Armada; la falta de apoyos y la postura del rey frustraron la operación. El Gobierno de Calvo Sotelo aprobó la Ley del Divorcio, relanzó el proceso autonómico y se ingresó en la OTAN. La descomposición de la UCD, llevó a disolver las Cortes y convocar elecciones generales en Octubre 1982. Los gobiernos del PSOE (1982-1996). Las elecciones del 28-Octubre-1982, dieron el triunfo al PSOE por mayoría absoluta. Ganarían cuatro elecciones consecutivas (1982, 1986, 1989 y 1993) con Felipe González como presidente. Con la mayoría parlamentaria acometíó una política de modernización de España en distintos ámbitos: – Social. Ampliando el Estado de bienestar (Ley General de Sanidad, pensiones “no contributivas”), implantando un nuevo sistema educativo (LOGSE) que ampliaba hasta los 16 años la enseñanza obligatoria, mejoras laborales (jornadas 40 horas semanales y vacaciones de 30 días), y reconocimiento de nuevos derechos (objeción de conciencia y servicio social sustitutorio, y despenalización parcial del aborto). – Económico. Aplicó una política de reajustes (1982-85) para atajar la crisis y preparar la entrada en la CEE. Emprendíó la reconversión industrial, la restructuración bancaria, el control salarial y reforma fiscal, pero no frenó la subida del paro. El resultado le enfrentó a los trabajadores, acabando en la huelga general el 14-Diciembre-1988. – Seguridad. Potenció la lucha contra el golpismo (Ejército quedó como cuerpo profesional) y el terrorismo de la extrema derecha y sobre todo contra ETA. Para frenar el terrorismo etarra, combinó distintas medidas: cooperación de Francia, políticas de reinserción ya iniciada por UCD, frente político contra el terrorismo (Pacto de Madrid-1987, Pacto de Ajuria Enea-1988 tras el atentado al Hipercor de Barcelona-1987) y la negociación directa (conversaciones de Argel 1989). Esta política se vio ensombrecida por la aparición del GAL. – Política exterior. España firmó, el Tratado de Adhesión a la CEE (12-Junio-1985). Se celebró el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN. El 7 de Febrero de 1992 se firmó el Tratado de Maastricht, nacía la UE, establecíéndose un programa de convergencia económica que el PSOE no logró cumplir. Los casos de corrupción; escándalos como el GAL, Juan Guerra o Luis Roldán, deterioraron la imagen del partido. La victoria en minoría de 1993, le obligaría a pactar con los nacionalistas y al adelanto electoral en 1996. Los gobiernos del PP (1996-2000). En las dos legislaturas (Marzo-1996 en minoría y 1996 con mayoría absoluta) José María Aznar estuvo al frente del Gobierno, su política destacó en los ámbitos: – Económico. Inició una política económica neoliberal: disminuyó el gasto público, privatizaron empresas (Telefónica, CAMPSA, Argentaría) para aumentar ingresos y reducir la deuda pública; y se intensificó la concentración bancaria (BSCH, BBVA). Como consecuencia
España cumplíó las condiciones de Maastricht, siendo uno de los once países fundadores de la Uníón Económica y Monetaria Europea (zona euro). – Política antiterrorista. ETA incrementó su actividad (secuestro Ortega Lara 1996, asesinato Miguel Ángel Blanco 1997). En 1998 se firmó el Pacto de Estella; ETA anunció una tregua, rota en Noviembre 1999. En la segunda legislatura aumentó la lucha antiterrorista, firmó con el PSOE un Acuerdo por las libertades y contra el terrorismo. – Política exterior. España se integró en la estructura militar de la OTAN (1999). En la segunda legislatura la política exterior estaría marcada por la invasión de Irak, en la que España aportaría tropas en la ocupación. Los atentados del 11M por islamistas radicales a tres días de las elecciones de 2004 pusieron fin a los gobiernos de Aznar. La victoria en minoría, inició la vuelta del PSOE con J. L. Rodríguez Zapatero (2004-2008). Su primera legislatura se inició con la salida de las tropas de Irak, presentó ante la ONU la Alianza de las Civilizaciones, se revisó el Estatuto de Cataluña y se promulgaron medidas de carácter social (Ley Contra la Violencia de Género, la Ley de Matrimonio Homosexual). La segunda legislatura (2008-2011) también en minoría, estaría marcada por la crisis financiera y mundial de 2008, con una política de austeridad y recorte público dirigida desde la UE. El triunfo del PP en 2011 con Rajoy (2011-2015) al frente, aplicaría la política económica de la UE, mientras se enfrentaba a la corrupción política y al independentismo catalán. Durante su mandato Juan Carlos I abdicaría en su hijo, siendo proclamado rey con el nombre de Felipe VI. 


5.3 EL REINADO DE Fernando VII: LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO. EL PROCESO DE INDEPENDENCIA DE LAS COLONIAS AMERICANAS. Con el Tratado de Valençay (11-XII- 1813) entre Napoleón y Fernando VII, éste recupera los derechos a la Corona. Regresa a España, y en Abril de 1814 recibe el Manifiesto de los Persas, firmado por diputados absolutistas. El texto censura la labor de las Cortes de Cádiz y condena la soberanía nacional, pidiendo al Rey que se suprimieran las Cortes y las reformas aprobadas en ellas, incluida la Constitución de 1812. El 4 de Mayo, el rey promulga un Decreto (Decreto de Valencia), que anulaba las reformas aprobadas en las Cortes, incluida la Constitución de 1812. Se inicia el Sexenio absolutista (1814-1820). Comienza con la detención de los liberales más importantes y la disolución de las Cortes. Apoyado por la Iglesia y los grandes terratenientes, anuló la libertad de prensa, restablecíó la Inquisición y la Mesta, permitíó la vuelta de los jesuitas y restauró la sociedad estamental. El rey se enfrentó a problemas: inestabilidad del gobierno, crisis en Hacienda y oposición liberal, con pronunciamientos como los de Espoz y Mina, Porlier y Lacy. En 1820 triunfa el pronunciamiento de Riego en Cabezas de San Juan (Sevilla). Fernando VII restablecíó la Constitución 1812 iniciando el Trienio liberal (1820-1823). Se restablecieron las leyes aprobadas en Cádiz, como la eliminación de la Inquisición, abolición del régimen señorial, reanudan la desamortización. Se aprobó la Ley de Supresión de Monasterios, Reglamento de Instrucción Pública, primer Código Penal, división del territorio en 52 provincias, se instauró la Milicia Nacional y expulsan a los jesuitas Los liberales se dividieron en dos facciones: moderados o doceañistas (antiguos diputados liberales de Cádiz e intelectuales ilustrados) como Argüelles y Martínez de la Rosa, y exaltados o venteañistas (protagonistas de la revolución de 1820) como Mendizábal y Alcalá Galiano. Los moderados defendían el sufragio censitario, para limitar la soberanía nacional y Cortes bicamerales. Los exaltados defendían el sufragio universal, la soberanía nacional y Cortes unicamerales. Hasta 1822 gobernaron los moderados, y después los exaltados. La oposición al régimen liberal venía del Rey, apoyado por parte del ejército, el clero y el campesinado. En 1822 se formó la Junta Absolutista en Bayona y en Cataluña se llegó a formar la Regencia de Urgel. Los Cien Mil Hijos de San Luís, ejército organizado por Francia por orden de la Santa Alianza (Congreso de Verona 1822), pusieron fin al régimen liberal, dando paso a la Década absolutista u ominosa (1823-1833). Aunque se restablecieron las instituciones de la monarquía absoluta, se evoluciónó hacia un reformismo moderado. Los liberales sufrieron represión y muchos se exiliaron. Hubo intentos de insurrección (Riego, Empecinado y Torrijos). Se llevaron a cabo reformas: creación del Consejo de Ministros y del Ministerio de Fomento. En Hacienda, López Ballesteros elaboró los primeros presupuestos generales del Estado, e impulsó la creación de un nuevo Código de Comercio, Tribunal de Cuentas, Banco de San Fernando (1829) y la Bolsa de Madrid (1831). El régimen tenía dos enemigos: los liberales exaltados y los realistas. Los realistas ultras se alinearon en torno a Carlos Mª Isidro, hermano y heredero a la corona. Fernando VII, la posibilidad de tener una hija, publica la Pragmática Sanción, derogando la Ley Sálica, permitiendo reinar a las mujeres. Carlos Mª Isidro rechazó el procedimiento y reclamó la vigencia de la Ley Sálica; así nace el problema del carlismo. Tras los sucesos de la Granja (1832), Fernando VII confirmó los derechos sucesorios de su hija Isabel, formando gobierno con Cea Bermúdez. Al morir Fernando VII, Mª Cristina hereda la corona en nombre de su hija Isabel, iniciándose la Guerra Civil o primera guerra carlista (1833-1840). Al tiempo se produce el proceso de independencia de las colonias americanas. Las causas que originaron la insurrección son múltiples: el reformismo borbónico del Siglo XVIII, la extensión de las ideas ilustradas y liberales, la debilidad de España (Trafalgar e invasión napoleónica) y los intereses ingleses. Se distinguen dos periodos:  Primera fase (1810-1815). La burguésía criolla, enriquecida y animada por la experiencia norteamericana y las ideas liberales, pretendían liberarse de las restricciones y el monopolio impuesto por España; promovíó Juntas y depuso a virreyes y capitanes generales, rechazando la autoridad de la Junta Central Suprema que buscaba apoyos en Inglaterra (doble juego, ayudaba contra los ejércitos napoleónicos y veía con buenos ojos el desorden en las colonias) y Estados Unidos. Estallan insurrecciones como la del cura Hidalgo en México, Simón Bolívar en Venezuela y José Francia en Paraguay.  Segunda fase (1816-1824). Reacción absolutista con Fernando VII, que no impidió la independencia de Argentina (1816), y acciones revolucionarias: Simón Bolívar libera Ecuador, Venezuela y Colombia; San Martín logra la independencia de Chile (1818), Iturbide la de México (1822), y Sucre la de Bolivia y Perú (Ayacucho 1824). Hacia 1825 solo Cuba y Puerto Rico, junto a Filipinas en Asía, permanecían en la corona española. Consecuencias: dejó la Hacienda al borde de la quiebra, el comercio se redujo y afectó más a Cataluña. España quedó relegada a un papel de potencia de segundo orden. Los nuevos estados fueron neocolonizados por Inglaterra y Estados Unidos. 


10.1 LA PROCLAMACIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA. LA CONSTITUCIÓN DE 1931. EL BIENIO REFORMISTA (1931-1933). La II República (1931-1936) surgíó en las elecciones municipales (12- Abril- 1931), los resultados favorables a la Coalición Republicano Socialista, provocan la salida del Rey y la proclamación del nuevo régimen el 14 de Abril. La República tendría como telón de fondo la crisis internacional iniciada con el crack del 29, y aunque en España tardó más en llegar la depresión, su economía dependiente de los países desarrollados, tuvo tres consecuencias: disminución de las exportaciones (Inglaterra y Francia); colapso de las inversiones extranjeras, e interrupción de emigrantes a Francia y América que junto a los retornos aumentaron el paro. El Gobierno provisional, presidido por Alcalá-Zamora, se enfrentó con problemas acuciantes (proclamación de la República catalana independiente, hostilidad de la alta jerarquía eclesiástica y el vandalismo anticlerical), iniciando un programa reformista mediante decretos ministeriales. Convocaron elecciones generales el 28 de Junio, mediante sufragio universal masculino, que dieron el triunfo a la coalición Republicano Socialista. La redacción de un nueva Constitución fue la primera tarea de las nuevas Cortes. La aprobación de los artículos 26 y 27, relativos a la cuestión religiosa, provocó la dimisión de Alcalá-Zamora y Miguel Maura (ministro de Gobernación), poniendo al frente del Gobierno a Azaña. Aprobada el 9 de Diciembre de 1931, al día siguiente Alcalá Zamora es elegido presidente de la República y confirmaba a Azaña como jefe de Gobierno. La Constitución de 1931, de talante progresista, configuraba un régimen democrático, parlamentario y laico moderno, descentralizado y en el que se recogía la función social de la propiedad. Establece la soberanía popular. División de poderes, el legislativo unicameral, en el Congreso de los Diputados; el ejecutivo: la Jefatura del Estado corresponde al presidente de la República elegido cada seis años, este nombra al Jefe de Gobierno y a propuesta de este a los ministros, pero ratificados por las Cortes; en el poder judicial se establecerá el Tribunal de Garantías Constitucionales. Amplia declaración de derechos y libertades: asociación, reuníón, expresión… En materia religiosa libertad de cultos y la aconfesionalidad del Estado, separando Iglesia y Estado. Por primera vez el sufragio universal masculino y femenino. Se contempla la aprobación de estatutos de autonomía para las regiones, y la formación de cabildos en Canarias y Baleares. El Bienio reformista (1931-1933). El primer gabinete constitucional presidido por Azaña, se inició con la salida de los miembros radicales (Martínez Barrio y Lerroux). Durante los años 1932 y 1933, el Gobierno profundizó en el programa reformista, iniciado durante el Gobierno provisional, que consideraba indispensable para modernizar la sociedad y el Estado: – Reforma agraria. Se promulgó la Ley de Reforma Agraria (Septiembre 1932), pretendía una redistribución de la propiedad agraria, autorizando la expropiación con indemnización de las fincas no cultivadas y las deficientemente cultivadas, siendo el IRA el encargado de la expropiación y reparto. – Reforma educativa. Marcada por la influencia de la Institución Libre de Enseñanza. Su objetivo era crear un sistema educativo unificado, laico, público y gratuito en primaria. Se implantó la coeducación, se prohibíó la enseñanza a las órdenes religiosas y se disolvíó la Compañía de Jesús, provocando el rechazo de la Iglesia. Se invirtió en nuevas escuelas e institutos, aumentaron las becas, y crearon las Misiones Pedagógicas para divulgar la cultura en el ámbito rural (bibliotecas rurales, Museo Circulante del Pueblo, etc.). En la difusión cultural colaboraron sindicatos de profesores (FETE) y de estudiantes como la UFEH que organizó La Barraca. – Reforma militar. Con el fin de modernizar el Ejército, se redujo el número. Se derogó la Ley de Jurisdicciones, y se suprimieron los tribunales de honor, el Consejo Supremo de Guerra y Marina, y la Academia Militar de Zaragoza. Se creó una fuerza leal, la Guardia de Asalto. – Reforma laboral. Dirigida por Largo Caballero, con leyes como Ley de Contratos de Trabajo, Ley de Jurados Mixtos y Ley de Términos Municipales. Apoyada por la UGT, la CNT prefirió la acción y presión al Gobierno. – Cuestión autonómica. El 9 de Septiembre de 1932 se aprobó el Estatuto de Cataluña con Maciá como presidente; el vasco, aprobado en Noviembre de 1933, fue bloqueado por los gobiernos de centro-derecha. Las fuerzas políticas y sociales en la oposición, dificultaron el gobierno de Azaña que se enfrentó a: – La derecha antiliberal que protagonizó el fallido Golpe de Estado liderado por Sanjurjo (Sanjurjada- Agosto 1932), el gobierno suspendíó periódicos de derechas, altos cargos (Dirección General de la Guardia Civil), disolvíó un tercio de la Guardia Civil, expropió tierras a los que les apoyaron y procesó a Sanjurjo. – Ofensiva sindical de la CNT con sucesos como los de Casas Viejas (Cádiz). – La derecha católica que se organizó en torno a la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas-1933), liderada por Gil Robles; los ultra monárquicos fundan Renovación Española, liderada por Calvo Sotelo; José Antonio Primo de Rivera Falange Española, y el carlismo Comunión Tradicionalista. – La Iglesia, que inició el cardenal Segura, y se acentuó con la política laicista plasmada en la Constitución. La crisis del Gobierno de Azaña quedó patente al perder las elecciones municipales (Abril-1933). Las dimisiones en la coalición llevaron a la destitución de Azaña por Lerroux, y convocar elecciones (Noviembre-1933). La victoria de la CEDA y el Partido Radical de Lerroux, dio inicio al Bienio radical-cedista (1933-1936).

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