Una desamortización es la acción jurídica que hace posible la venta de bienes pertenecientes a manos muertas o entidades que no las pueden vender como la Iglesia, Corona, nobleza, etc; siendo enajenados de sus propietarios.
La nobleza, gracias al mayorazgo, había constituido un patrimonio de bienes rústicos y urbanos a raíz del proceso de la Reconquista.
La Iglesia también era usufructuaria de grandes extensiones de tierras por donaciones
Los municipios eran usufructuarios de tierras que eran concesiones reales durante la Reconquista, siendo principalmente bosques o terrenos áridos.
Debido a esto, la tierra era tierra de manos muertas al estar inmovilizada, siendo casi imposible acceder a la tierra como propietario.
Ministros ilustrados de Carlos III habían ya observado que el bajo rendimiento de los campos era debido al atraso técnico agrícola,provocando que el agricultor tuviese poco capital para mejorar la producción.
A todo ello se le sumaba que había limitaciones respecto a la comercialización de determinados productos, así como su precio, área de venta, etc.
Por ello, la agricultura supónía un problema económico y social el cual requería ser reformado.
La desamortización española fue un largo proceso que estaba ligado a la ideología liberal y llevada a cabo por el partido progresista. Estas consistían en poner a subasta pública de manera forzosa las tierras que se encontraban bajo manos muertas.
El objetivo de las desamortizaciones era el de reducir la deuda pública y aumentar los ingresos.
1 La primera desamortización:
Se llevó a cabo en 1798 por Carlos IV, con el fin de reducir el déficit y deudas que sufría la Hacienda Real tras la Guerra de la Convencíón contra la República Francesa.
Los bienes desamortizados fueron los de instituciones benéficas de la Iglesia, los de los colegios mayores, y de los jesuitas que no se hubieran vendido ya tras el reinado de Carlos III.
Gran parte de los fondos recaudados fueron utilizados por Godoy para financiar una guerra contra Gran Bretaña, de la cual la Corona Hispánica fue derrotada en la Batalla de Trafalgar (1805), imposibilitando las comunicaciones con América debido a la pérdida de la flota. Esto provocó que Godoy recurriese en 1806 al endeudamiento, a la desamortización y a la séptima parte de los bienes eclesiásticos.
La desamortización no soluciónó los problemas de la Hacienda, ya que se suspendíó su aplicación tras el Motín de Aranjuez y la subida al trono de Fernando VII.
2. Segunda desamortización- José I
Tras las abdicaciones de Bayona, José I fue declarado Rey de España.
Este desmanteló todas tipo de estructuras económicas, políticas y sociales que pertenecían al Antiguo Régimen, promulgando el 18 de Agosto de 1809 el Estatuto de Bayona suprimiendo órdenes regulares, monacales, etc.
José confiscó las tierras de la oposición que apoyaba la vuelta de Fernando VII, obteniendo sus rentas para financiar los gastos de las tropas Francesas.
Sin embargo, todas las medidas dejaron de tener efecto con la vuelta de Fernando VII y el Antiguo Régimen mediante el Decreto del 4 de Mayo de 1814.
3. Tercera desamortización- Las Cortes de Cádiz (1811)
A partir de la convocatoria de Cortes los diputados reconocieron la enorme deuda acumulada en forma de vales reales durante el reinado de Carlos IV. Con el decreto del 6 de Agosto de 1811, se abolíó el régimen señorial distinguiendo los señoríos jurisdiccionales de los territoriales procediendo a la desvinculación de títulos nobiliarios y tierras.
Por el Decreto del 13 de Septiembre de 1813 se denominaban bienes nacionales a las propiedades incautadas por el Estado y puestas a la venta en subasta pública.
Los bienes desamortizados procedían de los considerados traidores, como Manuel Godoy o los llamados afrancesados además de los bienes de las órdenes militares españolas, fincas de la corona o baldíos de los municipios.
Esta desamortización no se llevó a cabo debido al regreso de Fernando VII.
4. Cuarta desamortización- Trienio Liberal (1820-1823)
Tras el Sexenio Absolutista con la vuelta de Fernando VII, el 1 de Enero de 1820 se llevó a cabo un pronunciamiento militar a manos del militar Rafael del Riego, obligando a Fernando VII a jurar lealtad a la Constitución de 1812, iniciándose el Trienio Liberal.
Ante la necesidad de sanear la Hacienda, financiar un ejército y la negación del monarca que los privilegiados pagasen impuestos, el Gobierno Liberal impone igualdad de todos los ciudadanos ante las obligaciones fiscales, desamortizando las mismas tierras que en proceso anterior.
El pago se aceptaba dinero en efectivo sino también “vales reales”. Mediante el Decreto del 29 de Junio de 1822, se revalidaron también los decretos sobre venta de baldíos y bienes de los municipios, pero todo esto se suspendíó con la vuelta del absolutismo de Fernando VII con la ayuda de la Santa Alianza. Sin embargo, tras la muerte de Fernando VII se desató la Primera Guerra Carlista para conseguir la corona. La regente María Cristina, esposa de Fernando, tuvo que aceptar un Gobierno Progresista en 1835 con el fin de conseguir un mayor apoyo. Por ello, se llevaron a cabo una serie de reformas agrarias que pondrían fin a las estructuras económicas del Antiguo Régimen.
Mendizábal procedíó de nuevo a la disolución del régimen señorial, a la desvinculación y a la desamortización. Mendizábal defendía la necesidad de poner los bienes en manos de quienes podían sacarles provecho
La desamortización de Mendizábal tenía tres aspectos diferentes: la supresión de órdenes religiosas, la incautación forzosa de bienes y su conversión en bienes nacionales, y la venta de bienes en subasta pública.
Los terrenos desamortizados fueron únicamente los del clero regular.
Se podía pagar tanto en efectivo como en vales de deuda pública. Los objetivos de Mendizábal eran reducir el déficit, financiar un ejército contra los carlistas y crear una nueva clase terrateniente.
No tuvo el éxito esperado, obteniendo un fracaso económico relativo debido a las altas expectativas de este, siendo incapaz de paliar totalmente el déficit y mantener la guerra.
5. Quinta desamortización- Espartero (2 de Septiembre de 1841)
Espartero decició desamortizar las tierras del clero regular y secular pero el Estado siguió subvencionando a la Iglesia.
Esta desamortización fue abolida en 1844 por Narváez, pero decidíó dar por buenas las ventas ya realizadas, devolviendo únicamente los bienes incautados pero no vendidos, decisión corroborada por el Papa mediante el Concordato de 1851, mediante el cual el Papa a cambio reconocía a Isabel II como heredera
6. Sexta desamortización- Pascual Madoz (1855)
En 1854, tras la dictadura tecnocrática de Bravo Murillo, Narváez, O’Donell y dirigentes del Partido Progresista dieron lugar a “La Vicalvarada” dando lugar al Bienio Progresista en el cual se reanudó el proceso desamortizador.
El ministro Pascual Madoz decretó una nueva Ley de Desamortización en 1855. El objetivo estuvo en tierras comunales de los ayuntamientos y tierras del clero regular no desamortizadas..
La finalidad era, sanear el déficit de la Hacienda y obtener ingresos para impulsar la construcción de una red ferroviaria que impulsara la industrialización del país.
Los métodos de pago aceptados fueron en efectivo y títulos de la deuda pública.
Está desamortización logró construir la red ferroviaria, aunque con capital extranjero, además de posteriormente dar lugar a una burbuja bursátil.
7. Séptima desamortización – O’Donell
Durante la última etapa del reinado de Isabel II, el gobierno unionista continuo con el proceso desamortizador ya que se consideraba el mejor mecanismo para obtener recursos para el Estado.
El dinero recaudado sería destinado a impulsar la política imperialista de la uníón liberal.
CONSECUENCIAS DE LAS DESAMORTIZACIONES
La reforma agraria representada por las desamortizaciones debíó ser el primer paso para crear una nueva clase terrateniente y emprendedora que llevase a cabo una revolución agrícola previa a la industrialización.
Se consiguió convertir la tierra en propiedad privada. Los propietarios pasaron a ser una nobleza y la burguésía que pudo al fin acceder a la propiedad de la tierra. El gran beneficiado fue el Estado y los perjudicados fueron el clero debido a que le abolieron las tierras, la Corona porque desaparece el diezmo, los campesinos y los ayuntamientos propietarios de tierras.
La intención de las desamortizaciones siempre fue el de reducir el déficit.
Las condiciones de los campesinos seguían siendo precarias, provocando que el campesinado se proletarizó, dando lugar a revueltas campesinas y asaltos a las fincas cada vez que había una crisis de subsistencia.
Las sucesivas desamortizaciones produjeron una expansión de la tierra cultivada pero no un incremento de la productividad ya que no se había llevado a cabo un proceso de mecanización y uso de nuevas técnicas.
Esta expansión tuvo el efecto negativo de la deforestación, ya que se produjo una tala indiscriminada de árboles
Tampoco se obtuvieron los resultados financieros esperados ya que al pagar con títulos de deuda pública el Estado reducía el déficit pero no incrementaba los ingresos
Los ayuntamientos pierden sus tierras y sacan dinero de los impuestos.
LOS RENDIMIENTOS AGRÍCOLAS EN ESP Y AND DEL S. XIX
El 80% del suelo agrícola español se dedicaba principalmente al cultivo de cereales sobre todo el trigo
La ganadería ovina, sobre todo la lanar
La baja productividad fue fruto de una mala y poco favorable orografía, se debíó a la falta de implantación de nuevas técnicas. Los propietarios y el Estado prefieren importar los cereales de América.