LA POLÍTICA DEL RÉGIMEN:
La dictadura de Primo de Rivera se divide en dos grandes etapas:
DIRECTORIO MILITAR (1923 – 1925):
El directorio militar era una solución de carácter temporal: Primo de Rivera ejercía como presidente y ministro único y el resto de los militares que lo formaban eran vocales. El funcionamiento de toda la Administración quedó en manos del Ejército. Se declaró el estado de guerra en todo el país, se suspendieron las garantías constitucionales, se establecíó una rígida censura de prensa, quedaron prohibidas las críticas a la dictadura, se disolvieron las cortes, se suspendíó la Constitución de 1876 como medio previo para supirmir los partidos políticos. El régimen constitucional había sido eliminado. El dictador actuó en 3 frentes:
Movimiento obrero
Adoptó medidas represivas contra organizaciones obreras como la CNT Prohibíó cualquier tipo de manifestación o institución de los nacionalismos periféricos
La solución del problema marroquí: el desembarco de Alhucemas de 1925
Sin duda el gran éxito del Directorio Militar fue poner fin a la guerra de Marruecos. En 1914 el líder rifeño Abd-el-Krim invadíó la zona del protectorado francés en Marruecos. Esto provocó la alianza militar de España y Francia que desembocó en el desembarco de Alhucemas, lo que supuso la derrota de las tribus del Rif y de su líder que se entregó a Francia.
DIRECTORIO CIVIL (1926 – 1930):
Primo intentó la institucionalización de su régimen. Decidíó la sustitución del Directorio Civil por un Directorio Civil. Creó un partido único a semejanza del modelo italiano: la Uníón Patriótica y una Asamblea Nacional Consultiva elegida mediante sufragio restringido y que era una copia del Gran Consejo Fascista italiano de Mussolini. Tanto la Asamblea Nacional como la Uníón Patriótica demostraron ser un fracaso, ni obtuvieron respaldo popular ni podían dar una salida legal a la dictadura. El orden público fue otra de las obsesiones de Primo de Rivera. Se dictaron instrucciones para reprimir cualquier manifestación o protesta del movimiento obrero.
Primo de Rivera no consiguió institucionalizar su régimen; la oposición aumentó considerablemente al percatarse de su intención de perpetuarse en el poder.
LA POLÍTICA ECONÓMICA:
La dictadura de Primo de rivera coincidíó con una época de expansión de la economía europea e internacional (‘’los felices años veinte’’). La política económica de la dictadura se basó en la intervención del Estado en la economía y en el apoyo al mercado nacional.Entre las medidas destacan:
Fomento de la producción nacional
La época de la dictadura destacó por su obsesión por fortalecer el mercado nacional y apoyar la producción interior.
La política de obras públicas
Pretendía lograr una reactivación de la economía española. Las acciones más señaladas se concretaron en la mejora y ampliación de la red de ferrocarriles, de la red de carreteras y obras hidráulicas.La construcción de nuevas carreteras también experimentó un notable crecimiento. Se crearon las Confederaciones hidrográficas encargadas de gestionar el aprovechamiento agrícola e hidroeléctrico de las cuencas fluviales.
Creación de monopolios
La dictadura concedíó monopolios de ciertos productos, esto dio lugar a la creación de Telefónica, Iberia y CAMPSA. A finales de 1929 se empezaron a notar los efectos del crack de la Bolsa de Nueva York y fue necesario devaluar la peseta, el general Primo de Rivera perdíó buena parte de la confianza de la burguésía.
EL FIN DE LA DICTADURA:
A partir de 1928 la fortaleza del régimen se resquebrajó por su incapacidad para dar una salida constitucional al régimen. Las relaciones entre el dictador y el rey se enfriaron. La oposición a la política de Primo de Rivera tenía diversos frentes: Dentro del Ejército fue creciendo el descontento. El movimiento obrero, que iba tomando posiciones. El PSOE y el Partid, Los intelectuales que ejercieron su influencia en la opinión pública como Unamuno, que fue suspendido y desterrado. Ante la pérdida de todos sus apoyos Primo de Rivera dimitíó en 1930 y Alfonso XII nombró al general Berenguer para que hiciera la transición a la monarquía constitucional; el cambio fue tan lento que la oposición denomino a esta etapa ‘’La Dictablanda’’. Ante el descontento, el general Berenguer dimitíó y el rey nombrará al almirante Aznar, con el compromiso de convocar elecciones municipales.Su identificación con la dictadura de Primo de Rivera le había privado de muchos apoyos, incluso los procedentes del campo monárquico como Miguel Maura o Alcalá-Zamora.En este contexto, los republicanos, nacionalistas y socialistas firmaron el Pacto de San Sebastián, por el que se comprometían a derribar a la monarquía y formar un gobierno provisional en la futura Segunda República. Las elecciones municipales del 12 de Abril de 1931 se convirtieron en un plebiscito nacional contra la monarquía. El triunfo de los republicanos llevó a Alfonso XIII a dimitir. Empezaba su andadura a la II República.