Esquema del reinado de Isabel II

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La Guerra de la Independencia

La Guerra de la Independencia fue a la vez una lucha de liberación contra la invasión francesa y el inicio de la revolución liberal contra el absolutismo. La oposición a los invasores se llevó a cabo mediante guerrillas

, o ataques por sorpresa al enemigo en el campo; y mediante la resistencia y el levantamiento de las ciudades contra los franceses. Al principio, se frenó el avance francés, con la resistencia de las ciudades de Girona, Zaragoza y Valencia, y con la victoria en la batalla de Bailén (1808). Ante esta situación, Napoleón acudíó a España al frente de 250.000 soldados y recuperó casi todo el territorio. Pero en 1812, aprovechando los problemas de Napoleón en Rusia, y con la ayuda de un ejército británico desembarcado en Portugal, los españoles derrotaron a los franceses en Arapiles. En 1813, se retiraron y Napoleón reconocíó a Fernando VII como rey.

Las Cortes de Cádiz y la revolución liberal

La revolución liberal contra el absolutismo se desarrolló de forma paralela a la guerra. Ante el vació de poder por la ausencia de los reyes, se crearon juntas provinciales de defensa para dirigir la guerra, y una Junta Suprema Central para coordinarla. Esta asumíó el poder y convocó las Cortes en Cádiz en 1810 para reformar el Antiguo Régimen.
Los diputados convocados eran en su mayoría reformistas y liberales. Bajo su influencia, las Cortes proclamaron la Constitución de 1812 y llevaron a cabo una obra revolucionaria, aprobando leyes para liquidar el Antiguo Régimen.
-La Constitución de 1812 reconocía derechos individuales (igualdad ante la ley) y establecía la soberanía nacional y la división de poderes. Con ello, el absolutismo se sustituía por un sistema político liberal.
-Las leyes dadas por las Cortes establecieron la libertad de imprenta (1810); y abolieron los señoríos, creados en la época de los Reyes Católicos (1811), los gremios (1813), y la Inquisición (1813).

El restablecimiento del absolutismo: Fernando VII

Al inicio de su reinado (1814-1820), Fernando VII restablecíó el absolutismo, abolíó la obra de las Cortes de Cádiz y persiguió a los liberales. Algunos se exiliaron, pero otros trataron de alcanzar el poder mediante pronunciamientos o golpes de Estado militares.
Entre 1820 y 1823, el triunfo de uno de estos pronunciamientos, dirigido por Rafael del Riego en 1820, dio lugar al Trienio Liberal. Durante este período, los gobiernos liberales restablecieron la Constitución y la obra de las Cortes de Cádiz (1812). Mientras tanto, Fernando VII buscó el apoyo de las potencias absolutistas europeas integradas en la Santa Alianza. Esta envió un ejército de franceses (los Cien Mil Hijos de San Luis), que permitíó a Fernando VII restablecer el absolutismo.
Los diez últimos años del reinado, conocidos como la Década Ominosa (1823-1833), estuvieron marcados por el gobierno absolutista, la independencia de la América española y el problema sucesorio. Este se planteó cuando al nacer su hija Isabel (1830), Fernando VII anuló la Ley Sálica

que impedía reinar a las mujeres. La medida no fue aceptada por don Carlos, hermano del rey y hasta entonces sucesor, que contaba con el apoyo de los absolutistas. La esposa de Fernando VII, María Cristina, que asumíó la regencia en los últimos meses de vida del rey, tuvo que buscar el apoyo de los liberales moderados, iniciándose así la aproximación entre estos y la monarquía.


INDEPENDENCIA DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA


El proceso de independencia de la América española fue impulsado por la burguésía de las colonias formada por los criollos (blancos descendientes de españoles nacidos en América). Las causas se pueden clasificar en internas y externas.
-Las causas internas más importantes fueron el descontento de los criollos por motivos políticos, dado que los principales cargos en las colonias eran desempeñados por peninsulares; económicos, pues los fuertes impuestos y el control comercial de España perjudicaban s sus actividades económicas; y sociales, porque recibían un trato discriminatorio de los peninsulares.
-Las causas externas fueron la difusión de las ideas liberales y revolucionarias europeas; el ejemplo de la Independencia de Estados Unidos; y la ayuda militar recibida de este país y de Reino Unido.
La evolución del proceso independentista, atravesó por dos etapas.
La primera tuvo lugar durante la guerra de la Independencia, y se reflejó en la formación de Juntas, dirigidas por criollos, que fueron reprimidas tras el regreso de Fernando VII a España en 1814. La segunda, tuvo lugar entre 1816 y 1825, y contó con el apoyo británico y estadounidense. La insurrección alcanzó grandes éxitos, gracias a las campañas victoriosas de Simón Bolívar y José de San Martín, y terminó con la derrota de España. Como consecuencia, España perdíó todas sus posesiones americanas, excepto Cuba y Puerto Rico.

La implantación del Estado liberal


Durante la minoría de edad de Isabel II (1833-1843), ejercieron la regencia su madre, María Cristina, y el general Baldomero Fernández Espartero. En este período, el problema sucesorio desencadenó una Guerra Civil. La Primera Guerra Carlista (1833-1839), en la que se enfrentaron los liberales, partidarios de Isabel II; y los absolutistas, defensores de don Carlos. Derrotados los carlistas, se implantó en España un sistema político liberal.
En 1843, se proclamó la mayoría de edad de Isabel II. Su reinado (1843-1868), se caracterizó por la inestabilidad política, debido al enfrentamiento entre los partidos liberales. Los principales fueron el moderado (que agrupó a la alta burguésía y algunos sectores de las clases medias; y el progresista, donde se integraron las clases medias y artesanas de las ciudades. Al llegar al poder, cada uno intentó imponer sus ideas, redactando una constitución a su medida.
En el reinado de Isabel II, se distinguen tres grandes períodos:
-La Década Moderada(1844-1854), que se rigió por la Constitución moderada de 1845.
-El Bienio Progresista(1854-1856), en el que se redactó la Constitución de 1856, que no llegó a publicarse.
-El desmoronamiento de la monarquía isabelista(1856-1868). En estos años, se produjo la alternancia en el poder de los liberales moderados y de la Uníón Liberal, un nuevo partido de centro. Además, aumentó la oposición al régimen liberal y surgieron nuevos partidos, como los demócratas, defensores del sufragio universal masculino, y los republicanos, que querían abolir la monarquía.

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