27.El Reformismo dinástico: los intentos renovadores de Maura y Canalejas
En 1899, tras el Desastre de Cuba, la reina regente Mª Cristina llamó a formar gobierno
Silvela y Polavieja(conservadores), que duró hasta 1901. En este período iniciaron una política reformista, con reformas fiscales (subida de impuestos), no tuvieron éxito. En 1902 sube al trono Alfonso XIII y, tras la muerte de Sagasta, sube al poder Maura (conservador). Quería comenzar con la revolución desde arriba, creando un Estado fuerte, que controlara a los caciques y a las clases populares, mediante la Ley Electoral de 1907, para acabar con la corrupción. Lo hizo mediante medidas sociales, estimulando la industria y la agricultura, instaurando la Ley de Descanso Dominical (influencia de la Iglesia) y el IRS, dedicado a los seguros obreros. La Semana Trágica de Barcelona provocó la caída del gobierno de Maura en 1909. Fue sustituido por Canalejas hasta 1912, sus objetivos eran modernizar la política y realizar reformas sociales que atrajesen a los republicanos y socialistas y limitar el poder de la Iglesia (reduciendo su financiación, separando Iglesia y Estado y limitando el establecimiento de nuevas órdenes religiosas, “Ley del Candado”). En el plano social, bajo los impuestos de consumo, reclutamiento obligatorio sin redención en metálico y se mejoraron las condiciones laborales. Finalmente, se aprobó la Ley de MAncomunidades para las autonomías (posibilidad de uníón de diputaciones provinciales para la gestión de algunos servicios públicos), hasta el asesinato de Canalejas en 1912.
28. El aumento de las fuerzas de oposición: Republicanismo, nacionalismo catalán y vasco
Durante la Restauración, los republicanos, carlistas y nacionalistas quedaron al margen. Tras el fracaso del Sexenio Democrático, el republicanismo era impopular. Se fundaron el Partido Republicano posibilista de Castelar; el Partido Republicano progresista de Zorrilla; el Partido Republicano Centralista de Salmerón y el Partido Republicano Federal de Pi y Margall. Estos partidos consiguieron en las elecciones de 1886 mejores resultados gracias a sufragio universal masculino y las alianzas electorales (Uníón republicana), pero tuvieron una gran pérdida de apoyo tras la aparición de partidos obreros. Tras el Sexenio Democrático y la derrota carlista, la Constitución de 1876 descartó la sucesión de trono de la rama carlista, y se prohibíó que militares, como Cabrera, reconocieran a Alfonso XII. Los partidos carlistas se mantuvieron en Navarra, País Vasco y Cataluña, sustentaban el fuerismo, la oposición a la democracia y la unidad católica. A finales del Siglo XIX comenzó el nacionalismo. Grupos de intelectuales políticos y periodistas empezaron a proponer políticas contraria al uniformismo y centralismo estatal. Surgieron como movimientos culturales de recuperación de la lengua y las tradiciones, pero tras la influencia de la crisis de 1898 afianzaron su carácter político. Surgíó primero en Cataluña, creando partidos como Centre Catalá, Lliga Regionalista y Uníón Catalanista, luego en el País Vasco con el PNV en 1895 (reacción a la pérdida de los fueros y en defensa del euskera). Por último en Galicia, Valencia, Andalucía y Aragón.
31. La crisis de 1917 y el final del sistema
En 1914 estalla la 1ª Guerra Mundial, España se mantuvo neutral. En el ejército español, se crearon juntas de militares para reclamar: un aumento salarial, ascensos por antigüedad y una renovación política. Sin embargo, éstas juntas de defensa, reprimieron la huelga General Revolucionaria siguiendo sus propios intereses. Entre 1917 y 1923 tuvo lugar la crisis del régimen de la restauración. Los partidos dinásticos se fragmentaron y no conseguirán mayorías parlamentarias sólidas para formar gobierno. Los años siguientes a la I Guerra Mundial fueron de gran conflictividad en Europa. En España la producción agrícola descendíó, aumentó el paro y subieron los precios; lo cual provocó la movilización obrera y el crecimiento del sindicalismo. Se produjeron revueltas campesinas, sobre todo en Andalucía donde la miseria y el aumento de precios, dio lugar al Trienio bolchevique.
También se produjeron huelgas industriales, sobre todo en Barcelona. Para detener la fuerza sindical los patronos contrataron a pistoleros para asesinar a los obreros (pistolerismo).La postura del gobierno fue apoyar a los patronos, ejercieron dura represión contra los sindicalistas y pusieron en práctica la Ley de Fugas. Para resolver los problemas de Marruecos, el ejército español realizó varias operaciones para controlar a los rebeldes. El General Silvestre inició una ofensiva contra Abd el Krim que acabó en el Desastre de Annual (1921), que supuso la pérdida del territorio ocupado y más de mil muertos. Como consecuencia a esto se discutíó el caso de Annual (Expediente Picasso) y se pedirían responsabilidades políticas que podrían implicar al rey.