La Revolución americana

La guerra de la Independencia de Estados Unidos contra los británicos fue también una revolución liberal. Instauró un nuevo Estado y una nueva sociedad basados en las ideas de la Ilustración.
La revolución se inició cuando los colonos se opusieron a los nuevos impuestos establecidos por el Parlamento de Londres. El 4 de julio de 1776, en el Congreso de Filadelfia, representantes de todas las colonias aprobaron la Declaración de Independencia de los trece Estados Unidos, redactada por Thomas Jefferson. Sostenía que vida, libertad, igualdad ante la ley y búsqueda de la felicidad son derechos de todos los hombres.
En 1783, se aprobó la actual Constitución. Establecía que el poder ejecutivo reside en el Presidente, que es elegido de forma indirecta por sufragio universal. El poder legislativo es bicameral: Cámara de Representantes y Senado.
El poder judicial lo ejercen los tribunales; además, el tribunal Supremo decide si las leyes y actos gubernamentales respetan la Constitución.
La Constitución se ratificó en 1788. Al año siguiente, George Washington fue elegido primer presidente de los Estado Unidos de América.

La Revolución francesa antecedentes y primera etapa: La Asamblea Nacional Constituyente:

La Revolución francesa, que se inició en 1789, llevo a cabo una revolución política y social e intentó extender sus reformas por toda Europa. Sus etapas fueron: La Asamblea Nacional Constituyente
El monarca Luis XVI convocó los Estados Generales debido a la mala situación económica provocada por el apoyo a la independencia de las Trece colonias americanas. El tercer estado o pueblo llano se proclamó en Asamblea Nacional e invitó al clero y a los nobles a unirse a ellos. Ellos dieron los primeros pasos de la Revolución francesa entre julio de 1789 y septiembre de 1791.
La Asamblea elaboró tres leyes fundamentales:
*La Declaración de los Derechos del hombre que se inspiró en la Declaración de los Estados Unidos.
*La Constitución civil del clero que hizo depender a la iglesia del Estado, tanto económica como jurídicamente.
*La Constitución del 1791 otorgaba el poder ejecutivo al rey y el poder legislativo a la Asamblea elegida por sufragio censitario. Con eso finalizaba la etapa de la Asamblea Nacional y se iniciaba la breve fase de la Asamblea Legislativa (1791 – 1792).

La Convención y el Terror:

En Agosto de 1792, los más exaltados, liderados por los jacobinos, impusieron el sufragio universal y la convocatoria de una Convención nacional. Se proclamó la República y se ejecutó a los reyes. Como reacción, algunas monarquías europeas (Austria, Prusia, etc.) declararon la guerra a la Francia revolucionaria.
La Convención estuvo primero dominada por los girondinos, menos radicales, pero los jacobinos dieron un golpe de estado y aprobaron una nueva Constitución, la de 1793. Dicha constitución reconocía el sufragio universal, el derecho al trabajo, a la asistencia estatal y a la enseñanza, sostenía el derecho a la propiedad, la libertad económica y el derecho a la rebelión. Otorgó el poder legislativo a una Asamblea elegida solo por un año y el ejecutivo a un consejo de ministros elegidos fuera de la Asamblea y subordinados a ella.
Esta Constitución no se llegó a aplicar debido a la crisis provocada por la guerra contra las monarquías europeas. Se impuso la época del terror, dirigida por Robespierre que persiguió y ejecutó a los que consideraba contrarrevolucionarios.

El Directorio y el Consulado:

La fase radical finalizó en julio de 1794 con un nuevo golpe de estado. Los girondinos recuperaron el poder y aprobaron una tercera Constitución, que estableció un sistema moderado, semejante a la Constitución de 1791, pero sin rey. El poder ejecutivo lo ejercía
un Directorio de cinco miembros.
El 9 de noviembre de 1799 Napoleón Bonaparte dio un golpe de estado. Con él se iniciaba el Consulado.
En 1800, se aprobó una nueva Constitución que fortaleció el poder ejecutivo detentado por un primer cónsul, asesorado por otros dos. No tuvo Declaración de Derechos. En 1800, se nombró primer cónsul a Napoleón. En 1802, el Consulado se hizo vitalicio. En 1804, el Consulado se convirtió en Imperio, con Napoleón al frente.

El imperio Napoleónico:

El política interior, Napoleón era un producto de la revolución y promocionó a la burguesía con ascensos y puestos en el ejército y la administración. Buscó soluciones de compromiso entre el viejo orden y la revolución. Fruto de este empeño fue el Código Civil, que regulaba la propiedad y la familia, los dos pilares de la sociedad liberal. Mantuvo la supeditación de la iglesia y la venta de sus bienes; a cambio el Estado fijaba una asignación económica como indemnización al clero.
En política exterior, durante el Imperio se difundieron las ideas liberales al imponer Napoleón su Código Civil en las naciones conquistadas. La derrota en la batalla de Leipzig, en 1813, le obligó a rendirse y fue recluido en la isla de Elba. Se escapó y organizó el denominado Imperio de los cien días, hasta su derrota definitiva en la batalla de Waterloo ante el Reino Unido, Rusia, Austria y Suecia.