Que sector social hizo la constitución de 1830

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En la instauración y consolidación del régimen colaboraron diversos grupos ideológicos y distintos grupos sociales que compartían una serie de ideas comunes como eran:

1.Una concepción autoritaria del ejercicio del poder

2.Una desconfianza o rechazo al multipartidismo

3.Defensa a ultranza de la unidad de España frente a nacionalismos disgregadores

4.En lo social la defensa de la propiedad, y la intervención subsidiaria del Estado,

5.Un casi unánime apoyo a un Estado confesional católico

Los grupos ideológicos se reflejaron en tres instituciones básicas para el régimen:

El Ejército constituyó la columna vertebral del régimen: dentro de este predominaban los fascistas y los monárquicos. Los monárquicos propugnaban una monarquía católica y autoritaria, con representación de los intereses sociales y regionales.

La Falange, cuyas ideas fueron claves para la formación del régimen y el control de la sociedad. Su ideología provénía de la Italia fascista y de la Alemania nazi. Los fascistas, defendían una dictadura autoritaria centralizada, controlada por un partido único. Constituyeron la burocracia estatal, con funciones de propaganda y de organización social y sindical (sindicalismo vertical). Importancia de la simbología falangista (de corte fascista).

La Iglesia se identificó con el nuevo régimen, con el cual establecíó una sólida alianza y  tuvo todos los privilegios posibles para difundir su doctrina y su influencia en la sociedad. El Estado protegía a la Iglesia y esta legitimaba los ideales patrióticos de Franco.

Otros apoyos políticos con los que contó el régimen franquista fueron los  derechistas católicos, algunos de los cuales ocuparon ministerios desde 1939. A partir de  1945, con la nueva situación internacional , el franquismo se apoyó más en la derecha católica y apartó del poder todo símbolo que lo asocia al fascismo.

 Por lo que respecta a los apoyos sociales al régimen se basaba sobre todo  en los empresarios, clases medias conservadoras, propietarios y terratenientes, que recuperaron su papel social y le fueron devueltas las tierras expropiadas y  pequeños y medianos agricultores, tradicionalmente conservadores.


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La dictadura franquista se suele dividir en las dos siguientes etapas:

Posguerra y construcción del Estado franquista (1939 – 1959)


En sus primeros años el franquismo se identificó con el fascismo totalitario. Tras el Final de la II Guerra Mundial y hasta 1951, España sufre el aislamiento internacional: queda excluida de las ayudas del Plan Marshall para la reconstrucción de diversos países europeos, no se permite su entrada en la ONU que recomienda retirar los embajadores. El régimen impulsa cambios institucionales para atraerse el favor de la opinión pública internacional como aliado occidental en la guerra fría, por su anticomunismo y catolicismo y  repudiando su pasado fascista.

En lo económico, España conoce a esos años como “los años del hambre” y de las cartillas de racionamiento, debido a las consecuencias que la guerra y el aislamiento internacional tenían sobre el país. A principios de la década  de los 50 comenzó una fase de lenta recuperación económica, coincidiendo con la ayuda económica de USA. Se impulsó la apertura de la economía española al comercio internacional y  se favorecíó la importación de productos industriales, pero  las importaciones aumentaron sobre las exportaciones y el déficit comercial obligó a un ajuste económico que afectaría también a la estructura de gobierno, con la instauración en varios ministerios de miembro del Opus Dei, los llamados Tecnócratas.

Del Desarrollismo al final del franquismo (1960 – 1975)


 España experimenta un rápido y desequilibrado crecimiento económico, que transforma la sociedad.Esto se lograría con El Plan de Estabilización de 1959, que cambió las líneas maestras de la economía del régimen con las consiguientes consecuencias en lo político, en lo social…La puesta en marcha de este plan y la coyuntura expansiva occidental favorecieron la expansión económica durante los sesenta. El tránsito de una economía agraria a otra industrial y de servicios cambió la sociedad. 

Sin embargo, nada de ello se hizo sin esfuerzo. Todos los españoles tuvieron que apretarse el cinturón y millones de ellos tuvieron que emigrar para encontrar recursos.

A nivel político, la dictadura franquista sufríó un lento proceso de apertura a partir de 1960, aunque no se puede hablar realmente de la existencia de una auténtica libertad, sino más bien de un intento de legalizar el régimen. El crecimiento económico y los cambios sociales despertaron movimientos de oposición que rompieron o deterioraron los cimientos del régimen franquista (movimiento obrero, revueltas estudiantiles, Iglesia renovada…)

Entre 1973 y 1975 se produciría la crisis del franquismo y el colapso de las estructuras del régimen por la división interna, la presión de la oposición y la movilización popular.


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El objetivo prioritario de Franco era la creación de un  Estado autoritario, nacionalista y católico, pero sin un cuerpo ideológico claro y homogéneo. Fue en todo momento una dictadura militar con Franco concentrando absolutamente todos los poderes: jefe de Estado, presidente del Gobierno, jefe del único «partido político» permitido, y «generalísimo de todos los ejércitos”.

En la consolidación de dicho régimen, contará además con diversos apoyos como son el propio ejército que constituyó la columna vertebral del régimen, organizaciones fascistas como la FET de la JONS, cuyas ideas fueron claves para la formación del régimen y el control de la sociedad y el importantísimo apoyo de la Iglesia, que legitimaba todas las acciones del Dictador, y a cambio este la protegía y le concedía todos los privilegios posibles para difundir su doctrina y su influencia en la sociedad.

A nivel de estructura política,  el dictador nombra a toda la estructura del Poder Ejecutivo (desde el Presidente del Gobierno hasta los alcaldes);también a los presidentes del Poder Legislativo y nombra a los altos cargos del Poder Judicial (Tribunal Supremo y Audiencias Provinciales).

Las Cortes, apenas tenían una función meramente consultiva, y se dedicaban a aprobar lo que les remitía el gobierno o el Jefe del Estado. Por último, la administración estaba muy centralizada, pues  el régimen franquista acabó con las instituciones y autonomías creadas durante la Segunda República.

 Por otro lado, la Dictadura, pretendíó dotarse de una cierta legalidad jurídica, razón por la que se elaboraron unas Leyes Fundamentales del Reino como sucedáneos de una auténtica Constitución. Fueron ocho Leyes : Fuero del Trabajo (1938), Ley Constitutiva de las Cortes (1942), Fuero de los Españoles (1945), Ley de Referéndum Nacional (1945), Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947), Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958) y Ley Orgánica del Estado (1966). También fue creado un único sindicato para todos los trabajadores, el Sindicato Vertical , el único legalmente autorizado.

Estas leyes, pusieron las bases del Estado corporativo. Existían unas elecciones por sufragio indirecto y restringido se podía elegir algunos representantes en las Cortes por medio de las tres instituciones que el régimen consideraba “naturales”: la familia, el municipio y el sindicato único. Por el tercio familiar sólo votaban los hombres. Las mujeres sólo podían votar si eran viudas.  Este sistema fue definido como «democracia orgánica». 

En conclusión, Franco, pese a carecer inicialmente de una ideología y organización definida inicialmente,  su acomodación a las situaciones internas y externas al país  y  con el apoyo de  diferentes facciones (fascistas y luego catolicistas) le permitíó alcanzar su objetivo inicial: acaparar todo el poder y perdurar en el tiempo.


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Se trata de un texto político, de fuente primaria, de carácter público, emitido por la Asamblea General de las Naciones Unidas y destinado al gobierno español, en el que se condena el régimen político impuesto en España por Franco al acabar la Guerra Civil española. El documento está fechado en Diciembre de 1946, un año después del fin de la IIª Guerra Mundial .La resolución se organiza en dos grandes ideas:

En el apartado, A, establece el carácter fascista  y no representativo  del régimen de Franco, implantado con la ayuda de la Alemania Nazi de Hitler y de la Italia fascista de Mussolini, potencias totalitarias que acababan de ser derrotadas al acabar la 2ª Guerra Mundial. Esto era evidente, tanto en el origen del régimen,  cuya ideología iniciamente se apoyó en el partido de la Falange Española, de carácter fascista, como en los símbolos y estructura de gobierno, basado en el totalitarismo y el culto a un líder que  acapara todos los poderes, además de otros elementos como la persecución y muerte de los disidentes,la  ausencia de libertades y derechos humanos básicos,el control de la sociedad o el  militarismo.

En el apartado B añade que Franco prestó ayuda al eje Berlín-Roma. Y así fue. No sólo permitíó el uso del territorio español, incluidas las Islas Canarias, sino que envió tropas de falangistas (División Azul) a apoyar al ejército alemán contra la URSS, aunque dejando claro  que iba únicamente a luchar contra la Uníón Soviética y contra el comunismo, manteniendo así una no beligerancia hacia los países aliados.

La dictadura intentaría, convencer de su legitimidad a la opinión internacional, a través de la aprobación de ciertas medidas políticas con algunas leyes como el Fuero de los españoles, la Ley de Referéndum Nacional, la Ley Constitutiva de las Cortes, el Fuero del Trabajo, la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado y la Ley de Principios del Movimiento nacional, además de cambiar su carácter fascista por otro de corte nacional – catolicista  y presentarse  a USA y el mundo capitalista como  un firme bastión contra el comunismo internacional y la URSS.

ras la Resolución, la mayor parte de los miembros de las Naciones Unidas retiraron  sus embajadores y establecieron un aislamiento diplomático al franquismo. Sólo 5 embajadores permanecieron en España (entre ellos los de Argentina, Portugal y el Vaticano), Francia cerró sus fronteras con España,  y se excluyó a nuestro país del Plan Marshall. Con estas medidas se pretendía que Franco abandonase el poder. 


Sin embargo el aislamiento fue incompleto, pues no se creó un bloqueo comercial contra el régimen franquista. Además existían otros países que aunque oficialmente declararan su condena al  régimen fascista de Franco, no querían que se hundiera, como es el caso de Estados Unidos y Gran Bretaña. A nivel interno, el cierre de fronteras, junto a la reconstrucción de un país destrozado tras la guerra, provoca  años de hambre, escasez, cartillas de racionamiento, estraperlo,  represión política, miedo y corrupción galopante.  

A partir de 1950, con el inicio de la Guerra Fría contra el comunismo que se había expandido por toda la Europa del Este, hizo que se mirarán con nuevos ojos al régimen franquista, por su carácter anticomunista y el valor  estratégico militar de la Península Ibérica. De esta manera, la ONU revocó en 1950 el bloqueo contra España y regresaron los embajadores, mientras que el fracaso de la política autárquica, a partir de los años 50 hace que  régimen decida adoptar ciertas medidas liberalizadoras parciales.En 1959, Franco otorga el gobierno a los tecnócratas del Opus Dei que implantan un Plan de Estabilización económica que va a abrir España a las inversiones extranjeras, dando paso así a una nueva etapa en la dictadura.Por otro, en el contexto de Guerra Fría, el presidente norteamericano Eisenhower viene a Madrid a abrazar a Franco como aliado contra el comunismo y es recibido en olor de multitudes en la capital española.


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La política autárquica establecida por el régimen de Franco,  resultó nefasta, pues favorecíó el estancamiento y la crisis de subsistencia. En 1957, Franco realizó importantes cambios en el gobierno, aprobándose el Plan de Estabilización, que tenía como objetivo abandonar el modelo autárquico, reinsertando a España en el  mercado internacional y modernizar, liberalizar, racionalizar y sanear la economía nacional. Esto se lograría a través de los Planes de Desarrollo, con una política de inversiones públicas y ayudas a las empresas privadas, sobre todo a aquellas que se establecieran en los llamados  polos de desarrollo, situados en zonas atrasadas pero con posibilidades económicas. Se pretendía con ello un desarrollo más equilibrado y una mejor distribución de industrias y servicios. 

De esta forma, la economía española experimentó entre 1960 y 1973 un crecimiento acelerado y sin precedentes, (el «desarrollismo» español). Entre los factores que explican este rápido desarrollo económico podemos destacar: La favorable coyuntura económica internacional, Las masivas inversiones de capital extranjero y la creciente actividad de grandes empresas multinacionales, atraídos por la mano de obra barata, Los ingresos procedentes del turismo o las remesas de divisas que los emigrantes españoles enviaban a sus familiares en España o  las enormes inversiones estatales en obras públicas, como por ejemplo en construcciones hidráulicas. No obstante, este modelo económico tenía sus aspectos negativos, como el desigual crecimiento de los sectores productivos, con escasas inversiones en la agricultura, frente a las  de la industria y el sector terciario, un éxodo rural masivo hacia las ciudades, que dio lugar a un crecimiento desordenado de las principales ciudades (aparición de las ciudades dormitorios) y la  emigración de trabajadores hacia Europa.(no había empleo para todos),  un aumento de los desequilibrios regionales, un deficiente sistema de prestaciones sociales y servicios estatales, el mantenimiento de un sistema fiscal regresivo e injusto  y la aparición de desastres ecológicos.

El desarrollismo económico, también tuvo su reflejo en la sociedad, que experimenta sustanciales cambios. Se produce un boom demográfico,  una modernización de la estructura social, con predominio numérico de las clases medias urbanas, un  incremento de las mujeres trabajadoras, una secularización de la sociedad y la aparición de la sociedad de consumo. Además se produce una homogeneización de los modos de comportamiento entre los grupos sociales y en los gustos y costumbres, con aspectos como la masificación de los espectáculos y cambios en las costumbres y mentalidades. Surge una nueva mentalidad, inspirada en el modelo europeo que aspiraba a una mayor libertad moral, cultural y política, y que empujaba cada vez con mayor fuerza hacia la democracia. 


En resumen, la sociedad cambiaba a marchas forzadas pero el régimen se quedaba anclado en el pasado. Su final era sólo cuestión de tiempo. A partir de 1973 se produjo una profunda crisis económica internacional (crisis del petróleo), que  afectó gravemente a  España con un aumento del paro y un aumento por tanto del malestar social, y un descenso de los ingresos y precipitaba el final del régimen.


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En Junio de 1973, Franco formó un nuevo gobierno presidido por el almirante Carrero Blanco, como presidente del Gobierno. Sin embargo, seis meses después, un atentado de ETA provocó la muerte de Carrero Blanco. Desde entonces, el régimen franquista entró en una pendiente de crisis imparable. 

A ello habría que unir toda una serie de elementos tanto económicos como sociales que se habían ido conformando en años anteriores. El desarrollismo económico de los 60, había provocado profundos cambios en las mentalidades de los españoles ampliando la oposición al  régimen, con un aumento de la conflictividad laboral por un lado, por otro, por un distanciamiento de la Iglesia del régimen franquista y en tercer lugar por la aparición, de forma clandestina, de numerosos partidos que se opónían al régimen. 

La crisis del petróleo de 1973, agravaría la situación socio económica del país, al producirse un aumento del paro, y de la inflación y una caída de las inversiones. El gobierno llevó a cabo diversas acciones para intentar retrasar las  consecuencias de esta recesión para que la sociedad no se diera cuenta de la gravedad de la situación económica.

A nivel político, la situación también era crítica. Tras la muerte de Carrero Blanco,  su sucesor, Arias Navarro, anunció su intención del liberalizar en parte el régimen, con medidas como regular el derecho a la asociación política. Esto produjo un gran revuelo y la aparición de una división dentro del grupo  político franquista entre los que eran partidarios de una tímida reforma ( aperturistas), y los que se negaban a ella ( el búnker). En verano de 1974, la hospitalización de Franco y la formación de la Junta Democrática ( un conjunto de fuerzas de izquierda y algunas personalidades de la derecha que pretendía establecer un verdadero sistema democrático), aceleraron los acontecimientos.  Todos estos elementos condujeron a una creciente inestabilidad política, a lo que se sumaría  la creciente protesta ciudadana, reprimida de forma cada vez más desproporcionada. El régimen, que se sabe débil, quiso hacer una demostración de fuerza, recurriendo bien a  la persecución judicial, o a la condena a muerte de cinco miembros del FRAP y de ETA por terrorismo.

A la inestabilidad política interior, se sumaría  el incremento de la tensión en la política exterior. El rey de Marruecos, aprovechando las circunstancias que atravesaba España, organizó  la llamada “Marcha Verde”, con la intención de presionar a España para que le entregara el Sáhara, cosa que consiguió, tras el Acuerdo de Madrid. (1975).

Apenas una semana después,  se produciría la muerte de Franco y con ella, se iniciaría una nueva etapa política en la Hª de España


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Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la imagen que existía era la de una España aliada con las potencias del Eje. Con la resolución de la ONU  (1946), que tachaba de fascista al régimen de Franco, comenzó una etapa de  aislamiento internacional. Por esta resolución, se pidió  a los países miembros de la organización que rompiera relaciones diplomáticas con España, a la que además no se le permitíó ingresar en la ONU y otros organismos internacionales.

De esta forma, sólo 5 embajadores permanecieron en España (entre ellos los de Argentina, Portugal y el Vaticano) y se excluyó a nuestro país del Plan Marshall. Sin embargo el aislamiento fue incompleto, pues no se creó un bloqueo comercial contra el régimen franquista. Además existían otros países que aunque oficialmente declararan su condena al  régimen fascista de Franco, no querían que se hundiera, como es el caso de Estados Unidos y Gran Bretaña.

El régimen franquista se había intentado alejar del modelo fascista, y pretendíó mostrar una imagen del régimen fascista más homologado para lo que intentó impulsar su modelo de “democracia orgánica” .

La coyuntura internacional se hizo más favorable a Franco a causa del inicio de la guerra fría y el enfrentamiento entre Rusia y Estados Unidos.

Por otra parte, el papel de la iglesia católica y la santa sede fue decisivo en el fin del aislamiento del régimen. En 1953 se firma un Concordato con el Vaticano con el que ambas partes obtuvieron ventajas ya que la religión católica se convertía en la articuladora del Estado y a la vez supónía la consagración exterior del régimen.

Desde  1951 se negocia con lo Estados Unidos un compromiso de colaboración militar; Se firman varios  acuerdos bilaterales entre España y Estados Unidos, que autorizaba a este país a establecer determinadas bases militares en la Península a cambio de una ayuda económica bastante dudosa y en su mayor parte destinada a sufragar los propios gastos americanos en España.

En 1955, la admisión de España en la ONU, supuso la culminación de la política exterior de Franco, orientada que se reconociera su régimen en el mundo. A partir de entonces, España se pudo integrar en otras organizaciones internacionales.

Por otro lado, España se vio obligada a reconocer la independencia marroquí en 1956, tras varias huelgas y manifestaciones. No obstante, la descolonización no fue definitiva. España mantendría durante un tiempo el pequeño enclave de Sidi Ifni (entregado a Marruecos en 1967), la Guinea Ecuatorial (que se independizó en 1968) y el Sáhara Occidental (del cual se retiraría el Ejército Español poco antes de la muerte de Franco en 1976).


Finalmente destacar que  pese a solicitar su entrada en la organización de la CEE, creada en 1957, ésta no  la aceptó , aunque , sí un Acuerdo Preferencial de Comercio en 1970. Esa no aceptación de España como miembro de la CEE, será una de las razones fundamentales para que, una vez muerto Franco, se optase por la democracia.


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Al acabar la Guerra Civil, el régimen puso en marcha una política económica intervencionista y autárquica, es decir, pretendía ser autosuficiente y mantener escasa conexión con el exterior. 

Se implantó así un sistema intervencionista que impedía la actuación libre de los agentes económicos. El estado fijó los precios agrícolas y obligó a los campesinos a entregar los excedentes de sus cosechas al Servicio Nacional del trigo. Se creó el Instituto Nacional de Industria (1941) para controlar la débil industria española y se establecíó un rígido control del comercio exterior. Con el aislamiento económico y diplomático, la autarquía se convirtió en una necesidad.

Sin embargo, este rígido intervencionismo del Estado que favorecía los intereses de aquellos grupos sociales que más habían contribuido a la victoria del régimen (latifundista, grandes empresarios y burguésía financiera) tuvo consecuencias nefastas. 

a. Descenso de la renta per-capitá.-  El ritmo de crecimiento español fue muy inferior al de otros países .

b. Retroceso de la producción industrial debido a la falta de materias primas, capitales, maquinaria y tecnología moderna que sólo podría conseguirse importada de fuera.

c. Una elevada inflación ya que se emitíó más moneda para financiar la deuda estatal.

d. Déficit comercial provocado por la nula competitividad exterior de los artículos industriales.

e. Descenso del nivel de vida, bajo salarios y hambre generalizada.

f. También se generalizó el mercado negro.(Estraperlo)

La crisis del modelo autárquico provocó ciertas reformas. En 1952, se aplicó una liberalización parcial de precios, del comercio y de la circulación de mercancías, y se puso fin al racionamiento de alimentos, lo que favorecíó una cierta expansión económica. El consiguiente cambio en la política internacional hicieron que desde 1951 llegara ayuda económica norteamericana, la cual permitíó la importación de bienes de equipo imprescindible para el desarrollo industrial. Pero esto provocaría una fuerte inflación que propició un fuerte malestar social. 


Todo ello llevaría a una completa  reforma de las estructuras económicas. En 1959, el Plan de Estabilización cambió las líneas maestras de la economía del régimen: puso fin a la autarquía y dio paso a la liberalización económica, que actuó como motor de desarrollo hasta la crisis de 1973. Este Plan de Estabilización de 1959,buscaba liberalizar la economía mediante la supresión de trabas burocráticas, la reducción de salarios y del dinero en circulación,  devaluación de la peseta, recorte del gasto público y la apertura de la economía española a inversiones y al comercio internacional. Las consecuencias se apreciaron en poco tiempo y a partir del 1961 tras reducirse el déficit del estado y recibir abundantes inversiones del exterior, se inició un acelerado crecimiento económico, basado en el aumento del sector industrial y de servicios

Los capitales para este espectacular crecimiento económico llegan a España de cuatro procedencias:

  1. Créditos e inversiones extranjeros *

  2.  Divisas que envían los emigrantes españoles desde Alemania, Francia … (cerca de un millón de personas salen de España porque aquí no había trabajo para todos)

  3. Dinero que dejan en España los turistas europeos que empiezan a venir buscando sol y playas a España.

  4.  Aumento espectacular de importaciones y exportaciones en estos años 60

A partir de 1963 se intentó regular el crecimiento con los Planes de desarrollo, con una serie de objetivos a cumplir. Se crearon los polos de desarrollo, que intentaban generar empleo en zonas deprimidas pero no funcionaron. Fueron años de fuerte crecimiento, pero fue un desarrollo desigual y desequilibrado. En Octubre de 1973 con la tercera guerra árabe-Israelí, las consecuencias del alza brusca de los precios del petróleo comenzaron a afectar a España deteniendo su expansión económica.


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La Guerra Civil y la dictadura impusieron una sociedad conservadora, tradicional y católica. Durante el período de autarquía, España continuó siendo un país eminentemente agrario, en el que la mayoría de su población residía en los pueblos y con unos niveles de pobreza grandes. La sociedad se hallaba polarizada en dos grandes grupos: una reducida y rica oligarquía agraria, industrial y financiera y la gran mayoría de la población rural y urbana con un bajísimo nivel de renta por otro.

Al margen de esta clasificación, en la España de los cuarenta y cincuenta existía una línea claramente divisoria: la que separaba al bando de los vencedores del de los vencidos.

Se creó una mentalidad ultraconservadora resumida en tres principios fundamentales:

a. Una moral y escrupulosa y estricta de inspiración católica.

b. Una obediencia ciega y absoluta a cualquier superior en jerarquía.

c. Una división estricta de funciones según el sexo –el hombre para el trabajo y la guerra, la mujer para el hogar y el cuidado de la familia y dependiente totalmente del hombre.

Sin embargo, en las siguientes décadas se transformó mucho la estructura de nuestro país.El Plan de Estabilización y los Planes de Desarrollo con el tránsito de una economía agraria a otra industrial y de servicios cambió la estructura social. Ello se reflejo en aspectos como:

Se modificó el concepto de clase con la formación de una influyente burguésía urbana y la extensión de las clases medias, y aumentó el número de funcionarios y de profesiones liberales. El movimiento obrero se hizo más reivindicativo frente a las empresas y al sistema político. 

1. Un masivo éxodo rural, que  provocó serios problemas, tanto humanos  (salarios bajos, adaptación a las nuevas condiciones de trabajo), como urbanísticos (las ciudades carecían de las infraestructuras necesarias para la nueva población.

2. La modernización de la estructura social.- De ser un país con una sociedad básicamente rural, con una escasa minoría de ricos, una reducida clase media y una gran mayoría de clase baja, se evoluciónó hacia una sociedad con predominio numérico de las clases medias urbanas.

3. Incorporación de la mujer de la mujer al trabajo,  logrando una mayor formación e incorporación al mercado laboral


4. La secularización de la sociedad, que se hace más abierta y tolerante, gracias en gran medida a los medios de comunicación (prensa, radio y  televisión), que facilitaron una mejor información y una cultura más amplia. 

5. Aumento del nivel de vida, con el desarrollo de hábitos consumistas: el objetivo de las familias era ahora tener un piso, un automóvil, un televisor…. Y que los hijos estudiaran. 

6. Una homogeneización de los modos de comportamiento entre los grupos sociales y en los gustos y costumbres

7. La masificación de los espectáculos

El resultado de todo ello, fue el surgimiento, en especial entre la juventud urbana, de una nueva mentalidad, inspirada en el modelo europeo que aspiraba a una mayor libertad moral, cultural y política, y que empujaba cada vez con mayor fuerza hacia la democracia.


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Desde la instauración del régimen franquista aparecieron movimientos de oposición tanto dentro como fuera de España. En los primeros años con poca relevancia y que a partir de la década de los 60, irían aumentando su influencia sobre todo dentro del país. Podemos destacar los siguientes.

1. Los Maquis. Nada más terminar la guerra, excombatientes republicanos, principalmente anarquistas y comunistas, iniciaron actividades de guerrilla. Las actividades, conocidas como maquis, se desarrollaron en zonas rurales y montañosas. La actividad armada conocíó su mayor intensidad entre 1945 y 1947, pero hacia 1952 ya dejaron de ser una amenaza para el régimen.

2. El Gobierno republicano en el exilio. Establecido en México en 1945  y presidido por José Giral; Sin embargo, las desavenencias dentro del republicanismo, provocaron un giro político y algunos de los partidos defendieron la vuelta de la monarquía  en la persona de Juan de Borbón con el establecimiento de una democracia constitucional en el futuro

3. La Universidad. Varios partidos políticos en el exilio, entre ellos el el PCE, el partido más activo, decidieron pasar a la acción a través de los ambientes universitarios y sindicales (CCOO). La universidad fue, desde la década de 1950, un símbolo de oposición al régimen, el cual empleó métodos represivos para controlarla.

4. La Iglesia.- La Iglesia comenzó a despegarse del régimen a raíz de la creación de organizaciones católicas afines al movimiento obrero. El Concilio Vaticano II (1962 – 1965) contribuyó a una profunda renovación de la Iglesia española y su abandono del nacionalcatolicismo. Además, un grupo clerical conocido como los “curas rojos” apoyaron a los grupos ilegales y antifranquistas.

5. Los movimientos obreros. Desde los años 60 hasta la muerte de Franco adquirieron un protagonismo creciente. Aparecen organizaciones sindicales ilegales al margen del Sindicato Vertical (Comisiones Obreras y USO).

6. Los grupos armados.- Aparecen algunos grupos de oposición que adoptan la vía armada como forma de oponerse al franquismo, en la creencia de que es la única útil (ETA, que nace como una escisión de las juventudes del PNV a inicios de los 60; FRAP y GRAPO, que nacen a finales de los 60 como escisión de grupos comunistas).

7.Los partidos políticos y los nacionalismos.- La crisis del régimen facilitó la coordinación de la oposición política formada por partidos de izquierda (PCE, PSOE y los pertenecientes a los nacionalismos periféricos).En 1962, por primera vez se reunirían la oposición interior y exterior a Franco en Múnich. 


En definitiva, sin poder derrumbar al régimen franquista, los movimientos de oposición consiguieron crear una amplia red social de contestación a la dictadura que aflorará tras la muerte de Franco y que fue clave para la transición a la democracia. 


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Nos encontramos ante un texto de naturaleza historiográfica, dado que narra sucesos pasados años antes, en concreto, el texto está datado en el 2004 y narra hechos sucedidos durante la etapa final del franquismo entre 1960 y 1975, siendo su autor Pere Ysás.

La palabra disentimiento significa falta de acuerdo, y en el texto hace relación al aumento de la oposición al régimen franquista. El desarrollismo económico de los 60, condujo a la aparición de una nueva mentalidad y sociedad, inspirada en el modelo europeo que aspiraba a una mayor libertad moral, cultural y política, y que empujaba cada vez con mayor fuerza hacia la democracia. Además a partir de 1973 se produjo una profunda crisis económica internacional (crisis del petróleo), que  afectó gravemente a  España con un aumento del paro y un aumento por tanto del malestar social, y un descenso de los ingresos y precipitaba el final del régimen.

Tras la muerte de Franco se abrieron varias vías de desarrollo político:

  •  Continuistas: partidarios de continuar con el régimen de Franco pero sin Franco, representados por la extrema derecha y defendida por los principales dirigentes políticos del régimen (altos mandos militares, oligarquía y falangistas). También llamado el búnker,

  •  Reformistas:  partidarios de la reforma del régimen para homologarlo a las democracias occidentales. La transición se fue realizando desde instituciones franquistas y por personas del franquismo. A este grupo de los aperturistas también pertenecían el propio príncipe, Juan Carlos I, y sus hombres de confianza: Torcuato Fernández y Adolfo Suárez. Así mismo entre las fuerzas de la oposición  esta idea era apoyada por los integrantes de la llamada Plataforma de Convergencia Democrática.

  •  Rupturistas: encarnados por las fuerzas de oposición, agrupados en la Platajunta y que iban desde el PSOE, PCE y fuerzas nacionalistas, hasta personalidades independientes, su propósito era romper con el régimen para implantar una democracia de tipo occidental progresista. 

A la muerte de Franco, el rey Don Juan Carlos, ya dejó entrever que iba a seguir la vía aperturista, aunque inicialmente, dejó como Presidente a Arias Navarro, Sin embargo, pronto se vio que este presidente se hallaba presionado por el “búnker”. Y se inclinaba de nuevo hacia el inmovilismo político, por lo que, tras los violentos sucesos de Vitoria, el rey invitó a Arias Navarro a que dejara el cargo, siendo nombrado como nuevo Presidente de Gobierno  Adolfo Suárez, con el cuál se iniciaría la auténtica transición hacia la democracia en España.


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Tras la muerte de Franco, Juan Carlos I fue proclamado rey en un contexto político de gran incertidumbre. Se iniciaba un complejo proceso de transición que llevaría de la dictadura a un sistema democrático.

   Juan Carlos I heredó de Franco todos los poderes y podía haber optado por continuar con la dictadura personal. No obstante, ya en su discurso de proclamación, el nuevo rey dejó entrever su voluntad democrática

El rey decidíó mantener en el cargo, al que había sido presidente del último gobierno de Franco, Arias Navarro, quien formó un nuevo gabinete. Sin embargo, pronto se vio que este presidente se inclinaba de nuevo hacia el inmovilismo político. 

El empeoramiento del clima social, motivada en parte por la dura represión de Arias Navarro, hizo que el rey le “invitara” a dimitir.

 El rey se desprendíó de buena parte de sus prerrogativas, aunque continuó con dos altas magistraturas: la Jefatura de Estado y la de las Fuerzas Armadas. No sin dificultades, dado  el clima de desconfianza en que se observaban las gestiones del monarca, optó por otros aperturistas, como él, para que condujeran a España hacia la democracia: Torcuato Fernández y Adolfo Suárez. Estos lograron implantar progresivamente la democracia en España: primero derogando el régimen anterior, luego con unas elecciones libres y, finalmente, con la elaboración y aprobación en referéndum de la Constitución de 1978.

Así se dio la Transición, que consistíó en el paso de un sistema autoritario a un sistema democrático sin rupturas violentas, sino aprovechando las vías legales para su reforma dispuestas en las mismas leyes que se derogaban.


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El nombramiento de Adolfo Suárez como nuevo Presidente, tras la dimisión forzada de Arias Navarro, sorprendíó a muchos, ya que era un político  que procedía de las filas franquista, pues había sido miembro de la Falange, y decepciónó a la oposición, pues pensaba que seguiría la línea continuista de Arias Navarro.

Sin embargo, el gobierno de Suárez dio muestras claras y decididas de su afán reformista. El nuevo gobierno concedíó una amnistía para 400 presos políticos , reconocíó los derechos y libertades fundamentales, la legitimidad de los partidos políticos y de las autonomías históricas y anunció la convocatoria de elecciones generales antes de un año.

La Ley para la Reforma Política fue el elemento clave que permitíó al Gobierno de Suárez despejar el camino hacia la democracia. Esta ley necesitaba ser aprobada por las Cortes franquistas y de un referéndum; por tanto, era necesario que las Cortes franquistas votaran una ley que acabaría con su existencia. Sin embargo la aprobaron por mayoría. Posteriormente fue sometida a referéndum popular el 15 de Diciembre de 1976, obteniendo una amplia aprobación ciudadana a pesar del boicot de la oposición, que  rechazaban la ley por considerarla insuficiente  por lo que pidió al pueblo que se abstuviera, mientras que los conservadores franquistas solicitaron el voto en contra.

Esta nueva ley obligaba al Gobierno a convocar elecciones Generales. Sin embargo, antes de ello era necesario legalizar los partidos políticos. Para ello se modificó la Ley de Asociaciones Políticas. Sin embargo, la legalización del Partido Comunista quedó aplazada con el pretexto de que pretendían implantar un sistema totalitario subordinado a la URSS y sobre todo por la oposición del Ejército.

El temor a un Golpe de Estado involucionista, el recuerdo cercano de la Guerra Civil, una clase política más generosa, la ilusión colectiva por tener una Democracia plena, etc, favorecieron que aquellos años fueran propicios a los acuerdos, a los pactos, a los encuentros, con sus logros y deficiencias. Así, la oposición accedíó a renunciar a ciertos aspectos (República como forma de Estado, persecución judicial de los represores del franquismo, reducción de sueldos…).Los comunistas, también suavizaron su mensaje para poder de esta forma ser legalizados, cosa que lograrían en Abril de 1977, dos meses antes de las elecciones. Como protesta, el ministro de Marina dimitíó, y aunque hubo un descontento entre los altos mandos militares, el rey y Gutiérrez  Mellado, lograron que se serenasen los ánimos.


Gracias a este consenso entre oposición y gobierno, se logra celebrar, las elecciones de Junio de 1977, donde triunfan las opciones más moderadas (UCD y PSOE) y fracasan las más radicales (nostálgicos del franquismo – AP- y comunistas). En vista de los resultados electorales, el rey encomendó a Adolfo Suárez, como líder de la UCD, que formará el primer gobierno democrático.


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En Octubre de 1977 los partidos políticos con representación parlamentaria, así como representantes de sindicatos y patronal se reunieron en el Palacio de la Moncloa para  llegar a una serie de acuerdos que reflotaran la economía española y que serían conocidos como los Pactos de la Moncloa.

Desde 1973, pero especialmente a partir de 1975, la economía española estaba casi bloqueada por el alza de los precios del petróleo producíéndose un recrudecimiento de los enfrentamientos sociales. La inflación y el paro no dejaban de aumentar y el déficit de la balanza de pagos amenazaba con llevar a la quiebra a la economía española.

  Fue por ello necesario tomar una serie de medidas, tanto de tipo económico como político, reflejados a través de los Pactos de la Moncloa. Se pretendía crear un Plan de Estabilización para reducir la inflación, acometer la reforma fiscal y de la Hacienda, así como de la Seguridad Social  y de la empresa pública, siendo una de las medidas más impopulares la contención salarial (los sueldos subirían conforme a la inflación prevista más un incremento), así como la devaluación de la peseta.

Asimismo se adoptaron medidas de carácter laboral,(reconocimiento del derecho a la libre asociación sindical, se limita el despido libre limitado al 5% en una empresa, al tiempo que  ofrecieron subvenciones a las empresas del 50 por ciento de las cotizaciones a la Seguridad Social por los jóvenes y parados contratados); y se crean nuevas políticas en materia de ; Educación, urbanismo, suelo y vivienda, agricultura, pesca, de comercialización, y energética.

También se crea el IRPF para construir un estado del bienestar similar al de los estados más avanzados de Europa Occidental y obtienes ciertas libertades políticas como Libertad de prensa, acceso a la información secreta, despenalización del adulterio, etc.

 Los resultados de estos Pactos sólo se cumplirían en parte. Se disminuyó la inflación, aumentaron las reservas de divisas y las empresas empezaron a obtener  beneficios, pero algunas de las reformas no se produjeron y el paro siguió creciendo. 


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Durante los últimos años de la dictadura y los primeros de la Transición, en muchos lugares de España se manifestò un sentimiento anticentralista que obligó al Gobierno a imponerse la reforma administrativa y territorial del país.

     Recogiendo el sentir de los nacionalismos catalán y vasco, y mientras se elaboraba la constitución, gobierno y oposición iniciaron el proceso preautonómico.

Tras el éxito de la Díada en Cataluña el 11 de Septiembre de 1977, Suárez pactó con el líder nacionalista Tarradellas su vuelta del exilio y el restablecimiento provisional de la Generalitat por decreto ley. Tarradellas se convertía en el primer presidente de la nueva Generalitat, al tiempo que se trabajaba en un proyecto de estatuto de autonomía.

En el País Vasco, la situación era más complicada por tres cuestiones: El fuerte peso de un partido claramente nacionalista como es el PNV, con un gran calado social.La presencia de ETA, que, de un modo y otro, complicaba las negociaciones políticas con el País Vasco por su violencia.El interés del PNV por integrar a Navarra dentro del País Vasco como la «cuarta provincia» y la negativa de los dirigentes navarros , que preferían una autonomía propia vinculado a sus derechos forales. Pese a estos  obstáculos se aprobaría en Enero de 1978 el Consejo General Vasco y se elaborara el proyecto de estatuto.

Con la Constitución, ambos estatutos fueron aprobados por las Cortes, y refrendados en Octubre de 1979 en sus respectivos territorios. En Marzo de 1980 Cataluña y País Vasco celebraron sus primeras elecciones autonómicas, y a partir de entonces disfrutaron de autonomía en numerosas competencias, como el resto de las comunidades que se fueron incorporando a este proceso.


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La Constitución   de 1978 culminó la transición española a la democracia, al menos en el plano jurídico. Y fue fruto de un largo y trabajado acuerdo (18 meses de trabajo) entre los distintos grupos políticos

Una vez constituidas las nuevas Cortes, los representantes elegidos decidieron elaborar una nueva Constitución, para lo cual se creó una Comisión formada por representantes de los diferentes grupos parlamentarios que eligieron a 7 miembros ( la llamada Ponencia) para que elaborase un anteproyecto de Constitución. Formada por expertos constitucionalistas de los principales partidos con representación parlamentaria: UCD, PSOE, AP (hoy, PP), PCE y Minoría Catalana (CiU). La exclusión del PNV de esta comisión tendría consecuencias, ya que este partido  no votaría la Constitución, calificándola como una imposición española y así justificaría sus aspiraciones a la independencia del País Vasco.

 Los principales puntos de desacuerdo a la hora de su elaboración, estuvieron en los temas de educación, de carácter socioeconómico y fundamentalmente en la articulación de un Estado descentralizado,representado por las CC.AA. Este último punto, resultaría  el más conflictivo a lo largo de la elaboración de la Constitución, optando finalmente por una redacción muy ambigua (que a largo plazo generará conflictos, tal como demuestra los actuales problemas del Estado Español con Cataluña).

El texto definitivo fue sometido a votación y aprobado por mayoría en el Congreso y el Senado en Octubre de 1978. Posteriormente fue sometido a referéndum en Diciembre de 1978, aunque en este caso la abstención fue muy alta, pero aún así los votos emitidos fueron favorables al nuevo texto.

Podemos destacar las siguientes carácterísticas de la Constitución:

1. Define a España como un “Estado Social, democrático de Derecho,

2. Establece que soberanía nacional reside en el pueblo y  enumera de forma minuciosa los derechos individuales de los españoles, destacando  la mayoría de edad a los 18 años, el derecho a la vida (abolición de la pena de muerte), libertad ideológica, religiosa y de culto., libertad de expresión, derechos de reuníón, asociación, manifestación, sindicación y huelga.

3. Se limita drásticamente las facultades de la Corona, y garantizaba a las Cortes el ejercicio del poder.El rey, sólo actuaría como árbitro y moderador; el poder ejecutivo recaería  en el gobierno, cuyo presidente sería nombrado por el rey, el poder legislativo  en las Cortes y el poder judicial sería independiente del ejecutivo y el legislativo.


4. Se reconocen una serie de principios que deben regir la política económica y social del Estado, destacando los siguientes:  mantenimiento del pleno empleo. Asistencia y prestaciones sociales, protección de la salud pública, protección del medio ambiente, conservación del patrimonio artístico y cultural, y apoyo económico a la tercera edad 

5. La organización territorial del Estado en Autonomías. El estado es unitario, con competencias exclusivas en numerosas materias fundamentales (Defensa, Fuerzas Armadas, Justicia, etc.), pero se reconocen las diferentes comunidades históricas de España, a las que se les concede un amplio margen de autonomía, con importantes competencias e incluso la posibilidad de elaborar leyes propias en ámbitos que no son materia del Estado.


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1979-1982 Uníón de Centro Democrático (UCD): Las diferencias internas de la UCD dificultaron la labor del gobierno de Suárez. La segunda crisis del petróleo en 1979, repercutíó en el aumento del paro, empeorando la situación económica y generando descontento social. Suárez dimite y se sustituye por Calvo Sotelo. Un grupo de guardias civiles encabezados por Tejero intentó asaltar el Congreso de los Diputados. Y como en su investidura un grupo de guardias civiles encabezados por Tejero intentó asaltar el Congreso de los Diputados, pero fracasó el Golpe de Estado.

1982-1996, PSOE: Las políticas de González fueron moderadas, y en un principio se dirigían a consolidar la democracia y afrontar la crisis económica. Se realiza una reconversión industrial, una reforma fiscal, y la universalización de la asistencia sanitaria.. Destacan entre los acontecimientos la entrada de España en la UE (1986), el referéndum de la OTAN (1986), la exposición Universal de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona, ambas en 1992.

1996-2004, PP: La primera victoria del PP fue reducida así que tuvo que pactar con nacionalistas. Se aplicó una política privatizadora de las empresas públicas rentables, y como inmediata consecuencia, el logro de los criterios económicos para formar parte del euro. En el 2000 volvíó a ganar, pero con mayoría absoluta. En este periodo protagonizó una políticas más derechista, algunos aspectos importantes son: La privatización de numerosas empresas  públicas, la flexibilización del mercado de trabajo, el enfrentamiento con los nacionalistas, especialmente con los Vascos y el apoyo a los Estados Unidos en la guerra de Irak en 2003. Esta última postura hizo bajar el apoyo popular del PP. El 11 de Marzo de 2004 se produjeron los atentados en Madrid obra del integrismo islámico, y tres días más tardes se producía un vuelco electoral que daba la victoria al PSOE de Zapatero.

2004-2011, PSOE con Zapatero: Además de la victoria de 2004, fue reelegido en 2008. Los años de su gobierno se caracterizaron por: La retirada de las tropas de la guerra de Irak, El enfrentamiento con la Iglesia en cuanto a asuntos como el matrimonio homosexual, el aborto o la reforma educativa, el anuncio por parte de ETA de un alto a al fuego y un alto crecimiento económico hasta 2007, basado en la construcción, a partir de 2008 este empeoró y el país entró en crisis.


2011-2018 PP con Mariano Rajoy: La crisis hizo que el PP volviera al poder en 2011 con mayoría absoluta, pero la crisis continúa y los datos más preocupantes son el paro, la deuda pública y privada así como los problemas de liquidez de los bancos. Las políticas tomadas al respecto se centran en la reducción de gastos públicos. En 2016, tras varias intentonas, Rajoy volvíó a salir elegido con mayoría simple, lo que unido a la aparición de nuevos partidos (Podemos, Ciudadanos….) ha dificultado el panorama político español. Finalmente este termina con una moción de censura contra Mariano Rajoy el 2 de Junio de 2018, que invistió a presidente del Gobierno a Pedro Sánchez en el Congreso de Diputados


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España sufríó la transición a la democracia, esto hizo que el país se integrara en las instituciones Europeas, sin embargo, hubo un conflicto respecto a la defensa. La UCD planteó la integración en la OTAN pero el PSOE se opuso, aún así, esto no impidió que España formase parte de la Alianza. El PSOE accedíó al gobierno instalando la candidatura al ingreso en Europa, mientras intentaba resolver los problemas causados ante la uníón a la OTAN. Esto finalizó con la firma del tratado de integración de España en la CEE. Los efectos de dicha integración fueron el interés primordial en los asuntos europeos.
La sociedad acogíó con entusiasmo la integración en Europa, valoraban así positivamente las ventajas derivadas de la integración. En cuanto a la economía, la llegada de fondos estructurales contribuyeron a financiar el desarrollo español. La opinión española se mostró favorable ante la nueva denominación de la Uníón Europea junto a la adaptación a la moneda única, el euro. La designación de Javier Solana contribuyó a que los españoles asumieran como propios los aduaneros europeos. Iniciado 2008, se incrementó el número de euroescépticos. Por otro lado, en la OTAN y en Europa se produjo un giro histórico en la acción exterior española durante estos años resolviendo así su papel en el mundo. A partir de 1986, Felipe González impulsó la política, especialmente con Iberoamérica. En 1990, España participó en las misiones militares para el restablecimiento de la paz. Durante los gobiernos de José María Aznar se incrementó el interés por adherirse a los criterios políticos estadounidenses: tanto en la invadían de Afganistán y la “guerra contra el terrorismo” como en la segunda guerra de Irak en 2003. Otra línea de trabajo fueron los lazos con países americanos de habla hispana. También tuvo gran importancia las relaciones con países del sur del mediterráneo y los subsaharianos por razones demográficas y de inmigración. Finalmente, en estos dos últimos casos, es de gran importancia la política de cooperación internacional.


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Etapa Uníón de Centro Democrático

Tras la aprobación de la Constitución, Suárez disolvíó las Cortes y convocó nuevas elecciones generales en Febrero de 1979, en las que salíó victoriosa la UCD. El PSOE manténía sus resultados, el PCE mejoraba y AP retrocedía. Como novedad podemos nombrar el aumento del voto nacionalista a nuevas formaciones.

Las primeras elecciones municipales se celebraron también en 1979. La mayor abstención fue un indicio de un creciente desencanto. Estas supusieron una nueva victoria  de la UCD. Sin embargo, los resultados cambiaron por el pacto entre PSOE y PCE, que se hicieron con muchas alcaldías de capitales de provincia.

Otro aspecto determinante fue la ofensiva terrorista, relacionada con la política vasca (ETA). El resultado fue una creciente inquietud entre militares que crecíó hasta finales de 1980 y se agravó con la crisis interna de la UCD

El partido de Suárez experimentaba desavenencias en su seno, que lo debilitaron progresivamente: diferencias ideológicas entre familias, personalismo de dirigentes malos resultados en comunidades autónomas. La crisis estalla en 1981, Adolfo Suárez dimite y lo sustituye Calvo Sotelo. Antes de su investidura, algunos militares intentaron un Golpe de Estado que fracasó, lo que consiguió una prórroga de estabilidad no muy larga.

Socialismo de Felipe González

En 1982 gana el partido  PSOE con el 48% de los votos lo que le permite gobernar cómodamente hasta 1996, revalidado su victoria progresivamente. En cambio que la UDC se hunde y desaparece como partido. El PSOE aplica políticas económicas liberales como por ejemplo la renovación industrial e incluso convocan huelgas generales.

Fueron años de estabilidad política, éxito económico, de mejoras sociales y prestigio internacional.

Gobiernos de José María Aznar

Los gobiernos de Aznar impulsaron el crecimiento económico. Su éxito se plasmó en la consecución de la entrada de España en la Uníón Monetaria y la implantación del euro al cumplir los criterios de convergencia: disminución del gasto y del déficit público, bajada de la inflación y también del desempleo.

Esto coincidíó  con una etapa de prosperidad económica internacional, por primera vez democrática. Esto fue el principal motivo por el que en 2000 el Partido Popular revalidó su mandato con una victoria por mayoría absoluta. Sin embargo el hecho que Aznar no volviera a presentarse a las elecciones trajo consigo nuevos problemas.


  • En el interior, la política de aislamiento de ETA emprendida por el gobierno no chocó con la oposición de nacionalistas vascos.
  • Otros planes de gobierno como el Plan Hidrológico Nacional o reforma laboral tuvieron una fuerte contestación social, al igual que la gestión de la marea negra a causa del vertido de petróleo del Prestige.
  • En el exterior, la alineación del gobierno con los Estados Unidos y Reino Unido en la guerra de Irak a costa de un distanciamiento de la opinión pública, y la oposición aprovechó para realizar una dura campaña contra la acción gubernamental.

Alternancia entre socialistas y populares


Zapatero, sin mayoría absoluta, constituyó el gobierno con el apoyo de todos los partidos menos el del partido popular, partido, que presidía Mariano Rajoy que se mantuvo cambiando el gobierno con el PSOE varias elecciones. 

Esta etapa estuvo caracterizada por una crisis económica que se había iniciado un año antes. En España se denominó la burbuja inmobiliaria que terminó por afectar a todos los sectores económicos, que tuvo como consecuencia una drástica subida del número de desempleados. Cabe destacar que la crisis desatada en Grecia hizo tambalear los pilares de uníón europea.


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Las aspiraciones de España por lograr su incorporación a las Comunidades Europeas cobraron impulso con la llegada de la democracia y, con tal propósito, el Gobierno del presidente Adolfo Suárez solicitó, el 26 de Julio de 1977, oficialmente la adhesión a la CEE (hoy Uníón Europea). Esta aspiración española se vio satisfecha ocho años después -el 12 de Junio de 1985- con la firma del Tratado de Adhesión en Madrid y la integración efectiva en la Comunidad Económica el 1 de Enero de 1986. Desde entonces, la senda de España ha venido jalonada de importantes avances que han redundado en el bienestar de la sociedad española en su conjunto.

Tres años y medio después de su adhesión -en Junio de 1989- España incorporó su divisa nacional (peseta) al Mecanismo de Cambios del Sistema Monetario Europeo, instaurado por Francia, Italia, Dinamarca, Países Bajos y Luxemburgo desde 1979. Asimismo, España reforzó su apuesta integracionista suscribiendo en Junio de 1991 el Acuerdo de Schengen que, ahondando en el concepto de una «Europa sin Fronteras», supuso la eliminación progresiva de los controles en las fronteras entre Estados miembros.

La firma del Tratado de Maastricht (1992) dotó a la Uníón Europea de su denominación actual al igual que del diseño de la hoja de ruta hacia una moneda común. Ese mismo año, durante la Cumbre de Edimburgo, los Estados miembros instauraron el llamado Fondo de Cohesión para proyectos de medio ambiente, infraestructuras de transporte y energía en países con un nivel de renta por debajo del 90% de la media de la UE. Como consecuencia de ello, España obtuvo, junto al resto de los fondos estructurales recibidos, un inestimable apoyo para la revitalización y el desarrollo regional.

En Diciembre de 1995, coincidiendo con el final de la segunda Presidencia española de turno de la UE, se acordó en Madrid la denominación de «euro» para la moneda común europea, cuya implantación se produjo exitosamente a partir de Enero de 2002. Este hecho hizo a España partícipe, como miembro fundador, de la nueva divisa europea que ha supuesto la materialización efectiva de un proyecto unificador como la UEM que aspira a la integración económica de todos los Estados miembros.


España ha desarrollado un papel activo en la construcción del proyecto europeo implicándose en la negociación de los tratados de Amsterdam (1997), Niza (2001), el fallido Tratado Constitucional (2004) y Lisboa (2009). Del mismo modo, ha venido contribuyendo al desarrollo de políticas con aportaciones sostenidas en ámbitos tan diversos como ciudadanía, política de cohesión, diversidad cultural y lingüística, cooperación judicial o lucha contra el terrorismo, así como llevando su impronta a las relaciones exteriores, especialmente en lo referente a la política orientada hacia Latinoamérica y la ribera sur del Mediterráneo.

España ha desempeñado la Presidencia de turno semestral del Consejo en cuatro ocasiones, dos de ellas (1989 y 1995) durante los Gobiernos de Felipe González; la tercera (2002), con José María Aznar, y la última (2010), con José Luís Rodríguez Zapatero. El compromiso de España con el proceso de construcción europea ha sido siempre muy intenso, al suponer Europa una referencia de libertades y prosperidad para España. Razón por la que, con independencia de nuestros distintos gobiernos, España siempre ha apoyado una mayor integración política y económica.

La implicación de nuestro país se ha evidenciado igualmente en la notable labor gestora de los numerosos españoles que han venido ocupando altos cargos en las instituciones europeas. El Parlamento Europeo ha sido presidido por españoles en tres ocasiones: Enrique Barón (1989-1992), José María Gil-Robles (1997-1999) y Josep Borrell (2004-2007). Por su parte, Javier Solana desempeñó durante una década, desde 1999, el cargo de alto representante de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC). Asimismo, la Comisión Europea, institución guardiana de los Tratados de la UE, ha contado con la presencia destacada de españoles en sus respectivas carteras de comisarios europeos: Marcelino Oreja, Pedro Solbes, Loyola de Palacio, Abel Matutes, Manuel Marín, Joaquín Almunia y, desde el 1 de Noviembre de 2014, Miguel Arias Cañete.

La Uníón Europea es el marco natural de desarrollo político y económico de nuestro país, y es por ello que en estos momentos España asume sus responsabilidades impulsando una Uníón más eficaz, más democrática, más próxima a los ciudadanos, capaz de responder a los retos y necesidades del nuevo siglo.

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