Regencia de María Cristina estatuto real

Tema 8

INTRODUCCIÓN

 

– Tratado de Valençay (1813) Napoleón reconoce a Fernando VII como rey de España  y finaliza la Guerra de Independencia. En su ausencia, las Cortes de Cádiz habían  aprobado la Constitución de 1812, con un carácter liberal y avanzado.  – Los diputados liberales temían que Fernando VII no la acatase, y los serviles (o  absolutistas) utilizaban la libertad de imprenta para atacar al liberalismo y pedir el retorno  al Antiguo Régimen.  

– Fernando VII comprueba en su retorno a España su gran popularidad y el apoyo del  pueblo hacia su persona.  

– En Abril de 1814 recibe el Manifiesto de los Persas. 69 diputados absolutistas le piden  el retorno al Antiguo Régimen, al absolutismo y la revocación de las Cortes liberales,  convocando las Estamentales.  

– También recibe el apoyo del Ejército y viéndose respaldado, redacta en Madrid el  Decreto del 4 de Mayo por que anulaba la Constitución de 1812 y ordenaba la  persecución de liberales (algunos se exilian) 

DESARROLLO

FASE ABSOLUTISTA


(1814 – 1820) Anulación de la Constitución de 1812 y de todos  los decretos relacionados.  

– Recuperación de lo anterior a la Guerra; Inquisición, privilegios para nobleza y clero  (excepto la abolición de los señoríos jurisdiccionales.  

– Contexto internacional favorable. Napoleón es derrotado y se restaura el Antiguo  Régimen absolutista en el Congreso de Viena (1815) Santa Alianza. Ayuda militar para  sofocar revoluciones liberales.  

– Situación en las colonias americanas desfavorable por sus deseos de independencia  (interrupción del comercio y de los ingresos fiscales)  

– Situación caótica por los desastres de la guerra y la ineptitud del gobierno de  Fernando VII. También dejan de ingresar impuestos ante el retorno de las exenciones  fiscales a los privilegiados.  

– La represión hacia los liberales sí fue eficiente, desarrollándose una oposición  antifernandina en torno a sociedades secretas como la masonería y en el ejército, donde  se generalizaron los pronunciamientos militares (Espoz y Mina en 1814 o Díaz Porlier  en 1815, entre otros)


TRIENIO LIBERAL (1820 – 1823) Uno de los pronunciamientos a manos del  Comandante Rafael de Riego tiene éxito en Sevilla el primer día de 1820 con tropas que  iban a combatir en América. 

– Reclama la recuperación de la Constitución de 1812 y la soberanía nacional. Tiene  éxito y se le suman más tropas por toda España en los días siguientes.  – Fernando VII se ve obligado a jurar la Constitución en Marzo (marchemos  francamente, yo el primero, por la senda constitucional) ante la posibilidad de tener que  abandonar el trono.  

– Se convocan Cortes. Los liberales se dividen entre doceañistas (moderados) y  veinteañistas (más radicales y partidarios de cambios drásticos) 

– Los absolutistas atacan al liberalismo desde la libertad de prensa y el rey bloquea la  actividad liberal que pretendía retomar la obra de las Cortes de Cádiz mientras conspira  para retomar el absolutismo.  

– Deterioro de la situación económica internacional y malas cosechas en 1823. La  población se harta y no ve con malos ojos el retorno del absolutismo.  – Surgen los realistas (absolutistas) que alientan la sublevación de la guardia Real, la  creación de guerrillas en Navarra y Cataluña y la creación de la Regencia de Urgell  apoyando a Fernando VII.  

– Las potencias de la Santa Alianza envían, tras el Congreso de Verona (1822) los  Cien Mil Hijos de San Luis para apoyar la restauración de Fernando VII como rey  absoluto en Mayo de 1823, dando fin al Trienio y a todos sus decretos

DÉCADA OMINOSA (1823 – 1833) Se restaura el absolutismo, se anula otra vez la  Constitución y se vuelve a perseguir a los liberales, como el propio comandante Riego,  que es ahorcado.  

– Existe cierta moderación (no se restaura la Inquisición) lo que hace dividirse a los  absolutistas (realistas) que se escindirán en reaccionarios o apostólicos (futuros  carlistas) partidarios del retorno del Antiguo Régimen sin reparos y los reformistas,  partidarios de conceder amnistías entre los liberales.  

– Situación económica desastrosa pese a las reformas en Hacienda de López  Ballesteros (1824) 

– Crisis internacional en 1820, agravada por la emancipación de las colonias  americanas. 


CUESTIÓN SUCESORIA Y ORIGEN DEL CARLISMO


Clima de malestar, los  reaccionarios se agrupan en torno al hermano de Fernando VII (sin descendencia)  Carlos María Isidro. 

– 1829, muere la tercera mujer de Fernando VII, que se desposa entonces con María  Cristina de Nápoles. Por fin queda embarazada y el monarca dicta la Pragmática  Sanción que anulaba la Ley Sálica que impedía reinar a las mujeres, asegurándose así  que su futura hija Isabel heredaría el trono, y no Carlos María Isidro.  

– Cuando muere Fernando VII en 1833, la regente María Cristina ha de apoyarse en  los realistas reformistas y en los liberales doceañistas, más moderados, favorecíéndoles  para que apoyasen el futuro reinado de su hija, la futura Isabel II.  

– Al mismo tiempo, Carlos María, alejado de la Corte, se proclamaba rey dando  comienzo la Primera Guerra Carlista (1833 – 1840) y el carlismo, cuyas secuelas  lastraron el progreso durante todo el siglo. 

CONCLUSIÓN


Al morir Fernando VII en 1833, Isabel II solo tenía tres años, por lo que María Cristina  tuvo que pelear durante su regencia por conservar el trono para sus hijas pese al  problema del Carlismo, que supusieron un enorme gasto de vidas y recursos y evitó la  industrialización del país. En 1834 ya se habían perdido casi todas las colonias (excepto  Cuba, Puerto Rico y Filipinas) quedando nada del antiguo esplendor imperial y de la  antigua relevancia política. Surgen problemas que se mantendrán durante toda la  España contemporánea como las singularidades de zonas carlistas como las Provincias  Vascas, Navarra o Cataluña. 


Tema 10

1. INTRODUCCIÓN

– El triunfo del liberalismo en España supuso la progresiva eliminación de las formas jurídicas  y económicas del Antiguo Régimen a través de las desamortizaciones, el arma política liberal  para sustituir el régimen de la propiedad del Antiguo Régimen por el burgués. – Primeros intentos con Godoy y José I, aunque se desarrolló en el reinado de Isabel II.  – La propiedad debía dejar de estar vinculada y tener carácter pleno, para lo cual era necesario  la Desamortización de la tierra. Había poca disponible, muy cara, nada productiva y…  – La mayor parte se encontraba amortizada, vinculada a una familia (señorío nobiliario) o a una  institución (Iglesia y ayuntamientos) bienes civiles (nobles – municipios) de los eclesiásticos.  – Objetivo fundamental; recaudar dinero para reducir la deuda pública y la necesidad de una  reforma agraria y un reparto de la propiedad más equitativo.  


No afectó a los bienes de la nobleza, que conservó o aumenta sus propiedades.

2. DESARROLLO

a) Desamortización de Godoy Las manos muertas ya se criticaban en tiempos de Carlos III.
1795 – 1798, con Godoy, ministro de Carlos IV, desamortiza propiedades de la Compañía de  Jesús y de obras pías para sufragar la política belicista del gobierno y la deuda pública. 

B) Desamortizaciones durante la Guerra de Independencia (1808 – 1813)

– 1809 José I nacionaliza y desamortiza bienes de la Iglesia en la zona ocupada por los Francia – 1813. Las Cortes de Cádiz promulgan el decreto de nacionalización de bienes de Órdenes  Militares, Inquisición, conventos suprimidos durante la guerra y propiedades de afrancesados. – Estas medidas apenas se ejecutaron debido al retorno de Fernando VII, que devuelve a las  órdenes religiosas muchos bienes desamortizados. 

– Pero sentaron un precedente para las desamortizaciones posteriores. Este decreto se aplicó  durante el Trienio Liberal. Desamortización de bienes de propios y baldíos de los municipios. – La nueva restauración absolutista volvíó a anular sus efectos. Fernando VII obligó a restituir  los bienes desamortizados, creándose enemigos en el liberalismo.


C) Desamortización de J. A. De Mendizábal (1836 – 1837) cuando era regente María Cristina


Afectaron a los bienes eclesiásticos, es decir, la expropiación y subasta de las propiedades  de compañías religiosas que habían sido suprimidas recientemente. 

– Objetivo principal; recaudar dinero para hacer frente a la deuda pública y a la Guerra Carlista  (1833 – 1840) y para crear nuevos propietarios adeptos al liberalismo y a la causa isabelina. – Lograr un mejor reparto de la propiedad y crear una masa de pequeños y medianos  propietarios, era fundamental. Mendizábal, pensaba que se mejoraría la productividad de la tierra, se aumentaría el poder adquisitivo y la demanda para hacer crecer la economía.  – 1841, bajo la regencia de Espartero, se desamortizaron también los bienes del clero secular. – Con la vuelta de los moderados en 1844 se suspendieron las subastas. 

– Fallos del proceso:

1. Sistema de lotes:


Mendizábal, diseñó un sistema de venta por lotes reducidos para que  fueran asequibles a compradores menos adinerados y se prevéía la financiación a largo plazo. – De la venta se encargaron unas comisiones municipales que no siempre los sacaron a  subasta de forma dividida →sólo podían adquirirlos personas con alto poder económico. – Nobles y burgueses adinerados, (únicos con suficiente liquidez y que además sabían controlar  las subastas (evitando así la creación de una nueva clase propietaria) 

– Comprar era un excelente negocio: se abonaba el 20% al contado, el resto se pagaba  aplazado, y se admitían para el pago los títulos de deuda por su valor nominal.

2. Intermediarios o testaferros:

Las comisiones municipales no evitaron que los grandes  propietarios utilizasen testaferros para comprar varios lotes de tierra o propiedades. 

3. Pago con títulos de deuda pública:

El régimen liberal necesitaba atraer a la burguésía, que  era la principal propietaria de vales de deuda pública y por ello se aceptan como forma de pago. – Estos vales se habían devaluado enormemente respecto a su valor nominal, por lo que se  recaudó mucho menos de lo previsto: unos 3.500 millones de reales, en metálico unos 500,  cuando la deuda por aquel entonces ascendía a 14.000 millones.  

– Se desaprovechó la oportunidad de repartir la tierra entre los campesinos e iniciar un proceso  de reforma agraria, pero Mendizábal en realidad buscaba beneficiar a la elite financiera y  comercial consolidando su prosperidad económica mediante la compra de bienes inmuebles.


D) Desamortización de Pascual Madoz (1855)


se promulgó durante el Bienio Progresista y  establecía la subasta de bienes que permanecían vinculadas → Desamortización General – Afectó a los bienes de propios y comunales de los municipios, de los que obténían ingresos  por su arrendamiento y para que pudieran subsistir los campesinos más pobres. – El objetivo fundamental de esta desamortización era obtener ingresos para construir el  ferrocarril y para terminar definitivamente con las propiedades vinculadas. – Los ingresos obtenidos superaron a los de Mendizábal, con casi 8.000 millones de reales  recaudados entre 1855 y 1895, ya que en esta ocasión no se aceptaron vales de deuda pública. – Se aceptó tan solo en efectivo, mediante un pago del 10% de entrada y el resto aplazado. 

E) Consecuencias y valoración

Las desamortizaciones no produjeron una reforma agraria  capaz de sentar las bases de un desarrollo económico equilibrado y sostenido →repercusiones: 

1. Se modificó el régimen jurídico de la propiedad de la tierra,

liberalizando su  compraventa y transformado la propiedad vinculada en libre y plena.

2. No cambió la estructura de la propiedad, que realmente se vio consolidada.-

En el norte de España se mantuvo el predominio de la pequeña y mediana propiedad, ya que  muchos cultivadores las adquirieron cuando antes eran solo arrendatarios.  – En el centro y sur, donde la estructura de partida era latifundista (origen en la Reconquista),  la gran propiedad aumentó, primero porque los nobles compraron sus tierras (propiedad plena) – En esta zona donde las tierras eclesiásticas y municipales fueron adquiridas por quienes ya  tenían recursos, es decir, grandes propietarios o burgueses y así poseer un bien seguro. – Estas tierras no se hicieron más productivas, ya que la mayoría eran absentistas 

3. Aumenta la producción, pero no la productividad;

apenas se modernizó la agricultura  y las roturaciones afectaron a tierras infértiles → rendimientos y precios poco competitivos. 


4. Deforestación y monocultivo

Al roturarse baldíos, dehesas y bosques se perdieron  enormes hectáreas arboladas y de pasto, lo que perjudicó al medio ambiente y la ganadería. – Se pasó de un policultivo que cubría las necesidades de subsistencia a un monocultivo  comercial, cerealista en las mesetas, viticultor en Cataluña y olivarero en Andalucía más rentable.

5. No resolvíó el problema de la deuda pública

Aunque se obtuvieron ingresos en metálico,  al haber aceptado como forma de pago la deuda pública por su valor nominal.

6. Los beneficiados fueron nobleza y burguésía urbana,

porque transformaron los  señoríos en propiedad privada plena y porque los burgueses fueron los máximos compradores. – Creación de un urbanismo discriminador en el que la burguésía acaparó los mejores inmuebles  del centro, la clase media las viejas viviendas y los obreros los arrabales.

7. Los perjudicados fueron Iglesia, ayuntamientos y campesinos pobres

– La Iglesia perdíó propiedades, pero seguía mantenida por el Estado.  

– Los campesinos arrendatarios vieron incrementado el precio de los alquileres por parte de los  nuevos propietarios, que les interesaba más contratar jornaleros. 

– Los municipios perdieron los ingresos generados por los bienes de propios – Los campesinos pobres que trabajaban en los campos comunales quedaron aún más  degradados, teniendo que emigrar muchos de ellos a la ciudad. 

– Empeoramiento de las condiciones de vida que alentó el anarquismo en Andalucía. – El carlismo arraigó en el norte del país, precisamente porque los campesinos de estos  territorios defendían el sistema de propiedad tradicional basada en sus fueros.  

8. Expolio del patrimonio artístico y cultural

Muchos conventos e iglesias, al vaciarse,  acabaron en ruinas o destinados a los fines más diversos y los bienes que había en su interior se perdieron o vendieron a precio de ganga. Muchos inmuebles fueron demolidos.  

– En las ciudades, no obstante, este patrimonio quedó para el Estado, que en muchos casos  reutilizó los edificios expropiados, algunos de ellos como museos para exhibir objetos artísticos. 


3. CONCLUSIÓN

– No se aprovechó la situación para hacer una verdadera reforma agraria que mejorase la  productividad y del rendimiento para que a su vez liberase contingentes de mano de obra y que  hubieran permitido una modernización económica e industrial del país. 

– Se buscó la afinidad de la burguésía comercial y financiera, que tanto dinero había prestado  al Estado y cuyo favor consideraba fundamental el régimen liberal. Sin embargo, gran parte de  la población mantuvo una posición precaria o empeoró. 

– La falta de inversión en las tierras adquiridas por los nuevos propietarios no produjo ninguna  mejora de la productividad. La demanda siguió siendo débil y la inestabilidad iba a condenar la  viabilidad de cualquier proyecto político en los siguientes años.

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