Sociedad ilustrada

1.1.Los sistemas políticos

Entre 1870 y 1914 coexistieron dos sistemas distintos:

  Los  sistemas parlamentarios se impusieron en Europa occidental. 

Así, muchos países adoptaron el sufragio universal masculino y aparecieron movimientos sufragistas que reivindicaron el voto femenino, aunque este solo se alcanzó en Finlandia (1906) y Noruega (1913). 

Fuera de Europa, Estados Unidos adoptó también el sufragio universal masculino; y Japón implantó un sistema parlamentario.

  Los sistemas autocráticos subsistieron en Europa central y oriental. 

• El Imperio austro-húngaro estaba formado por múltiples nacionalidades. Desde 1867 adoptó una monarquía dual formada por dos coronas con su propia organización, Austria y Hungría, aunque manténían en común la política exterior y el emperador. 

• El Imperio ruso aprobó la emancipación de los siervos en 1861, pero se gobernaba con un sistema autocrático en el que el Parlamento carecía de poder. 

• Y el Imperio otomano gobernaba de forma autocrática sobre múltiples nacionalidades.

1.2.La situación internacional

En Europa, Reino Unido continuó como primera potencia comercial y financiera mundial durante la llamada «época victoriana» (1837-1901). Después, perdíó su primacía industrial en favor de Alemania y de Estados Unidos. Alemania se convirtió en la segunda economía industrial del planeta durante el reinado de Guillermo II (1888-1914). Y Francia se mantuvo entre las grandes potencias. Los países mediterráneos y los imperios austro-húngaro, ruso y otomano tuvieron un desarrollo menor. 

Fuera de Europa, se consolidaron dos nuevas potencias.

  Estados Unidos, tras la guerra de Secesión (1861-1865), colonizó las praderas centrales (conquista del Oeste), y los núcleos del noroeste se industrializaron con rapidez. Como resultado, el país se convirtió en una potencia industrial de primer orden. 

En Japón, la Revolución Meijí (1868-1912) supuso la sustitución de la monarquía feudal por un sistema parlamentario constitucional y el triunfo de la occidentalización. Las reformas económicas provocaron una rápida industrialización, que convirtió a Japón en una gran potencia en el área del Pacífico. 

1.3.Los sistemas de alianzas en Europa

En este periodo, las relaciones internacionales europeas pasaron por dos etapas:

  Los sistemas bismarckianos (1871-1890). Fueron un conjunto de alianzas, basadas en la diplomacia secreta, promovidas por el canciller Bismarck. 

Su objetivo era aislar a Francia, enemistada con Alemania por la pérdida de Alsacia y Lorena en la guerra francoprusiana, y evitar que se aliase con Rusia en contra de Alemania. 

Tras casi veinte años de vigencia, en los que evitaron el conflicto entre las grandes potencias, estos sistemas acabaron fracasando.

  La  paz armada (1891-1914). En estos años la paz se mantuvo, pero los países europeos, previendo una guerra, se rearmaron y se agruparon en dos bloques de alianzas: la Triple Alianza, formada por Alemania, Austria-Hungría e Italia; y la Triple Entente, integrada por Francia, Rusia y Reino Unido.


Entre 1870 y 1914 tuvo lugar la llamada Segunda Revolución Industrial. Se inició en Estados Unidos y Alemania, y se basó en el uso de nuevas fuentes de energía y en cambios en la organización del trabajo que impulsaron nuevos sectores industriales.

2.1.Las nuevas fuentes de energía

A finales del Siglo XIX comenzaron a usarse nuevas fuentes de energía, como el petróleo y la electricidad, y nuevos motores para mover las máquinas.

El petróleo se usó para mover motores que funcionaban con sus derivados, como la gasolina y el diésel.

La electricidad se utilizó para la iluminación y para mover motores. Sobre todo desde la invención del acumulador y del transformador (1897), que permitieron transportarla y acabaron con la necesidad de localizar las industrias junto a las fuentes de energía.

2.2.Los cambios en la organización de trabajo

Respondieron a la necesidad de producir artículos baratos y en masa.

El taylorismo, aplicado por Frederick Taylor, pretendía conseguir la máxima eficacia en el trabajo. Para ello, se determinaba la forma exacta de hacer cada tarea; se cronometraba el tiempo que se debía emplear; y se concedían incentivos de producción.

Elfordismo, aplicado por Henry Ford en su fábrica de automóviles, inició la producción en masa y en serie en enormes fábricas. En ellas el trabajo se organizaba en cadena, de forma que cada trabajador realizaba solo una tarea del proceso de fabricación del producto, que le llegaba mediante una cinta transportadora. Con ello se evitaban desplazamientos, se incrementaba el rendimiento y se abarataba el producto.

2.3.Los sectores industriales punta

Las innovaciones técnicas anteriores originaron la diversificación de la industria, destacando la metalurgia y la industria química.

La metalurgia progresó gracias a la generalización del convertidor Bessemer en 1856, que permitía obtener acero a partir del hierro.

Además, incorporó nuevos metales como el cobre, utilizado por la industria eléctrica; y el aluminio, obtenido usando electricidad.

La industria química elaboró numerosos productos derivados del petróleo, como plásticos, colorantes, productos farmacéuticos, fibras sintéticas y explosivos.

Otras industrias punteras de la época fueron las de material eléctrico y la mecánica, que fabricaron máquinas de coser y de escribir, bicicletas, locomotoras, automóviles y los primeros aviones; la textil, con el empleo de fibras y tintes artificiales; y la alimentaria, con la conservación en latas cerradas herméticamente.


3.1.Nuevos medios de transporte y comunicación

Los medios de transporte experimentaron grandes progresos.

• La electricidad se aplicó a los ferrocarriles (Siemens, 1879), a los tranvías y al metro.

• El motor de explosión permitíó el nacimiento del automóvil

(Benz, 1886; Diésel, 1893), la mejora de la navegación y el inicio de la aviación (hermanos Wright, 1903).

Las infraestructuras también mejoraron:

• con la finalización del canal de Panamá (1914), que abarató el transporte entre los océanos Atlántico y Pacífico;

• y con la extensión de la red ferroviaria, que facilitó la expansión de Estados Unidos hacia el oeste, la de Rusia hacia el este y una mayor integración territorial del resto de los países.

Además, las comunicaciones progresaron gracias a algunos inventos como el teléfono (Meucci, 1860), el fonógrafo (Edison, 1878), el cinematógrafo (hermanos Lumière, 1895) y la radio (Tesla, 1897).

3.2.Las actividades agrarias y el comercio

Las actividades agrarias aumentaron sus rendimientos gracias al empleo de abonos químicos y de piensos.

El uso de máquinas movidas por motores eléctricos y de explosión facilitó el trabajo.

Las nuevas técnicas, como la pasteurización, el enlatado y la congelación, permitieron la conservación de los alimentos.

Además, el progreso del transporte abarató la distribución de los productos y permitíó que cada zona tendiera a especializarse en los más adecuados para su venta en un mercado mundial.

El comercio interior ideó nuevos sistemas para vender la creciente producción, como los grandes almacenes, que ofrecían una gran variedad de productos baratos; y técnicas como la publicidad, la compra por correo y a plazos, y las rebajas.

El comercio internacional adquiríó ahora una dimensión mundial, gracias a la mejora de los transportes y al crecimiento de la producción industrial.

La necesidad de mercados que suministrasen materias primas y comprasen los productos industriales llevó a algunos estados al proteccionismo comercial; y a otros, a la conquista de imperios coloniales.

3.3.El nacimiento del gran capitalismo

El aumento del tamaño de las empresas y las elevadas sumas de dinero necesarias para financiarse originaron una nueva fase del sistema capitalista, conocida como «gran capitalismo». Sus rasgos básicos fueron la concentración financiera y la concentración empresarial.

La concentración financiera supuso la aparición de grandes bancos, como el Crédit Lyonnais (Francia), el Deutsche Bank (Alemania) o el Lloyds (Gran Bretaña). Estos intensificarón su relación con las empresas industriales, concedíéndoles créditos o participando en ellas como accionistas.

La concentración empresarial se propuso dominar el mercado, eliminando la competencia entre empresas. Con este fin se crearon diferentes tipos de concentración, como el cartel, el trust y el holding. Este hecho obligó a crear leyes antimonopolio.


3.1.Nuevos medios de transporte y comunicación

Los medios de transporte experimentaron grandes progresos.

• La electricidad se aplicó a los ferrocarriles (Siemens, 1879), a los tranvías y al metro.

• El motor de explosión permitíó el nacimiento del automóvil

(Benz, 1886; Diésel, 1893), la mejora de la navegación y el inicio de la aviación (hermanos Wright, 1903).

Las infraestructuras también mejoraron:

• con la finalización del canal de Panamá (1914), que abarató el transporte entre los océanos Atlántico y Pacífico;

• y con la extensión de la red ferroviaria, que facilitó la expansión de Estados Unidos hacia el oeste, la de Rusia hacia el este y una mayor integración territorial del resto de los países.

Además, las comunicaciones progresaron gracias a algunos inventos como el teléfono (Meucci, 1860), el fonógrafo (Edison, 1878), el cinematógrafo (hermanos Lumière, 1895) y la radio (Tesla, 1897).

3.2.Las actividades agrarias y el comercio

Las actividades agrarias aumentaron sus rendimientos gracias al empleo de abonos químicos y de piensos.

El uso de máquinas movidas por motores eléctricos y de explosión facilitó el trabajo.

Las nuevas técnicas, como la pasteurización, el enlatado y la congelación, permitieron la conservación de los alimentos.

Además, el progreso del transporte abarató la distribución de los productos y permitíó que cada zona tendiera a especializarse en los más adecuados para su venta en un mercado mundial.

El comercio interior ideó nuevos sistemas para vender la creciente producción, como los grandes almacenes, que ofrecían una gran variedad de productos baratos; y técnicas como la publicidad, la compra por correo y a plazos, y las rebajas.

El comercio internacional adquiríó ahora una dimensión mundial, gracias a la mejora de los transportes y al crecimiento de la producción industrial.

La necesidad de mercados que suministrasen materias primas y comprasen los productos industriales llevó a algunos estados al proteccionismo comercial; y a otros, a la conquista de imperios coloniales.

3.3.El nacimiento del gran capitalismo

El aumento del tamaño de las empresas y las elevadas sumas de dinero necesarias para financiarse originaron una nueva fase del sistema capitalista, conocida como «gran capitalismo». Sus rasgos básicos fueron la concentración financiera y la concentración empresarial.

La concentración financiera supuso la aparición de grandes bancos, como el Crédit Lyonnais (Francia), el Deutsche Bank (Alemania) o el Lloyds (Gran Bretaña). Estos intensificarón su relación con las empresas industriales, concedíéndoles créditos o participando en ellas como accionistas.

La concentración empresarial se propuso dominar el mercado, eliminando la competencia entre empresas. Con este fin se crearon diferentes tipos de concentración, como el cartel, el trust y el holding. Este hecho obligó a crear leyes antimonopolio.


6.1.La formación de los imperios coloniales

El reparto de África

La presencia europea en África se limitaba hacia 1870 a ciertos puntos costeros. Desde entonces, las principales potencias se propusieron explorar el continente y crear imperios continuos.

Para evitar los posibles enfrentamientos se reunieron entre 1884 y 1885 en la Conferencia de Berlín. En ella se establecieron las normas de ocupación del continente: la posesión de una franja costera daba derecho a ocupar el interior, siempre que se demostrase el control efectivo del territorio. También se reconocieron la libre navegación por los ríos Níger y Congo, y la libertad de comercio en el centro de África.

En los años posteriores a la conferencia se aceleró la ocupación de África. Reino Unido intentó formar una franja colonial continua entre El Cairo, al norte, y Ciudad del Cabo, al sur. Francia extendíó su dominio entre Senegal, al oeste, y Somalía, al este. Y otros países, como Bélgica, Alemania, Portugal, Italia y España, completaron el reparto del continente.

El imperialismo en Asía, Oceanía y América

En Asía existían Estados bien organizados, como China y Persia, por lo que predominó el sistema de concesiones y el reparto de áreas de influencia.

Aun así, algunos territorios pasaron a manos de Reino Unido (India, Birmania), Francia (resto de Indochina, menos Siam), y los Países Bajos (la mayoría de Indonesia). Además, Rusia incorporó Siberia y se extendíó hacia la India y China; Japón intentó anexionarse Corea y Manchuria, chocando con China y Rusia; y Estados Unidos expulsó a España de Filipinas.

En Oceanía, Reino Unido incorporó Australia a su Imperio; y Estados Unidos ocupó algunos archipiélagos, como Hawái.

En América, Estados Unidos extendíó su influencia por Puerto Rico y Cuba y ocupó el territorio donde se construía el canal de Panamá.

6.2.Las consecuencias del imperialismo

Fueron distintas para las metrópolis y para los pueblos dominados.

Para las metrópolis, el colonialismo fue en general positivo. Supuso poder político, riquezas (materias primas y mercados donde vender sus productos manufacturados), mayor paz social y conocimiento de otras civilizaciones. Pero también agudizó los enfrentamientos internacionales, políticos y económicos que conducirían a la Primera Guerra Mundial.

Para los pueblos dominados, el colonialismo fue negativo. Los gobiernos locales fueron eliminados o controlados por extraneros; y los conflictos internos se agudizaron debido al trazado arbitrario de las fronteras.

La economía tradicional se alteró, pues las potencias colonizadoras sustituyeron la agricultura de autoconsumo por otra de exportación, impidieron la industrialización, impusieron un comercio desigual y crearon infraestructuras en función de sus intereses.

La sociedad se dividíó en una minoría extranjera, que controlaba el gobierno y la riqueza y habitaba en barrios lujosos; y la mayoría indígena, obligada a trabajar y confinada en barrios aparte o en reservas. Y las culturas de los pueblos colonizados fueron desplazadas por las extranjeras.


7.1.Contendientes

En 1914 estalló en Europa la Primera Guerra Mundial, un conflicto de enorme extensión conocido por sus contemporáneos como la Gran Guerra. Los países contendientes se agruparon en dos bandos:

Los imperios centrales —Alemania, Austria-Hungría y Turquía—, a los que luego se sumaron Bulgaria y otros Estados.

LosAliados o Entente —Francia, Rusia, Reino Unido y Serbia—, a los que después se unieron Italia, Estados Unidos, y otros países.

7.2.Causas del conflicto

Las causas profundas

Estas hay que buscarlas en las tensiones existentes en Europa antes de 1914.

Los conflictos políticos entre las grandes potencias respondían a diversos motivos. Unos eranterritoriales: Francia reclamaba Alsacia y Lorena a Alemania; e Italia y Austria-Hungría se disputaban los territorios de Istria y Trento. Otros eran nacionalistas, caso de los imperios austrohúngaro y turco enfrentados en las llamadas guerras balcánicas de 1912-1913. Por último, otros procedían de los enfrentamientos coloniales entre las potencias imperialistas por el control de ciertos territorios.

Lasrivalidades económicas entre los países se acrecentaron desde principios de siglo por la competencia comercial. Así, Francia y Reino Unido recelaban del crecimiento de la economía alemana y su fuerte presencia en los mercados coloniales.

Los sistemas de alianzas militares (Triple Entente y Triple Alianza) habían desembocado en unacarrera armamentística, la «paz armada», que podía convertir cualquier incidente en una guerra de enorme proporción.

La chispa de la guerra

La chispa o causa inmediata que inició el conflicto fue el asesinato en Sarajevo (Bosnia, Junio de 1914) del archiduque Francisco Fernando, heredero de la corona de Austria-Hungría, por un estudiante nacionalista serbio. Como consecuencia, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia que, al recibir el apoyo de Rusia, puso en marcha el sistema de alianzas.


8.1.El desarrollo del conflicto (1914-1918)


Carácterísticas de la guerra

La guerra tuvo unas carácterísticas diferentes a los conflictos anteriores que le valieron su denominación de Gran Guerra o Guerra Mundial.

Las más destacables fueron su gran extensión territorial, al participar en ella dieciséis naciones, algunas con extensos imperios coloniales que se vieron implicados en el conflicto. Y el empleo de nuevas armas ofensivas (ametralladoras, lanzallamas, gases tóxicos, minas, submarinos, aviones), de nuevos sistemas defensivos, como las trincheras; y de nuevas modalidades de lucha, como la guerra psicológica.

La contienda también impulsó transformaciones económicas y sociales: la economía de los países contendientes se volcó en la producción de material de guerra; la sociedad sufríó penurias, como el racionamiento de alimentos y los bombardeos, y las mujeres se incorporaron al mundo laboral para sustituir a los hombres que combatían en el frente.

Etapas y acontecimientos

La guerra de movimientos (1914). La guerra comenzó de manera casi simultánea en dos frentes, el oriental y el occidental. Alemania intentó una victoria relámpago sobre Francia, para concentrar sus fuerzas en el frente oriental y derrotar a Rusia. Pero Francia resistíó en el Marne, y el rápido avance ruso por Prusia obligó a Alemania a enviar tropas al frente oriental. A finales de año, Turquía se sumó al bando de los imperios centrales.

La guerra de posiciones (1915-1916). Ante la falta de una victoria decisiva, los frentes se estabilizaron a lo largo de extensas líneas de trincheras protegidas por ametralladoras y alambradas. Desde ellas se lanzaron ofensivas de desgaste (Verdún, Somme). En esta fase, la contienda se convirtió en un conflicto mundial, tras la entrada de más países: Bulgaria, Italia, Rumanía, Portugal y Japón, entre otros.

El final de la guerra (1917-1918). En 1917, EE. UU. Se incorporó a la guerra junto a los aliados; y Rusia se retiró tras el triunfo de la revolución comunista y la firma de la Paz de Brest-Litovsk. En 1918, los aliados iniciaron una ofensiva en todos los frentes, provocando la progresiva rendición de los imperios centrales. Ese mismo año, el presidente de EE. UU., Woodrow Wilson, enunció los «Catorce Puntos» en los que debería asentarse la paz.

8.2.La Paz de París y la Sociedad de Naciones

En la Conferencia de París (1919-1920), los vencidos firmaron tratados que les obligaban a reducir su ejército; pagar reparaciones de guerra; y realizar cesiones territoriales que configuraron un nuevo mapa de Europa. Especialmente duro fue el Tratado de Versalles, que impuso a Alemania la pérdida de Alsacia y Lorena y de todas sus colonias y la culpó de la guerra, dejándola humillada y deseosa de re-ancha. Además, en 1919 se creó la Sociedad de Naciones, con sede en Ginebra, como organización internacional para fomentar la paz.

8.3.Las consecuencias de la guerra

El balance de la guerra fue desolador. Ocasiónó más de 9 millones de muertos, y numerosos heridos y mutilados. Causó graves pérdidas materiales en campos de cultivo, industrias, transportes y edificios; agudizó los contrastes entre las clases trabajadoras y las clases medias empobrecidas y una minoría enriquecida por los negocios bélicos; favorecíó el trabajo de la mujer fuera del hogar; y promovíó una ideología pacifista y antimilitarista; aunque también fomentó el deseo de revancha de los vencidos, especialmente de Alemania.

Tras la guerra se abolieron las dinastías que gobernaban los imperios centrales; la mayoría de los países adoptaron el sufragio universal masculino; y muchos concedieron el voto a las mujeres en atención a su trabajo durante la guerra. En el plano internacional, la hegemonía mundial europea fue sustituida por la de Estados Unidos.

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