Historia y División de la Península Coreana
Orígenes Geopolíticos y Conflictos Tempranos
La península de Corea se sitúa estratégicamente entre China y Japón, una posición que ha determinado profundamente su historia nacional y el carácter de su pueblo. Este territorio fue, con frecuencia, escenario de batallas para ejércitos chinos, mongoles y japoneses. A pesar de estas influencias externas, Corea constituye una de las naciones más homogéneas del mundo.
A partir del siglo XX, la península de Corea se convirtió en un objeto de deseo para grandes potencias, lo que provocó constantes conflictos. En 1904, se declaró la Guerra Ruso-Japonesa, en la que ambas naciones se disputaron el control de Manchuria y Corea. Tras más de un año de conflicto, Japón resultó victorioso, marcando la primera vez que una nación asiática derrotaba a un país europeo.
Estados Unidos (EE. UU.) aceptó el área de influencia de Japón en la región, lo que generó indignación entre los nacionalistas coreanos. Cinco años después, en 1910, Japón anexó la península coreana a sus territorios, sin que EE. UU. lo impidiera. Sin embargo, EE. UU. y Japón se convirtieron en enemigos durante la Segunda Guerra Mundial. Tras el triunfo de los americanos y sus aliados, su postura sobre la ocupación japonesa de Corea cambió drásticamente.
La División de Corea y el Inicio de la Guerra Fría
Cuando los japoneses firmaron su rendición incondicional en agosto de 1945, el documento ya incluía los términos de una división de Corea alrededor del paralelo 38 norte: una mitad, en la frontera con China, quedaría bajo control ruso; la otra mitad, en el sur, sería controlada por los americanos.
En 1948, Rusia se retiró de Corea del Norte tras establecer un partido comunista liderado por Kim Il-Sung, quien había luchado con el Ejército Rojo en Manchuria. Kim Il-Sung se consolidó como un líder soviético incuestionable. Por su parte, en Corea del Sur gobernaba el presidente Syngman Rhee, aliado de EE. UU. y con una política nacionalista, conservadora y anticomunista. Ambos mandatarios se declararon presidentes legítimos de toda Corea, tanto del sur como del norte, aunque sin atreverse inicialmente a iniciar una invasión mutua.
La Guerra de Corea (1950-1953)
Aunque el ejército norcoreano, apoyado por los chinos, duplicaba en hombres y armamento al surcoreano, Stalin aconsejó a Kim Il-Sung que esperara la retirada americana de la península para invadir el sur, lo que finalmente ocurrió en 1950. Corea del Norte invadió el Sur, cruzando el paralelo 38. En menos de cuatro meses, habían tomado Seúl. El ejército del sur, mal preparado y equipado, contaba ya con solo 20 mil hombres.
Al percibir que Corea del Norte podía caer en manos de los comunistas, EE. UU. acudió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Dada la ausencia del embajador ruso, la intervención militar de la ONU en Corea fue aprobada por unanimidad. Así, la Guerra de Corea inauguró una nueva era en la que EE. UU. se erigió como la «policía del mundo libre», interviniendo incesantemente en cualquier lugar donde el comunismo pudiera arraigar. La Guerra Fría estaba ya plenamente presente.
Los frentes en la Guerra de Corea cambiaron constantemente: primero, los norcoreanos conquistaron toda la península; luego, fueron empujados hasta la frontera con China por los americanos y sus aliados; finalmente, el ejército chino intervino para restablecer la frontera en el paralelo 38.
Después de tres años de guerra, las fronteras no sufrieron cambios significativos. Al firmarse el armisticio, se acordó crear una zona desmilitarizada entre las dos Coreas. Sin embargo, desde el fin de la guerra, nunca se ha firmado un tratado de paz.
En definitiva, la Guerra de Corea destruyó las infraestructuras de ambos estados e impulsó la confrontación entre EE. UU. y la URSS durante la Guerra Fría. Todo ello, unido a la separación decisiva entre Corea del Norte y Corea del Sur, cuya relación en la actualidad sigue lastrada por aquel duro enfrentamiento. Ambas Coreas experimentan así la tregua militar más duradera de la historia, una tregua que sobrevive a pesar de las continuas demostraciones de poder de ambas potencias y del miedo a un posible enfrentamiento nuclear.
Esta tregua entre ambas Coreas se encuentra supervisada en la actualidad por un organismo de Naciones Unidas conocido como la Comisión Supervisora de Naciones Neutrales, creada durante las negociaciones finales de la guerra y reducida actualmente a dos estados neutrales: Suecia y Suiza.
El Programa Nuclear de Corea del Norte
Desarrollo Temprano y Adhesión al TNPN
Corea del Norte comenzó a desarrollar su programa nuclear en la década de 1950, coincidiendo con las primeras investigaciones en energía atómica. En 1959, la URSS y Corea del Norte firmaron un acuerdo por el cual la URSS brindaría ayuda al país asiático en el uso de la energía nuclear con fines pacíficos. En diciembre de 1985, Corea del Norte se unió al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNPN).
En 1986, EE. UU. detectó un reactor nuclear en la región de Yongbyon que estaba fuera del control del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). El OIEA y la ONU exigieron a Corea del Norte cumplir con los compromisos del TNPN y firmar un acuerdo que permitiera controlar sus instalaciones nucleares. Ante esta situación, Pyongyang optó por la táctica de los «diálogos múltiples», manteniendo conversaciones con EE. UU. y Corea del Sur.
Retirada del TNPN y Reanudación del Programa
El 12 de marzo de 1993, Corea del Norte anunció su intención de abandonar el TNPN, alegando «amenazas nucleares» de EE. UU. y «exigencias injustas» del OIEA. El 12 de diciembre de 2002, Corea del Norte informó que reanudaba su programa nuclear «congelado» en virtud del acuerdo marco logrado entre Pyongyang y Washington en 1994. Un año más tarde, Corea del Norte declaró que no cumpliría con los compromisos del tratado ni acataría el acuerdo sobre garantías suscrito con el OIEA.
En agosto de 2003, comenzaron las negociaciones a seis bandas (con Rusia, Corea del Norte, Corea del Sur, Estados Unidos, China y Japón) para la desnuclearización de la península de Corea.
Ensayos Nucleares y Sanciones Internacionales
En 2005, Corea del Norte reconoció por primera vez que poseía un arma nuclear de fabricación propia y aseguró que era «totalmente defensiva» y tenía como objetivo la «disuasión nuclear». Al año siguiente, realizó su primer ensayo subterráneo de una bomba nuclear.
El 14 de octubre de 2006, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución 1718, que exigía detener el programa de misiles y restablecer la moratoria al lanzamiento de misiles balísticos norcoreanos. Pyongyang prometió renunciar al armamento nuclear, pero en 2009, anunció la reanudación de su programa nuclear. Ese mismo año, efectuó el segundo ensayo nuclear subterráneo, al cual el Consejo de Seguridad de la ONU respondió el 12 de junio con la aprobación de nuevas sanciones.
El 7 de marzo de 2013, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó nuevas sanciones contra Pyongyang en respuesta a sus ensayos nucleares. Estas sanciones permitían bloquear las transacciones financieras y las cuentas bancarias de Corea del Norte, e inspeccionar barcos y aviones norcoreanos si existían sospechas de que transportaban importantes sumas de dinero en efectivo destinadas al desarrollo de los programas nuclear y balístico de Pyongyang.
En noviembre de 2014, Corea del Norte puso en marcha una nueva planta de enriquecimiento de uranio en el centro nuclear de Yongbyon. En 2015, Kim Jong-un rechazó la posibilidad de entablar un diálogo con las autoridades de EE. UU. y aseguró que su país estaba preparado para cualquier guerra, incluida la nuclear.
Kim Jong-un también reveló que Corea del Norte poseía una bomba de hidrógeno que sería detonada para defender la soberanía del país, y declaró haber realizado ensayos con dicha bomba.
El 7 de febrero de 2017, Corea del Norte anunció el exitoso lanzamiento del cohete portador Kwangmyongsong con el satélite Kwangmyongsong-4 a bordo. Militares surcoreanos comentaron que el alcance del cohete podría ser de 13.000 km. Tomando en consideración el nivel de desarrollo del programa, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad un nuevo paquete de sanciones contra Pyongyang.
Kim Jong-un ordenó que el armamento nuclear estuviera preparado para ser empleado «en cualquier momento» y ha seguido realizando nuevas pruebas nucleares.
Medidas Restrictivas de la Unión Europea y la ONU contra Corea del Norte
Justificación y Alcance de las Sanciones
Las actividades nucleares y relacionadas con misiles balísticos que la República Popular Democrática de Corea (RPDC), o Corea del Norte, está llevando a cabo representan una grave amenaza para la paz y la seguridad internacional. Estas actividades menoscaban el régimen mundial de no proliferación y desarme, del que la Unión Europea (UE) es firme defensora desde hace décadas.
En este contexto, la Unión Europea ha aplicado las medidas restrictivas impuestas por resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y las ha reforzado con medidas propias dirigidas contra los programas de armas de destrucción masiva y relacionados con los misiles balísticos de Corea del Norte.
La Unión Europea estableció por primera vez medidas restrictivas contra Corea del Norte en diciembre de 2006. Esas medidas aplicaban el régimen de sanciones de las Naciones Unidas, adoptado después de que Corea del Norte afirmara haber realizado un ensayo de armas nucleares.
La Unión Europea también fortaleció el régimen de sanciones de las Naciones Unidas adoptando medidas autónomas que complementan y refuerzan las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Las últimas medidas restrictivas de la Unión Europea hacia Corea del Norte se produjeron el pasado 22 de enero. El Consejo añadió a diecisiete ciudadanos de Corea del Norte a su lista de personas sujetas a inmovilización de bienes y restricciones de viaje. El motivo de la inclusión es su implicación en actividades de comercio ilegal y en actividades destinadas a facilitar la elusión de las sanciones impuestas por las Naciones Unidas. En total, son ya 58 personas y 10 entidades las designadas de forma autónoma por la UE.
La Unión Europea ha manifestado en repetidas ocasiones sus expectativas de que Corea del Norte inicie un diálogo creíble y significativo, encaminado a lograr la desnuclearización completa, verificable e irreversible de la península de Corea.
Medidas Específicas de la Resolución 2375 (2017)
Además, tras las medidas impuestas por la última resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la Resolución 2375 (2017), el 26 de febrero el Consejo incluyó medidas como:
- El refuerzo de la prohibición de exportar a la RPDC todo producto de petróleo refinado, reduciendo la cantidad de barriles que pueden exportarse de 2 millones a 500.000 barriles al año.
- La prohibición de importar de la RPDC productos agrícolas y alimentarios, maquinaria, equipos eléctricos, tierra y piedra, y madera.
- La prohibición de exportar a la RPDC toda maquinaria industrial y todo vehículo de transporte, ampliada a todos los metales de hierro, acero y otros metales.
- Más medidas marítimas restrictivas contra los buques respecto a los cuales existan motivos razonables para considerar que han participado en el incumplimiento de las sanciones impuestas por las Naciones Unidas.
- La exigencia de repatriar a todos los trabajadores de la RPDC en el extranjero en un plazo de 24 meses, supeditada al Derecho nacional e internacional aplicables.
El número total de personas y entidades sujetas a medidas restrictivas contra la RPDC es de 79 personas y 54 entidades incluidas en listas de las Naciones Unidas.
Relaciones Actuales entre Corea del Norte y Corea del Sur
Historia de Acercamientos y Tensiones
En cuanto a las relaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur, rivales ideológicos y políticos, cabe destacar que la mayoría de los encuentros que han mantenido desde su independencia han terminado en fracasos. Desde un inicio, Corea del Norte ha achacado esta falta de entendimiento a las continuas muestras de poder militar de su vecino sureño y de EE. UU. Así, este clima poco favorable al diálogo se intensificaba con las acusaciones mutuas de intentar obstaculizar cualquier intento de reunión y de buscar la reunificación de la Península Coreana bajo las condiciones del otro.
Sin embargo, los dos acercamientos más satisfactorios para ambas partes implicaron la adopción de medidas de cooperación y respeto mutuo. El primero de ellos, que tuvo lugar en Seúl en 1991, sentó las bases para una futura reconciliación entre ambos territorios. Se conoció como el Acuerdo de Reconciliación, Cooperación y no Agresión y puso fin técnicamente al estado de guerra en el que se encontraban ambas partes. El segundo acercamiento, que le valió el Premio Nobel de la Paz al presidente surcoreano Kim Dae-Jung, se enmarcó en la política conocida como «Brillo del Sol» y reunió por primera vez desde la separación de Corea en 1948 a los presidentes de ambos países.
En la actualidad, ambos países viven una tensa paz que se ve interrumpida por distintas maniobras militares. Esta situación no solo afecta a la Península Coreana, sino que repercute en las políticas regionales e internacionales, que buscan en los organismos internacionales mecanismos de control político, militar y nuclear de aquel país que se ha quedado estancado en un régimen comunista que no se adapta al nuevo panorama internacional: Corea del Norte.
Diplomacia Reciente y Desafíos con EE. UU.
Este mismo año, se ha producido un nuevo acercamiento entre las dos Coreas gracias a los Juegos Olímpicos de invierno. Por primera vez, un miembro de la dinastía Kim viajó a Corea del Sur: la hermana del líder norcoreano, Kim Yo-jong.
Kim Yo-jong y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, escenificaron un simbólico saludo en el Estadio Olímpico de Pyeongchang, marcando un acercamiento entre ambas Coreas. Además, los dos países desfilaron bajo una misma bandera unificada con la península coreana en azul sobre un fondo blanco. Este acto ya se había dado en los Juegos de Invierno de Turín en 2006, donde también se habló de un posible acercamiento, pero las cosas no progresaron de igual manera.
En los meses previos, hubo tres reuniones entre ambos países para organizar la presencia de los deportistas en los Juegos. Corea del Sur incluso se atrevió a dar un paso más allá: en el plano puramente político, los mandatarios del sur solicitaron a los del norte otro tipo de acercamiento, una reunión para las familias separadas por la guerra.
Sin embargo, esta imagen de cercanía no agrada a Estados Unidos. Mientras las dos Coreas han buscado posturas comunes, la administración Trump sigue tensando la cuerda. Así, el vicepresidente Pence asistió a la inauguración con el padre de Otto Warmbier, el estudiante universitario estadounidense que murió el año pasado tras ser detenido y torturado en Corea del Norte, una clara imagen del verdadero enfoque de Estados Unidos respecto a la cuestión coreana. Cada vez que hay ocasión, Trump muestra su campaña de «presión máxima» sobre Corea del Norte como condición para frenar su programa de armas nucleares.
Relaciones Internacionales de Corea del Norte
Detras de la 2
Por ello, el 5 de agosto de 2017, el Consejo de Seguridad de la ONU votó una resolución que amplía las sanciones contra Corea del Norte, en particular, nuevas sanciones a las personas relacionadas con los programas nuclear y balístico de Pyongyang. Corea del Norte ha confirmado que no renunciará al armamento nuclear ni discutirá ese tema mientras persista la amenaza de EE. UU.
Por todo esto, las relaciones internacionales de Corea del Norte son muy difíciles. Históricamente, el país se ha alineado con gobiernos comunistas o próximos al comunismo y se ha enfrentado a sus enemigos ideológicos y geoestratégicos: Corea del Sur, EE. UU. y Japón. Sobre todo, la relación más tensa es con EE. UU., la cual podría denominarse una relación de «tira y afloja», marcada por continuas amenazas de un inicio de una guerra con armas nucleares.
La Crisis Siria y la Respuesta Internacional
Introducción y Primeras Reacciones
En 2011, la crisis siria comenzó con las primeras manifestaciones el 15 de marzo. La primera respuesta internacional se observó el 18 de marzo por parte de la Unión Europea (UE), que condenó las represiones del gobierno sirio y llamó al cese de todas las actividades hostiles. El 7 de abril, se produjo el reconocimiento de actores no estatales: el Parlamento Europeo respaldó al «Ejército Libre Sirio» (rebeldes) y adoptó ciertas resoluciones en el contexto de la «asistencia técnica» y sanciones económicas contra el gobierno sirio.
El Consejo de Seguridad de la ONU y la Crisis Siria
Las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU respecto a la crisis de Siria incluyen:
- Declaraciones de la Presidencia (del Presidente del Consejo) sobre la crisis de Siria.
- Las Resoluciones del Consejo de Seguridad.
- Cartas dirigidas por la Misión «Embajador Sirio» a:
- El Comité de Sanciones contra Al-Qaeda.
- El Comité sobre las armas nucleares, químicas y biológicas.
- El Presidente del Consejo.
La primera respuesta del Consejo de Seguridad frente a la crisis siria fue la Declaración de la Presidencia del Consejo de Seguridad, S/PRST/2011/16, del 3 de agosto de 2011. En ella:
- Expresó su grave preocupación por el deterioro de la situación en Siria, una «introducción» presente en casi todas las decisiones o resoluciones del Consejo de Seguridad.
- Condenó las violaciones generalizadas de los Derechos Humanos y el uso de la fuerza contra los civiles por las autoridades sirias, sentando la base para una reacción bajo el Capítulo VII de la Carta si el gobierno no cesaba su represión.
- Reafirmó su firme respeto por la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Siria (el principio de no intervención).
- Hizo hincapié en que la única solución para la crisis era poner en marcha un programa político inclusivo y dirigido por Siria (referencia a los procesos de Ginebra-Montreux-Astana).
Esfuerzos de Mediación y Misiones de Paz
De acuerdo con lo aportado por la Presidencia del Consejo, el Gobierno de Damasco, en cooperación con el Enviado Especial Conjunto de las Naciones Unidas y la Liga Árabe para la crisis en Siria, Kofi Annan, hizo pública una propuesta de seis puntos el 16 de marzo de 2012. Esta propuesta fue aprobada por el Consejo de Seguridad (S/PRST/2012/6) y destacaba la necesidad de «asegurar la prestación de asistencia humanitaria a todas las zonas afectadas por los combates» (subrayando la responsabilidad principal del Estado de prestar asistencia).
La Declaración estableció que «tanto el Gobierno como la oposición de Siria deben colaborar de buena fe con el enviado especial…». El Consejo reconoció la existencia de una sola oposición, sin especificar su localización, y tampoco hizo referencia a grupos terroristas como Al-Qaeda.
La Misión de Supervisión de la ONU en Siria (UNSMIS), establecida por la Resolución S/RES/2043 en abril de 2012, contaba con un mando militar de 300 soldados no armados. Su objetivo era vigilar el cese de toda la violencia armada y apoyar la plena aplicación de la propuesta de seis puntos.
Conferencias de Ginebra y el Reconocimiento de Grupos Armados
Conversaciones de Ginebra (2012)
El 30 de junio de 2012, se celebró la primera Conferencia de Paz sobre la Crisis de Siria en Ginebra. La iniciativa fue organizada por Kofi Annan y el «Grupo de Acción sobre Siria». El «Communiqué» de esta conferencia establecía:
- El deber de toda parte enfrentada de respetar y cumplir con lo establecido en el «Plan de 6 puntos» de Kofi Annan.
- La necesidad de facilitar la labor de la Misión UNSMIS.
- La indicación de que era necesario para Siria formar un «Gobierno de Transición».
Conversaciones de Ginebra (2014)
La Conferencia de 2014 se llevó a cabo el 10 de febrero en Montreux y el 22 de febrero en Ginebra. Fue organizada por el segundo Enviado Especial de la ONU, Al-Akhdar al-Ibrahimi. Entre las partes participantes se encontraban, por un lado, una delegación del gobierno sirio, presidida por su Ministro de Exteriores, Walid al-Moalem; por otro, la Coalición de Qatar-Cairo. La conferencia reafirmó la necesidad del cese inmediato de las actividades hostiles en todo el país y llamó a las partes a cumplir la «agenda de Paz» y a respetar la soberanía. El Consejo de Seguridad no pudo adoptar una resolución durante el diálogo, lo que puso de manifiesto el dilema del terrorismo en Siria y la retirada de la «Oposición».
El Reconocimiento de Grupos Armados
Una de las amenazas más graves para la paz y la seguridad internacional son los combatientes extranjeros «Yihadistas». Estos proclaman la «guerra santa» y el deber de ayudar al Ejército Libre Sirio (FSA), lo que, según ellos, justifica las atrocidades que cometieron en Raqqa y Alepo, empleando todo tipo de armas, incluso químicas. Su financiación proviene, entre otros medios, de la venta indirecta de petróleo de Irak y Siria.
Las consecuencias de su accionar incluyen el desplazamiento interno masivo hacia las ciudades bajo control del Gobierno y una oleada de refugiados hacia los países limítrofes (Jordania, Líbano, Turquía) y luego a Europa.
El Consejo de Seguridad adoptó nuevas medidas en el contexto de la lucha contra el terrorismo organizado, principalmente contra Al-Qaeda y Daesh. La Resolución S/RES/2170 de agosto de 2014, dirigida contra el Frente Al-Nusra (FAN) y el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), incluyó medidas para frenar el flujo de combatientes, sanciones y la presentación de informes.
Conversaciones de Ginebra (2017)
Organizadas por el tercer y último enviado especial, Staffan de Mistura, se celebraron el 23 de febrero de 2017. Se advirtió a la oposición siria que debía seleccionar una delegación. Las conversaciones concluyeron oficialmente el 3 de marzo, logrando un pequeño pero significativo avance. Las próximas negociaciones se realizarían en Astana, Kazajistán, el 14 de marzo. Aunque no se lograron grandes avances, De Mistura afirmó que los invitados abordaron «todos o la mayor parte» de los asuntos de las cuatro «cestas»: gobernanza, Constitución, elecciones y combate al terrorismo.
La Resolución 2401 del Consejo de Seguridad (2018)
La Resolución 2401 del Consejo de Seguridad, aprobada el 24 de febrero de 2018, fue la resolución número 30 del Consejo sobre la Crisis Siria. De carácter humanitario, indicaba que más de 13,1 millones de personas en Siria necesitaban ayuda médica urgente.
La resolución exige que todas las partes pongan fin a las hostilidades sin demora y colaboren de inmediato para asegurar que todas las partes cumplan plena y ampliamente la exigencia de una pausa humanitaria duradera de al menos 30 días consecutivos en toda Siria. Esto es para facilitar, de forma segura, sostenida y sin trabas, la prestación de ayuda y servicios humanitarios y la realización de evacuaciones médicas de las personas gravemente enfermas y heridas, de conformidad con el derecho internacional aplicable.
Afirma que la cesación de las hostilidades no se aplicará a las operaciones militares dirigidas contra Daesh, Al-Qaeda y el Frente Al-Nusra (FAN), y todas las demás personas, grupos, empresas y entidades asociados con Al-Qaeda o el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), y otros grupos terroristas designados por el Consejo de Seguridad.
Exige además que, inmediatamente después del inicio de la cesación de las hostilidades, todas las partes permitan que las Naciones Unidas y sus asociados realicen evacuaciones médicas seguras y sin condiciones, sobre la base de la necesidad médica y la urgencia, con sujeción a una evaluación de la seguridad por las Naciones Unidas.