Evolución política del Imperio Romano desde el siglo III
Anarquía militar (235-284)
Denominación historiográfica del período del Imperio Romano que abarca desde el año 235 al 284. Durante esta etapa, se proclamaron más de 25 emperadores. Corresponde al inicio de la crisis del siglo III y marca el comienzo de la decadencia del Imperio Romano.
Intentos reformistas de Diocleciano
Diocleciano, proclamado augusto, impulsó una serie de reformas para estabilizar el imperio:
- Elaboró un nuevo sistema político conocido como la tetrarquía, basado en el poder compartido.
- Nombró a un segundo emperador asociado, Valerio Maximiano, con el título de césar.
- En el 293, se eligieron dos césares más: Galerio Valerio Maximiano y Flavio Valerio Constancio. Maximiano ascendió a augusto y se asoció en la zona occidental con el césar Constancio, mientras que Diocleciano se asoció con Galerio en la parte oriental.
Objetivos de las reformas de Diocleciano
- Saneamiento de la economía.
- Defensa de la integridad del imperio.
- Defensa de la romanidad.
Reformas económicas
- Intentó restablecer el valor de las monedas de plata y oro. Sin embargo, la reacción fue el encarecimiento de los productos y el deterioro de las condiciones de vida de las clases inferiores.
- Publicó en el 301 el Edicto sobre Precios Máximos para defender el curso de la moneda fraccionaria.
Constantino y Teodosio
a) Constantino (306-337)
- Protagonizó diversas luchas por el poder hasta consolidarse como único emperador.
- Promulgó el Edicto de Milán (313), que legalizó el cristianismo en el Imperio Romano.
- Fundó Constantinopla como nueva capital en el 330 (actual Estambul).
b) Teodosio (379-395)
- Estableció el cristianismo como la religión oficial del imperio mediante el Edicto de Tesalónica (380).
- Reunió temporalmente las porciones oriental y occidental del imperio.
- Fue el último emperador en gobernar todo el mundo romano antes de su división definitiva a su muerte.
Crisis del sistema esclavista: causas, consecuencias y el colonato
Causas de la crisis
- Grave crisis económica y política generalizada.
- Primeras incursiones bárbaras y ataques a las ciudades.
- Debilitamiento del entorno urbano y del poder central.
- Caída del comercio y decadencia general de las ciudades.
Consecuencias
- Ganaron importancia las unidades de producción rural autosuficientes (autarquía).
- Surgieron poderes locales autónomos en las provincias.
- Se produjo un éxodo de la población urbana (artesanos sin trabajo) y de pequeños propietarios rurales que, huyendo de los altos impuestos, se convirtieron en colonos de grandes dominios, trabajando la tierra a cambio de una parte de la producción y protección.
El colonato
El sistema esclavista se volvió poco rentable para los propietarios debido a los altos costes de manutención. Esto llevó a la liberación de muchos esclavos, que pasaron a ser «colonos». El propietario entregaba al colono una parcela de tierra y le permitía quedarse con parte de la cosecha a cambio de grandes tributos. Los grandes terratenientes adquirieron mayor independencia del control estatal, gobernando dentro de sus tierras sobre sus colonos y esclavos. Lograron incluso que los funcionarios imperiales no pudieran cobrar los impuestos en estos latifundios (propiedades agrícolas de grandes dimensiones).
La presión de los pueblos germánicos y su entrada en el mundo romano
Hasta el siglo III, las legiones romanas mantuvieron a raya a los bárbaros. A partir de ese siglo, la crisis política y económica debilitó a Roma, permitiendo las primeras incursiones. Sin embargo, las grandes invasiones no ocurrieron hasta el siglo V, después de la división definitiva del Imperio. Desde finales del siglo IV, la presión de los hunos desde el este provocó grandes migraciones de pueblos germánicos hacia el oeste. Los visigodos fueron admitidos dentro del Imperio como federados (376), pero se rebelaron y derrotaron a los romanos en la batalla de Adrianópolis (378). En el 406, suevos, vándalos y alanos rompieron el limes del Rin. En el 408, cruzaron los Pirineos y se establecieron en Hispania y el norte de África. El Imperio solo controlaba Italia, Sicilia y poco más. Hacia el 450, la aparición de los hunos de Atila, que avanzaban de este a oeste, culminó con la invasión de las Galias. Fueron derrotados por una coalición de romanos, francos y visigodos en la batalla de los Campos Cataláunicos (451).
Causas de las migraciones
- Deseo de obtener las riquezas romanas y mejores tierras.
- Posible superpoblación germánica.
- Posible cambio climático en sus tierras de origen.
- La llegada de los hunos desde el este, que empujaba a otras tribus.
- La debilidad romana frente a pueblos bárbaros militarmente más avanzados.
- La división del Imperio.
El concepto de foedus
Designa un tratado solemne y vinculante de asistencia mutua a perpetuidad entre Roma y otra nación. En la práctica, era un contrato para un reparto del poder: los bárbaros asumían el poder militar y la defensa de un territorio a cambio de tierras, mientras que Roma mantenía el poder civil y la administración.
El impacto del cristianismo: de la persecución a religión de Estado
Jesús de Nazaret se presenta como «El Mesías», prometiendo la liberación del pueblo judío. Revisa la ley de Moisés y critica a los más ortodoxos, lo que lleva a su ejecución por parte de las autoridades romanas. La hostilidad de algunos sectores judíos favoreció la dispersión de sus seguidores por todo el Imperio. Su difusión fue lenta, especialmente en Oriente y en la propia Roma. El desprecio hacia las religiones politeístas (paganismo) y la negativa a adorar al emperador como a un dios les acarreó graves problemas, incluyendo persecuciones sistemáticas.
Bases del cristianismo
El mensaje de Jesús, recogido en los Evangelios, se basa en el amor a Dios y al prójimo, la humildad, la caridad y el amor fraterno. Sus seguidores viven a la espera del Juicio Final, creyendo en el sacrificio de Jesús, el hijo de Dios, para la salvación de la humanidad.
Organización de la Iglesia cristiana
La comunidad cristiana se organiza en la Iglesia. Al principio, su estructura era muy democrática, liderada por un consejo de ancianos. Con el tiempo, se produjo una jerarquización y la concentración del poder en la figura del obispo (episcopos), jefe de la diócesis. La coordinación entre los obispos llevó a una progresiva subordinación ante el obispo de Roma: el Papa.
Los reinos germánicos y sus características
Principales pueblos y reinos germánicos
Visigodos en Hispania
Era el pueblo germánico más romanizado. Fueron expulsados de la Galia por los francos, por lo que cruzaron los Pirineos para instalarse en Hispania, donde fundaron el Reino de Toledo, aunque encontraron resistencia en Cantabria y Vasconia.
Merovingios (francos) en la Galia
Se instalaron de forma lenta en la Galia, sin grandes enfrentamientos, ocupando áreas despobladas como colonos. No firmaron un tratado con Roma. Clodoveo fue el unificador de todos los pueblos francos y el responsable de expulsar a los visigodos. Sus dominios se dividieron en tres reinos principales: Austrasia, Neustria y Borgoña.
Anglosajones en Britania
En el siglo V, los romanos abandonaron definitivamente la isla. Los pictos (Escocia) y los escotos (Irlanda) atacaron por mar a los bretones, quienes pidieron ayuda a los anglos, sajones y jutos. Estos últimos se hicieron con el control del país, desplazando a los bretones. Los reinos más importantes fueron Northumbria, Wessex y Mercia.
Ostrogodos y lombardos en Italia
Los lombardos penetraron en Italia en el 568. Previamente, el emperador Justiniano había conseguido recuperar Italia para el Imperio Bizantino (554-568), dominando también el sur de Hispania.
Características generales de los pueblos germánicos
Estructura social
La sociedad se dividía en nobles, hombres libres y esclavos. El núcleo era la sippe (familia amplia), donde el padre (mund) tenía autoridad sobre todos. Si un miembro de una familia era atacado, esta tenía derecho a venganza. Para evitar conflictos continuos, se estableció el wergeld (una compensación económica por delito de sangre). La mayoría de edad se alcanzaba a los 14 años. La unidad superior era la tribu, liderada por un jefe de guerra que podía ser sustituido si sufría una derrota. Una asamblea de guerreros administraba justicia, pactaba la paz, declaraba la guerra y elegía al nuevo jefe. Varias tribus formaban un pueblo con un rey. La categoría más importante era la de los hombres libres, aunque también existían los semilibres. Un esclavo que demostrara ser un buen guerrero podía convertirse en hombre libre. Su vida giraba en torno a la guerra. Se establecían dos tipos de relaciones de lealtad: la fidelidad del guerrero a su jefe y la paternidad adoptiva (acogiendo y educando niños para la guerra).
Organización política
La figura básica era el rey, cuyas funciones eran juzgar los delitos mayores, ser el jefe del ejército y recaudar tributos. La organización era bastante democrática.
Religión
Adoraban las fuerzas de la naturaleza, con culto a las montañas, la luna y los solsticios. Los sacerdotes eran los propios jefes. Era frecuente el sacrificio de caballos para beber su sangre. Enterraban a sus muertos a gran profundidad para que, si volvían a la vida, no atacaran a los vivos. Sus dioses más importantes eran Thor y Wotan (Odín).
Economía
Vivían en poblados sencillos de adobe y paja, con los cultivos alrededor, silos comunes y herrerías. Su economía se basaba en la ganadería y la caza. Eran trabajos muy desarrollados la artesanía y la metalurgia. El comercio se basaba en el trueque (ámbar y pieles) y desarrollaron un comercio marítimo de cabotaje.
