La Unificación Alemana (1834-1871): Bismarck, Prusia y el Nacimiento del Imperio

Orígenes Ideológicos y la Influencia del Romanticismo

Tanto Federico I como Federico II fueron reyes de Prusia; ambos dieron gran importancia al ejército. Pero cuando surge el Romanticismo (siglo XIX), Alemania se convierte en uno de los focos más importantes de este movimiento, y comienzan a desarrollarse ideas de tipo liberal y nacionalista.

Sin embargo, Alemania, como el resto de países de Europa, es invadida por los franceses. Se produce una reacción contra los invasores. Aunque una parte de la población compartía las ideas liberales y nacionalistas, el mero hecho de ser invadidos por otro país provocó una fuerte reacción. Algunos miembros de las clases cultas europeas simpatizaban con Napoleón, aunque muchos de ellos se decepcionaron cuando este se autoproclamó emperador.

El Impulso Intelectual: Fichte y Herder

Una vez que Napoleón fue derrotado, muchas de las ideas liberales se impusieron en gran parte de Europa. Concretamente en Alemania surgieron figuras que impulsaron la necesidad de construir la nación alemana.

Podemos destacar al ideólogo Fichte, filósofo alemán del Romanticismo, cuya obra clave fue “Discursos a la Nación alemana”, donde afirmó:

“Alemania llega hasta donde llega el último eco en alemán”

También es relevante Herder. Fichte concebía Alemania más como un concepto cultural; según él, la lengua definiría la nación (ya que sin palabras no hay pensamiento), sirviendo como el principal vehículo ideológico.

Fases de la Unificación: Economía, Política y Conflicto

Hitos Políticos y Económicos Iniciales

Políticamente, la primera acción concreta para la unificación alemana tuvo lugar en 1834 con el establecimiento del Zollverein (Unión Aduanera), que creó un mercado libre dentro de la Confederación Germánica (compuesta por 34 estados). Esta unión estaba dirigida principalmente por Prusia.

Durante todo el proceso de Unificación, existió una pugna constante entre Prusia y Austria por el liderazgo. Prusia obtuvo ventaja porque era el motor del Zollverein, mientras que Austria no se incluyó en el tratado de libre comercio. Otra diferencia crucial era la religión: Austria era católica, mientras que Prusia era protestante. Esta pugna dio origen a dos visiones de la unidad:

  • Großdeutsche Lösung (Gran Solución Alemana)

    Se refería a una Alemania unificada y gobernada por Austria. Incluía la idea de Fichte de que Alemania debía abarcar a todos los germanoparlantes. Esta propuesta fue impulsada por el Imperio Austrohúngaro para contrarrestar la influencia prusiana.

  • Kleindeutsche Lösung (Pequeña Solución Alemana)

    Se refería a una Alemania unificada y gobernada por Prusia, excluyendo a Austria.

El Parlamento de Frankfurt (1848)

En 1848, durante las revoluciones de la Primavera de las Naciones, se dio el siguiente paso: el Parlamento de Frankfurt. Este era un parlamento liberal, nacionalista y democrático, elegido por sufragio universal en los 34 estados de la Confederación. El parlamento decidió ofrecer la corona de Alemania al rey de Prusia, Federico Guillermo IV. Sin embargo, este la rechazó, pues consideraba que el poder sobre el país germánico no debía ser concedido por un parlamento liberal, sino alcanzado por sus propios medios (por derecho divino o conquista).

La Era de Bismarck y la Unificación por el Hierro y la Sangre

Más tarde, aparece la figura de Otto Von Bismarck, un terrateniente prusiano, elegido canciller en 1862. Sus políticas se basaron en el pragmatismo (Realpolitik), priorizando la economía y lo militar. Bismarck anticipó y enfrentó la resistencia, desarrollando una estrategia basada en una serie de guerras cuyo resultado final sería la formación del Estado alemán bajo la dinastía Hohenzollern de Prusia. El proceso se articuló a través de tres conflictos bélicos.

Las Tres Guerras de Unificación

  1. Guerra de los Ducados (1864)

    Tuvo lugar contra Dinamarca en 1864 por los territorios de Schleswig y Holstein (actualmente un estado alemán). En este conflicto, Austria fue aliada de Prusia.

  2. Guerra Austro-Prusiana (1866)

    El siguiente paso fue neutralizar a Austria mediante la Guerra Austro-Prusiana (1866). El conflicto se desencadenó por la disputa sobre la administración de Holstein. Terminó con la victoria prusiana en la Batalla de Sadowa el 3 de julio de 1866, un evento decisivo que consolidó la Kleindeutsche Lösung (Pequeña Solución Alemana).

  3. Guerra Franco-Prusiana (1870-1871)

    El último paso fue derrotar a Francia. Esto se logró en la Guerra Franco-Prusiana, que se desencadenó por el Telegrama de Ems el 13 de julio de 1870. La guerra culminó con la victoria prusiana en la Batalla de Sedán (septiembre de 1870), obligando a los franceses a reconocer a Alemania como una nueva nación.

El Nacimiento del Segundo Reich (1871)

El Káiser Guillermo I fue coronado en el Palacio de Versalles el 18 de enero de 1871. Como resultado de la guerra, Napoleón III perdió el poder, y posteriormente tuvo lugar en París la revolución socialista conocida como la Comuna de París.

En el nuevo Imperio Alemán, el ejército se consolidó como la institución más prestigiosa. A partir de 1871, Alemania se instauró como la potencia decisiva en Europa, y Bismarck inició importantes políticas exteriores. La exclusión de Austria fue el factor determinante que impidió la Großdeutsche Lösung (Gran Solución Alemana).

La Cuestión de Alsacia y Lorena

Tras la guerra, Alemania se apoderó de dos territorios que serían causa de pugna constante con Francia: Alsacia y Lorena. Estos territorios regresaron a Francia en 1918, volvieron a estar bajo control alemán en 1940, y regresaron a Francia en 1944, país al que siguen perteneciendo en la actualidad.

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