La Doctrina de EE. UU. en América Latina: De la Política del Buen Vecino al Intervencionismo de la Guerra Fría

La Evolución de la Política Exterior de EE. UU. hacia América Latina (1930-1960)

La Política del Buen Vecino (1930)

La Política del Buen Vecino (Good Neighbor Policy), implementada por Franklin D. Roosevelt (FDR) —término que tomó de Woodrow Wilson—, se basó en el principio de no intervención y no interferencia en la política doméstica de América Latina (LATAM).

Esta política buscaba reforzar la imagen de Estados Unidos (EE. UU.) como un «buen vecino» (cambiando la imagen asociada a Theodore Roosevelt) y promovía intercambios recíprocos con los países latinoamericanos. Aunque en ese momento no existía la noción formal de soft power, la estrategia buscaba ejercer influencia diplomática y económica.

Para el final de la guerra, EE. UU. era hegemónico en todo el hemisferio. Un póster de las Naciones Unidas de la época, «United Nations fight for freedom», mostraba las banderas de los aliados, que eran las naciones unidas durante la guerra.

Truman y el Retorno al Intervencionismo: La Lógica de la Guerra Fría

Harry S. Truman veía el mundo en términos binarios; la paz debía basarse en los principios estadounidenses. En América Latina, esto significó el abandono de la Política del Buen Vecino de FDR y el retorno al intervencionismo.

Aunque inicialmente quienes dirigían la política de posguerra mostraban poco interés por LATAM, para 1948, con la Reunión Interamericana, el Departamento de Estado identificó al comunismo como un peligro potencial para el hemisferio. Para 1950, EE. UU. veía a LATAM como una arena crucial para la competencia de la Guerra Fría.

La Doctrina NSC-68 y sus Efectos

Bajo el marco de la NSC-68, las relaciones de EE. UU. con América Latina fueron filtradas por la lógica de la Guerra Fría. Cualquier movimiento que pareciera contrario a los intereses estadounidenses o que mostrara simpatía izquierdista era visto como un potencial foco de insurrección o comunista. Esto llevó a una política de intervención directa y firme de EE. UU., manifestada principalmente en América Central y el Caribe, o mediante el apoyo al ejército en países de América del Sur.

Las acciones de EE. UU. durante este periodo incluyeron:

  • Permitir la vuelta de élites conservadoras a la democracia.
  • Proscribir a los partidos comunistas y suprimir organizaciones de izquierda.

Con Truman, más allá de la retórica del republicanismo, las políticas norteamericanas fortalecieron a las dictaduras y aumentaron la opresión en muchos países. El historiador Herring señala que la negación a intervenir, que era básica en la política del Buen Vecino, se transformó en la conveniencia de tolerar dictaduras en nombre del Orden, ya que la militarización de la política en América Latina se vio acompañada de ayuda militar estadounidense.

Eisenhower: Anticomunismo y el Punto de Inflexión

La administración de Dwight D. Eisenhower mantuvo inicialmente la política de priorizar la seguridad sobre la democracia. Rechazaron el pedido de un «Plan Marshall» para la región y mantuvieron relaciones cercanas con los líderes militares latinoamericanos, expandiendo el programa de ayuda militar.

Para EE. UU., el anticomunismo era la mayor prioridad, relegando la democracia y los Derechos Humanos a un segundo plano. Esto se tradujo en:

  • Apoyo a dictaduras de derecha.
  • Ayuda para derrocar gobiernos de izquierda.

Cambios Dramáticos al Final del Mandato

Una serie de eventos impactantes en los últimos años del gobierno de Eisenhower provocaron cambios dramáticos en la política de EE. UU. hacia América Latina:

  1. Inestabilidad Económica: Una recesión estadounidense hizo caer los precios de las exportaciones latinoamericanas, generando inestabilidad económica y política. Diez de los trece dictadores cayeron, y se generó un fuerte sentimiento anti-estadounidense.
  2. Revolución Cubana: El ascenso de Fidel Castro en Cuba.

Kennedy y la Alianza para el Progreso

John F. Kennedy buscó una estrategia diferente, comprometiéndose con una extensión del New Deal de FDR, denominada la Nueva Frontera. Este proyecto, similar en ambición al Plan Marshall, generó muchas esperanzas y buscaba que EE. UU. reforzara su poder blando, su imagen en América Latina y se posicionara como aliado del desarrollo y las reformas internas.

Objetivos y Resultados de la Alianza

La Alianza para el Progreso (Alliance for Progress) construyó mucha obra pública de bajo costo para América Latina. Sin embargo, para cuando Lyndon B. Johnson asumió la presidencia, el proyecto había tenido un impacto limitado. No generó las transformaciones que esperaba ni modernizó significativamente a las sociedades latinoamericanas.

Su fracaso se debió principalmente a que estableció objetivos poco realistas.

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