De la Emancipación Americana al Carlismo: El Origen del Estado Liberal en España (1810-1840)

1. La Independencia de las Colonias Americanas (1810-1824)

De forma paralela a la Guerra de la Independencia y hasta el Trienio Liberal, se desarrolló un proceso de emancipación de las colonias americanas de España, el cual culminó con la independencia de todos los territorios, excepto Cuba y Puerto Rico.

Causas de la Independencia

Causas ideológicas: El pensamiento cultural y filosófico dominante fue el de la Ilustración en el siglo XVIII, al igual que en Europa. La independencia se basó en las ideas de igualdad, libertad y soberanía nacional, ejemplificadas por la independencia de las colonias británicas de Norteamérica (1776) y la Revolución Francesa (1789).

Causas políticas: La crisis política que vivió España durante el gobierno de Carlos IV afectó también a la América española. Las colonias quedaron aisladas de la metrópoli debido a la guerra con Gran Bretaña. Al no poder comerciar con España, lo hicieron con países neutrales, lo que favoreció su autonomía. Las colonias americanas aprovecharon la Guerra de la Independencia para desligarse de España, dada la existencia de un vacío de poder y el desconcierto generado por la invasión francesa.

Causas sociales: Los criollos fueron los principales promotores de la independencia. Este grupo poseía un gran poder social y económico, derivado del comercio y la propiedad de territorios, pero carecía de acceso a los altos cargos de la administración colonial, que eran designados en España y ocupados por peninsulares. La lucha por la emancipación se dio principalmente entre los criollos y los españoles peninsulares, ya que las capas inferiores y mayoritarias (indios, negros y mestizos) no eran inicialmente independentistas.

Causas internacionales: El imperio colonial español resultaba muy tentador para el resto de potencias, especialmente para Gran Bretaña, que no olvidaba el apoyo español a la independencia de las colonias de Norteamérica (1776-1783). Gran Bretaña apoyó a las colonias españolas en su búsqueda de libertad, obteniendo a cambio importantes beneficios económicos y comerciales.

Características y Evolución del Proceso Independentista

El proceso independentista se inició en 1808 y terminó en 1825, dividido en dos etapas:

Primera Etapa (1808-1814): La Formación de Juntas

Surgieron los primeros movimientos revolucionarios en México, Venezuela y Argentina, aprovechando el vacío político en España, aunque José I Bonaparte se consideraba también rey de las Indias. Los criollos buscaron dar legalidad al movimiento mediante la creación de Cabildos Abiertos en las capitales, asambleas a las que se convocaba a todos los vecinos. De estos cabildos surgieron las Juntas Supremas, que destituyeron a las autoridades peninsulares en lugares como Venezuela, Nueva Granada, Chile o Quito.

  • Las Juntas crearon sus propios ejércitos e iniciaron relaciones comerciales con Gran Bretaña y EE. UU.
  • La metrópoli no pudo enviar soldados para restablecer el orden, por lo que las Juntas revolucionarias encontraron poca resistencia inicial.
  • Solo en México el movimiento insurgente tuvo un carácter marcadamente sangriento. El cura Hidalgo, al frente de un ejército de indios, mestizos y criollos, reivindicó el reparto de tierras y la igualdad de derechos entre etnias, llevando a cabo la matanza de españoles en Guadalajara.

Segunda Etapa (1814-1824): Las Campañas Militares y la Consolidación

Tras el final de la Guerra de la Independencia y el regreso de Fernando VII a España, se produjo el envío de 10.000 soldados bajo el mando del general Morillo en 1815 para frenar a los independentistas. Los líderes clave, Simón Bolívar y José de San Martín, se pusieron al frente de los movimientos emancipadores.

Principales Hitos de la Independencia
  • Argentina: Proclamó su independencia en 1816 en el Congreso de Tucumán.
  • Paraguay: Proclamó su independencia tempranamente en 1811.
  • Gran Colombia: Bolívar consolidó la independencia de Nueva Granada (actual Colombia) tras la Batalla de Boyacá (1819), Venezuela tras la Batalla de Carabobo (1821) y Ecuador tras la Batalla de Pichincha (1822). Estos territorios se agruparon en la Gran Colombia, liderada por Bolívar hasta su muerte en 1830.
  • Perú y Bolivia: Perú se independizó tras las campañas de San Martín y Bolívar (1821-1824). El Alto Perú se independizó en 1825, adoptando el nombre de Bolivia en honor a Bolívar.
  • México y Centroamérica: El virrey Iturbide declaró la independencia de México en 1821 y se proclamó emperador (Agustín I). Dos años después fue depuesto y se proclamó la República. En 1823, Guatemala, Honduras, El Salvador y Costa Rica se separaron de México para formar la Confederación de las Provincias Unidas de América Central.

Los nuevos países fueron rápidamente reconocidos por las potencias europeas y EE. UU. España solo conservó en América los territorios de Cuba y Puerto Rico (además de Filipinas en Asia).

2. La Regencia de María Cristina de Borbón (1833-1840)

El Inicio de la Regencia y la Aparición del Carlismo

A la muerte de Fernando VII, el 30 de septiembre de 1833, fue nombrada regente María Cristina de Borbón, madre de la infanta Isabel, que contaba solo con tres años. Su primera medida fue destituir a los partidarios de su cuñado, Carlos María Isidro, quien aspiraba al trono. María Cristina, al no contar con los absolutistas, se apoyó en los liberales, a quienes concedió una amnistía y permitió regresar del exilio. De esta manera, la regente atrajo a los liberales y aseguró el apoyo para su hija en el trono.

Inmediatamente después de la muerte de Fernando VII, se pronunciaron los carlistas, dirigidos por Carlos María Isidro, quienes habían sido apartados del poder y se oponían a que una mujer reinara España (basándose en la Ley Sálica). Los carlistas defendían los derechos dinásticos de Carlos, la monarquía absoluta y la alianza entre el Trono y el Altar.

El Movimiento Carlista y la Guerra Civil

Este pronunciamiento triunfó en Navarra, las Vascongadas, parte de Cataluña, Aragón y el Maestrazgo. Fue un movimiento predominantemente rural que contó con el apoyo de campesinos, el bajo clero y grandes propietarios agrarios. Era un movimiento opuesto al mundo urbano e industrial.

Los carlistas crearon juntas encargadas del gobierno de los territorios bajo su control. Carlos María Isidro lanzó un llamamiento al pueblo español (el Manifiesto de Abrantes) en el que defendía sus derechos al trono y fijó su sede en Estella. La existencia de dos pretendientes al trono (Isabel II y Carlos V, según los carlistas) y la profunda división ideológica desembocaron en una guerra civil: la Primera Guerra Carlista (1833-1840).

La Aparición de los Primeros Partidos Políticos

Durante el reinado de Isabel II surgieron los primeros partidos políticos modernos. Estos se originaron a partir de la discusión sobre la amplitud y profundidad de las reformas necesarias para la construcción del Estado liberal, rompiendo definitivamente con la estructura del Antiguo Régimen.

Los partidos Moderado y Progresista se consolidaron como los herederos directos del primer liberalismo gaditano y de la etapa venteañista, convirtiéndose en los protagonistas centrales del discurso político español de la época.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *