Exaltacion nacionalista primera guerra mundial

COLONIALISMO E IMPERIALISMO:


El término imperialismo hace referencia a la actitud, doctrina o acción que conduce al dominio de un estado sobre otro u otros mediante el empleo de la fuerza militar, económica o política.
Durante el último tercio del siglo XIX las potencias europeas y algunas extraeuropeas (USA y más tarde Japón) desarrollaron una política de expansión colonial acelerada que ya venía gestándose desde comienzos de siglo. Esta nueva fase del colonialismo, que recibe la denominación de imperialismo,tendía a la formación de grandes imperios y constituyó una constante fuente de conflictos que desembocaron en la 1ª Guerra Mundial
.

EL COLONIALISMO:

Suele aludir a las primeras fases de la expansión europea, durante los siglos XVI, XVII y XVIII
. Las metrópolis controlaron una serie de territorios, explotados económicamente, que alentaron relaciones de subordinación con los pueblos autóctonos de la zona, a los que impusieron sus estructuras y formas de vida. Se impulsó el control de rutas, lugares estratégicos y la creación de zonas de influencia, pero no quedó claramente establecida una conducta de conquista continua y sistematizada.

EL IMPERIALISMO:

A diferencia del anterior, tiene fuertes connotaciones nacionalistas
: los estados que lo practicaron pretendían la conquista sistemática de la mayor cantidad posible de territorios con el objetivo de alcanzar el rango de potencias mundiales. No buscaban tanto la transformación cultural de estas zonas como su control político, económico y militar. Este proceso adquirió nitidez en el último tercio del siglo XIX
.

LOS PROLETARIADOS:

El proletariado es el término utilizado para designar a los trabajadores o clase obrera que carece de propiedades y medios de producción por lo que, para subsistir, se ve obligada a vender su fuerza de trabajo a la burguesía, propietaria de los medios de producción. Un proletario es un miembro de la clase obrera o proletariado. El proletariado constituía la clase social baja de la edad contemporánea que, en el modo de producción capitalista carece de medios de producción y solamente posee su fuerza de trabajo. La burguesía es la propietaria de los medios de producción y constituiría la clase social alta. Por debajo del proletariado, se encuentra el lumpenproletariado o subproletariado, término con el que se designa a la población situada socialmente por debajo del proletariado y constituye el último estrato social y al que se considera que carece de conciencia de clase.


En los BALCANES la muerte siempre se impuso a la deslumbrante naturaleza. La guerra que se está viviendo es una más -y tal vez no la única- de las muchas que se libraron en este sitio que los sultanes otomanos llamaron «las montañas arboladas».

En el siglo X a.C., estas bellas cumbres virginales albergaron a los ilirios, un pueblo de pastores de origen indoeuropeo, que fueron sus primeros, casi desconocidos pobladores. Desde entonces, como si una maldición pesara sobre ese lugar, los ejércitos de todos los conquistadores de la historia pasaron por allí desde Alejandro hasta Gengis Khan. Pero fueron las invencibles legiones romanas quienes dominaron tempranamente toda la costa del Adriático. En el año 168 a.C. fundaron ahí la poderosa provincia de Illycum, joya del Imperio Romano. Alguno de los más notables emperadores -como Aureliano, Diocleciano y Constantino I- fueron ilirios. Al comienzo de la Era Cristiana, ya en el año 6, se produjo una sangrienta sublevación que Roma reprimió sin ninguna piedad. La orgullosa Iliria fue desmembrada por primera vez para dar lugar a dos provincias imperiales más débiles: la Panonia y la Dalmacia. La paz había huído de ese sitio para siempre. En el año 395, a la muerte del emperador Teodosio, el Imperio Romano se dividió en dos partes, una al este (con capital en Bizancio) y otra al oeste, con centro en Roma, regidas por dos de los hijos mayores del monarca fallecido. Los Balcanes quedaron en la parte oriental del Imperio. A fines del siglo VI -cuando el Imperio Bizantino ya declinaba- comenzó la trabajosa expansión de los pueblos eslavos del Cáucaso hacia el sur. Los más audaces de esos grupos se infiltraron por «las montañas arboladas» y se apoderaron de la antigua Panonia romana. Llegaron hasta la Dalmacia y se afincaron en la zona costera. A principios del siglo VII toda la Iliria y la mayor parte de los Balcanes estaban en manos de estos harapientos eslavos del sur, antepasados de los actuales eslovenos, croatas y serbios. Pero la vida no iba a ser simple para esa gente. Muchos, como los eslovenos, accedieron pronto a un alto grado de organización y en el 788 pasaron a formar parte del Imperio forjado por Carlomagno, a quien el papa, en el año 800, le otorgó el título de Emperador de Occidente.


La PRIMERA GUERRA MUNDIAL, también llamada la Gran Guerra, se desarrolló entre el 28 de julio de 1914 y el 11 de noviembre de 1918. Involucró a todas las grandes potencias del mundo, que se alinearon en dos bandos enfrentados: por un lado, los Aliados de la Triple Entente, y, por otro, las Potencias Centrales de la Triple Alianza.

En el transcurso del conflicto fueron movilizados más de 70 millones de militares, incluidos 60 millones de europeos, lo que lo convierte en una de las mayores guerras de la Historia. Murieron más de 9 millones de combatientes,3 muchos a causa de los avances tecnológicos de la industria armamentística, que hizo estragos contra una infantería que fue usada de forma masiva y temeraria.

El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero del trono del Imperio austro-húngaro, el 28 de junio de 1914 en Sarajevo, fue el detonante inmediato de la guerra, pero las causas subyacentes jugaron un papel decisivo, esencialmente el imperialismo de las políticas exteriores de grandes potencias europeas como el Imperio Alemán, el Imperio austro-húngaro, el Imperio Otomano, el Imperio Ruso, el Imperio Británico, Francia e Italia. El asesinato de Francisco Fernando por el nacionalista yugoslavo Gavrilo Princip dio como resultado un ultimátum de los Habsburgo al Reino de Serbia. Las potencias europeas invocaron diversas alianzas formadas años y décadas atrás, por lo que sólo unas semanas después del magnicidio las grandes potencias estaban en guerra. A través de sus colonias, el conflicto pronto prendió por el mundo.

El 28 de julio, el conflicto dio comienzo con la invasión de Serbia por Austria-Hungría, seguida de la invasión de Bélgica, Luxemburgo y Francia por el Imperio Alemán, y el ataque de Rusia contra Alemania. Tras el avance alemán en dirección a París se llegó a un alto, y el Frente Occidental se estabilizó en una guerra estática de desgaste basada en una extensa red de trincheras que apenas sufrió variaciones significativas hasta 1917. En el frente oriental, el ejército ruso luchó satisfactoriamente contra Austria-Hungría, pero fue obligado a retirarse por el ejército alemán. Se abrieron frentes adicionales tras la entrada en la guerra del Imperio Otomano en 1914, Italia y Bulgaria en 1915 y Rumanía en 1916.

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