El Terror Estalinista: Purgas y Colectivización en la URSS
De 1936 a 1939, se implementaron medidas de purga, realizando una limpieza en diversos sectores. Dirigidas por la GPU, estas acciones se llevaron a cabo contra el ejército, el partido y la sociedad, sumando aproximadamente 800.000 muertos. Además, aniquilaron a los revolucionarios de Octubre. Estos actos se relacionan con la industrialización y la colectivización. La industrialización era un objetivo básico del comunismo, mientras que la colectivización del campo se impuso con el comunismo de guerra. Perseguían la construcción de una sociedad sin propiedad privada, para lo cual el Estado debía controlar los medios de producción. Con este fin, se plantearon los planes quinquenales, dirigidos por el Gosplan. Buscaban convertir Rusia en un país industrial y obtener un mayor beneficio agrario a través de la colectivización. Sin embargo, rara vez se consiguieron los resultados esperados.
De 1929 a 1933, se colectivizaron los transportes, las finanzas y los edificios. Se impuso un estilo de vida comunista, suprimiendo la economía de mercado y distribuyendo los bienes a través del Estado. La colectivización de 1929 obligó a los campesinos a abandonar sus propiedades y agruparse, lo que provocó la desaparición de los *kulaks*, quienes fueron expropiados y asesinados.
La colectivización se realizó a escala masiva, produciendo millones de muertos, entre 10 y 12 millones. Particularmente en Ucrania, hubo entre cuatro y seis millones de fallecidos, la mayoría por hambre, debido a la política que se estaba llevando a cabo. Este evento fue conocido como el *Holodomor*. El Ejército Rojo rodeó Ucrania, impidiendo la entrada o salida de cualquier recurso. Como consecuencia, la región pronto quedó desolada: se llevaron la cosecha y la gente moría de hambre, dejando pueblos enteros, comarcas y regiones despobladas entre 1932 y 1934. Situaciones similares ocurrieron en otras zonas, como Kazajistán. El capital para la industrialización se obtuvo de la minería y la agricultura, lo que acentuó la diferencia entre el campo y la ciudad, dejando a gran parte de la población sin alimentos. La industrialización se centró en la industria pesada, lo que resultó en un bajo nivel de vida debido a las duras condiciones.
La URSS se convirtió en un gigante industrial de hierro y acero. En los 10 años posteriores, también se consolidó como un centro de producción de energía y carbón, constructor de infraestructuras y con grandes presas. En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, Rusia era una de las grandes potencias industriales del mundo.
La Gran Depresión de 1929: Origen y Expansión Global
La Crisis de 1929 es la mayor crisis económica conocida, que afectó, aunque no por igual, a todos los países europeos y americanos, es decir, a casi todas las naciones del mundo. Nació en Estados Unidos y se extendió a todos los países industriales debido a la globalización económica. Además, América salía de la guerra como la gran potencia mundial.
Produjo una pobreza generalizada que influyó decisivamente en la llegada de Hitler al poder y fue un antecedente de la Segunda Guerra Mundial. Esta crisis fue particularmente dura para los sectores más débiles, sin protección social, y tuvo un impacto social y político sin precedentes. Aunque la crisis tuvo lugar a finales de los años 20, estos años son conocidos como los *Felices Años Veinte* por su prosperidad. Fueron buenos en América, pero en Europa solo hubo un auge en la segunda mitad de la década. La Primera Guerra Mundial tuvo un gran efecto, dañando a todos los países, no solo a los vencidos, sino también a los ganadores. Después de la guerra, Estados Unidos controlaba toda la economía mundial, ya que los países europeos estaban endeudados con Norteamérica. Esto les permitió sustituir a Gran Bretaña en los mercados internacionales. Los británicos intentaron mantener la libra como la moneda de las transacciones. Con ello, se mantuvieron fuertes frente al dólar, pero esto provocó una caída en su moneda y en sus exportaciones. La libra comenzó a caer porque la banca estadounidense era capaz de ofrecer préstamos abundantes a largo plazo. Estados Unidos sustituyó a Gran Bretaña como el primer inversor internacional.
Los Felices Años Veinte en Estados Unidos: Auge Económico y Sociedad de Consumo
Estados Unidos sustituyó a Gran Bretaña y se posicionó al frente de la economía mundial. Era la gran potencia, y todos los países europeos tenían deudas económicas con ellos a causa de la guerra. Su participación en la guerra supuso un esfuerzo que redundó en el crecimiento de su industria con características específicas, como la organización del trabajo, que aumentó la utilización de la energía y el petróleo, reduciendo el consumo de otros materiales. Entre 1920 y 1930, utilizaron la misma cantidad de energía, pero menos materias primas. Esto causó que todos los sectores incrementaran, incluyendo los minoritarios como el del automóvil o el teléfono. En la industria del automóvil se aplicaron por primera vez las cadenas de montaje, lo que influyó enormemente no solo en su sector, sino también en otros, por ejemplo, las compañías de neumáticos. Además, en Estados Unidos se empezó a generalizar el uso de electrodomésticos como planchas y lavadoras, y las ciudades comenzaron a transformarse en lo que conocemos hoy en día, repletas de rascacielos. Como consecuencia, se produjo una concentración empresarial con mayor productividad y reducción de costes en comparación con Europa, lo que generó más empleo y llevó a que la demanda creciera, estimulando la oferta de modo que la tasa de crecimiento aumentó un 5%. Esto llevó a la revolución de los consumidores, creando una sociedad de consumo facilitada por los grandes almacenes, las ventas a plazos y el intento de atraer a los consumidores con actividades como la publicidad y el marketing.
El Crack Bursátil de 1929 y las Causas de la Gran Depresión
Comenzó a finales de la década, poniendo fin a los *Felices Años Veinte*. Hubo un crecimiento ficticio, que se vio afectado cuando las personas empezaron a creer que todo iba a ir mal. El sector agrícola se quedó rezagado, y aunque los trabajadores habían aumentado su capacidad adquisitiva, esto llevó a la sobreproducción. La euforia continuó, y las personas seguían comprando acciones; cuando estas subían, las compraban rápidamente. De repente, todos empezaron a venderlas (13 millones), pero nadie se atrevía a comprarlas. Esto se denominó el *Jueves Negro*, que tuvo lugar el 24 de octubre. El valor cayó en picado, y cuantas más acciones se ponían en venta, menos valor tenían. Entonces, los bancos pidieron la devolución de los préstamos, pero nadie tenía dinero; fue una ruina completa. Así es como sucedió el *Martes Negro*, el 29 de octubre.
- Causas de la Gran Depresión:
- Sobreproducción industrial: Comenzó antes del *crack*, con muchos indicadores de desaceleración económica, lo que ya había generado una crisis económica.
- Crisis de liquidez: Esto generó una cadena de impagos, provocando el cierre de muchas industrias y entidades bancarias, así como la retirada de inversiones en Europa. Todos deseaban vender a cualquier precio, lo que hizo que los precios cayeran, llevando a la deflación. Sin consumo, no hay producción ni empleos.
- Caída del consumo: Comenzó con el aumento del paro, y las personas, creyendo que todo iría a peor, adoptaron una mentalidad ahorradora. Disminuyó la capacidad de producción, y todos los empleados temían ser despedidos. Se produjo la caída de los precios agrarios y un fuerte endeudamiento. Nadie consumía porque esperaban que los precios bajaran más y por la falta de capital. Esto desembocó en una crisis bancaria y bursátil con mucha pobreza. La mayoría de los bancos cerraron, y los pocos que quedaban estaban muy controlados, con una mentalidad restrictiva. El pesimismo se expandió y la producción se detuvo, lo que supuso un gran desempleo: en 1933 había 13 millones de parados, dejando a la población en la pobreza, viviendo de la caridad. Hubo una proletarización de la clase media. Los precios seguían bajando, al igual que la demanda.
La crisis se expandió por todo el mundo. Los bajos precios de Estados Unidos supusieron una gran competencia para las industrias europeas, la demanda retrocedió y se realizó un recorte en las importaciones de productos. Los préstamos en Europa descendieron debido a los problemas financieros de Estados Unidos. Tuvo mucho eco en Europa y en sus bancos, provocando la quiebra del banco central austriaco en mayo de 1931; todo estaba contaminado. Alemania sufrió la crisis de forma muy dura, con una inflación altísima y un crecimiento del paro que alcanzó los 7 millones de personas desempleadas sin cobertura social. Otros países, como Gran Bretaña, también sufrieron, pero no de forma tan grave, aunque no pudieron mantener la libra como moneda internacional. Llevaron a cabo sucesivas devaluaciones para que su moneda no perdiera importancia. Francia perdía competitividad porque no quiso devaluar su moneda. Por lo cual, impuso barreras proteccionistas de tal modo que los productos franceses no sufrieran. Todos los países comenzaron a tomar medidas proteccionistas, lo que tuvo un impacto en el comercio internacional. El volumen importado era una tercera parte comparado con el de 1919. Como toda la economía estaba globalizada, todos los países sufrieron, pero los más aislados pudieron mantenerse al margen, por ejemplo, Rusia y la Italia fascista, que eran economías autárquicas y autosuficientes. La adopción de estas medidas generó una guerra comercial, que comenzó en Estados Unidos, puesto que no dejaban entrar otros productos. Como consecuencia, Europa adoptó la misma medida.
El Hundimiento del Comercio Global y las Respuestas a la Crisis
El hundimiento del comercio fue una consecuencia de la crisis que condujo a los países al proteccionismo. Estas barreras económicas llevaron a una guerra comercial, a causa de los intentos de cada Estado por encontrar una solución. A comienzos de 1933, el comercio internacional quedó reducido a un tercio de lo que era antes, un 35%. La expansión de la crisis a los países productores hizo que las ventas cayeran, impidiendo que estos pudieran pagar los préstamos. A su vez, repercutió en la demanda de productos manufacturados, lo que afectó negativamente al mundo occidental. Esto produjo la imposición de barreras a la importación; era como un círculo interminable. La crisis afectó a todos los países, y los gobernantes no encontraban soluciones ni salidas. A raíz de esto, surgió Keynes, quien se dio cuenta de que el núcleo del problema estaba en los salarios y en el momento en que estos se congelaron. Dijo: «Esta medida está mal. La crisis no es pasajera, y si los Estados no ayudan al mercado, este por sí solo no va a arreglar la crisis». Acertó al saber que había una falta de demanda y que deberían aumentarse los salarios. Pero el mercado privado no tenía recursos suficientes, por lo que el Estado, a través del gasto público, debía crear empleo. Todo eran ventajas: se creaban infraestructuras y el Estado las pagaba. Lo único ‘malo’ es que el déficit público aumentó, es lo que creen los economistas liberales. Pero Keynes lo negó, diciendo que al crear empleos, los impuestos pagarían el gasto. Lo que él quería es que la gente no ahorrara, sino que gastase. A partir de aquí, se crea el multiplicador keynesiano, que busca la introducción del Estado en la economía, puesto que al dar empleo, hace que estos empleados necesiten a otros sectores como tiendas de comida y bebida, y a partir de aquí, se crean pueblos y ciudades en los alrededores de la infraestructura en construcción. Por lo cual, era necesario aumentar la capacidad adquisitiva de la población.
En Estados Unidos, el poder lo tomó Roosevelt (1932-1945), quien puso en marcha un plan económico para salir de la crisis con el *New Deal* (Nuevo Pacto), que aumentaba el papel del Estado, pero disminuía el gasto público. Tendría que subir el gasto público y disminuir el gasto de otros sectores, aumentando el papel del Estado, pero no tanto como para estimular la subida de los precios. Promocionó apoyo para los empresarios que llevaran a cabo proyectos de infraestructuras para aumentar la demanda y controló la bolsa. Se creó un seguro federal para garantizar las cuentas de los pequeños inversores en caso de bancarrota. Para conseguir el objetivo de favorecer las exportaciones y que el sector exterior aumentase la demanda, impuso una política monetaria con una fuerte devaluación del dólar.
Se adoptaron medidas de política social: salarios mínimos, limitación de horas a la semana, y la ley de creación de la Seguridad Social con prestaciones para los desempleados y las personas mayores. Además de ayudar a las personas, esto ayudó a la economía. Estas medidas provocaron desconfianza en los empresarios. No hubo una gran inversión de carácter privado, que era lo que buscaba Roosevelt. En la historia, no ha existido ningún balance que determine si esto fue completamente bueno.
La economía se estabilizó en 1934, y el paro descendió a 9 millones de desempleados, pero el nivel de renta no se había recuperado. Estados Unidos consiguió salir gracias a la Segunda Guerra Mundial, en la que no participaron hasta diciembre de 1941. Hasta entonces, estuvieron produciendo armas para los Aliados y los soviéticos; gracias a ello, lograron reactivar la economía. Al entrar en la guerra, la economía se vio envuelta en la producción de armamento y lograron salir de la crisis, convirtiéndose en la primera potencia mundial.
El segundo país más afectado por la crisis fue Alemania. Tuvieron una trayectoria parecida, con una depresión económica feroz, la cual llevó a Hitler al poder, ya que los gobiernos democráticos no consiguieron hallar una solución y el país tenía 7 millones de parados. Salieron con una teoría parecida a la keynesiana, basada en obras públicas. Hitler consiguió sacar a Alemania adelante y la convirtió en la segunda potencia más importante en todos los sentidos. A partir de 1937-1938, ya no había desempleo y se demandaba mano de obra. Gracias a esto, Hitler consiguió el apoyo de los alemanes. El nivel de vida mejoró, y le consideraban como un semidiós.
El Fascismo: Ideología, Características y Culto al Líder
No hay una definición exacta, pero tiene unas características claras. En su momento, era vanguardista, lo moderno y nuevo, por encima de la democracia liberal. Tomó como enemigos a los comunistas y a los demócratas liberales, rechazando ambas instituciones. Tenía un carácter juvenil, casi una revuelta generacional contra lo antiguo; fue el primer movimiento de la juventud. Antes no existía este concepto de la adolescencia, se pasaba de ser niño a ser adulto. Su núcleo ideológico, por el cual se movía, era la nación: un nacionalismo radical, aunque no necesariamente tenía un componente racista. No había propiamente una doctrina, aunque posteriormente adoptaron la *Doctrina del Hecho*. No tenían parlamento. Esto les acercó a la violencia; tenían una valoración positiva de ella porque hacía una exaltación de la vida y los instintos, influenciados por la ideología de Nietzsche. Había también un culto al líder o jefe jerárquico, a quienes se les llamaba *Duce* (Italia) o *Führer* (Alemania). Debían obedecer al jefe (obediencia militarista); el Estado era la única realidad política, y todos los derechos de la persona estaban supeditados a él. El fascismo se planteaba como una doctrina en torno a la nación, superando la dicotomía de ser de derechas o de izquierdas, ya que consideraban que estas eran solo parcialidades que dividían la sociedad. Eran antimarxistas y antiliberales democráticos. Consideraban que eran dos caras de la misma moneda con caracteres materialistas, además de ser enemigos de la nación y apoyar el internacionalismo. Los fascistas buscaban la colaboración de todas las clases, no la lucha entre ellas.
El Fascismo Italiano: Ascenso de Mussolini y Consolidación del Régimen
Italia entró en la Primera Guerra Mundial en el bando contrario al que tenía su alianza, ya que le prometieron ganancias a costa de Austria al final de la guerra. Cuando acabó la guerra, no se les recompensó, lo que causó frustración en los italianos. El coste de la vida aumentó más que los salarios, que habían bajado. Los salarios en 1918 eran un tercio menos que en 1913. Naturalmente, los obreros utilizaron esto para ponerse en huelga. Comenzó una huelga de carácter revolucionario, ocupando las fábricas y territorios, a la vez que en Rusia estaba sucediendo la Revolución Bolchevique. El gobierno no fue duro, lo cual hizo que la burguesía reclamara dureza ante estos acontecimientos. La monarquía constitucional se encontraba debilitada; ningún partido tenía poder para gobernar. En tres años, hubo cinco partidos políticos diferentes, todos inestables. Además, el sistema estaba desasistido de la izquierda. En 1921, surgió el Partido Comunista Italiano, dirigido por Gramsci, un teórico que apoyaba las ideas de Marx. A la derecha, el Partido Popular, que estaba compuesto por sectores de opinión católicas. De la frustración social y nacional, surgió un grupo de soldados, los *Arditi*. Eran soldados nacionalistas de acción callejera que serían el núcleo del fascismo. Destaca el poeta Gabriele D’Annunzio, quien fue el líder que dirigía la expedición para conquistar Fiume, ya que los Aliados no se la habían dado al terminar la guerra. También invadieron la Costa Dálmata. El 23 de marzo de 1919, en Milán, un periodista socialista italiano, Mussolini, fue expulsado del partido por ser muy radical, puesto que quería la guerra. Fundó otro periódico, *Il Popolo d’Italia*, a favor de la guerra y expandiendo propaganda por Italia. Esta propaganda se orientaba hacia la izquierda y el nacionalismo. El partido no tenía una ideología como tal; consistía en la acción de «hablar menos y hacer más». Pero cuando fueron creciendo y necesitaron una, se unieron al partido nacionalista y formaron el PNF (Partido Nacional Fascista). Adoptaron una propaganda antimarxista frente a los bolcheviques, lo que los convirtió en el partido favorito. A partir de entonces, Mussolini mezcló la doctrina social con un discurso populista, defendiendo la propiedad privada y con una fuerte nacionalización. El fascismo adoptó la camisa negra como uniforme y el saludo de brazo en alto, un saludo de paz que se utilizaba en la antigüedad para saludar y demostrar que no se llevaban armas en las manos. Mussolini adoptó esto por su gran admiración al Imperio Romano. Tuvo una gran influencia en las clases medias, sectores trabajadores, parados y la pequeña burguesía; ellos tenían miedo al empobrecimiento. Las industrias recibieron apoyo para evitar un auge de los obreros. Utilizaron la violencia, atacando ayuntamientos, periódicos y todo tipo de infraestructura de izquierdas. Estos acontecimientos tuvieron el apoyo de sectores sociales que acusaban al gobierno de no tomar medidas contra los revolucionarios. En agosto de 1922, hubo una huelga de las izquierdas, planteada como un desafío. Mussolini comunicó al Estado que si no eran capaces de mantener el orden, ellos deberían sustituir al Estado. Se hicieron cargo de los servicios de vehículos como el tren, autobuses y correos, y funcionó, haciendo que ganaran más simpatía de la población. Estaban ganando mucha fama, y el gobierno no se atrevía a hacer nada. Iban a tomar el poder el 28 de octubre de 1922, cuando miles de fascistas marcharon sobre la capital, en la *Marcha sobre Roma*. Dos días después, con la neutralidad del ejército, ocuparon edificios públicos y las comunicaciones de toda la zona norte. El gobierno presionó al rey para decretar el estado de excepción, pero este se negó y desautorizó al Estado, haciendo que dimitieran el 30 de octubre. El rey encargó a Mussolini un nuevo gobierno; fue fundamental la actitud del ejército y la monarquía. El rey no solamente encargó el gobierno a Mussolini, sino que el ejército pidió al rey que no le pusiera en la situación de tener que elegir y reprimir a los fascistas. Una gran parte de los mandos simpatizaba con el fascismo. Se entregó el gobierno. Durante 1922-1924, tenían un parlamento y existían otros partidos. Fue un gobierno que restableció el orden y restringió algunas libertades políticas y sindicales, pero mantuvo la vida parlamentaria y política más o menos como anteriormente. Se celebraron elecciones en las cuales los fascistas salieron victoriosos con mayoría. Asesinaron a Matteotti, un socialista. Entonces, lo denunciaron en el parlamento, acusando la política fascista. Se pusieron fuera del parlamento, abandonándolo, y Mussolini se hizo responsable de todo el 3 de enero de 1925, cuando asumió plenos poderes y silenció a la oposición.
La Dictadura Fascista en Italia: Control Político y Social
Proceso paulatino de identificación del gobierno fascista y del Estado. Se nombró a Mussolini como Jefe de Gobierno con una autoridad política completa. Podía legislar mediante decretos, controlaba el poder legislativo y nombraba o revocaba a los ministros. En 1926, la *Ley Rocco* prohibió los partidos políticos y sindicatos, excepto los fascistas. Posteriormente, en 1934, el terreno sindical se integró en 22 corporaciones, los *sindicatos verticales*, que consistían en agrupar a trabajadores, administradores y propietarios en un mismo grupo, permitiendo así al Estado arbitrar los conflictos. El parlamento pasó a depender del Gran Consejo Fascista, que elegía a los diputados. Posteriormente, en 1939, fue sustituido por la Cámara de los Fascios y de las Corporaciones. Las autoridades eran designadas por el gobierno, y las filas fascistas y la administración seguían purgadas de los enemigos del régimen. Existía una policía política, la OVRA (Organización para la Vigilancia y la Represión del Antifascismo). También desarrolló una política hacia la Iglesia Católica, aunque él era agnóstico. Los *Pactos de Letrán* de 1929, una bendición de la Iglesia, terminaron con el conflicto planteado en 1870 entre la Iglesia y el Estado. Se rehicieron los acuerdos entre Roma y el Vaticano. Pío XII reconoció el Estado italiano y su capital, y a cambio, el Estado se comprometía a ceder una renta anual al Vaticano. Tuvieron una buena relación, aunque no todos los sectores lo aceptaron. Esta política fue favorable, ya que le daba popularidad tanto fuera como dentro del país. Remilitarizó el país con una nueva campaña para conseguir territorios irredentos que consideraba suyos. Hubo discusiones con otros países como Francia por territorios como Saboya y Niza, o las islas griegas en el Mar Egeo, y territorios en África como Libia, Somalia, Eritrea y Abisinia (Etiopía).
La economía: El fascismo planteó un dirigismo económico fuerte con la presencia estatal en la economía y un proteccionismo que apuntaba a la autarquía. En 1933, se creó un consorcio estatal, el IRI (Instituto para la Reconstrucción Industrial), para ayudar a las empresas con dificultades mediante la compra de acciones a través del banco. El Estado se hizo con fuertes sectores como la química y la siderurgia. En 1939, el IRI poseía el 46% de todas las acciones de la bolsa. En 1934, el Estado adoptó una política resueltamente proteccionista, ya que solo compraban productos indispensables. Tuvo la virtud de renovar la industria, aunque disminuyó la calidad y los costes eran más altos. Las necesidades militares reorientaron la industria. El Estado impulsó obras públicas para los desempleados, además de tratar de impulsar la producción del campo e incentivar la natalidad. El fascismo impulsó la construcción de autopistas, que a la vez servían para la modernización, el abaratamiento de costes y la desecación de las marismas. El control social: Se hicieron con la educación (solo en algunos aspectos), aunque fue una manera más epidérmica que real. En los colegios, tenían que saludar con la mano en alto, los profesores debían llevar la camisa negra y en las clases debía haber un retrato de Mussolini. La educación era católica. Se intentó encuadrar a los más jóvenes en los *Balilla*, un grupo que abarcaba desde la infancia hasta la edad adulta. Se creó la *Opera Nazionale Dopolavoro*, que ofrecía la organización del tiempo libre después del trabajo (viajes, deportes) de manera opcional. Abolieron el divorcio y controlaron los medios de comunicación. Mussolini levantó un imperio cinematográfico a las afueras de Roma, *Cinecittà*, donde se produjeron miles de películas.
El Nazismo Alemán: Orígenes, Ascenso de Hitler y la República de Weimar
El fascismo alemán se explica con la figura de Adolf Hitler, quien es el elemento central; de hecho, se emplea el término ‘hitleriano’ como sinónimo para este fascismo. Tenían su propio partido político, el Partido Nazi (Nacionalsocialista). Después de la Primera Guerra Mundial, se estableció la República de Weimar. Fue el sistema adoptado después de que el káiser Guillermo abdicara y abandonara Alemania el 11 de noviembre de 1918, y terminó con el ascenso y nombramiento de Hitler como Canciller del Reich el 30 de enero de 1933.
La república pasó por problemas económicos y políticos debido a sus enormes defectos estructurales, lo que representa un enorme fracaso en grandes proporciones. Se intentó establecer una democracia, pero sin personas democráticas, en un momento donde las ideologías totalitarias ascendían. Fue un periodo agitado que puso fin a la monarquía en Alemania, que comenzó en noviembre y nació en un momento de tristeza por la derrota. Debido a estos acontecimientos y al carácter comunista que buscaba el poder, parecía que se iba a desmoronar.
El reto al que se enfrentaban fundamentalmente era el ataque de los comunistas contra los republicanos, quienes intentaban proclamar una república socialista. El poder estaba en manos del SPD, y su representante, Ebert, un socialista moderado, reprimió a los comunistas. El mayor intento fue en Berlín, con la llamada Liga Espartaquista, dirigida por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. La república era muy débil como para contener las revueltas comunistas, por lo cual el gobierno socialista alemán utilizó a los *Freikorps* (cuerpos francos). Son unidades militares que, una vez acabada la guerra, no tenían ningún objetivo/propósito, por lo que el gobierno las utilizó para reprimir a los comunistas. Están constituidos por soldados nacionalistas; de aquí salieron los nazis. Las unidades fueron disueltas por el gobierno posteriormente, aunque mantuvieron sus grupos de manera clandestina. En 1920, los *Freikorps* protagonizaron un golpe de Estado fallido en Berlín, el *Putsch de Kapp*. Ellos y, en general, todos los grupos nacionalistas acusaban al gobierno de traicionar a Alemania cuando firmaron el Tratado de Versalles, ayudando a crear la leyenda de la *puñalada por la espalda*. Se trata de que cuando terminó la guerra y las tropas volvieron a Alemania, el gobierno de Ebert recibió a las tropas y las denominó como un ejército invicto en el campo de batalla; esto favoreció la explicación que daban los grupos nacionalistas para decir que Alemania no había sido derrotada por los enemigos externos, sino por los internos. En realidad, Ebert quería homenajear al ejército. De aquí se creó el mito, que tenía unos acusados evidentes: los judíos y los comunistas. Lo de los comunistas era verdad, puesto que se habían sublevado contra el poder y perjudicado el esfuerzo de guerra, pero esto no había conducido a Alemania a la derrota. Gracias a este mito, los nazis consiguieron forjar un argumento sólido en contra del gobierno actual, aunque todavía no eran una fuerza muy potente.
En 1923, en Baviera, estos grupos protagonizaron otro golpe de Estado, el *Putsch de la Cervecería* (o *Putsch de Múnich*), liderado por Hitler, y fue entonces cuando surgió el NSDAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán). Fue apoyado por Ludendorff, un jefe militar alemán en la Primera Guerra Mundial. Mientras tanto, los comunistas se estaban sublevando en los diferentes estados o *Länder* (conjuntos de estados, siendo *Land* cada estado por separado). En las zonas más industriales, la situación del gobierno empeoró con las crisis, la cual se agudizó después del armisticio, produciendo una inflación que arruinó a los inversores y a las PYMES. Llegó a su momento cumbre en 1923, cuando el dinero no tenía valor y ya no había un punto de referencia para darle valor a las cosas. Alemania no podía pagar las deudas, entonces Francia y Bélgica ocuparon la zona del Ruhr. Los alemanes tuvieron que resistir frente a los invasores, lo que produjo un paro de la producción, haciendo imposible que pagaran lo que debían. La situación era incontrolable, aunque consiguieron mejorarla desde 1924 hasta 1929. Fue una prosperidad relativa, pero mejor comparándola con los periodos anterior y posterior. Empezaron a ser aceptados en el mundo de las relaciones internacionales, y en 1927, con el canciller Stresemann, entraron en la Sociedad de Naciones. Pero en 1929, la crisis golpeó a Alemania, que fue la segunda potencia más afectada. Esto produjo una caída de producción masiva, empobreciendo a la sociedad y dejando a 7 millones de parados.
En septiembre de 1930, se convocaron elecciones que debilitaron al SPD y dejaron al NSDAP como la segunda fuerza del Reichstag (el parlamento alemán). La República de Weimar tenía tres fuerzas principales: el SPD, el Zentrum y el Partido Democrático. El Zentrum era católico y conservador, y el Partido Democrático, de centro. Hasta 1930, ellos sostenían el poder del régimen. El sistema de Weimar tenía dos problemas sociales y políticos: después de proclamar la república, la situación social no sufrió grandes cambios y las élites sociales eran las mismas. Esto era importante porque no solo dependían las leyes, sino también quienes las cumplían. Seguían teniendo la mentalidad nacionalista. Y por la parte política, la representación era estrictamente proporcional (15% de votos = 15% de escaños), lo que hacía inviable que los gobiernos fueran de coalición. De repente, surgieron otras fuerzas que antes eran minoritarias: el KPD (comunista), el DNVP (Nacional Alemán) y el NSDAP, que obtuvieron la mayoría (partidos nacionalsocialista obrero). Estas tres fuerzas impedían el gobierno de los otros, pero no podían unirse en una sola para ejercerlo, ya que eran contrarias; se encontraban en una situación de bloqueo. El partido nazi fue ganando poder elección tras elección, y es cuando se produjeron elecciones locales en cada *Land*. En 1932, Hitler se presentó como candidato a la presidencia del Reich. Fue derrotado porque todos se unieron contra él, y salió victorioso Hindenburg (canciller desde 1921). En junio de 1932, se celebraron unas elecciones generales con victoria de los nazis a nivel nacional, obteniendo 230 diputados; los socialistas, la mitad que ellos; los comunistas, 89; y los nacionalistas, más o menos 50. Tenían el 67% del Reichstag, y la situación se fue acentuando más, lo que hizo que Hindenburg gobernara con decretos, aunque en el parlamento no servía para todo, ya que omitía la opinión pública. Es una elección que solo afecta a una parte y se utiliza como último recurso. Como era imposible formar un gobierno, se convocaron otras elecciones en noviembre de 1932, donde el partido nazi retrocedió, obteniendo 196 diputados. Este retroceso fue importante porque significó que los diputados que perdieron los nazis los ganaron los comunistas, quienes consiguieron 100 diputados. Este trasvase de votos atemorizó a los dirigentes de Alemania y pensaron que más valía potenciar a los nazis. Esta fue una de las bazas que jugó Hitler con gran agilidad. Él sabía que, aunque no tuvieran dinero, tenían peso político, y si perdían este, la siguiente opción eran los comunistas, lo cual no convenía a las clases dirigentes. Dio dos opciones: que le nombraran canciller o no aceptaría la entrada a ningún gobierno. Rechazó ser nombrado segundo canciller; su partido pensó que estaba actuando mal. En un principio no lo aceptaron, pero dado que no había otra salida, tuvieron que aceptar las condiciones de Hitler, así que este retroceso en realidad fue una bendición para el partido nazi. El 30 de enero de 1933, Hitler fue nombrado Canciller del Reich.
La Conquista del Poder por Hitler: Estrategia y Consolidación Nazi
Hitler creó un gobierno en el cual los nazis eran minoría dentro del gabinete; solo estaban Hitler, Göring y Frick, los demás eran nacionalistas. Convocó elecciones para el 5 de marzo de 1933, pero a diferencia de las anteriores, en estas controlaba los medios de comunicación. Una semana antes de estas, se produjo un acontecimiento confuso: el incendio del Reichstag el 27 de febrero. No se sabía quién fue, ya que los comunistas acusaban a los nazis y los nazis a los comunistas. Pero se detuvo a Marinus van der Lubbe, un comunista holandés, quien actuó individualmente sin ayuda del partido. Los nazis creyeron que lo hacían para alzarse en Alemania, por lo cual ilegalizaron el partido comunista.
Se produjeron las elecciones y los nazis consiguieron el 44% de votos, de modo que se aliaron con el partido nacional-conservador, sumando el 51%. Todavía no tenía la mayoría absoluta y la necesitaba para destruir las leyes y crear unas nuevas; esto implicaba cambiar la Constitución, y para ello necesitaba 2/3 del parlamento. De manera que solicitó el apoyo del Zentrum, y como todavía no tenía todo, lo que hizo fue expulsar al partido comunista y después de esto propuso la *Ley Habilitante* (Ley de Plenos Poderes). Hitler podía actuar casi como un dictador; esto no era tan raro, ya que anteriormente los cancilleres habían gobernado mediante decretos, omitiendo la opinión pública. Sus medidas fueron: ilegalizar los partidos y sindicatos entre marzo y junio. Quedó el partido NSDAP y el sindicato de trabajadores DAF (*Deutsche Arbeitsfront* – Frente Alemán del Trabajo). Se ganó el apoyo del ejército, lo reconstruyó con una política exterior que le permitió ganar importancia en Europa y romper con el Tratado de Versalles. También ganó el apoyo de la Iglesia Protestante; eran los más pronazis dentro de la Iglesia. Y se ganó al mundo de la empresa, a los industriales; los nazis no habían sido su gran apuesta, pero acabaron apoyándoles. Había dos instancias: la propia oposición dentro del partido y las milicias (SA) *Sturmabteilung*. Fueron algo clave, ya que silenciaron a los comunistas de la calle; eran soldados políticos que no se habían desmotivado después de la guerra y fueron alimentados por la crisis. Son de clase baja y media-baja, y competían contra los nazis que formaban el *Rotfront*. La SA formaba el ala izquierda del partido; eran los más socialistas y pasaron a representar un doble problema: por un lado, su ideología revolucionaria, que exigía que la política se orientase hacia la izquierda y que la revolución no solo fuera política, sino también social; por tanto, eran un desafío. Estaban dirigidos por Ernst Röhm, un viejo amigo de Hitler. Otro problema es que eran milicias que solo se necesitaban cuando no se estaba en el poder; además, el ejército quería que ellos fueran los únicos que portasen armas, y este grupo también lo hacía. Hitler se sintió presionado y desencadenó la *Noche de los Cuchillos Largos* el 30 de junio de 1934, liquidando a toda la cúpula de la SA. Se produjo por una instigación de las SS (Secciones de Seguridad), que eran una sección de la SA, pero de clase media/alta con estudios universitarios. Estos le introdujeron a Hitler la idea de que la SA estaba planeando un golpe en su contra. El líder de las SS era Himmler; eran tropas fieles al nazismo, consagradas a la persona de Hitler. Esta neutralización fue el último paso para tener todo el poder. Lo último fue la muerte de Hindenburg el 2 de agosto de 1934. Ese día, Hitler impuso al ejército (*Reichswehr*) un juramento de lealtad personal; a partir de aquí, estaban obligados a su obediencia y les ligaba a Hitler. El ejército era favorable al partido porque: se sentían atraídos por el dinamismo juvenil de los nazis, ya que era lo moderno; y porque cumplieron su petición de que ellos fueran los únicos con armas. Su deseo fue cumplido cuando terminó con la cúpula de la SA, aunque siguieron existiendo, pero no eran una amenaza. La *Noche de los Cuchillos Largos* tuvo lugar porque: Hitler tenía presión de las SS y de Gran Bretaña, ya que al tener una milicia, estaba a punto de romper el Tratado de Versalles y su limitación militar, y a la vez, la sociedad quedaba más tranquila.
[RECAP: consiguió el poder:
- Nombramiento como Canciller.
- Eliminación de partidos y sindicatos.
- Obtención del apoyo de empresas, el ejército y la Iglesia.
- Eliminación de la SA.]
El 2 de agosto fue nombrado presidente con el título de *Führer und Kanzler*. Concluyó la toma del poder gracias a su aprovechamiento de todas las oportunidades que se le presentaron con mucha intuición. A partir de aquí, Alemania tuvo una política más resuelta porque tenía todo el poder sin limitaciones dentro del país.
Política Interior Nazi: Economía, Sociedad y Persecución Racial
Llegó al poder por la mayoría y su popularidad, que cada vez aumentaba más hasta llegar a puntos de extrema adoración. Consiguió sacar a Alemania de la ruina y la pobreza social de los sectores, despertando un entusiasmo en los aspectos psicológicos, haciendo que pensaran que Alemania mejoraría gracias a él. Hitler consiguió generar este sentimiento. Se centró en acabar con el paro basándose en la teoría de Keynes, impulsando obras públicas con autopistas y autovías que conectaban toda Alemania, pero sin intención militar inicial. Creó un empleo productivo que más tarde desarrolló la industria de guerra, la cual absorbió el paro. El paro bajó; en 1938, se demandaba mano de obra. Con enorme éxito, esto supuso para Hitler la adhesión de alemanes que no eran nazis. Fue un país respetado con mejoras a nivel mundial, y así consiguió más apoyo, sobre todo de la clase alta, que era más conservadora, pero esta clase no llegó a apoyarle al 100%. En la clase trabajadora, los nazis tenían un gran peso, aunque tuvieron que ganarse a los que no eran nacionalsocialistas. Cuando eliminó los sindicatos, no hubo quejas gracias a todas las mejoras que propuso que les beneficiaban, y unió a los trabajadores en el Frente del Trabajo, creando a la vez el *Kraft durch Freude* (La Fuerza por la Alegría). Una organización que ofrecía ventajas después del trabajo, aunque les quitaba una parte de su salario a cambio de viajes y excursiones; fue un sentido social y económico brillante.
Los nazis discriminaban a los judíos, algo que molestaba a la sociedad, pero no lo hacían tan público. Ellos creían que la sociedad estaba dividida en una jerarquía donde la raza blanca germánica estaba en la primera posición, y al final estaban los negros y judíos. Comenzaron a tomar medidas en su contra. Al principio, fue poco importante; pretendían que los judíos fuesen considerados como ciudadanos de segunda categoría y que se fueran de Alemania y Europa. Con una política de discriminación y luego medidas de persecución, sin matarlos todavía, pero haciéndoles la vida difícil y que se sintieran mal e incómodos. En un principio no hubo medidas legales, pero sí había asaltos a sus negocios y un poco de violencia. En septiembre de 1935, se firmaron las leyes en contra de los judíos, las *Leyes de Núremberg*, que regulaban la relación entre judíos y arios de forma abierta: no podían estudiar ni ir a los mismos médicos o abogados. Y en las zonas públicas, había lugares separados para judíos, como sus propios bancos, trenes y autobuses. A partir de aquí, se recortaron sus derechos, pero ellos no creían que se iba a ir tan lejos, por eso muchos no abandonaron el país. Este arrinconamiento tuvo su punto cumbre en la *Noche de los Cristales Rotos* el 9 de noviembre de 1938, cuando se asesinó a 70-100 judíos y se saquearon sinagogas. Se conoce así porque hubo muchos cristales rotos de las empresas y ventanas. Los daños causados fueron en su mayoría pagados por los seguros alemanes, pero se les impuso una multa a los judíos. Lo que había detrás era la expulsión de los judíos como objetivo. Los demás países europeos y Estados Unidos tampoco acogieron a los judíos con entusiasmo; de hecho, los rechazaron. Había países también antisemitas como Polonia. A partir de ahí, los judíos se sintieron acosados. Cuando empezó la guerra, esto fue más agresivo. En septiembre de 1941, era obligatorio llevar la Estrella de David y que en los documentos estuviera señalizado. Además, si eras hombre, debías añadirte el nombre Israel, y si eras mujer, Sarah, ya que no estaba del todo claro quién era judío y quién no. Comenzó la deportación de los judíos a los campos de concentración en Polonia entre 1941 y 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, aunque la mayoría ya habían emigrado.
Política Exterior Nazi: Revisionismo y Expansión Territorial
A los alemanes, en el Tratado de Versalles, se les impuso un *diktat*. Ellos quisieron deshacerse de él desde el primer momento porque les obligaba a cumplir unos requisitos, pero a los Aliados no. Hitler adoptó una política revisionista con unos objetivos decididos para cambiar el Tratado de Versalles. Los primeros pasos fueron salir de la Sociedad de Naciones, ya que era una organización supranacional formada por los vencedores que además excluía a Rusia, Alemania y Estados Unidos, aunque Alemania consiguió entrar en 1927 con Stresemann. Los nazis convocaron un referéndum para ver si los alemanes querían seguir en ella o abandonarla, y ganó el abandono. Esto no solo les provocó un respaldo al gobierno, sino que también apoyó la idea de tener una política exterior diferente. La SN se basaba en un multilateralismo, donde hay relaciones entre diferentes países y al tomar decisiones todos exponen su opinión. En cambio, Hitler buscaba una política bilateral, sin la opinión de los demás países, sino solo la de los dos implicados, sin opiniones que afectaran y limitaran; adoptaron esto en octubre de 1933.
A mediados de 1934, Hitler tuvo la ocasión de apropiarse de Austria. En julio, hubo un golpe de Estado en Viena donde los nazis mataron al canciller Dollfuss, quien era amigo de Mussolini. Esto provocó que los italianos se posicionaran con sus tropas en la frontera entre Italia y Austria, en el Brennero, en los Alpes. Hitler no había preparado ese golpe de Estado, por lo cual se tuvo que mantener al margen. La anexión de Austria y Alemania es conocida como *Anschluss* y era ilegal según el Tratado de Versalles; todos los pueblos tenían el derecho de autodeterminarse, menos ellos.
En enero de 1935, el Sarre se unió a Alemania. Es una zona en la frontera con Francia que les había sido arrebatada para que los beneficios de la producción de carbón fueran para los franceses, pero a los 15 años debía efectuarse un referéndum donde se ofrecían tres opciones: pertenecer a Alemania, a Francia o permanecer con el *status quo* que había (administrados por la SN, sostenidos por Alemania y el beneficio para Francia). El resultado fue favorable para los alemanes, con el 90% de los votos. Esto fue un gran éxito y apoyo para Hitler.
En marzo de 1935, Hitler anunció que el ejército (*Wehrmacht*) ya no estaba limitado por el Tratado de Versalles e hizo una ampliación de 600.000 hombres. Al mismo tiempo, se creó la fuerza aérea alemana, la *Luftwaffe*. En junio de 1935, se firmó el *Tratado Naval Anglo-Alemán*, en el cual Hitler se comprometía a que Alemania no tendría una fuerza naval que superase el 35% de la fuerza de la Royal Navy en cuanto a superficie, y no pasaría del 100% de los submarinos. En realidad, lo que estaba haciendo era arrastrar a Gran Bretaña a incumplir el Tratado de Versalles con una relación bilateral; además, les tranquilizaba. Lo que buscaban era la alianza, que nunca consiguieron.
Después del tratado con los británicos, su política les brindó la oportunidad de unirse a los italianos. Mussolini despreciaba a Hitler porque le parecía que le había copiado y además había introducido un carácter antisemita y racista que él no tenía. En octubre de 1935, Mussolini invadió Abisinia, lo que provocó un enfrentamiento y la ruptura de su acercamiento entre Italia contra Francia y Gran Bretaña. Hitler lo aprovechó para acercarse a Italia como un amigo. La guerra duró de octubre de 1935 a mayo de 1936. Dos meses después, estalló la Guerra Civil Española, y estos dos países apoyaron al bando nacional, lo que terminó de acercarles. En 1937, Mussolini visitó Berlín y quedó impresionado por la organización de la Alemania nazi, lo que le afectó psicológicamente.
Renania era una zona alemana en la frontera con Francia que, por el Tratado de Versalles, debía estar desmilitarizada. Hitler, en marzo de 1936, decidió militarizarla, puesto que era territorio alemán, y envió tres regimientos. Fue un momento tenso porque el ejército solo llevaba formado un año y era débil ante el francés si les atacaban. Los franceses no les atacaron porque Gran Bretaña tampoco quiso, y dijeron que los alemanes solo habían entrado en su propio jardín. Los británicos en ese momento alentaban a Alemania y además querían equilibrar el poder, ya que casi todo lo tenía Francia sobre Europa.
En marzo de 1938, Hitler provocó el *Anschluss* y entraron las tropas en Austria, que era la patria de Hitler. Los nazis fueron bien recibidos y celebraron dos plebiscitos en Alemania y en Austria. Más del 99% de los votos fueron favorables a la Unión; en Austria hubo más que en Alemania. Italia no se opuso a la unión y, de hecho, le dio la enhorabuena a Hitler, y él se lo agradeció.
En septiembre y octubre de 1938, tuvieron lugar el *Pacto de Múnich* y la crisis de los Sudetes, una región montañosa. Hitler reclamó los Sudetes para que se unieran a Alemania con el apoyo de los ciudadanos, pero el Tratado de Versalles se lo impedía. Entonces, planteó la exigencia de que se uniesen. El problema era que justo ahí estaban las fortificaciones de Checoslovaquia; casi estalló una guerra. Pero Mussolini convocó la Conferencia de Múnich con Italia, Gran Bretaña, Francia y Alemania, por la cual los Aliados permitieron la anexión de los Sudetes a cambio de no presentar más reclamaciones en Europa; fue una inmensa victoria a favor de Hitler. En marzo de 1939, mandó sus tropas a Checoslovaquia.
Checoslovaquia es un país que se dividía en dos: Chequia, constituida por Bohemia y Moravia, y Eslovaquia. Después de la Conferencia de Múnich, Hitler dijo que no reclamaría más territorios, pero al poco tiempo amenazó a los checoslovacos, por lo cual Gran Bretaña les garantizó que en caso de agresión, ellos entrarían en guerra contra los alemanes. Por lo cual, Hitler apoyó un movimiento independentista en Eslovaquia y consiguió que el parlamento eslovaco se declarase independiente. De tal forma que cuando entraron en Chequia, los británicos, con el primer ministro Chamberlain, dijeron que ellos le habían garantizado a un país que se había dividido, por lo cual ya no existía. Se quedó con Chequia.
Hitler estaba convencido de que los británicos no querían entrar en guerra, ya que no se opusieron a su invasión y pensaba que estaban débiles. La clave era mantener a Gran Bretaña fuera de la guerra, porque Francia haría lo mismo que ellos. La seguridad de Hitler no estaba al 100%, ya que en Inglaterra había un partido partidario de la guerra, que podía ganar importancia. Hitler, convencido de la debilidad de los Aliados, reclamó el territorio de Danzig y el Corredor Polaco. Danzig era una ciudad alemana, pero que después de la Primera Guerra Mundial se le entregó a Polonia, ya que era un país nuevo y así podía tener una salida al mar Báltico; era conocida como la Ciudad Libre de Danzig. Danzig era administrada por la Sociedad de Naciones, pero tenía su senado, que era el gobierno. Sin embargo, el NSDAP era mayoritario, por lo cual en algunos aspectos era gobernada como una ciudad nazi; por tanto, no era del todo polaca, pero sus alrededores sí lo eran. Este trozo de tierra dividía a Alemania en dos.
Por lo cual, Hitler reclamó la construcción de un ferrocarril que conectase las dos partes. Entonces, Gran Bretaña apoyó y garantizó (el primer ministro británico se sentía burlado) a Polonia y se mantuvieron fuertes frente a la petición de Hitler. Se dio cuenta del endurecimiento de los Aliados, y por eso decidió firmar un pacto de no agresión con Rusia, de tal modo que así no provocase una guerra en sus dos fronteras, aunque su objetivo era ese territorio, por eso se expandía hacia el este. Consiguió este pacto porque se dio la circunstancia de que los occidentales entrarían en una guerra por Polonia y en previsión de una declaración de guerra franco-británica. Los Aliados no irían en contra de Rusia y Alemania, y por eso concluyeron un pacto de no agresión el 23 de agosto de 1939. Este tratado no significaba una alianza, aunque luego se convirtió en uno de casi alianza con un protocolo secreto de que se repartirían Europa oriental. Hitler se creyó que su estrategia acobardaría a los británicos, por lo cual el 1 de septiembre de 1939, Alemania atacó Polonia. Dos días después, Gran Bretaña y Francia le declararon la guerra a Alemania, sorprendiéndole enormemente.
La Segunda Guerra Mundial: El Conflicto Global y sus Fases Iniciales
La Segunda Guerra Mundial es el conflicto más grande que sufrió la humanidad y en el que más estados actuaron, con el mayor número de muertos (60.000.000), heridos y mutilados. Empezó el 1 de septiembre de 1939 y terminó el 2 de septiembre de 1945. Trastocó todo el orden mundial y de ella se formó un mundo totalmente diferente al que había anteriormente. Surgieron dos imperios importantes: Estados Unidos y Rusia, haciendo que Europa perdiera todo el papel directivo que tenía en el mundo. Europa y Asia quedaron devastados.
Fases y Escenarios de la Segunda Guerra Mundial
Se puede dividir en dos grandes partes: 1939-1942 y 1942-1945, con dos grandes escenarios que se subdividen a su vez: 1) la guerra en Europa, que desbordó los límites para alcanzar el Norte de África y el Próximo Oriente, donde se enfrentaron Alemania contra los Aliados occidentales y Alemania contra Rusia; 2) la guerra en Oriente, con dos escenarios: las islas del Pacífico y el extremo oriental asiático, donde se enfrentaron Estados Unidos con los Aliados contra Japón. Lo que sucede en cada sitio influye en las guerras que se están librando en los otros.
Alemania, como en la Primera Guerra Mundial, necesitaba que la guerra concluyera rápidamente para ganar, porque si se extendía, permitía que los demás pudieran buscar apoyo en otros países. Comenzó con la rápida derrota de Polonia en septiembre. El 17 de septiembre de 1939, Rusia conquistó la parte oriental de Polonia, y así quedó dividida como estaba acordado con Alemania. Después de esto, los Aliados no le declararon la guerra a Rusia. Durante meses no sucedió nada, y es la época denominada como *Drôle de guerre* (Guerra de Broma), que duró de septiembre de 1939 hasta mayo de 1940. Mientras tanto, Rusia atacó a Finlandia el 30 de noviembre de 1939, en lo que se conoció como la *Guerra de Invierno*. Los soviéticos fueron derrotados al principio porque se mantuvieron y se manejaron mal comparado con los finlandeses. Duró tres meses y medio, con la victoria de Rusia, quienes quedaron con una mala imagen, y los finlandeses solo les tuvieron que ceder una parte de su territorio. Este hecho extendió la guerra a Escandinavia.