La Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) en América Latina: Origen, Impacto y Declive
En las décadas de 1940 y 1950, América Latina experimentó un importante crecimiento económico, originado en la necesidad de superar la crisis de los años treinta y facilitado por una coyuntura internacional favorable. En este marco, se desarrolló un proceso de industrialización dirigido por el Estado. Esto permitió el surgimiento de un nuevo modelo económico, conocido como Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI), o también como crecimiento económico hacia adentro.
Factores que Impulsaron el Desarrollo del Modelo ISI
En el plano nacional, se destacaron los siguientes factores:
- La caída en el valor de las exportaciones, que impidió continuar comprando al exterior. Esto obligó a estimular una industrialización destinada a producir bienes de consumo que tradicionalmente se adquirían de países desarrollados.
- La creciente importancia del Estado en su intervención en la vida económica y social.
- El aumento del flujo de capitales extranjeros (particularmente de Estados Unidos) que huyeron de Europa debido a la Segunda Guerra Mundial, beneficiándose del bajo costo de la mano de obra.
- El surgimiento de un sentimiento de defensa del interés nacional, que planteó la necesidad de un desarrollo autónomo.
- La existencia de mano de obra disponible para el trabajo industrial, debido a la emigración del campo a la ciudad (abundante oferta de trabajadores) y al aumento demográfico (disminución de la mortalidad, altas tasas de natalidad).
- La debilidad de la naciente burguesía nacional, que la obligó a ser tolerante con el proletariado, buscando una alianza contra la oligarquía tradicional.
- La gestación de condiciones sociales para reclamar una transformación en el sistema político tradicional que otorgara a los sectores populares una mayor participación.
En el plano internacional:
- Las condiciones internacionales fueron favorables. La Segunda Guerra Mundial benefició a América Latina, ya que le permitió vender más y a mejor precio sus tradicionales productos de exportación, lo que posibilitó la acumulación de excedentes que fueron invertidos en el sector industrial.
Aplicación del Modelo ISI en el Ámbito Económico y Social
El modelo económico aplicado se basó en el crecimiento del sector primario exportador que, al aumentar el valor y el volumen de los productos vendidos en el mercado internacional, generó ahorro interno. Sin embargo, el crecimiento de la producción no se realizó por la tecnificación agrícola, sino por la incorporación de mayores áreas a la actividad.
En gran medida, esto se debió a que, en algunos lugares, se llevó a cabo una reforma agraria. No obstante, en el resto del continente, la propiedad continuó siendo el latifundio y, en general, persistió la producción extensiva.
El aumento del valor de las exportaciones, a su vez, permitió el desarrollo del proceso industrializador. América Latina no se contentó con producir solo aquellos productos que no podían recibirse de Europa, sino que buscó desplazar del mercado nacional los productos de consumo extranjero que podían elaborarse en el país. La meta fue producir para abastecer el mercado interno, que debía ser activado e incrementado.
En el logro de estos objetivos, fue fundamental el papel asumido por el Estado, que dirigió y estimuló el crecimiento económico. Aplicó políticas de proteccionismo aduanero y otorgó un dólar (divisa) más barato a los importadores de maquinarias e insumos para la industria.
La participación del Estado se extendió también al ámbito social, actuando como mediador en los conflictos entre obreros y patrones. Para ello, invirtió en salud y educación pública, y se aprobaron legislaciones laborales de protección al trabajador.
Durante este período, el margen de ganancias fue muy alto. Esto se atribuyó a la poca inversión en tecnología; para otros, la razón principal de la acumulación de capitales residió en la mano de obra barata, debido a la ausencia de un aumento significativo del salario real.
El trabajador agrícola, por su parte, estaba sometido a relaciones de trabajo en algunos casos casi serviles, con una inexistencia de derechos para los trabajadores rurales. La emigración a la ciudad se planteó como una necesidad para muchos campesinos, ya que la urbe brindó mayores posibilidades de trabajo, educación y, por tanto, ascenso social.
Crisis del Modelo Industrializador
A mediados de la década de 1950, comenzaron a percibirse señales de deterioro económico en América Latina, producto de factores internos y externos:
En el plano interno:
- La falta de un desarrollo industrial que pudiera estimular otros sectores de la economía nacional. Mientras los países industrializados habían comenzado la Tercera Revolución Industrial, los países latinoamericanos no habían desarrollado tecnología propia.
- El atraso tecnológico no les permitió competir con los centros regionales e industrializados.
- Estancamiento del sector agroexportador: las innovaciones tecnológicas fueron muy escasas y, por ello, no hubo aumento de la productividad.
- El minifundio continuó coexistiendo con los latifundios, en gran parte improductivos.
- Desigualdad en la distribución de la riqueza. Si bien se mejoró el poder adquisitivo de la sociedad, continuaron existiendo amplias capas de la población con muy escasos recursos, incapaces de consumir lo que el crecimiento industrial les ofrecía.
Factores externos:
- Con el fin de la Guerra de Corea, terminó para América Latina la coyuntura favorable que había comenzado con las guerras mundiales. La reactivación económica de Europa y la Tercera Revolución Industrial provocaron cambios importantes en el comercio mundial, como por ejemplo:
- Aumento de la producción de materias primas en los países industrializados y la aplicación de políticas arancelarias para proteger sus propios productos.
- El descenso de los precios internacionales de las materias primas (cobre, lana, estaño, etc.).