Historia de España: Al-Ándalus, Reconquista y Sociedad Moderna Temprana

Al-Ándalus: Historia, Sociedad y Legado Cultural

Al-Ándalus es el nombre que dieron los musulmanes al territorio hispánico que conquistaron. La presencia islámica en la península ibérica abarcó desde el año 711 (Batalla de Guadalete) hasta 1492 (toma de Granada por los Reyes Católicos).

Etapas Históricas de Al-Ándalus

En la historia de Al-Ándalus podemos distinguir varias etapas:

  • Emirato Dependiente
  • Emirato Independiente
  • Califato de Córdoba (época de mayor esplendor)
  • Reinos Taifas
  • Invasiones Norteafricanas (almorávides y almohades)
  • Reino Nazarí de Granada

Estructura Social en Al-Ándalus

La estructura social se dividía en:

  • Musulmanes:
    • Árabes: Minoría poderosa procedente de Oriente.
    • Bereberes: El grupo más numeroso de invasores, procedentes del norte de África.
    • Muladíes: Peninsulares cristianos convertidos al Islam, la mayoría de la población.
  • No Musulmanes:
    • Mozárabes: Cristianos.
    • Judíos.

Economía y Cultura Andalusí

La economía estaba basada en la agricultura, que fue mejorada por el perfeccionamiento de sistemas de regadío y la introducción de nuevos cultivos. También destacaron la artesanía y el comercio.

En la cultura andalusí florecieron la filosofía, la literatura, la música, el derecho y la medicina. Se tradujeron al árabe obras de la Antigüedad clásica. Córdoba se convirtió en uno de los mayores centros culturales de Europa. Fue muy importante el desarrollo científico y técnico.

El Legado Artístico de Al-Ándalus

El arte es uno de los legados más importantes de Al-Ándalus, con ejemplos notables como:

  • La Mezquita de Córdoba
  • El Palacio de la Aljafería de Zaragoza
  • La Giralda y la Torre del Oro de Sevilla
  • El Palacio de la Alhambra de Granada

La Repoblación Cristiana en la Península Ibérica

La repoblación fue el proceso desarrollado en la península ibérica a lo largo de la Edad Media, mediante el cual los cristianos ocuparon territorios hasta entonces deshabitados o bajo dominio musulmán. Este proceso siguió a la Reconquista, el avance militar de los reinos cristianos del norte, que se extendió desde el año 722 (Batalla de Covadonga) hasta 1492 (conquista de Granada por los Reyes Católicos).

Modalidades de Repoblación

Existieron distintas modalidades de repoblación. Los tres tipos principales fueron:

  • Siglos VIII-X: Repoblación por presura (aprisio, en Cataluña): Se aplicó en tierras al norte del Duero y en las estribaciones de los Pirineos. Consistía en la simple ocupación de una tierra despoblada por parte de los campesinos. Dio lugar a pequeñas propiedades en manos de campesinos libres agrupados en aldeas.
  • Siglos XI y XII: Repoblación concejil: Se dio en tierras entre el Duero y los Montes de Toledo, y en el valle del Ebro. El territorio era dividido en concejos (municipios), con grandes términos o alfoces, regidos por una ciudad o villa a la que el rey concedía una carta de población o un fuero, donde se recogían los privilegios para los repobladores y se regulaba la vida local. Este tipo de repoblación dio lugar a la formación de medianas propiedades libres y tierras comunales.
  • Siglo XIII: Repoblación señorial: Predominó en el Sur y Levante. Originó la creación de grandes latifundios propiedad de la nobleza, las Órdenes Militares y la Iglesia (a través de encomiendas y repartimientos).

Mudéjares y Moriscos: Convivencia y Expulsión

Un mudéjar era el musulmán sometido al poder cristiano tras el avance de la Reconquista sobre Al-Ándalus. Un morisco, por su parte, era el mudéjar convertido al cristianismo (aunque, por lo general, conservando sus costumbres musulmanas).

Definición y Contexto Histórico

Tras la Reconquista, los mudéjares conservaron su religión, sus leyes, su cultura y sus costumbres, aunque sufrieron cierta segregación social. Fueron muy numerosos en la Corona de Aragón. Eran en su mayoría campesinos (dedicados al regadío), y también artesanos (especialmente en albañilería).

El Arte Mudéjar

Se habla de arte mudéjar (especialmente arquitectura) para referirse al estilo desarrollado en territorio cristiano que presenta rasgos propios del arte islámico; hay notables ejemplos en Aragón (la Seo de Zaragoza, las torres mudéjares de Teruel, entre otros).

La Expulsión de los Moriscos

Poco después de finalizar la Reconquista, se obligó a los musulmanes a convertirse o ser expulsados del Reino de Granada, por lo que la mayoría optó por el bautismo. Las conversiones (aparentes, en general) fueron masivas también en otros territorios cristianos, dando origen a los moriscos (en Aragón, la conversión forzosa se decretó en 1526).

Las dudas sobre la autenticidad de estas conversiones y el temor a que los moriscos pudieran colaborar con el Imperio Otomano y con los piratas berberiscos que asolaban las costas españolas llevaron, en 1609, a la expulsión de los moriscos de España. Este éxodo forzado afectó especialmente a Aragón y Valencia, regiones que contaban con importantes porcentajes de población morisca, lo que provocó el abandono de campos de cultivo y la multiplicación de los despoblados.

Las Encomiendas en la América Hispánica: Trabajo Indígena y Abusos

La encomienda fue una institución característica de la América hispánica, especialmente relevante durante los siglos XVI y XVII, y con mayor incidencia en México y Perú.

Definición y Propósito de la Encomienda

Consistía en la entrega de población indígena a un colono (el encomendero), quien debía evangelizar, educar y proteger a sus encomendados; a cambio, estos debían prestarle servicios personales (trabajo) y tributos. Aunque pudiera parecer un sistema feudal, legalmente los indígenas eran libres y vasallos del rey. Las encomiendas fueron reguladas por las Leyes de Burgos de 1512.

Esta institución supuso una forma de recompensar a aquellos españoles que se habían distinguido por sus servicios, así como de asegurar el establecimiento de una población española en las tierras recién descubiertas y conquistadas, y la explotación económica del territorio.

Desafíos y Consecuencias

Sin embargo, esta práctica planteaba problemas: los indígenas americanos no estaban habituados al trabajo regular y, como súbditos de la Corona, no podían ser esclavizados. Todo ello, unido a la progresiva disminución de la población indígena (sobre todo por la alta mortalidad provocada por las enfermedades traídas por los europeos), daría lugar, posteriormente, a la utilización de esclavos africanos como mano de obra.

Los abusos cometidos en las encomiendas fueron considerables y habituales, y fueron denunciados por algunos clérigos y funcionarios de la Corona (por ejemplo, el fraile dominico Bartolomé de las Casas). No desaparecieron por completo hasta la segunda mitad del siglo XVIII.

La Inquisición Española: Origen, Persecución y Legado

La Inquisición Española, o Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, fue una institución fundada por bula papal en 1478 a instancias de los Reyes Católicos.

Fundación y Propósito

Fue la única institución común a todos los reinos hispánicos y dependía directamente de la Corona, lo que la convirtió en un importante instrumento para la construcción del Estado moderno. La Inquisición fue abolida definitivamente en 1834.

La Inquisición persiguió a los falsos conversos (judeoconversos y moriscos, ambos denominados cristianos nuevos), protestantes y herejes (luteranos, alumbrados, entre otros), así como delitos contra la fe, la moral y la brujería.

Estructura y Procedimientos

La Inquisición poseía una estructura muy jerarquizada, desde el Inquisidor General (el más famoso, el fraile dominico Tomás de Torquemada) hasta los familiares (colaboradores laicos a quienes se les suponía limpieza de sangre). Existieron tribunales en numerosas ciudades, tanto en la península ibérica como en Italia y América.

Los procesos eran secretos, al igual que las delaciones; el reo, aunque contaba con un abogado, podía ser sometido a tormento.

Sentencias y Consecuencias

Si era declarado culpable, podía recibir una condena leve (azotes, multa, destierro, uso del sambenito, entre otras) o ser ejecutado y quemado (vivo si no se arrepentía). Las sentencias se leían en la plaza pública, en los denominados autos de fe.

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