España en el Siglo XIX: Crisis, Guerra y Restauración (1788-1833)

1. La Crisis de la Monarquía Borbónica antes de 1808

Carlos IV sucedió a su padre Carlos III en 1788. Aunque intentó continuar con su política reformista, moderada y autoritaria, dejó los asuntos de gobierno en manos de su esposa María Luisa de Parma y Manuel de Godoy. El reinado de Carlos IV marcó el inicio de la crisis del Antiguo Régimen.

Los problemas económicos más graves se manifestaron en la agricultura, lo que provocó crisis de subsistencia frecuentes y malestar social. Tras la ejecución de Luis XVI, España se vio arrastrada a la alianza con Francia, lo que culminó en la destrucción de la Armada Española en Trafalgar en 1805.

La política de Godoy había llevado a cabo la desamortización de los bienes de la Iglesia, destinados a las obras pías, para hacer frente a los problemas de la Hacienda Pública. La oposición al valido se organizó en torno al futuro Fernando VII y preparó una conspiración, conocida como el Proceso de El Escorial, que mostró las miserias de la monarquía española.

El Tratado de Fontainebleau permitió la entrada de tropas francesas en España con la finalidad de ocupar Portugal. Temeroso de que planeasen apoderarse de la Familia Real española, Godoy decidió trasladar a los reyes a América, pero sus planes se vieron frustrados por el Motín de Aranjuez, que obligó a Godoy a renunciar a su cargo y a la abdicación forzada de Carlos IV en su hijo Fernando.

Esto agravó la crisis de la monarquía española y Napoleón los convocó en Bayona, donde tanto Fernando como Carlos renunciaron al trono a favor del emperador. Este lo entregó a su hermano, quien se convirtió en José I de España. La salida de los últimos miembros de la Familia Real provocó el alzamiento del pueblo de Madrid contra las tropas francesas el 2 de mayo de 1808, lo que desencadenó la Guerra de la Independencia (1808-1814).

2. La Guerra de la Independencia (1808-1814)

Primera Fase: Los Éxitos Iniciales (junio-noviembre de 1808)

En esta fase se manifestó la incapacidad francesa para dominar la Península. En el mes de junio tuvieron lugar los sitios de Gerona y Zaragoza. El hecho más destacado fue la Batalla de Bailén, donde un ejército francés dirigido por el general Dupont fue derrotado por un ejército español comandado por el general Castaños. En consecuencia, José I abandonó Madrid. Para vengar esta derrota, Napoleón decidió entrar personalmente en España.

Segunda Fase: El Apogeo Francés (noviembre de 1808-primavera de 1812)

Esta etapa se caracterizó por la hegemonía militar francesa. En diciembre de 1808, Napoleón y su Gran Ejército tomaron Madrid y con ellos regresó José I. En 1809, Zaragoza y Gerona cayeron, y el ejército español fue derrotado en la Batalla de Ocaña. Los guerrilleros supieron aplicar una guerra de desgaste. Entre los jefes de guerrillas destacan:

  • Francisco Espoz y Mina
  • El Cura Merino
  • Juan Martín Díaz (El Empecinado)

Tercera Fase: La Ofensiva Final Anglo-Española (primavera de 1812 – agosto de 1813)

Tuvo lugar la gran ofensiva de los aliados que culminó con la expulsión y derrota de las tropas francesas, especialmente cuando Napoleón retiró parte de sus tropas para preparar la campaña contra Rusia. Tras múltiples derrotas, en diciembre de 1813, Napoleón firmó el Tratado de Valençay, por el que Fernando VII era repuesto en el trono y concluía la Guerra de la Independencia.

Efectos de la Guerra de la Independencia

Los efectos de la guerra fueron desastrosos para España. Se calcula que hubo medio millón de muertos y ciudades como Zaragoza quedaron arrasadas. El comercio colonial cayó en picado, y el ritmo de crecimiento industrial se perdió. La Hacienda Pública quedó aún más arruinada, y la guerra afectó directamente al proceso de independencia de la América española.

Durante el conflicto, se organizaron Juntas Provinciales y una Junta Central que tuvo que establecerse en Cádiz, donde convocaron unas Cortes extraordinarias. En estas Cortes aparecieron dos grandes facciones:

  • Los absolutistas, que querían mantener el sistema del Antiguo Régimen.
  • Los liberales, que defendían la reforma de la monarquía y la implantación de un nuevo orden político.

El liberalismo es una doctrina política surgida en el siglo XVIII y un movimiento político desarrollado en el siglo XIX que aspiraba a la eliminación del Antiguo Régimen. Defiende la libertad, la igualdad ante la ley y la propiedad privada. La Constitución liberal apuesta por la monarquía constitucional, proclama los derechos del individuo, la división de poderes y el sufragio universal masculino.

La obra más importante de las Cortes de Cádiz fue la Constitución del 19 de marzo de 1812, conocida popularmente como La Pepa, la primera de la historia de España. En ella se establecía:

  • La soberanía nacional.
  • La división de poderes.
  • El sufragio universal masculino indirecto en cuarto grado.
  • La igualdad de los ciudadanos ante la ley y los derechos individuales.
  • Un estado unitario y confesional.
  • La creación de la Milicia Nacional.

Sin embargo, la restauración absolutista de 1814 la abolió.

3. El Reinado de Fernando VII (1808-1833)

Se inició en Europa el periodo conocido como la Restauración. En España, el retorno de Fernando VII supuso la anulación de las reformas liberales. El proceso del liberalismo tuvo un carácter revolucionario. La defensa de los principios del liberalismo se dio en las Cortes de Cádiz y en el Trienio Liberal, mientras que la oposición vino de la mano de Fernando VII y los absolutistas.

El reinado de Fernando VII se puede dividir en tres periodos principales:

A) El Sexenio Absolutista (1814-1820)

Por el Decreto de Valencia, se restableció el absolutismo, se abolió la Constitución de 1812 y toda la labor legislativa de las Cortes de Cádiz. La política del Rey consistió en una vuelta al pasado. El contexto internacional era favorable al absolutismo, y la formación de la Santa Alianza supuso un apoyo para Fernando VII, quien persiguió y reprimió a liberales y afrancesados. España tuvo que enfrentarse a una guerra por la independencia en las colonias americanas y vivir un periodo de inestabilidad política y desgobierno. Muchos militares protagonizaron intentonas de golpe militar y pronunciamientos, pero fracasaron.

B) El Trienio Liberal (1820-1823)

En 1820, triunfó el pronunciamiento de Rafael de Riego, que proclamó la Constitución de 1812. La insurrección se generalizó y Fernando VII juró la Constitución. Entre los liberales se formaron dos grandes tendencias:

  • Los liberales moderados, que defendían la soberanía compartida y eran menos radicales.
  • Los liberales exaltados, que defendían la soberanía en las Cortes.

De esta última corriente, surgió la denominada liberal demócrata, que defendía la república como forma de gobierno.

La Santa Alianza decidió mandar a los Cien Mil Hijos de San Luis, que ocuparon el territorio y repusieron a Fernando VII como monarca absoluto.

C) La Década Ominosa (1823-1833)

La nueva etapa comenzó con el decreto de Fernando VII anulando todo lo legislado durante el Trienio Liberal y restableciendo las instituciones anteriores a 1820. Comenzó la represión contra los liberales, se realizaron cambios en la administración y se reformó la Hacienda.

La Revolución de las Trece Colonias, el descontento de las élites criollas y la Guerra de la Independencia tuvieron como consecuencia la sublevación de todos los territorios continentales americanos entre 1816 y 1824, culminando en su independencia.

La derogación de la Ley Sálica mediante la promulgación de la Pragmática Sanción de 1830 desencadenó un conflicto sucesorio entre los partidarios de Isabel (futura Isabel II) y los de Carlos María Isidro.

La muerte de Fernando VII desencadenó la Primera Guerra Carlista (1833-1840), que enfrentó a los defensores de Carlos María Isidro (carlistas) y a los de Isabel II (liberales). Esta guerra acabó con el Convenio de Vergara entre Espartero y Maroto, pero el carlismo no desapareció. Otras dos guerras civiles se sucederían, y la definitiva derrota militar no se produciría hasta 1876, ya durante el reinado de Alfonso XII.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *