El Reinado de Alfonso XIII: La crisis de la Restauración (1902-1931)
1. Intentos de modernización: Regeneracionismo y revisionismo
En 1902 comenzó el reinado personal de Alfonso XIII. La situación era muy complicada. El ejército acusaba a los políticos de la derrota en Cuba, la población era pesimista, los líderes (Cánovas y Sagasta) habían muerto, y los regionalismos y nacionalismos alcanzaron su máximo auge. Surgió una corriente denominada Regeneracionismo, que proponía abandonar las prácticas electorales corruptas, eliminar el poder de los caciques e impulsar la educación y la economía. Sus principales representantes fueron J. Costa y F. Silvela.
Entre 1902 y 1907 se mantuvo el turno de partidos con Antonio Maura al frente del Partido Liberal Conservador, y José Canalejas al frente del Partido Liberal Progresista. Realizaron reformas buscando el mantenimiento de la monarquía, mejorar la economía y acabar con la corrupción, pero estos gobiernos no fueron eficaces.
Antonio Maura, para acabar con el caciquismo, reformó la Ley Electoral y estableció el voto obligatorio. Estaba dispuesto a negociar con los nacionalistas catalanes, pero su gobierno fracasó debido a la Semana Trágica de Barcelona.
En 1910 tomó el poder José Canalejas, quien promulgó la Ley del Candado, ganando así enemigos. En 1911 hubo una huelga general de ferrocarriles, y llamó a filas a los empleados.
2. La quiebra del sistema: conflictividad social y crisis de 1909, 1917 y 1921
La caída del gobierno de Maura fue consecuencia de la Semana Trágica. En Marruecos se habían asentado los europeos para explotar sus minas. Los nativos se enfrentaron a los militares de Melilla, y Maura movilizó a los reservistas catalanes. Esta decisión provocó protestas, huelgas y barricadas durante una semana. Alfonso XIII cesó a Maura.
El gobierno de Eduardo Dato fue difícil. Europa vivía la crisis del Parlamentarismo y la I Guerra Mundial. España se mantuvo neutral, pero la guerra repercutió en la emigración, la radicalización de los nacionalismos, el aumento de las exportaciones y la subida de precios.
En 1917 se produjo una nueva crisis, se cuestionó el sistema de la Restauración.
Los militares de Barcelona, en una Junta de Defensa, reclamaban el aumento de sueldos y ascensos por antigüedad, finalmente se disolvieron.
La sociedad pasó dificultades económicas, y empezaron a aparecer los primeros sindicatos: UGT (socialista) y CNT (anarquista), que organizaron una huelga general para acabar con el régimen.
Se formó un gobierno de concentración presidido por García Prieto, que subió los salarios de los militares y promovió los ascensos por antigüedad.
Al finalizar la Gran Guerra, se produjo una recesión económica y una radicalización del movimiento obrero.
En Barcelona se produjo una huelga que duró 44 días, paralizando la ciudad y la producción. Provocó cierres patronales e intentos de matar a los líderes sindicales.
España era responsable, junto con Francia, del Protectorado de Marruecos. A pesar del agotamiento de las minas y de la conflictividad de los nativos, los africanistas se negaban a abandonar el territorio. Se provocó un levantamiento de las cábilas, que dirigidas por Abd-el-Krim derrotaron a los españoles en 1921 (Desastre de Annual). Se perdieron las posesiones españolas en Marruecos, lo que produjo un descontento hacia el rey. Moderados y liberales formaron una comisión, pero su informe nunca llegó a las Cortes debido al golpe de estado de Miguel Primo de Rivera.
3. La dictadura de Miguel Primo de Rivera
La situación española hizo que el 12 de septiembre de 1923 Primo de Rivera diese un golpe de Estado. Alfonso XIII aceptó el golpe, contando con el apoyo del ejército y de la población.
La idea de Primo de Rivera era establecer un gobierno militar de tres meses y después volver al sistema constitucional, pero no fue así. Centralizó todo el poder en su persona. Al frente de cada provincia situó a un gobernador militar, y al frente de cada ministerio a un funcionario directo. Prohibió el uso de otras lenguas y banderas que no fuesen la nacional, apartó a los políticos, suspendió las Cortes, y solo permitió el partido de la Unión Patriótica.
Restableció el orden público, mejoró las infraestructuras, llevó agua potable a las zonas menos accesibles y estableció el monopolio del petróleo.
Primo de Rivera logró poner paz en la zona de Marruecos.
En 1925 empezó a surgir la oposición reclamando la vuelta al constitucionalismo, y sustituyó el Directorio militar por un Directorio Civil.
Otro de sus objetivos era dirigir la Instrucción Pública, lo que provocó la oposición de universidades, alumnos y profesores.
Por otro lado, la oposición de los anarquistas catalanes era cada vez más fuerte, y la dictadura fue perdiendo apoyos.
En 1930, forzado por el rey, Primo de Rivera firmó su dimisión.
Alfonso XIII encargó la formación de un nuevo gobierno al General Berenguer, quien se propuso restablecer el constitucionalismo. Sus cambios fueron tan lentos que el rey le sustituyó por el Almirante Aznar. En 1931, este convocó elecciones municipales en las que ganaron los monárquicos. Pero republicanos y nacionalistas habían acordado derribar la monarquía e instaurar la II República. Tras asaltar el ministerio de gobernación, los republicanos establecieron la II República.