Historia de la Seguridad Social: Orígenes y Evolución en Alemania, Inglaterra y Francia

Orígenes de la Seguridad Social en Alemania

La moderna Seguridad Social nace en Alemania, especialmente en Prusia, tras la unificación alemana bajo Bismarck, con la Ley de Seguro de Enfermedad del 15 de julio de 1883. Esta ley protegía a los trabajadores de la industria, de forma obligatoria, contra el riesgo de enfermedad y las contingencias de la maternidad. Además, se otorgaban prestaciones por un máximo de 13 semanas mediante el pago de cotizaciones. Estas cotizaciones se sufragaban del siguiente modo: dos terceras partes por los trabajadores y una tercera parte por los empresarios. Posteriormente, se extendió también a los trabajadores de la agricultura y del sector del transporte por leyes posteriores.

Asimismo, en 1884 se aprobó el seguro contra accidentes de trabajo, disponiendo que este seguro fuera financiado exclusivamente por los empresarios. Igualmente, Bismarck impulsó lo que se conoció como política social (Socialpolitik), relacionada con el trabajo masculino y femenino, la infancia, los riesgos laborales y los incentivos a los trabajadores, en un momento de significativo desarrollo industrial en la Alemania unificada.

Tras la caída del Imperio Alemán después de la Primera Guerra Mundial, se estableció en Alemania la República de Weimar, donde se redactó la Constitución de 1919, considerada por algunos como la mejor constitución del siglo XX. Los asuntos sociales fueron recogidos en esta constitución, por ejemplo, en la sección destinada a la vida social. La maternidad tenía derecho a la protección y asistencia del Estado. Finalmente, la clase obrera debía someterse al Consejo Económico del Reich. Es decir, durante la vigencia de la Constitución de Weimar en Alemania, se reconocieron los derechos sociales y la Seguridad Social.

Orígenes de la Seguridad Social en Inglaterra

Fue el inglés William Beveridge quien redactó un texto titulado Seguro Social y Servicios Aliados. Este fue presentado al Parlamento Británico, específicamente a la Cámara de los Comunes, y posteriormente ratificado por la Cámara de los Lores. Este hito marcó en Inglaterra la transición de los seguros sociales a la Seguridad Social. La idea principal era la cobertura de las necesidades sociales a través de la redistribución de la renta.

En Gran Bretaña se utilizó el término Seguridad Social para indicar la seguridad de los ingresos que reemplazarían a las ganancias cuando se interrumpían por el desempleo, la enfermedad, el accidente o el retiro ocasionado por la edad. Asimismo, se contemplaba la cobertura de gastos excepcionales como nacimiento, matrimonio o defunción. El plan de Beveridge integró los seguros y los organismos existentes en Inglaterra en un sistema con varios elementos clave:

  • Seguro Nacional: Cobertura para enfermedad, maternidad, invalidez, vejez y fallecimiento.
  • Seguros de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales.
  • Servicio Nacional de Salud.
  • Régimen de Asignación Familiar.
  • Régimen de Asistencia Nacional: Para personas menesterosas no aseguradas y sin aportaciones.

Este sistema combinaba tres métodos distintos: seguros sociales para necesidades básicas, asistencia nacional para casos especiales y seguro voluntario para complementos.

Orígenes de la Seguridad Social en Francia

La figura clave con respecto a la Seguridad Social fue Pierre Laroque, considerado como el padre de la Seguridad Social francesa tras la liberación de Francia después de la Segunda Guerra Mundial. Acuñó el término «Seguridad Social», propuso la extensión de la Seguridad Social a toda la población, recomendó reformas orgánicas que democratizaron su gestión, y algunas de estas medidas fueron incorporadas a la Constitución Republicana de 1946.

La reforma llevada a cabo supuso algunos desencuentros con la Confederación General del Trabajo (CGT), la gran central sindical, y se caracterizó por la creación de un régimen de Seguridad Social único e indivisible. A su vez, las teorías de Laroque generaron algunos desencuentros con el Consejo de Estado francés. Otra cuestión relevante fue la percepción de la Seguridad Social, considerada como una «gran máquina» cercana a la administración, pero alejada de los intereses de los trabajadores.

Por otro lado, se criticó el régimen previsto por Laroque, pues se consideraba que estaba demasiado enfocado en la concepción dominante de la época: la protección social del mundo del trabajo, y no como una Seguridad Social dirigida a toda la población, es decir, no exclusivamente como asistencia al trabajador, sino a todos los ciudadanos franceses. El resultado fue que a principios del siglo XXI, la población francesa estaba cubierta por un número muy amplio de regímenes de protección social, dependiendo de las personas o las profesiones, y no existía una Seguridad Social verdaderamente única como tal.

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