La Segunda Revolución Industrial y la Expansión Imperialista: Transformaciones y Rivalidades

La Segunda Revolución Industrial, que tuvo lugar en el último tercio del siglo XIX, supuso una profunda transformación de la sociedad europea. La introducción de nuevas fuentes de energía, el notable progreso técnico y la implementación de una nueva organización del trabajo propiciaron un desarrollo espectacular de la producción y el comercio. Como consecuencia, Europa se embarcó en un proceso de dominio político y económico sobre el resto del mundo, estableciendo vastos imperios coloniales entre 1870 y 1914. Estas ambiciones expansionistas generaron significativas rivalidades entre las potencias, convirtiéndose en una de las causas subyacentes de la Primera Guerra Mundial.

1. La Segunda Revolución Industrial

1.1. Crecimiento Demográfico y Migraciones

Europa experimentó una nueva fase de crecimiento demográfico. Este fenómeno se debió a:

  • Un descenso de la mortalidad general.
  • Un aumento de la esperanza de vida.
  • El mantenimiento de una natalidad elevada.

Este incremento poblacional exacerbó los desequilibrios en la distribución de la riqueza y provocó importantes desplazamientos de población. Aproximadamente 60 millones de personas emigraron de Europa para establecerse en los nuevos países americanos.

1.2. Las Nuevas Fuentes de Energía

El petróleo y la electricidad emergieron como las dos nuevas fuentes de energía predominantes, desplazando gradualmente al carbón. El uso de la electricidad, caracterizada por ser más limpia y flexible, ofreció numerosas ventajas:

  • Permitió una mayor libertad en la ubicación de las empresas.
  • Resultó ser más económica en muchas aplicaciones.
  • Contribuyó a un aumento de la productividad.
  • Tuvo aplicaciones diversas en las comunicaciones, la iluminación, el transporte y el ocio.

El petróleo, inicialmente utilizado para la iluminación, encontró su aplicación más relevante como combustible en los nuevos medios de transporte.

1.3. Los Nuevos Medios de Transporte

Se produjo una auténtica revolución en los transportes:

  • Se construyeron las principales redes ferroviarias.
  • La electricidad se aplicó al transporte urbano con el desarrollo del tranvía y el metro.
  • Mejoró significativamente la construcción de barcos, acortando los viajes transoceánicos y favoreciendo las migraciones.
  • La apertura de canales como el de Suez (1869) y el de Panamá (1914) redujo drásticamente las distancias.

Sin embargo, la verdadera revolución llegó con el automóvil, resultado de la combinación del motor de explosión, el neumático y el petróleo como combustible. Paralelamente, se inició el desarrollo de la aviación.

1.4. Nuevos Inventos y Nuevas Industrias

El desarrollo industrial estuvo intrínsecamente ligado a la investigación y la innovación tecnológica. Se descubrieron nuevos productos y se encontraron aplicaciones novedosas para materiales ya existentes, como el vidrio y el caucho.

  • La siderurgia experimentó un gran desarrollo gracias al acero y al aluminio.
  • La metalurgia encontró aplicaciones cruciales en la industria del automóvil y en la fabricación de aparatos eléctricos.
  • La industria eléctrica revolucionó el alumbrado, los transportes y las telecomunicaciones.
  • En el sector químico, surgieron nuevos productos y se impulsó la industria farmacéutica.

1.5. La Nueva Organización del Capital y del Trabajo

La necesidad de grandes volúmenes de capital para la inversión impulsó un proceso de concentración empresarial a través de diversas formas:

  • Concentración horizontal: Agrupación de empresas del mismo sector.
  • Concentración vertical: Integración de empresas con actividades complementarias.
  • Cártel: Asociación de empresas para eliminar la competencia.
  • Trust: Fusión de varias empresas en una nueva entidad.
  • Holding: Sociedad financiera que controla capital en diversas empresas.
  • Monopolio: Exclusividad sobre la producción o venta de un producto.

Simultáneamente, surgieron nuevas formas de organización del trabajo orientadas a aumentar la productividad y reducir costes:

  • Taylorismo: Buscaba optimizar el tiempo y reducir costes mediante la eliminación de movimientos inútiles del obrero. Se implementó la producción en serie a través de la cadena de montaje.
  • Fordismo: Henry Ford aplicó los principios del Taylorismo en su fábrica de automóviles para producir en masa a bajo coste. Implementó salarios elevados con el objetivo de convertir a sus obreros en consumidores de sus propios productos.

1.6. El Aumento de la Competencia y la Era del Consumo

En el último tercio del siglo XIX, la industrialización de nuevos países intensificó la competencia. Alemania emergió como el principal rival de Gran Bretaña en Europa, gracias a su potente industria de base y a sus industrias tecnológicamente avanzadas.

Este periodo también marcó el inicio de la era del consumo de masas, impulsada por:

  • El aumento de los salarios.
  • Nuevos sistemas de venta (a plazos, créditos).
  • La introducción de la publicidad.

Todo ello contribuyó a un gran crecimiento del comercio internacional.

2. Las Causas del Imperialismo

2.1. La Europa Dominante

El gran desarrollo tecnológico fragmentó el mundo en dos grandes bloques:

  • Países industrializados.
  • Países no industrializados, que quedaron bajo la dependencia de Europa.

Entre 1873 y 1890, Europa industrializada atravesó una crisis económica, originada en el sector agrícola, que derivó en una crisis de superproducción en todos los sectores. Esto provocó una disminución de los beneficios y el cierre de muchas industrias. El mundo industrial superó esta crisis renovando sus estructuras y buscando la ampliación de sus mercados. La implantación de políticas proteccionistas obligó a las potencias a buscar mercados exteriores en Asia, África y América Latina.

2.2. Las Causas Económicas

La expansión imperialista se ha vinculado estrechamente a las necesidades de la industria de los países desarrollados. Los europeos buscaban:

  • Nuevos espacios para establecer mercados.
  • Acceso a materias primas y energéticas baratas.
  • Fuentes de mano de obra barata.
  • Nuevos lugares donde invertir capital.

En los territorios ocupados se construyeron infraestructuras para facilitar la explotación. No obstante, investigaciones recientes sugieren que las razones económicas no fueron las únicas ni las principales impulsoras del imperialismo.

2.3. Los Factores Políticos y Demográficos

Diversos factores políticos y demográficos jugaron un papel crucial:

  • El deseo de las potencias de aumentar su poder político a escala internacional.
  • La necesidad de control militar y económico de las rutas terrestres y marítimas.
  • La consideración de las colonias como factores estratégicos para fortalecer el poder militar.
  • Las colonias sirvieron como asentamiento para los excedentes de población europea, generando un importante flujo migratorio.

2.4. Las Causas Ideológicas

Las motivaciones ideológicas también fueron determinantes:

  • Un interés científico por explorar geográfica y antropológicamente zonas del mundo hasta entonces desconocidas.
  • La difusión de concepciones racistas que defendían la superioridad de la raza blanca, a menudo acompañadas de una exaltación nacionalista.
  • La creencia en el deber de difundir la civilización, la cultura y la religión europeas por el mundo, bajo lemas como el “paternalismo” o la “responsabilidad del hombre blanco”, y la necesidad de evangelizar a pueblos considerados “primitivos”.

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