España en Crisis: Alfonso XIII, Gran Guerra y el Desastre de Annual (1902-1923)

El Reinado de Alfonso XIII y la Crisis de la Restauración (1902-1923)

El Regeneracionismo y la Inestabilidad Política

El regeneracionismo marcó la primera etapa del reinado de Alfonso XIII, pero este se truncaría a la muerte de Canalejas (1912), abriendo un periodo de inestabilidad hasta la dictadura de 1923.

Impacto de la Primera Guerra Mundial (1914-1918)

Las repercusiones de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) constituyeron un punto de inflexión en el régimen de la Restauración. Cuando estalló el conflicto, el gobierno de Eduardo Dato declaró la neutralidad, dividiéndose la opinión pública entre aliadófilos y germanófilos.

Dicha neutralidad supuso para España un crecimiento espectacular de la demanda exterior de productos. Sin embargo, el aumento de las exportaciones provocó un proceso inflacionista e incluso la escasez de algunos productos básicos en el interior. Además, los beneficios de las empresas no repercutieron en aumentos salariales equivalentes; por el contrario, se acompañó del empobrecimiento de los trabajadores y la subida de precio de productos de primera necesidad, lo que les hizo perder poder adquisitivo. Ante esta situación, comenzaron las protestas populares: motines, disturbios y huelgas (organizadas por UGT y CNT).

La Crisis de 1917: Un Triple Desafío al Sistema

La Crisis de 1917 fueron en realidad tres crisis que podían haber provocado la quiebra del sistema de la Restauración, pero cada una se organizó de manera individual y defendió posiciones contrapuestas:

  • Las organizaciones sindicales: Organizaron una huelga indefinida contra el régimen y el deterioro del nivel de vida de los trabajadores. Tuvo gran seguimiento en Madrid, Barcelona, Vizcaya y Zaragoza. El gobierno detuvo al comité de huelga y sacó a las tropas a las calles. A finales de agosto, la huelga estaba acabada con 70 muertos y 200.000 detenidos.
  • Los militares: En desacuerdo con el sistema de ascensos de los oficiales, conseguidos por mérito de guerra y que beneficiaban a los militares africanistas, se organizaron en unas Juntas de Defensa. El gobierno admitió sus peticiones, promulgándose la Ley del Ejército (1918). El ejército volvía a ser pilar de la monarquía y del gobierno frente al problema social.
  • La oposición política: Se reunieron en la Asamblea de Parlamentarios, convocados por Cambó y la Lliga Regionalista, en la que reclamaron la formación de un gobierno provisional, la celebración de Cortes Constituyentes para elaborar una nueva Constitución y la descentralización del Estado. El gobierno declaró inconstitucional la asamblea.

Agonía del Régimen de la Restauración y Conflictividad Social (1917-1923)

A partir de esta crisis y hasta 1923, el régimen de la Restauración agonizaba. La inestabilidad política llevó a gobiernos de concentración que integraban a los partidos dinásticos y algunos políticos, una fórmula que suponía la quiebra del turno de partidos. La conflictividad social desatada tras la Primera Guerra Mundial provocó un crecimiento del sindicalismo y de sus acciones, que, junto al triunfo de la Revolución Bolchevique en Rusia, animó a las organizaciones obreras. En este contexto, el gobierno concedió la jornada laboral de 8 horas y creó el Ministerio de Trabajo.

El Trienio Bolchevique en Andalucía (1918-1920)

En Andalucía (1918-1920) se llamó Trienio Bolchevique a una fase de actividad revolucionaria. La revuelta social finalizó en 1920 con la declaración del estado de guerra y una fuerte represión.

La Cuestión de Marruecos y sus Consecuencias

Otro problema fue la Cuestión de Marruecos. Tras el desastre de 1898, a partir de 1906 España inició su penetración en el norte de África. La Conferencia de Algeciras y el posterior tratado hispano-francés supusieron el establecimiento de un protectorado franco-español en Marruecos. La presencia española se vio estimulada por intereses económicos y por la voluntad de restaurar el prestigio del ejército, que pretendía convertir a España en una potencia colonial.

La presencia española fue contestada por las tribus bereberes, y los continuos ataques de los rifeños obligaron a mantener una fuerte presencia militar. Estos infligieron una importante derrota a las tropas españolas en el Barranco del Lobo (1909), donde ocasionaron numerosas bajas. Se decidió incrementar el número de soldados, y el gobierno ordenó el envío de tropas de reservistas.

La Semana Trágica de Barcelona (1909)

Dicho envío provocó un importante movimiento de protesta popular en Barcelona, conocido como la Semana Trágica, apoyado por anarquistas, socialistas y republicanos. El sindicato anarquista Solidaridad Obrera hizo un llamamiento a la huelga general, y la revuelta se prolongó durante una semana. Se levantaron barricadas, hubo enfrentamientos con las fuerzas del orden y se incendiaron edificios religiosos. Las autoridades respondieron declarando el estado de guerra y enviando refuerzos para reprimir las manifestaciones, que se saldaron con heridos, muertos, detenidos y la imposición de condenas a muerte. Maura dimitió.

El Desastre de Annual (1921)

Después de los incidentes de 1909, hubo un segundo momento crítico en 1921, cuando las tropas españolas iniciaron un avance desde Melilla con el fin de consolidar la ocupación del territorio. La acción, mal planificada por el general Silvestre, y que contaba con el consentimiento del rey, finalizó con una derrota en Annual por las tropas de Abd-el-Krim.

El Desastre de Annual provocó una gran impresión en la opinión pública, que ya era contraria a la guerra. La comisión militar de investigación, presidida por el general Picasso, puso de manifiesto grandes irregularidades. Socialistas y republicanos plantearon la posible responsabilidad del rey. En 1923, el golpe de Estado de Primo de Rivera impidió conocer las conclusiones de la investigación sobre el desastre de Annual.

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