El Reformismo Dinástico: Los Intentos Renovadores de Maura y Canalejas (1899-1912)
En 1899, tras el Desastre de Cuba, la reina regente María Cristina llamó a formar gobierno a Silvela y Polavieja (conservadores), un gabinete que duró hasta 1901. En este período iniciaron una política reformista, con reformas fiscales (subida de impuestos), que no tuvieron éxito. En 1902 sube al trono Alfonso XIII y, tras la muerte de Sagasta, sube al poder Maura (conservador).
Antonio Maura: La «Revolución desde Arriba» (1903-1909)
Maura quería comenzar con la «revolución desde arriba», creando un Estado fuerte que controlara a los caciques y a las clases populares, buscando acabar con la corrupción mediante la Ley Electoral de 1907. Lo hizo mediante medidas sociales, estimulando la industria y la agricultura, e instaurando la Ley de Descanso Dominical (con influencia de la Iglesia) y el IRS (Instituto de Reformas Sociales), dedicado a los seguros obreros. La Semana Trágica de Barcelona provocó la caída del gobierno de Maura en 1909.
José Canalejas: Modernización y Laicismo (1910-1912)
Maura fue sustituido por Canalejas (liberal) hasta 1912. Sus objetivos eran modernizar la política y realizar reformas sociales que atrajesen a los republicanos y socialistas, además de limitar el poder de la Iglesia:
- Limitación del poder eclesiástico: Reducción de su financiación, separación parcial de Iglesia y Estado y limitación del establecimiento de nuevas órdenes religiosas (la conocida como «Ley del Candado»).
- Reformas sociales y fiscales: Bajó los impuestos de consumo y estableció el reclutamiento obligatorio sin redención en metálico. Se mejoraron las condiciones laborales.
- Política territorial: Se aprobó la Ley de Mancomunidades, que permitía la unión de diputaciones provinciales para la gestión de algunos servicios públicos (un avance hacia las autonomías).
El mandato de Canalejas finalizó con su asesinato en 1912.
El Aumento de las Fuerzas de Oposición: Republicanismo y Nacionalismos Periféricos
Durante la Restauración, los republicanos, carlistas y nacionalistas quedaron al margen del sistema. Tras el fracaso del Sexenio Democrático, el republicanismo era impopular. Se fundaron varios partidos:
- El Partido Republicano Posibilista de Castelar.
- El Partido Republicano Progresista de Zorrilla.
- El Partido Republicano Centralista de Salmerón.
- El Partido Republicano Federal de Pi y Margall.
Estos partidos consiguieron en las elecciones de 1886 mejores resultados gracias al sufragio universal masculino y a las alianzas electorales (Unión Republicana), pero tuvieron una gran pérdida de apoyo tras la aparición de partidos obreros.
El Carlismo
Tras el Sexenio Democrático y la derrota carlista, la Constitución de 1876 descartó la sucesión al trono de la rama carlista, y se prohibió que militares, como Cabrera, reconocieran a Alfonso XII. Los partidos carlistas se mantuvieron en Navarra, País Vasco y Cataluña, sustentando el fuerismo, la oposición a la democracia y la unidad católica.
El Auge de los Nacionalismos Periféricos
A finales del siglo XIX comenzó el nacionalismo. Grupos de intelectuales, políticos y periodistas empezaron a proponer políticas contrarias al uniformismo y centralismo estatal. Surgieron inicialmente como movimientos culturales de recuperación de la lengua y las tradiciones, pero tras la influencia de la crisis de 1898 afianzaron su carácter político.
Nacionalismo Catalán
Surgió primero en Cataluña, creando partidos como Centre Català, la Lliga Regionalista y Unión Catalanista.
Nacionalismo Vasco
Surgió en el País Vasco con la fundación del PNV en 1895 (como reacción a la pérdida de los fueros y en defensa del euskera).
Por último, surgieron movimientos regionalistas en Galicia, Valencia, Andalucía y Aragón.
La Crisis de 1917 y el Colapso del Sistema de la Restauración
En 1914 estalla la Primera Guerra Mundial, y España se mantuvo neutral. Entre 1917 y 1923 tuvo lugar la crisis definitiva del régimen de la Restauración, marcada por la inestabilidad política, social y militar.
1. La Crisis Militar (Las Juntas de Defensa)
En el ejército español, se crearon Juntas de Defensa de militares para reclamar un aumento salarial, ascensos por antigüedad y una renovación política. Sin embargo, estas Juntas de Defensa reprimieron la Huelga General Revolucionaria de 1917, a pesar de sus propios intereses reformistas.
2. La Crisis Política
Los partidos dinásticos se fragmentaron y no conseguían mayorías parlamentarias sólidas para formar gobierno.
3. La Crisis Social y Obrera
Los años siguientes a la Primera Guerra Mundial fueron de gran conflictividad. En España, la producción agrícola descendió, aumentó el paro y subieron los precios, lo cual provocó la movilización obrera y el crecimiento del sindicalismo.
- Revueltas campesinas: Se produjeron revueltas campesinas, sobre todo en Andalucía, donde la miseria y el aumento de precios dieron lugar al Trienio Bolchevique.
- Huelgas industriales: También se produjeron huelgas industriales, sobre todo en Barcelona. Para detener la fuerza sindical, los patronos contrataron a pistoleros para asesinar a los obreros (el pistolerismo).
- Respuesta gubernamental: La postura del gobierno fue apoyar a los patronos, ejerciendo dura represión contra los sindicalistas y aplicando la Ley de Fugas.
El Desastre de Annual (1921)
Para resolver los problemas de Marruecos, el ejército español realizó varias operaciones para controlar a los rebeldes. El General Silvestre inició una ofensiva contra Abd el Krim que acabó en el Desastre de Annual (1921), que supuso la pérdida del territorio ocupado y más de mil muertos. Como consecuencia de esto, se discutió el caso de Annual (el Expediente Picasso) y se pedirían responsabilidades políticas que podrían implicar al rey.