España en el Siglo XVII: La Decadencia de la Monarquía
El siglo XVII marcó la profunda decadencia de la monarquía española. La situación económica fue empeorando progresivamente y España fue perdiendo su importancia política en el escenario europeo.
El Gobierno de los Validos
Los monarcas de la Casa de Austria, conocidos como los Austrias Menores, se desentendieron de sus tareas de gobierno y delegaron el poder en hombres de su confianza que actuaban como primeros ministros, denominados validos.
Los validos utilizaron su inmenso poder para enriquecerse, repartir cargos y privilegios entre sus simpatizantes y familiares. Esta situación generó un clima constante de intrigas y conspiraciones en la corte.
Los Austrias Menores
Felipe III (1598-1621)
El gobierno estuvo en manos de su valido, el Duque de Lerma.
- Se produjo la expulsión de los moriscos (1609), una medida que, aunque buscaba reafirmar el compromiso con el catolicismo y compensar el fracaso frente a los protestantes, generó gran desconfianza.
- Esta expulsión tuvo un resultado muy negativo para la economía española, sobre todo para la agricultura.
Felipe IV (1621-1665)
Dejó el gobierno en manos de su valido, el Conde-Duque de Olivares.
- Durante su reinado se desarrolló la Guerra de los Treinta Años.
- Olivares impulsó importantes reformas, siendo la más destacada la Unión de Armas, que pretendía que todos los reinos de la Monarquía Hispánica contribuyeran con soldados y dinero para afrontar las guerras en Europa.
- España sufrió varias bancarrotas. El desgaste bélico y la presión fiscal provocaron numerosas rebeliones internas, especialmente en Cataluña y Portugal.
Carlos II (1665-1700)
Carlos II accedió al trono siendo menor de edad y, además, estaba gravemente enfermo. Fue el último monarca de la Casa de Austria.
- Francia siguió hostigando a una España debilitada, arrebatándole más territorios.
- Carlos II no tuvo hijos, lo que generó un grave problema de sucesión a su muerte, desencadenando un conflicto internacional.
La Guerra de Sucesión Española (1701-1714)
Carlos II nombró como heredero del trono a Felipe de Anjou, de la dinastía Borbón, nieto del rey Luis XIV de Francia.
Bandos Enfrentados
Felipe V fue proclamado rey de España y contó con el apoyo de Castilla y de Francia.
El Archiduque Carlos de Austria fue proclamado rey de España en Barcelona y fue reconocido por las Cortes de Aragón, Valencia y Cataluña.
Desarrollo y Fin del Conflicto
En la Batalla de Almansa (1707), Felipe V conquistó Valencia y Aragón, pero la guerra continuaba.
El conflicto dio un giro cuando el Archiduque Carlos heredó el trono de Austria (1711), lo que generó temor entre sus aliados (Inglaterra y Holanda) ante la posible unión de España y Austria, rompiendo el equilibrio de poder europeo.
Como consecuencia, se firmó la Paz de Utrecht (1713) entre Francia y la coalición (excepto Austria). A principios del siglo XVIII, Felipe V tomó Barcelona (1714) y la guerra finalizó con el Tratado de Rastatt (1714), firmado con Austria.
Consecuencias de la Guerra de Sucesión
Las principales consecuencias de la Guerra de Sucesión fueron:
- España perdió sus posesiones europeas (como Flandes y territorios italianos), pero mantuvo sus territorios americanos.
- El reino de España se transformó en un Estado centralizado, siguiendo el modelo francés.
- Felipe V promulgó los Decretos de Nueva Planta, que suprimían los fueros y las instituciones de la Corona de Aragón (Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca), siendo sustituidos por las leyes castellanas.