Introducción: Transformación Social en el Siglo XIX
La sociedad española del siglo XIX experimentó un cambio paralelo al de otros países europeos, caracterizado por el declive de las clases privilegiadas (nobleza y clero) y el reforzamiento de la burguesía y las clases medias.
Los cambios ocurridos en la economía —la reforma agraria y el inicio de la industrialización—, junto a la instauración de la sociedad de clases, supusieron el fin de los privilegios. Esta nueva estructura se basó en la igualdad ante la ley y ante los impuestos, donde el origen de la diferencia social está determinado por la riqueza.
Frente a la clase poderosa (nobleza y burguesía) se encontraban las clases populares (campesinos y proletarios), que no poseían más riqueza que su capacidad de trabajo. De esta situación nacieron los movimientos obreros, que lucharon por mejorar sus condiciones de vida.
La Sociedad de Clases: Estructura y Principios
Las Clases Dirigentes
1. La Nobleza
La nobleza española mantuvo su poder durante el liberalismo, aunque con matices:
La Baja Nobleza
Sufrió un cierto deterioro al perder sus privilegios fiscales y terminó diluyéndose en las clases medias españolas.
La Alta Nobleza
Un pequeño grupo de familias acaparaba un enorme poder político, social y económico.
Poder Económico
- Mantuvieron sus propiedades agrarias e incluso las aumentaron en la primera mitad del siglo gracias a la compra de tierras desamortizadas.
- Su poder disminuyó a fines de siglo, debido a que su patrimonio se redujo por su escaso interés en los negocios. Las fortunas industriales comenzaron a superar a las fortunas nobiliarias.
Poder Político
Constituyeron durante el reinado de Isabel II un poderoso grupo de influencia que participó activamente en las camarillas, gozó de privilegios y participó en los grandes negocios del régimen.
Poder Social
No se aburguesaron, ni imitaron las formas de vida ni los valores burgueses. Por el contrario, fueron imitados por una gran parte de la burguesía.
2. La Alta Burguesía
Fue la clase social más beneficiada por los cambios económicos y políticos del siglo XIX. Se distinguen tres grupos principales:
Grupos de la Burguesía
Burguesía Comercial y Financiera
Compuesta por transportistas, negociantes y banqueros. Sus principales negocios fueron la especulación en la bolsa, la compra de acciones de ferrocarril y de títulos de deuda pública.
Burguesía Agraria
Se formó gracias a la desamortización. Eran miembros de familias acomodadas que invirtieron sus fortunas en la compra de tierras. Vivían en las ciudades y apoyaban la política moderada, favorable al proteccionismo. No invertían sus ganancias, sino en operaciones especulativas.
Burguesía Industrial
Localizada principalmente en Cataluña y el País Vasco.
Estilo de Vida de la Clase Dirigente
La clase dirigente acaparaba totalmente los centros de poder durante el reinado de Isabel II. Su nivel de vida era altísimo y constituían un grupo reducido en todas las ciudades. Su forma de vida, caracterizada por el ocio, el gasto, la ostentación y el monopolio de los lugares de privilegio en los espectáculos públicos y en ceremonias locales, marcaba la pauta del resto de la sociedad. La apariencia contaba más que la verdad, y la imagen digna, honrada y honesta era el prestigio máximo que una familia respetable podía ostentar.
Las Clases Medias
Constituían un conjunto bastante heterogéneo:
- Pequeños propietarios rurales.
- Mandos intermedios del ejército.
- Funcionarios.
- Profesionales liberales (médicos, abogados, profesores).
- Pequeños comerciantes y empresarios, propietarios de talleres.
Tenían una tendencia de pensamiento conservador. Eran clases profundamente poco instruidas, aunque existía un pequeño grupo de intelectuales que se distinguieron por su activa participación política.
Las Clases Populares
Eran las clases más desfavorecidas: artesanos, campesinos sin tierras y trabajadores de las industrias (proletariado).
El Campesinado
Sufrió una pérdida general de su nivel de vida debido a la tendencia general de la caída de precios y como consecuencia de la desamortización. La desamortización de Madoz, al poner en venta las tierras de los propios y baldíos, dio el golpe mortal a la economía campesina.
El Proletariado
Son los trabajadores industriales. Se trabajaba todos los días del año en jornadas de 12 a 14 horas en pésimas condiciones.
Crecimiento Demográfico
La población española creció considerablemente en el siglo XIX, sobre todo a partir de 1874, pero menos que en los países de Europa Occidental. Durante el siglo XIX, la natalidad se mantuvo alta, pero la mortalidad no bajó hasta el último tercio del siglo. La disminución de la tasa de mortalidad se consiguió con una mejora en la alimentación y en las condiciones higiénicas. El aumento demográfico de comienzos del siglo XX obligó a muchos a emigrar.
El Movimiento Obrero
Las duras condiciones laborales y económicas de los trabajadores, así como la escasa protección social, favorecieron la aparición del movimiento obrero. Sus primeras reivindicaciones se centraron en mejorar sus condiciones laborales, pero a partir de 1870 comenzaron a elaborar exigencias políticas que permitieran transformar el sistema económico y la sociedad.
