Guerra de Independencia Española (1808-1814)
Los Levantamientos del 2 de Mayo y la Formación de Juntas
Las abdicaciones de Bayona fueron interpretadas por una población ya descontenta por la presencia de las tropas francesas (que no pensaban abandonar el país) como un auténtico secuestro por parte de Napoleón. Como respuesta, el pueblo madrileño se alzó el 2 de mayo contra las tropas francesas. El ejército francés, al mando del general Murat, reprimió duramente el levantamiento popular, dejando un saldo de cientos de muertos. Sin embargo, la represión solo sirvió para extender la insurrección a muchas ciudades españolas.
En este contexto, tuvo lugar la formación de juntas locales y provinciales, creadas para organizar la defensa militar y asumir el poder en nombre de Fernando VII, “El Deseado”. La mayoría de sus dirigentes pertenecían a los estamentos privilegiados.
Desarrollo y Fases del Conflicto
La ocupación de la península no fue tan rápida como Napoleón había previsto, cogiéndole por sorpresa la combativa resistencia popular española y la guerra de guerrillas. En este contexto, tuvo lugar la victoria española en la Batalla de Bailén (1808), la primera gran derrota napoleónica en Europa. Esta victoria obligó a las tropas francesas a retirarse hacia el norte y forzó al propio Napoleón a intervenir personalmente en España.
Durante los primeros años de guerra, el predominio francés fue evidente, obteniendo grandes victorias como en la Batalla de Ocaña (1809), que les permitieron controlar prácticamente toda España entre 1810 y 1812, salvo ciudades como Cádiz, donde se organizó políticamente la resistencia.
El Punto de Inflexión y el Fin de la Guerra
Sin embargo, 1812 supuso un punto de inflexión: la Campaña de Rusia obligó a Napoleón a retirar tropas de España, debilitando su posición. Los españoles, junto a los británicos al mando del duque de Wellington, vencieron a los franceses en la Batalla de los Arapiles (1812), forzando la marcha de José I de Madrid.
La derrota definitiva llegó con la Batalla de Vitoria (1813), que forzó la retirada de las tropas francesas y llevó a Napoleón a firmar el Tratado de Valençay (diciembre de 1813), donde se reconoció a Fernando VII como rey de España, poniendo fin a la guerra.
Consecuencias de la Guerra
La guerra fue larga y destructiva. Las consecuencias fueron devastadoras:
- Pérdidas humanas (militares y civiles) altísimas.
- La producción agrícola y ganadera quedó devastada.
- El comercio y la industria se derrumbaron.
- El Estado terminó en una situación de quiebra financiera, con una deuda prácticamente inasumible.
El Reinado de José I Bonaparte (1808-1813)
José Bonaparte trató de implementar en España un régimen reformista, basado en las ideas ilustradas, similar al de Napoleón en Europa. Mediante los Decretos de Chamartín (1808), se abolía oficialmente el Antiguo Régimen, eliminando el feudalismo e instituciones como la Inquisición.
El Estatuto de Bayona (1808)
Este sistema quedó recogido en el Estatuto de Bayona (1808), que definía la organización del régimen de José I y sus principales instituciones. Sus características principales eran:
- Establecía órganos consultivos (como el Senado y el Consejo de Estado).
- Carecía de una auténtica representación nacional al no existir sufragio.
- Incluía algunos derechos y libertades básicas.
El Estatuto de Bayona es considerado una carta otorgada, pues no procedía de la soberanía nacional.
La Emancipación de las Colonias Americanas (1808-1824)
El proceso de independencia se inició en 1808, con el estallido de la Guerra de Independencia en la metrópoli, y culminó en 1824, con el triunfo de las independencias.
Causas del Proceso Independentista
- El rechazo de los criollos al centralismo borbónico y a la ocupación de altos cargos exclusivamente por españoles peninsulares.
- El monopolio de España sobre el comercio americano. Solo los peninsulares se beneficiaron de las medidas liberalizadoras de Carlos III, mientras que la burguesía criolla seguía sin poder comerciar con otros países.
- Desarrollo de una identidad americana propia.
- Influencia de las ideas ilustradas y de la Revolución americana (1775).
- Apoyo externo del Reino Unido, que vio una oportunidad para debilitar a España y romper el monopolio comercial español.
Primera Fase (1808-1814): El Vacío de Poder
Tras la invasión napoleónica, tuvo lugar la formación de juntas en el continente americano, al igual que en la península, para ocupar el vacío de poder provocado por la ocupación francesa. Inicialmente, estas juntas no rechazaban la autoridad española: actuaban en nombre de Fernando VII, reconocían a la Junta Central Suprema e incluso enviaron representantes a las Cortes de Cádiz.
Sin embargo, los criollos aprovecharon el contexto para difundir sus ideales reformistas e independentistas, provocando su distanciamiento de la metrópolis. En 1810 se produjeron las primeras proclamas independentistas, cuando las juntas de Caracas, Buenos Aires y Santa Fe de Bogotá expresaron su voluntad de ruptura política.
Venezuela fue la primera en declarar su independencia en 1811, seguida por las Provincias Unidas del Río de la Plata y Chile.
El Caso de México y la Represión Absolutista
La mayoría de estas independencias iniciales fueron inestables y no lograron controlar plenamente los territorios que reivindicaban.
El caso de México fue especial: el “Grito de Dolores” (1810), encabezado por el cura Hidalgo, fue un movimiento popular apoyado por campesinos e indígenas. Este carácter social llevó a los propios criollos conservadores a reprimirlo.
La vuelta al trono de Fernando VII y la reinstauración del absolutismo cerraron esta etapa, con el envío de tropas españolas para reprimir los levantamientos. El Virrey del Perú, Abascal, logró restablecer el poder español y el absolutismo en gran parte del continente. El único territorio que logró mantener su independencia fueron las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Segunda Fase (1816-1824): Las Campañas Militares
En 1816, resurgió la lucha independentista, esta vez mucho más organizada, militar y políticamente, con ejércitos regulares dirigidos por líderes con un proyecto político definido. Los principales focos de la emancipación fueron:
- Nueva Granada: Liderada por Simón Bolívar, “El Libertador”, quien organizó los ejércitos criollos que derrotaron a los españoles, logrando la independencia definitiva de Colombia (1819), Venezuela (1821) y Ecuador (1822).
- Río de la Plata: José de San Martín, desde las Provincias Unidas, cruzó los Andes y logró la independencia de Chile (1817) y Perú (1821).
La Conferencia de Guayaquil (1822), donde San Martín y Bolívar delimitaron su área de influencia, permitió que Bolívar asumiera la dirección final de la campaña emancipadora. Finalmente, las tropas independentistas derrotaron a las tropas españolas en la decisiva Batalla de Ayacucho (1824), donde jugó un papel fundamental el mariscal Antonio José de Sucre.
Casos Particulares y Conclusión
México logró su independencia en 1821 tras el Plan de Iguala, cuando el militar conservador Agustín de Iturbide se coronó emperador. El último territorio en independizarse fue Bolivia (1825).
Prácticamente toda Hispanoamérica se había independizado, quedando solo Cuba y Puerto Rico bajo dominio español hasta 1898.
