Como repartio napoleon los paises conquistados entre sus parientes

LA REVOLUCIÓN FRANCESA



Causas


Políticas e ideológicas.-

la Ilustración habia dado las bases teóricas paea acabar con el absolutismo y la revolución americana había demostrado que estas ideas podían llevarse a la práctica.

Sociales

Existía un descontento social generalizado: los nobles y el clero habían perdido poder como consecuencia del absolutismo real, y a pesar de su riqueza, muchos tenían dificultades economicas debido a sus elevados gastos. La burguesía carecía de influencia política y sus actividades económicas se veian obstaculizadas por el mercantilismo. El pueblo tambien estaba descontento. El campesinado se encontraba en su mayoría en situación de subsistencia y agobiado por el pago de impuestos. Y los grupos populares urbanos vivían en condiciones miseras.

Económicas

El estallido de la revolución se debio a una doble crisis económica: una crisis de subsistencias, debida a las malas cosechas de los años anteriores; y una crisis financiera motivada por el endeudamiento del Estado ante los elevados gastos militares y cortesanos. La unica soluicón frente a este ultimo problema era una reforma fiscal que obligase a pagar a los privilegiados. Ante la negativa de estos, el rey Luis XVI decidió convocar en 1789 los Estados Generales, la institución con competencias para aprobar nuevos impuestos, integrada por represantes de los tres estamentos. Estos levaban sin reunirse desde 1614, y su convocatoria marcó el inicio de la Revolución Francesa.

EL CONSULADO


Durante su etapa como cónsul (1799-1804), Napoleón intentó consolidar las conquistas de la revolución, evitando la vuelta al absolutismo y al radicalismo. Sus actuaciones mas importantes fueron la pacificación del país y las reformas anteriores.


La pacificación interior se logró eliminando a la oposición radical; permitiendo el regreso de la nobleza exiliada; y firmando un Concordato con el Papa (1801), en el que el Estado francés reconocía la religión católica; a cambio, la Santa Sede no reclamaría las tierras confiscadas al clero durante la Revolución.


Las reformas interiores fueron varias:
poíticas, como el Código Civil (1804), que recogía los logros revolucionarios (igualdad ante la ley, libertad, propiedad, y separación entre la Iglesia y el Estado);
económicas, como la implantación de la libertad económica y la creación de nuevas industrias;
sociales, como la creación de la asistencia social pública;
educativas, como el fomento de la instrucción publica;
y artísticas, como la construcción de numerosos monumentos en París. Gracias a estos logros, Napoleón fue nombrado primer cónsul vitalicio en 1802, y, más tarde, con el consentimento popular, emperados de los franceses en 1804.

EL IMPERIO NAPOLEÓNICO


En Europa, Napoleón se propuso crear un gran imperio bajo la autoridad de Francia. Así, entre 1805 y 1810, consiguió dominar gran parte de Europa occidental, tras una serie de campañas militares victoriosas (Austerlitz, Jena, Eylau, Friedland, y Ulm). En ellas, Napoleón se enfrentó y venció a las diversas coaliciones de países que se formaron contra él. La única excepción fue Reino Unido, que derrotó a la flota francoespañola en Trafalgar (1805), y resistió el bloque económico, o prohibición de comerciar con los británicos que había decretado Napoleón. Al frente de los países conquistados, Napoleón impuso a familiares o a generales franceses, que difundieron en ellos las ideas revolucionaias, proclamaron constituciones, implantaron el Código Civil o Código Napoleónico, y abolieron los derechos señoriales y los diezmos. La dominación extranjera, sin embargo, provocó en estos países movimientos nacionalistas contrarios a la demoniación exterior.


LA EUROPA DE LA RESTAURACIÓN


Entre 1814 y 1815, se reunieron en el Congreso de Viena las potencias que habían vencido a Napoleón (Reino Unido, Austria, Prusia y Rusia) con los siguientes objetivos:


El reestablecimiento del absolutismo

Los monarcas despuestos por Napoleón fueron restablecidos en sus tronos; se consideró que su legitmidad provenía de Dios, y que la soberanía nacional era una usurpación. Para evitar nuevas revoluciones, se autorizó la intervención de las potencias en cualquier país amenazado por una revolución.


La reconstrucción del mapa de Europa

Francia volvió a sus límites de 1791, y las potencias vencedoras trazaron fronteras y se repartieron territorios de acuerdo con sus intereses. No se tuvieron en cuenta las aspiraciones de muchos pueblos, que quedaron unidos o sometidos a otros en contra de su voluntad.

Para asegurar el orden establecido en el Congreso de Viena, se crearon dos grupos de alianzas:


La Santa Alianza (1815)

firmada por Austria, Prusia y Rusia, y más tarde por otros países, que comprometía a sus miembros a prestarse ayuda en caso de amenaza revolucionaria.


La Cuádruple Alianza (1815)

formada por Austria, Prusia, Rusia y Reino Unido, tenía como fin defender el orden establecido y tratar las cuestiones internacionales diplomáticamente, mediante la convocatoria de Congresos.

La restauración del absolutismo, sin embargo, no pudo impedir la expansión por Europa de nuevas ideas y valores surgidos a partir de la Revolución Francesa, como el liberalismo y el nacionalismo

LIBERALISMO


. El liberalismo creía en el reconocimiento de derechos naturales de la ciudadanía: la libertad política, económica e ideológica; la propiedad, que incluía la libre disposición de los bienes y la abolición de la propiedad vinculada nobiliaria y eclesiástica; y la igualdad ante la ley, suprimiendo los privilegios. Para aplicar estos derechos se requería la soberanía nacional, expresada a través de la elección de representantes mediante el voto, y la división de poderes.

NACIONALISMO


El nacionalismo es una ideología política que considera que la unidad fundamental de la vida de las personas es la nación, entendida como comunidad dotada de rasgos propios que provienen de una historia, una lengua, o una cultura comunes. El objetivo del nacionalismo es que cada nación tenga su propio Estado, es decir, que forme una entidad soberana con capacidad de autogobierno. Por tanto, reclama los Estados nación, es decir, que las fronteras de las naciones coincidan con las de los estados.

La evolución y la extensión del nacionalismo


Los movimientos nacionalistas del siglo XIX surgieron en los lugares donde existía un desajuste entre las naciones y las fronteras políticas.


-Los movimientos nacionalistas independentistas lucharon por separar a la nación de un poder extranjero o de un Estado plurinacional. Los más importantes afectaron a Grecia, que consiguió separarse del imperio turco (1820-1830), y a Bélgica, que se separó del reino de los Países Bajos (1830-1839). En cambio, en Irlanda, anexionada a Gran Bretaña en el siglo XIX, el nacionalismo no logró sus objetivos.


Los movimientos nacionalistas unionistas lucharon para unificar a una nación separada en un solo Estado. Los más importantes fueron los de Italia y Alemania. Ambas unificaciones las protagonizó el estado más desarrollado, Piamonte en Italia, y Prusia en Alemania, y se lograron por las armas.

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