Conceptos Fundamentales de la Historia de Hispania: Antigüedad y Edad Media

1. Pueblos Prerromanos

Grupos indígenas que poblaron Iberia antes de la conquista romana, iniciada en el 206 a.C. Destacan: Los Iberos, que ocupaban el este y el sur, tenían rasgos comunes pero nunca formaron una unidad política. Tuvieron contactos con griegos y fenicios, un amplio desarrollo económico y comercial, y acuñaron moneda. Los celtas, de origen indoeuropeo, ocuparon el centro-oeste peninsular, tenían rasgos culturales comunes pero también diferencias entre sí. En la zona de contacto entre ambos se desarrollaron los celtíberos, de caracteres étnico-culturales difusos. En el norte, grupos étnicos de economía ganadera, aislados y poco conocidos.

2. Vascones

Es el nombre dado por los romanos a los pobladores asentados entre el Pirineo Occidental, el Valle del Ebro y el Cantábrico. Tenían rasgos diferentes a los de los pueblos vecinos, como su idioma, de origen discutido, y única lengua prerromana que se ha conservado. Se vieron influidos por pueblos vecinos, sobre todo en las zonas cercanas al Ebro, donde evolucionaron rápidamente en aspectos económicos y culturales. En el norte, el relieve montañoso favoreció el aislamiento, una economía menos desarrollada y, posteriormente, una mayor resistencia a la romanización.

3. Provincias Romanas

Son unidades administrativas que Roma establecía en los territorios conquistados para su mejor control, gobierno y explotación económica. En el caso de Hispania, al principio de la conquista, se dividió en dos: Citerior y Ulterior. En tiempos de Octavio Augusto, se dividió en tres: Tarraconense, Lusitania y Bética. En el siglo III d.C., se crearon Cartaginense y Gallaecia, y en el siglo IV, la Baleárica. Estaban gobernadas bajo la autoridad senatorial o imperial, por un Pretor asesorado por un Consilium. Para la administración de justicia, las provincias se subdividían en Conventus Iuridici.

4. Andelos

Es una ciudad romana, situada en territorio vascón, cerca de Mendigorría. Se pobló y romanizó en el siglo I y alcanzó su máximo esplendor en el siglo II, como enclave en la vía que unía Pompaelo y Caesaraugusta. En su excavación y estudio, se han encontrado vestigios del Cardo y el Decumanus, restos de mansiones, y un avanzado sistema de abastecimiento de agua a la población. Todo ello indica un alto nivel de vida y desarrollo urbano.

5. Romanización

Es el proceso de extensión de la cultura y civilización romanas introducidas en Hispania tras su conquista y anexión al Imperio. Fueron tres los pilares de la romanización: la lengua latina, los funcionarios y legionarios que recibían tierras tras su jubilación y se mezclaron con la población nativa, y el comercio que transcurría por una tupida red de calzadas. La romanización cohesionó a los habitantes de Hispania, antes divididos y enfrentados entre sí, propició su acceso progresivo a la ciudadanía, vinculó Hispania al marco político y económico romano, y la convirtió en una de las provincias más importantes del Imperio.

6. Monarquía Visigoda

Es la forma de organización política de los visigodos, pueblo asentado en Hispania con capital en Toledo. Trataron de aunar la herencia romana y la costumbre germana. El rey gobernaba apoyado en el Aula Regia, en el Officium Palatinum y en los Concilios (asambleas nobles y eclesiásticas). Crearon un Estado Unitario desde el punto de vista jurídico-legislativo y religioso. Las disputas entre la nobleza militar dirigente debilitaron el reino. Una de ellas propició la entrada musulmana en el 711, la derrota del rey Don Rodrigo en Guadalete y el fin del reino.

7. Mozárabes

Nombre de los descendientes de los hispano-romano-visigodos que, tras la conquista árabe en el 711, fueron reacios a la islamización, preservando su religión y cultura cristianas en Al-Ándalus, manteniendo sus propias leyes, aunque debían pagar un impuesto especial por infieles. Con el tiempo se impregnaron de elementos de influencias árabes. La tolerancia inicial desapareció a partir del siglo IX, lo que favoreció su emigración a los reinos cristianos del norte, a los que dieron vigor demográfico y aportaron realizaciones culturales como la arquitectura, la caligrafía visigótica (que conservaban en códices iluminados que tuvieron gran difusión por Europa).

8. Califato de Córdoba

Es la forma de organización política que Abderramán III adoptó en 929, proclamándose Califa, lo que significaba asumir el máximo poder político, militar y religioso en un Al-Ándalus completamente independiente de Bagdad. El califato cordobés vivió una etapa de unidad interna, desarrollo económico y gran esplendor artístico y cultural. Se frenó el avance de los reinos cristianos del norte, especialmente durante el gobierno de Almanzor. La muerte de este en 1002 inició el declive, las guerras civiles y la desaparición del califato, que en 1031 se dividió en diversos reinos: las Taifas.

9. Reinos de Taifas

Al morir Almanzor en 1002, se inició un periodo de guerras civiles que acabaron con el califato cordobés en 1031. Al-Ándalus se dividió en numerosos reinos de Taifas, territorios independientes y a menudo enfrentados entre sí, lo que aprovecharon los cristianos para debilitarlos, imponiéndoles parias por su protección o conquistando el territorio de los más débiles. Las invasiones almorávide y almohade les devolvieron la unidad temporalmente, y se sucedieron los segundos y terceros reinos de Taifas. Desde mediados del siglo XIII, después de la derrota de las Navas de Tolosa en 1212, solo quedó el reino taifa de Granada.

10. La Reconquista

Tras el fin del reino visigodo en 711, en el norte surgieron núcleos de resistencia frente al poder musulmán que se consolidaron y organizaron en monarquías entre los siglos VIII y X. Desde allí iniciaron un lento proceso de expansión militar hacia el sur que se intensificó tras la caída del califato y su división en Taifas. Este proceso fue protagonizado por los reinos de León-Castilla, Portugal, Navarra y la Corona de Aragón. La Reconquista fue paralela a la repoblación de los territorios a través de la donación de tierras, como forma de asegurar su defensa. Terminó en 1492 con la toma de Granada.

11. Reino de Pamplona

Durante los siglos VIII y IX fue fraguando un núcleo de resistencia en el Pirineo Occidental, en torno al linaje de los Arista, tanto frente a los carolingios del norte como a los musulmanes del sur. El nacimiento como reino tuvo lugar en 905 con Sancho Garcés I, de la dinastía Jimena, que dio al territorio un fuerte sentimiento de soberanía y comenzó su institucionalización. Con él, se reconquistaron las tierras de Deio, la Ribera Estellesa y parte de las tierras de La Rioja. En el siglo XI, con Sancho III el Mayor, llegó a su máxima expansión territorial, pero se dividió a su muerte. En el siglo XII, con Sancho VI el Sabio, pasó a llamarse Reino de Navarra.

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