Conflictos Europeos y Expansión Imperialista: El Camino hacia la Primera Guerra Mundial

La Cuestión de Oriente: El Declive del Imperio Otomano

La Cuestión de Oriente se refiere al conjunto de conflictos que tuvieron lugar en la península balcánica durante el siglo XIX y que culminaron con el declive y final del Imperio otomano. En estos conflictos participaron también las grandes potencias europeas de la época: Rusia, Austria y el Reino Unido.

La Convención de los Estrechos

Tras la independencia de Grecia, surgió el problema de los estrechos. En 1833, el bajá de Egipto se rebeló contra el Imperio otomano. Rusia aprovechó esta situación para firmar un acuerdo que permitía que solo los barcos de ambos imperios pudieran cruzar el Bósforo. En 1841, el Reino Unido y Francia firmaron la Convención de los Estrechos con el Imperio otomano, por la cual se prohibía el paso de barcos de guerra en tiempos de paz.

La Guerra de Crimea (1853-1856)

El zar Nicolás I invadió Moldavia y Valaquia para presionar a los turcos, con el fin de que permitieran un protectorado ruso sobre los cristianos ortodoxos de los Santos Lugares. Esto provocó una guerra, lo que hizo que Francia, el Reino Unido y Piamonte acudieran para frenar a los rusos. El ejército ruso fue derrotado en Sebastopol. El nuevo zar, Alejandro II, solicitó la paz y renunció a sus conquistas, por lo que el mar Negro pasó a ser neutral.

Las revueltas en los territorios balcánicos

La debilidad turca provocó una serie de levantamientos y movimientos de autonomía:

  • El nacimiento de Rumanía (1861) por la unión de Moldavia y Valaquia.
  • Mayor autonomía de Serbia (1858), que logró la retirada del ejército turco en 1865.
  • La autonomía de Montenegro (1858) y Bulgaria (1862).

En 1876, los Jóvenes Turcos se hicieron con el poder del Imperio Otomano, pero tras la guerra con Rusia, abandonaron las reformas.

La guerra ruso-turca (1877-1878) y el Congreso de Berlín

El zar Alejandro II prometió ayuda a Austria-Hungría para ocupar Bosnia-Herzegovina. Fue así como los rusos entraron en el Imperio Otomano en 1877. En 1878, el Tratado de San Stefano permitió crear la Gran Bulgaria, la independencia de Rumanía y la autonomía de Bosnia-Herzegovina. Sin embargo, las grandes potencias, convocadas por Bismarck en el Congreso de Berlín (julio de 1878), modificaron este acuerdo para reequilibrar el poder en la región.

La Europa de Bismarck y la Formación de Alianzas (1871-1890)

Otto von Bismarck, el canciller alemán, se convirtió entre 1872 y 1888 en el árbitro de la política internacional. Su principal objetivo era asegurar la hegemonía alemana en el continente, aislando a Francia, a la que consideraba su mayor enemigo. Para ello, empleó todas las medidas a su alcance, tejiendo una compleja red de alianzas.

Los sistemas bismarckianos

Bismarck elaboró una compleja trama de alianzas, conocida como los sistemas bismarckianos:

  • Primer sistema (1872): Guillermo I de Alemania, Francisco José I de Austria y Alejandro II de Rusia firmaron una alianza que se convirtió en la Liga de los Tres Emperadores, con el fin de aislar a Francia. El final de este sistema se produjo cuando Rusia abandonó la Liga, debido a las tensiones surgidas en el Congreso de Berlín de 1878.
  • Segundo sistema (1879): Bismarck llegó a un acuerdo secreto con Austria-Hungría. También convenció a Francisco José I para reconciliarse con Alejandro III y renovó la alianza de los Tres Emperadores en 1881. En 1882, Italia se unió a Alemania y Austria en la Triple Alianza.
  • Tercer sistema (1887): La Triple Alianza (Italia, Alemania y Austria) se reforzó con acuerdos mediterráneos con el Reino Unido y España contra la expansión francesa en el norte de África. Bismarck consiguió que el zar firmase el Tratado de Reaseguro (1887) entre Alemania y Rusia.

Estos sistemas lograron mantener la paz en Europa, pero debido a la dependencia de la figura de Bismarck y los secretos de sus alianzas, cuando este faltó, Europa se encaminó hacia la guerra.

La liquidación de la política de Bismarck y la Weltpolitik

La llegada del emperador Guillermo II a Alemania en 1888 significó el comienzo de la Weltpolitik (política mundial). Esto supuso que Bismarck fuera sustituido en 1890 por el conde Von Caprivi y que diera comienzo el periodo conocido como la Paz Armada (1890-1914).

La formación de la Triple Entente

La nueva política alemana alteró el equilibrio europeo:

  • Alemania no renovó el Tratado de Reaseguro con Rusia.
  • Francia aprovechó este enfrentamiento entre Rusia y Alemania para firmar con Rusia una convención secreta y militar.
  • Se creó una grave crisis, conocida como el incidente de Fachoda (África), localidad que había sido ocupada por Francia y que el Reino Unido quería conquistar. Francia se retiró y se firmó en Londres la Entente Cordiale en 1904, en la que Francia aceptó el protectorado británico en Egipto a cambio de los derechos franceses sobre Marruecos.
  • En 1907, Rusia se unió a Francia y al Reino Unido en la Triple Entente, que se oponía a la Triple Alianza.

La Era del Imperialismo: Expansión Colonial hasta 1914

Las motivaciones del imperialismo fueron muy variadas. En unos casos, una causa sobresalía sobre las demás y, otras veces, no basta una sola para explicar la formación de una colonia. Sin embargo, todas las potencias imperialistas compartieron la necesidad de implicar a todo el planeta en su sistema productivo por intereses demográficos, económicos, políticos, ideológicos, sociales, científicos y técnicos.

Las motivaciones del imperialismo

  • Demográficas: Durante el siglo XIX, la población europea pasó de 180 millones de habitantes en 1814 a 450 millones en 1914. Este crecimiento generó una emigración masiva, que algunos gobiernos intentaron dirigir hacia sus colonias.
  • Económicas: La Segunda Revolución Industrial demandaba materias primas y nuevos mercados exclusivos para vender productos industriales e invertir capitales sin riesgos, especialmente ante el auge del proteccionismo.
  • Políticas: La posesión de colonias concedía prestigio internacional y era vista como una afirmación nacional. Además, permitía asegurar rutas marítimas estratégicas y ofrecía a los militares oportunidades de ascenso.
  • Ideológicas: El nacionalismo consideraba que las naciones europeas tenían el deber de expandir su civilización, considerada superior. El escritor Rudyard Kipling lo llamó «la pesada carga del hombre blanco». Misioneros católicos y protestantes también jugaron un papel clave.
  • Científicas y técnicas: Los avances en transportes (barcos de vapor), armamento y medicina posibilitaron los grandes viajes y la conquista. Las sociedades geográficas realizaron expediciones que revelaron nuevas posibilidades económicas.
  • Sociales: Grupos de presión (económicos, militares, políticos) empujaron a los gobiernos a la carrera colonial. Entre las clases altas se impuso el gusto por lo exótico y la aventura, y la sociedad demandó una nueva literatura de evasión (Julio Verne, Emilio Salgari).

La expansión y formación de colonias

La gran carrera colonial se desató a partir de 1870. La formación de una colonia comenzaba con su ocupación militar, facilitada por la superioridad técnica y los enfrentamientos internos de los pueblos nativos. La administración se cedía a menudo a compañías de carta, empresas privadas que gobernaban y explotaban el territorio, aunque sus abusos llevaron a que los gobiernos asumieran el control directo. La explotación seguía el modelo del «pacto colonial», donde la metrópoli intercambiaba, en régimen de monopolio, productos industriales por materias primas.

Consecuencias históricas del imperialismo

El colonialismo supuso una profunda transformación. En 1914, la ocupación colonial se extendía en un 90% por África, un 99% por Oceanía y un 56% por Asia.

Consecuencias sobre las metrópolis

Fueron, en general, positivas: consolidó la Segunda Revolución Industrial, elevó el bienestar, alivió la cuestión social, dio estabilidad política y mejoró la dieta con nuevos productos.

Consecuencias sobre las colonias

Los cambios fueron muy diversos y originaron una dependencia que perdura:

  • Nuevas fronteras: Se trazaron fronteras artificiales que separaron pueblos con una historia común y unieron a otros rivales.
  • Impacto demográfico: Las mejoras sanitarias aumentaron la población, pero sin un desarrollo económico paralelo, lo que provocó hambrunas y un éxodo rural descontrolado.
  • Explotación económica: La agricultura de subsistencia fue reemplazada por monocultivos de plantación. La artesanía local desapareció ante las manufacturas importadas, truncando cualquier intento de industrialización.
  • Infraestructuras: Se construyeron puertos, carreteras y ferrocarriles al servicio de los intereses colonizadores.
  • Desigualdad social: Se crearon nuevas estructuras sociales con una élite colonial en la cima y un proletariado nativo con escasos derechos.
  • Aculturación: La cultura occidental se impuso, provocando una pérdida de identidad (aculturación). Sin embargo, también surgió un sentimiento de reivindicación que daría lugar a futuros movimientos de descolonización, como el Partido del Congreso en la India (1885).

Las Crisis que Condujeron a la Primera Guerra Mundial (1905-1914)

La Triple Alianza y la Triple Entente dividieron Europa en dos bloques antagónicos. Entre 1905 y 1914 se sucedieron una serie de crisis que finalmente provocaron la Primera Guerra Mundial.

La primera crisis marroquí (1905)

El káiser Guillermo II se mostró a favor de la independencia de Marruecos para desafiar la influencia francesa. Ante este conflicto, se convocó la Conferencia de Algeciras (1906). Alemania aceptó un Marruecos independiente, pero con varios puertos bajo control francés y español.

La crisis de Bosnia-Herzegovina (1908-1909)

En 1908, Austria-Hungría decidió anexionarse Bosnia. Serbia se sintió amenazada y pidió ayuda a Rusia y a Francia. Rusia se la negó y Francia tampoco intervino, por lo que la anexión se consumó.

La crisis de Agadir (1911)

El sultán de Marruecos pidió ayuda a los franceses para sofocar una revuelta. A Alemania no le gustó esta intervención y envió el cañonero Panther al puerto de Agadir. El Reino Unido apoyó a Francia y Alemania se retiró, pero recibió a cambio territorios en Camerún. En 1912, se creó un protectorado francés en Marruecos, con presencia española en la zona del Rif.

Las guerras balcánicas (1912-1913)

En 1912, Italia le había arrebatado territorios al Imperio otomano. Ese mismo año, Serbia, Bulgaria, Montenegro y Grecia formaron la Liga Balcánica, que se unió para derrotar al sultán turco. Sin embargo, el reparto de Macedonia enfrentó a los países de la Liga. Serbia y Grecia derrotaron a Bulgaria. En consecuencia, se firmó el Tratado de Bucarest, que repartió Macedonia entre los vencedores. Finalizadas las guerras balcánicas, Alemania y el Imperio otomano firmaron un acuerdo militar en diciembre de 1913.

El asesinato de Sarajevo (1914): El estallido de la guerra

El 28 de junio de 1914 fue asesinado Francisco Fernando, el heredero de la corona austrohúngara, en Sarajevo. Austria-Hungría acusó a Serbia del asesinato y le envió un ultimátum con condiciones inaceptables para evitar la guerra. Serbia no lo aceptó y el 28 de julio Austria-Hungría le declaró la guerra. El zar de Rusia movilizó sus tropas en apoyo de Serbia, y Alemania amenazó a Rusia con la guerra si no detenía la movilización de su ejército. Entre el 1 y el 13 de agosto de 1914, el sistema de alianzas entre países se activó, provocando el estallido de la Primera Guerra Mundial.

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