Cronología reinado Isabel II

5.1. La Guerra de la Independencia: antecedentes causas. Bandos en conflicto y fases de la guerra

El reinado de Carlos IV (1788-1808) queda marcado por la Revolución Francesa (1789) y el miedo a que pase algo similar en España. Por ello se decidíó cerrar las fronteras con Francia y prohibir todo lo relacionado con las ideas ilustradas. Para gestionar el gobierno, el rey recurríó al primer ministro Manuel Godoy, el cual declaró la guerra a Francia, que termina con la victoria francesa y la firma de la Paz de Basilea (1795). Tras esto, España recuperó la tradicional vinculación con Francia con la firma del tratado de San Ildefonso (1796) que supónía la alianza entre ambos países contra Portugal y Gran Bretaña. La batalla de Trafalgar en 1805, supuso la pérdida de la mayor parte de la armada española, lo que le hizo depender aún más de Francia. En 1807 se firmó el Tratado de Fontainebleau, el cual permitía al ejército francés atravesar España para invadir Portugal, pero las intenciones reales de Napoleón eran invadir España. El mismo día en que se firmaba este tratado, se produjo la conjura de El Escorial, un intento fallido para derrocar a Carlos IV y proclamar rey al príncipe Fernando.

En 1808 se produjo el Motín de Aranjuez, en el que se destituye a Godoy y se produce la abdicación de Carlos IV en favor a Fernando VII, esta situación fue aprovechada por Napoleón, que llamó a la familia real a Bayona, donde tuvieron lugar las Abdicaciones de Bayona, la corona española pasó de Fernando VII a Carlos IV, de este a Napoleón, y de Napoleón a su hermano, José I, con él se impone el Estatuto de Bayona en España (carta otorgada en la que se reflejaba las ideas del despotismo ilustrado). El 2 de Mayo 1808 salían del Palacio Real los últimos miembros de la familia real. Esta situación provocó una violenta rebelión en toda la ciudad, el Levantamiento del 2 de Mayo. Las tropas francesas reprimieron con dureza la revuelta, mientras que el ejército español recibíó órdenes de quedarse en los cuarteles. Solamente los oficiales Daoíz, Velarde y el teniente Ruíz decidieron desde el cuartel de Monteleón unirse a la lucha contra los franceses. Al final del día, el ejército francés controló la situación y se produjeron centenares de fusilamientos, los Fusilaminetos del 3 de Mayo. Los sucesos de Madrid iniciaron de la Guerra de la Independencia.

La Guerra de la Independencia (1808-1814) se puede dividir en tres fases: La primera fase (2 de Mayo-Noviembre de 1808), tiene lugar la victoria española en la batalla de Bailen, la cual obliga al rey José I a abandonar Madrid. La segunda fase (Noviembre 1808-1812), Napoleón llega España con 150000 soldados y domina toda España menos Cádiz, esto da a lugar a la guerra de guerrillas. En la tercera etapa (1812-1814), Napoleón retira tropas francesas para la campaña de Rusia. Esto, sumado a la alianza anglo-española al mando del Duque de Wellington llevó a la derrota francesa tras las batallas de los Arapiles, Vitoria y San Marcial. Finalmente con la firma del Tratado de Valencay, Napoleón reconoce a Fernando VII como rey de España y finaliza la Guerra de la Independencia.

A su vez durante la guerra se dieron dos bandos españoles: los insurrectos (apoyaban el Antiguo Régimen) y los afrancesados (querían una modernización política).

5.2. Las Cortes de Cádiz. La Constitución de 1812

En el S.XIX surge el liberalismo en España, el cual, en el campo político defiende la soberanía nacional, la

separación de poderes y una constitución, todo ello reflejado en una monarquía parlamentaria o en una república, en vez de un régimen autoritario. En cuanto a la sociedad; el liberalismo apoya a la sociedad de clases, donde se diferencian tres clases (alta, media, baja) dependiendo de la riqueza. Si antes predominaba la nobleza, ahora la burguésía. En el plano demográfico se pasa de las altas tasas de mortalidad y natalidad, a un continuo descenso de la mortalidad y mantenimiento de las altas tasas de natalidad, por ello hay un aumento demográfico. En cuanto a la economía, la industria y el comercio toman protagonismo, la propiedad privada sustituye a la propiedad vinculada y surge el capitalismo, el cual sustituye al mercantilismo.

Durante La Guerra de La Independencia se organizan unas juntas locales creadas por los guerrilleros para organizar el poder en ausencia del rey Fernando VII, dado a que José I no era aceptado. Estas juntas locales se unen en juntas provinciales y finalmente estas en la Junta Suprema Central, establecida en Cádiz, al ser este el único punto no conquistado por los gabachos. En 1810 crean unas Cortes, las cuales están formadas por liberales, absolutistas, clero, nobleza y distintos intelectuales. Establecen un voto por cada diputado, igualdad ante la ley y la elección de diputados por sufragio universal masculino. Estas Cortes elaboraron y establecieron la primera constitución en España, La Constitución de 1812 «La Pepa». La cual establece distintas reformas: Libertad de prensa, abolición de la tortura, la inquisición y los Señorios Juridiccionales; se desamortizan bienes del Clero, etc. A su vez establecíó los principios liberales: Soberanía nacional, España es una monarquía nacional, el rey tiene derecho a veto y promulga las leyes, fuero único para todos los ciudadanos (excepto militares y eclesiásticos), España es un estado católico, elecciones indirectas (se elige a los delegados) y la creación del cuerpo policial de la milicia nacional (defensa del liberalismo).

5.3. El reinado de Fernando VII. Liberalismo frente a absolutismo. El proceso de independencia de las colonias americanas.

El Sexenio Absolutista (1814-1820): Con en fin de la guerra de la Independencia y la paz de Valençay, Fernando VII recuperó el trono de España. Los liberales que estaban gobernando desde Madrid querían que el rey fuese directamente a la capital y jurase la Constitución de Cádiz. Sin embargo, Fernando VII llegó a Valencia donde recibíó el Manifiesto de los Persas, que le animó a restaurar el absolutismo. Viéndose reforzado disuelve Las Cortes, derrumba las reformas, vuelve al absolutismo y restaura La Inquisición. Entre 1815 y 1820 tuvieron lugar varios pronunciamientos militares para intentar que el rey jurase la Constitución, Díaz Parlier (1815) y Lacy (1817) fallaron en sus pronunciamientos, pero en 1820 el general Riego logra que Fernando VII jure la Constitución. Trás esto surge el Trienio Liberal.

Trienio Liberal (1820-1823): Tras el pronunciamiento militar de Riego se proclama la Constitución de 1820, la cual Fernando VII jura. Aunque el rey veta muchas leyes se vuelve al liberalismo, se suprimen los mayorazgos, se desamortizan los bienes eclesiásticos y se abole el régimen señorial. En esta época surgen dos grupos de liberales, los moderados y los exaltados, estos últimos piden una nueva constitución. En 1822 se produjo un enfrentamiento entre la Guardia Real de Fernando VII y la Milicia Nacional, que acusaba al rey de querer dar un Golpe de Estado. Esta situación de crisis llevó a los

exaltados al poder. Por ello Fernando VII pidió ayuda a la Santa Alianza para restaurar el absolutismo, esta envía a Los Cien Mil Hijos de San Luis (ejercito francés), que sin apenas resistencia restaura el absolutismo en España. Tras esto surge la Década Omniosa.

Década Omniosa (1823-1833): En Octubre de 1823, con la caída del gobierno liberal se produce la segunda restauración del absolutismo, anulándose nuevamente la Constitución de Cádiz. La pérdida definitiva de las colonias en 1824 y grave crisis de Hacienda llevaron al rey a realizar algunas reformas, sin embargo, los realistas puros, encabezados por Carlos María Isidro, hermano del rey, estaban en contra de los cambios, querían volver al régimen absolutista más tradicional.

En 1829, Fernando VII se casó con María Cristina de Borbón. En Abril de 1830 se publica la Pragmática Sanción, que permitía gobernar a las mujeres al anular Ley Sálica. De esta forma, Fernando VII se aseguraba que fuese su descendencia la que ocupara el trono independiente de su sexo, y no su hermano Carlos María Isidro. En 1830 nacíó Isabel, hija de Fernando VII, a partir de ese momento se crearon dos bandos enfrentados por la sucesión. Por un lado, Carlos María Isidro, que reclamaba sus derechos al trono, apoyado por los absolutistas, y por otro lado, María Cristina, apoyada por los liberales. En 1832 tuvieron lugar los sucesos de La Granja, Fernando VII estaba muy enfermo y por la presión de su hermano le llevó a restaurar la Ley Sálica. Sin embargo, la intervención de María Cristina hizo que se restaurara la Pragmática Sanción. En 1833 fallece Fernando VII y se proclama reina a su hija Isabel, ejerciendo la regencia su madre. Carlos María Isidro no lo acepta y se proclama rey legítimo, dando inicio a la Guerra Carlista.

La independencia de las colonias americanas fue principalmente protagonizada por los criollos. Estos eran la clase dominante en las colonias, descendientes de españoles nacidos desde hacía varias generaciones en América. Tenían el poder económico pero se veían fuera del poder político, el cual reclamaban. A su vez la independencia de EEUU tuvo también repercusión, la vieron como un ejemplo a seguir. La independencia de las colonias americanas se puede dividir en dos fases: La primera fase (1808-1815): La ausencia de rey provoca un vacío legal, por ello los criollos organizan juntas. Tras esto proclaman la independencia Venezuela y Paraguay. La segunda fase (1816-1824): La restauración absolutista no gusta, por ello la rebelión se extendíó por todas las colonias, pero fue con las grandes campañas de Simón Bolívar y José de San Martín, cuando se declaró la independencia de la mayoría de las colonias. En 1824, Fernando VII realizó un último intento de contener el proceso de independencia, pero su ejército fue derrotado en la batalla de Ayacucho. Tras esta batalla, se confirmó la pérdida de las colonias americanas. Solamente Cuba y Puerto Rico permanecieron siendo parte de España. Con esto el comercio americano pasó a abrirse a EEUU y a Reino Unido.


El reinado de Isabel II (1833-1868): La primer Guerra Carlista. Evolución política, partidos y conflictos. El Estatuto Real de 1834 y las Constituciones de 1837 y 1834.

El reinado de Isabel II estuvo condicionado desde su inicio por el conflicto que se generó con la sucesión de Fernando VII. En 1830 se publica la Pragmática Sanción, que permitía gobernar a las mujeres al anular Ley Sálica. De esta forma, Fernando VII se aseguraba que fuese su descendencia la que ocupara el trono independiente de su sexo, y no su hermano Carlos María Isidro. En 1830 nacíó Isabel, hija de Fernando VII, a partir de ese momento se crearon dos bandos enfrentados por la sucesión. Por un lado, Carlos María Isidro, que reclamaba sus derechos al trono, apoyado por los absolutistas y conservadores, y por otro lado, María Cristina, apoyada por los liberales. En 1833 fallece Fernando VII y se proclama reina a su hija Isabel, ejerciendo la regencia su madre. Carlos María Isidro no lo acepta y se proclama rey legítimo, dando inicio a la Primera Guerra Carlista.

La Primera Guerra Carlista (1833-1840) se puede dividir en cuatro fases: Primera fase (1833-1835), predominio carlista con el general Zumalacárregui, finalmente Zumalacárregui fallecíó en el asedio de Bilbao. Segunda fase (1835-1837), es la fase de las expediciones. Con ellas se pretendía expandir el carlismo por todo el país. Tercera fase (1837-1839) las expediciones fueron contenidas por el ejército isabelino, al mando del general Espartero, lo que llevó al carlismo a una división interna. Por un lado los conservadores querían pactar el final de la guerra, mientras que los radicales querían seguir combatiendo. Cuarta fase (1839-1840), en 1839 se firmó el Convenio de Vergara por el que los carlistas reconocen a Isabel II como reina. Este acuerdo no fue aceptado una parte del carlismo que siguió combatiendo hasta 1840. Sin embargo en 1845, Carlos María Isidro abdicó en su hijo que se autoproclamó Carlos VI. Esto dio origen a la Segunda Guerra Carlista.

La Regencia de María Cristina de Borbón (1833-1840): En 1833, la Reina Gobernadora manda a formar gobierno a Cea Bermúdez, y este, coloca como ministro de Fomento a Javier de Burgos, que hará una división provincial parecida a la actual. En 1834 Martínez de la Rosa sustituye a Bermúdez y elabora el Estatuto Real, una carta otorgada donde la reina no delega la soberanía, que luego deposita en dos cámaras (Próceres y Procuradores). La situación de la Guerra Carlista hacía que María Cristina necesitara el apoyo de todo el liberalismo, por lo que nombró presidente del Gobierno a un progresista, Mendizábal. En 1836 se da el motín de los sargentos de la Granja de San Ildefonso, que obligaron a la regente a firmar la Constitución de 1812, que queda en vigor hasta que elaboraron la de 1837, esta última era una constitución progresista que recogía la soberanía compartida, el derecho a veto, Cortes bicamerales (Senado y Congreso de los Diputados), separación de poderes, una amplia carta de derechos individuales y voto censativo. En 1840 la regente firma la Ley de Ayuntamientos, lo cual provoca un pronunciamiento militar que desemboca en su exilio, tras esto Espartero queda como nuevo regente y Narvaez como presidente del gobierno.

La Regencia de Espartero (1840-1843): Espartero como regente actuó de una forma autoritaria. En 1842 hubo un motín en Barcelona en contra de un pacto que Espartero quería firmar con Inglaterra que eliminaba el proteccionismo textil catalán, como respuesta Espartero decidíó bombardear la ciudad.

Esto provocó la uníón de los liberales y forzó su exilio. Con ello Narvaez adelanta la mayoría de edad de Isabel II y es coronada Reina de España con 13 años.

El reinado efectivo (1843-1868) se puede dividir en tres etapas: Década Moderada, Bienio Progresista y Uníón Liberal. En la Década Moderada, Isabel mantiene a Narváez como presidente y elaboran la Constitución de 1845, de carácter moderado. Con ella se anulan los aspectos más progresistas de la de 1837, es decir, se recortan los derechos individuales, la Reina tiene más poder y voto aún más censativo. A su vez en este periodo se creó la Guardia Civil y se reformó la Hacienda. En 1854 debido a la corrupción de la construcción del ferrocarril surgíó un Golpe de Estado encabezado por O´Donell , «La Vicalvarada». Poco después los sublevados publicaron el Manifiesto de Manzanares para pedir apoyo. Tras el manifiesto los sublevados obligaron a Isabel II a llamar a los progresistas (Espartero) a formar gobierno. Tras esto surge el Bienio Progresista, durante esta etapa se aprobó la desamortización de Madoz, se elaboró la Ley de Ferrocarriles, que pretendía modernizar las infraestructuras del país, se fundó el Banco de España y surgieron los primeros movimientos obreros (Ludismo). O’Donnell dio un Golpe de Estado y la reina le nombró presidente dando paso a la Uníón Liberal. Tras una elecciones, Narváez llega a la presidencia y restaura la Constitución de 1845. En 1857 Narvaéz dimite, y es sustituido por O´Donell, que inicia el gobierno conocido como «gobierno largo». Se centra en la política exterior, la Guerra de Marruecos, Conchincina, guerras de México y Santo Domingo. El fracaso en ellas hizo que los moderados volvieran al gobierno. En 1868 tiene lugar «La Gloriosa» una revolución popular iniciada por el general Prim, esta revolución destrona a Isabel II.

El reinado de Isabel II (1833-1868): Las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz. De la sociedad estamental a la sociedad de clases.

Durante le regencia de María Cristina de Borbón (1833-1840), los liberales introdujeron leyes para terminar con el Antiguo Régimen. Entre ellas destaca la supresión de los mayorazgos, que convertía las tierras vinculadas en propiedades libres que se podían vender, y la abolición del régimen señorial. En 1836, el ministro de Hacienda, Mendizábal, realizó una desamortización que va ligada a la Primera Guerra Carlista. El estado expropió las tierras eclesiásticas amortizadas para subastarlas públicamente; a cambio, se comprometía a pagar los gastos del Clero. A su vez, se disuelven las órdenes religiosas, y sus bienes pasaron al Estado. El objetivo de esta desamortización fue sanear la Hacienda pública y conseguir dinero para la Guerra Carlista, además de ganar apoyo para la causa liberal. Por esto último no se tocó las tierras de la nobleza. La desamortización resultó positiva en el sentido de que se ganó el apoyo de la nobleza y con ello los liberales pudieron vencer en la Guerra Carlista, pero negativa en el sentido de que no se saneó la Hacienda pública, y no sirvió para reducir la desigualdad social, de hecho, muchos campesinos pobres vieron como los nuevos propietarios empeoraron las condiciones de los arrendamientos.

Durante el reinado efectivo de Isabel II, en 1855 el ministro Madóz llevó a cabo una segunda desamortización. Esta vez, se desamortizaron los bienes eclesiásticos restantes y todas las tierras comunales y municipales. El objetivo de esta desamortización fue la financiación del ferrocarril. La

desamortización resultó positiva en el sentido de que se recaudó dinero para la construcción del ferrocarril, pero negativa en el sentido de que se rompíó la relacción con la Iglesia, y hubo protestas por parte de los Ayuntamientos, ya que ganaban dinero con el alquiler de dichas tierras, y por parte de los campesinos ya que utilizaban las tierras comunales como fuente de abastecimiento.

A su vez, durante este periodo se produjo un cambio fundamental en la sociedad española, la sociedad estamental fue sustituida por la sociedad de clases. Ya no es el nacimiento lo que determina la categoría social, sino la riqueza. Desaparecen los privilegios y los estamentos, ya que las Constituciones liberales recogían la igualdad en la población. En este tipo de sociedad se diferencian tres clases: alta, media y baja. En la clase alta se ubican las personas mas adineradas, la alta burguésía y la nobleza tradicional. En la clase media se encuentran los trabajadores cualificados, funcionarios, pequeños empresarios y campesionos propetarios de sus propias tierras. Por último la clase baja era la más numerosa, y en ella se incluyen los jornaleros (campesinos), el proletariado y los marginados sociales.

El Sexenio Democrático (1868-1874). La constitución de 1869. Evolución política: gobierno provisional, reinado de Amadeo de Saboyá y Primera república.

La Revolución de 1868, conocida como “La Gloriosa”, supuso el final del reinado de Isabel II y el inicio del Sexenio Democrático. El Sexenio Democrático (1868-1874) es el primer intento de democracia en España. Este fue llevado acabo por el partido demócrata. Tras la expulsión de Isabel II, se crea un gobierno provisional presidido por el general Serrano, el cual, suprime la censura de la prensa, reforma la educación (ahora laica) y convoca elecciones para las Cortes Constituyentes. Las cuales aprobaron la Constitución de 1869. Esta se trata de una constitución de carácter progresista, que recoge la Soberanía Nacional, la Monarquía Parlamentaria, división de poderes, sufragio universal masculino para mayores de 25 años, libertad de cultos y una amplia carta de derechos individuales.

Una vez aprobada la Constitución, el general Serrano quedaba como Regente a la espera de la elección de un monarca y Prim asumíó el cargo de presidente del gobierno. Durante el periodo de Regencia de Serrano, otro problema a resolver fue la elección de monarca. El elegido por las Cortes fue el candidato propuesto por Prim, Amadeo de Saboyá. Sin embargo, su principal apoyo, Prim, es asesinado, lo que supone un comienzo difícil para su reinado. El reinado de Amadeo de Saboyá (1871-1873) es una sucesión de complicaciones, entre otras la Guerra Larga de Cuba, la Tercera Guerra Carlista, movimientos obreros (Comuna de París), etc. Finalmente por causa del rechazo por gran parte de los militares y políticos, en 1873 Amadeo I abdica, dejando paso a la Primera República.

La Tercera Guerra Carlista (1872-1876): Los carlistas habían presentado como candidato para la monarquía a Carlos VII, al no aceptar al nuevo rey, Amadeo I, se inició la III Guerra Carlista. En 1872 los carlistas se levantaron en Cataluña, Baleares, Maestrazgo y en el País Vasco, los cuales son suprimidos. En 1873 se vuelven a levantar, y forman un estado alternativo unilateral, finalmente son derrotados en 1876. Esto supone el nacimiento del PNV y el nacionalismo vasco.

La Guerra Larga de Cuba (1868-1878): Cuba apoyada por EEUU e Inglaterra pide la abolición de la

exclavitud y más autonomía, finalmente desemboca en un movimiento independentista promovido por Céspedes. La guerra acaba en 1878 con la Paz de Zanjón.

La Primera república (1873-1874): En este corto periodo de tiempo (once meses) se dan cuatro presidentes: Figueras, mantiene la Constitución de 1869. Finalmente se ve obligado a convocar elecciones debido a la falta de apoyos donde ganan los federalistas con Pi i Morgan. Pi i Morgan, presenta una constitución non-nata. Dado a que se produjeron un cúmulo de problemas, entre ellos el cantonalísmo, dimite, dando paso a Salmerón, pero la persistencia de los problemas hizo que Salmerón fuera sustituido por Castelar, finalmente la persistencia de la crisis y la inestabilidad desembocaron en un Golpe de Estado del general Pavía, que entrega el poder al general Serrano y pone fin a la I República.


7.1) La Restauración Borbónica (1874-1902): Cánovas del Castillo y el turno de partidos. La Constitución de 1876

Con la vuelta de los Borbones al poder comienza un periodo denominado la Restauración, que incluye el reinado efectivo de Alfonso XII (1875-1885) y la regencia de María Cristina de Habsburgo (1885-1902).

El reinado de Alfonso XII (1875-1885): Tras la caída de la Primera República, en 1874 Cánovas del Castillo buscó apoyos para la restauración de la monarquía borbónica con Alfonso XII, hijo de Isabel II. Cánovas para evitar que el nuevo Rey regresara con un Golpe de Estado hace firmar a Alfonso XII el Manifiesto de Sandhurst, donde se proclama rey constitucional. Sin embargo, el ejército se adelanta y realiza un Golpe de Estado con Martínez Campos en cabeza que proclama rey a Alfonso XII. Durante su reinado se dan dos partidos políticos, el conservador con Cánovas, y el progresista con Sagasta. El partido conservador defiende la uníón de Iglesia y Estado y un gobierno más autoritario, en cambio el partido progresista no admite esta uníón, por ello defiende la libertad del culto, de expresión y la ley como voluntad del pueblo. Durante el gobierno del partido conservador se realiza la Constitución del 1876, que será abierta y flexible. En ella se une la tradición católica y lo progresista para evitar el cambio de Constitución cuando los progresistas llegaran al poder. Esta Constitución se basó en la de 1845, recoge la soberanía compartida entre las Cortes y el Rey, Cortes bicamerales, el Congreso (elegido por sufragio censitario) y Senado (elegido por el Rey), una carta de derechos individuales que el Rey podía recortar, mayores prerrogativos del Rey; y establece que España es un Estado católico.

Para evitar inestabilidad política Cánovas ideó un sistema bipartidista, entre el partido conservador y el progresista. Para llegar a ello se realizó fraude electoral mediante el caciquismo, el pucherazo y el encasillado, dando al turnismo entre los dos partidos. Esto consistía en lo siguiente: Cuando llegaba el momento del cambio, el Rey disuelve las Cortes y se convocan elecciones amañadas donde se pactaba el resultado previamente. Los votos se controlaban mediante el caciquismo. Los caciques eran personas influyentes en la España rural, quienes siguiendo las instrucciones del Gobernador Civil de cada provincia, persuadía a los votantes para que votaran lo que tenían que votar. Si esto no funcionaba se llevaba acabo el pucherazo, la manipulación directa de las urnas. Por otro lado el encasillado consistía en la asignación previa de los escaños .

El turnismo entre los partidos tuvo lugar de la siguiente manera durante el Reinado de Alfonso XII: Primero llega al gobierno el partido conservador, que termina con la Tercera Guerra Carlista (1872-1876) y la Guerra larga de Cuba (1868-1878) con la Paz de Zanjón. Luego llega al gobierno el partido progresista, que da mayores libertades y derechos, y realiza mejoras militares y administrativas. Un Golpe de Estado fallido da paso al partido conservador de nuevo. Durante este periodo Alfonso XII muere, por ello Cánovas y Sagasta firman el Pacto del Pardo para garantizar a María Cristina una regencia estable. Una vez iniciada la regencia de María Cristina, Cánovas cede el poder a Sagasta dando paso al Gobierno largo liberal. En este periodo se dan importantes reformas legislativas, entre ellas la Ley de Asociaciones (legaliza los sindicatos), la Ley de sufragio universal, la Ley de Jurados, Código Civil y reforma el ejercito. Tras esto Sagasta abandona el gobierno y se da un periodo de crisis. Surgen distintos partidos separatistas en las colonias de ultramar (el Partido revolucionario cubano y la Liga Filipina). En 1897 Cánovas es asesinado y Sagaste vuelve al gobierno, que lleva una política moderada con Cuba para intentar frenar el proceso de independencia, el cual fracasa con el «Desantre del 98». Finalmente en 1902 Alfonso XII es coronado Rey de España y con ello termina la Restauración.

7.2) La Restauración Borbónica (1874-1902): Los nacionalismos catalán y vasco y el regionalismo

gallego. El movimiento obrero y campesino.

Durante la Restauración Borbónica (1874-1902), para evitar inestabilidad política Cánovas del Castillo ideó un sistema bipartidista, entre el partido conservador y el progresista. Para llegar a ello se realizó fraude electoral mediante el caciquismo, el pucherazo y el encasillado. Esto generó varios opositores entre el pueblo español, los cuales fuero los siguientes:

Los partidos republicanos que tras el fracaso de la Primer República se dividen en cuatro: Los federales de Pi i Margall, apoyan una España federal, laica y urbana. Los centralistas de Salmerón y los progresistas de Zorrilla que defienden el triunfo de la república vía motín, finalmente se unen como la Uníón Republicana. Por último los posibilistas de Castelar, son más moderados, sus partidarios son las clases medias y la burguésía.

El Carlismo, que tras el final del III Guerra Carlista (1872-1876) continuó defendiendo su ideología por la vía política.

El movimiento obrero: Durante el Sexenio Democrático, en 1868 Bakunin envía a Fanelli a España para organizar la sección española de la Primera Internacional (AIT), quién lo hará basádonse en las ideas anarquistas. Marx, viendo la influencia anarquista en España, decide enviar a Lafargue para redirigirla hacía el marxismo. Solo lo logra en Bilbao y Madrid, donde nace el PSOE, fundado por Pablo Iglesias. La AIT junto con otros sindicatos es ilegalizada durante el gobierno provisional de Serrano, por ello pasan a la clandestinidad, como «La Asociación del Arte de Imprimir» de Pablo Iglesias. Finalmente durante el turnismo de partidos Sagasta los legaliza. Por todo lo dicho, conviven tres movimientos entre los obreros: El Anarquismo, tiene como principios ideológicos la búsqueda de la desaparición del Estado, a través de la violencia y los atentados. La Mano Negra, era un grupo anarquista que surgíó a finales de los años 80, que realizaba distintos atentados. La presencia del anarquismo era más fuerte en Andalucía y Cataluña. Los Socialistas, en 1879 se fundó el PSOE por Pablo Iglesias, que tenía una ideología marxista. Crearon un sindicato, la UGT, el cual establecíó el 1 de Mayo como día del obrero. Por último los Católicos, los jesuitas fundan el Círcula Católico de obreros, que era apoyado por el Papa León XIII.

Durante este periodo surgen el nacionalismo catalán y el vasco, y el regionalismo gallego:

Nacionalismo catalán: Es un movimiento político impulsado por la Reinaxença que pide más autonomía e impulsa la cultura catalana. Se dan los nacionalistas de izquierdas de Almirall, que piden una república federal, y los de derechas de Prat de la Riba, piden una Cataluña más conservadora, por ello surge la Uníó Catanalista.

Nacionalismo Vasco: El origen del nacionalismo vasco está en el carlismo, buscan la recuperación de los fueros. Liderado por Sabino Arana, fundador del PNV, de carácter conservador, católico e ideología xenófoba.

Regionalismo Gallego: Es un movimiento cultural impulsado por el Rexurdimento, que impulsa la cultura gallega. Murguía fundó la Liga Regionalista Gallega, piden el reconocimiento cultural y ayudas para reducir la pobreza de la regíón. Como autora y difusora del gallego destaca Rosalía de Castro.

7.3) El problema de Cuba y la guerra entre España y Estados Unidos. La crisis de 1898 y sus consecuencias económicas, política e ideológicas.

La Guerra larga de Cuba (1868-1878) terminó con la Paz de Zanjón. El incumplimiento de los acuerdos de

Zanjón por el gobierno español hicieron aumentar el apoyo del movimiento independentista encabezado por José Martí, fundador del Partido Revolucionario Cubano, que pedía la independencia de Cuba. Paralelamente, en Filipinas surgíó también un movimiento independentista.

En 1895 surge la insurrección independentista cubana apoyada por EE.UU. Esta se puede dividir en cuatro etapas: En la primera, en Febrero de 1895 José Martí se subleva y moviliza a los campesinos. En la segunda (Octubre de 1895-1896), el gobierno envía al general Martínez Campos a negociar, pero fracasa y finalmente muere. En la tercera fase (1896-1897), el gobierno finalmente lleva una política belicista enviando al general Weyler, que llevará una campaña empleando las trochas levantadas durante la Guerra larga de Cuba, de esta manera dividía la isla en sectores, y con ello podía aislar a los sublevados y derrotarlos en grupos reducidos. Sin embargo, a su vez aisló a la población civil, diezmandola, esto fue aprovechado por la prensa yankee, que crea una mala imágen internacional de España. Por otro lado el asesinato de Cánovas llevó a Sagasta al poder, el cual retira a Weyler y envía al general Blanco que intenta negociar, fracasando de nuevo por la intervención de EEUU en las negociaciones. En la cuarta fase (1897-1898), EEUU intenta comprar Cuba a España, lo cual España rechaza. Por ello EEUU elabora el incidente del Maine y con ello declara la guerra a España. El Maine era un acorozado americano que se encontraba atracado en la costa cubana, que por un supuesto fallo iterno explotó llevándose la vida de tropas americanas. La prensa yankee acusó a España de ser la responsable. Tras una investigación a España sin resultados, EEUU declara la guerra a España. Las tropas americanas invadieron Cuba y Puerto Rico. La guerra terminó con la aniquilación de la flota española tras la batalla de Santiago de Cuba. En 1898 se firmó la Paz de París, con la cual España reconocía la independencia de Cuba, y vendía a EEUU, Puerto Rico, Filipinas y Guam. Este suceso es conocido como el Desastre del 98. Por otro lado vende el resto de posesiones coloniales a Alemania.

(Nota aclaratoria: La teoría de que EE.UU elaboró el suceso del Maine no esta demostrada, pudo ser un simple fallo interno.)

El Desastre del 98 tuvo una serie de consecuencias para España: Políticamente España se convirtió definitivamente en una potencia menor, y aumentó la oposición al sistema canovista, por ello los movimientos obreros y republicanos ganaron popularidad. En el plano económico hubo una gran repatriación de capitales que se invirtieron en España, desarrollando la banca española. Ideológicamente, la sensación de derrota desemboca en un gran pesimismo y el nacimiento del regeneracionismo con Joaquín Costa, que pretende acabar con el sistema Canovista. En el plano cultural nace la Generación del 98, incluyendo importantes autores como Unamuno, Pio Barojo y Azorín.


8.1) Evolución demográfica y movimientos migratorios en el S.XIX. El desarrollo urbano

España tuvo un crecimiento demográfico moderado durante el Siglo XIX, menor que el resto de Europa. Pese a ello, la población paso de 10,5 millones de habitantes desde el Censo de Godoy de 1797 a los 19 millones en 1900. La natalidad se redujo lentamente, pero continuó en niveles preindustriales (muy alta), a su vez la mortalidad se mantuvo muy alta, la más alta de Europa junto con Rusia, debido al atraso económico e industrial, las guerras constantes, las hambrunas y epidemias. La esperanza de vida pese a aumentar, de 27 a 35 años, es muy reducidad comparado con el resto de Europa. Por todo lo dicho, el crecimiento vegetativo (la diferencia entre las tasas de natalidad y mortalidad) es bajo. Esto cambiará en 1885, tras la epidemia de cólera y la muerte de Alfonso XII.

En el S. XIX, en Europa la industralización provoca un éxodo rural, la nueva población urbana adopta un comportamiento demográfico distinto, es decir la natalidad y mortalidad descienden. En cambio en España estas migraciones fueron de escasa magnitud, la población urbana era muy baja (un 9%). Estos movimientos no se produjeron hasta 1860, cuando la Constitución de 1869 reconoce el derecho a emigrar. En torno a un millón de españoles emigraron a la américa latina. A su vez se produce un éxodo rural, los principales centros de recepción de población fueron Barcelona, el País Vasco y Madrid por causa de la industrialización. Buscando mejores tierras los campesinos emigran hacia la costa mediterránea y la atlántica meridional.

Por otro lado este éxodo rural y industralización causó el crecimiento de las ciudades a costa de los cascos antiguos, lo cual implicó el derribo de las antiguas murallas. La burguésía construyó distintos ensanches, que pretendían diseñar un crecimiento planificado y organizado de las ciudades. Destacan el ensanche de Barcelona por Ildefonso Cerdá, donde se aprecian calles amplias y iluminadas, alcantarillado y esquinas achafladas; el ensanche de Madrid de Carlos María Castro (Barrio de Salamanca, Chamberí, el Retiro, Arganzuela) y la ciudad lineal de Arturo Soria, una amplia vía con zonas verdes y edificación a ambos lados. A su vez aparecieron distintos barrios obreros, las clases bajas se asentaron cerca de las industrias y las vías de tren, construyendo casas en muy malas condiciones en calles sin pavimentar y alcantarillar.

8.2) La revolución industrial en la España del S.XIX. El sistema de comunicaciones: el ferrocarril. Proteccionismo y librecambismo. La aparición de la banca moderna.

La industrialización España se realizó de manera tardía. Las causas de este retraso industrial fueron la falta de iniciativa emprendedora, de capital y de vías de comunicación, por ello continua dominando la economía el sector agrario. Esta revolución industrial estuvo limitada a dos zonas geográficos, Barcelona y Bilbao, y a dos sectores industriales, el textil y el siderúrgico. La industria textil florece en Cataluña, sobre todo la de algodón, por causa de la inversión burguesa y la mano de obra abundante. Esto permitíó el establecimiento de una industria avanzada tecnológicamente que producía tejidos más baratos y accesibles. A su vez, las políticas proteccionistas les daba el monopolio para la venta de tejidos a las colonias americanas. Sin embargo la escasez de carbón, provoca la compra de carbón inglés, por lo cual generaban un menor beneficio. En cambio la industria siderurgia a principios

de siglo tuvo un estancamiento debido al atraso económico y la baja demanda, esta se limitaba a Andalucía. Sin embargo en 1868 se aprobó la Ley de Bases de Minas, la cual permitía la inversión de capital extranjero, con ello la industria siderurgia se dispara, principalmente en el norte peninsular. España acaba siendo la principal exportadora de hierro y acero en Europa. Otras industrias elaboradas fueron lai industria agroalimentaria (harina, vino, aceite, etc.) y la mecánica (principalmete en el País Vasco).

Durante la Revolución Industrial se necesitaba modernizar las infraestructuras para crear un mercado nacional cohesionado. Para ello se impulsó la construcción del ferrocarril, que tuvo un gran impacto la economía española, mejoraron las redes comerciales y poniendo en contacto las zonas agrícolas con las industriales. La primera vía ferroviaria se inagura en 1848, la vía de Barcelona a Mataró. En 1855 se aprueba la Ley de Ferrocarriles durante el Bienio Progresista que impulsa la construcción del ferrocarril. En 1877 se aprueba otra Ley de Ferrocarriles después del Sexenio Democrático, que volvíó a impulsar la construcción. A su vez, las carreteras y caminos se mejoraron y se introducen carruajes. Por otro lado se mejoran los puertos, y a finales de siglo aparece el barco a vapor. Los problemas derivados del desarrollo del ferrocarril fueron que la demanda no cubría la inversión, generando perdidas, y que el ferrocarril se apoyaba en el transporte de material extranjero, no nacional, por ello no se fomentaba la industria local.

En cuanto a políticas económicas en el S.XIX, podemos encontrar el librecambismo y el proteccionismo. El librecambismo permitía la libre entrada de productos para aumentar la competitividad y la especialización de la industria española, obteniendo así productos de mayor calidad y más baratos. Por su parte, los proteccionistas buscaban poner obstáculos a la competencia exterior para favorecer la producción interna. Esta fue la opción que predominó a lo largo del Siglo XIX, sobre todo por la presión de tres importantes grupos económicos: los industriales textiles catalanes, los cerealistas castellanos y los siderúrgicos vascos. En 1869 se aprobó el Arancel de Figuerola, que rebajó los impuestos y facilitó las importaciones. Sin embargo en la Restauración se impusieron las políticas proteccionistas, que dificultó enormemente la entrada de productos extranjeros por los elevados impuestos que tenían que pagar.

El proceso de desarrollo de las instituciones financieras españolas fue lento y desigual. Durante el primer tercio del Siglo XIX solo existía un banco estatal, el Banco Nacional de San Carlos, creado durante el reinado de Carlos III. Tras su quiebra Fernando VII funda el Banco de San Fernando. A su vez, Isabel II funda el Banco de Barcelona y el de Isabel II; este último se junta con el de San Fernando formando el Banco de España (1856). Gracias a la repatriación de capitales por la pérdida de las colonias, nace en 1898 el Banco Hispano Americano. En 1868 se impone una moneda única, la peseta, que dura hasta 2002. En 1844 se aprueba la reforma tributaria de Mon-Santillan, que establece las bases del actual sistema tributario español. Pero los impuestos generados no eran suficientes ni equitativos.

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