Del Fascismo a la Gran Depresión: Orígenes, Consecuencias y Respuestas Económicas en el Mundo y Argentina

Características Fundamentales del Fascismo Totalitario

Estado Totalitario

Se basa en la supremacía absoluta del Estado. No existe la división de poderes, ya que este se concibe como un solo bloque. Se imponía un totalitarismo político e ideológico, donde cualquier tipo de oposición era aniquilada. La única verdad que recibía el pueblo provenía del Estado, que la transmitía a través de la propaganda, dirigida especialmente al público joven, a quienes se consideraba capaces de movilizar al resto de la población.

Exaltación del Jefe Carismático

El Estado fascista necesita un líder carismático, quien debe tener una gran capacidad de comunicación y conexión con el pueblo. Las masas deben identificarse con él y percibir que los deseos que este impone o comunica son también los suyos. De esta forma, se anula la voluntad individual en favor de la colectiva, encarnada en el líder.

Irracionalidad y Adoctrinamiento

Los fascistas creían que las grandes masas populares carecían de voluntad propia, lo que representaba una ventaja para el adoctrinamiento. Se buscaba que las personas no pudieran pensar ni desear otra cosa que no fuera la voluntad del líder, la cual era transmitida masivamente a través de la propaganda estatal. Se suprimía el razonamiento crítico y las ideas individuales.

Protagonismo de las Élites

El fascismo se opone a las creencias de igualdad civil y social. Sostiene que el Estado solo debe ser dirigido por una élite con dotes innatas para gobernar, un don que no poseían todas las personas. Por ende, rechazaba la democracia. Esta élite, que a partir de su acumulación de riquezas había demostrado capacidad para dirigir las fuerzas económicas, también se destacaba en la política. Las desigualdades sociales eran profundas; para los fascistas, el pueblo era inferior y solo debía acatar las órdenes. En el plano internacional, esta desigualdad se extendía al ámbito racial, ya que se consideraba a Italia un pueblo elegido por Dios y, por lo tanto, superior a todos los demás pueblos del mundo.

Racismo y Espacio Vital

Más allá del racismo y la xenofobia, este gobierno albergaba un deseo de alcanzar la hegemonía mundial. Esto implicaba adquirir más territorios, ocupados por «naciones inferiores», para darle a Italia el lugar que, según ellos, le correspondía como pueblo elegido. Además, existía una ambición por expandir sus territorios para competir con las grandes potencias imperialistas.

Nacionalismo Exacerbado

El nacionalismo era uno de los elementos esenciales del fascismo. Fue llevado a un extremo tal que Mussolini logró generar un fanatismo por el pueblo italiano, dirigido por él como líder indiscutible.

Militarismo

El ejército era sumamente importante para lograr la conquista del mundo. Se construyó un ejército fuerte y disciplinado que mostraba su poder en ostentosos desfiles militares. Su fin era exaltar el nacionalismo y motivar a los jóvenes a unirse a sus filas. Estas reformas, que implicaron la eliminación de la democracia, se implementaron para sostener el sistema capitalista en Italia, Alemania y España tras la crisis económica.

La Gran Depresión y sus Consecuencias Globales

El Impacto en Estados Unidos

EE. UU. era el mayor productor y exportador del mundo, pero con la crisis y las deudas que varios países tenían con él, sus ventas descendieron drásticamente. Su cifra de desempleados alcanzó los 8 millones y, dos años después, esta casi se había duplicado. Los trabajadores afroamericanos fueron los primeros en ser despedidos y desalojados, al igual que los mexicanos, muchos de los cuales decidieron regresar a su país natal. No existía el seguro de desempleo, y la gente que vivía en la calle hacía grandes colas para conseguir comida. En este contexto, el exgobernador Franklin D. Roosevelt se convierte en presidente y pone en funcionamiento una serie de reformas estatales para estimular la economía del país, conocidas como el New Deal.

Efectos Desiguales a Nivel Mundial

La crisis actuó de forma diferente en países centrales y periféricos. En Alemania y demás países de Europa Occidental, se devaluó el dólar y la libra, al igual que en EE. UU. Las inversiones realizadas en el exterior se suspendieron y se repatriaron los capitales, lo que también generó una gran cifra de desempleados. Se comenzó a utilizar el proteccionismo comercial, suspendiendo importaciones y reduciendo las compras de materias primas. Gran Bretaña abandonó el libre comercio y pasó a comerciar exclusivamente con los países que formaban parte de la Comunidad Británica de Naciones, fortaleciendo los vínculos con sus colonias y dominios. Un claro ejemplo se vio reflejado en Argentina, ya que Gran Bretaña dejó de comprarle carnes y resolvió adquirirlas de Oceanía.

Una Solución Frente a la Crisis: El New Deal

Tras la crisis, EE. UU., con el «Nuevo Trato» (New Deal) inaugurado por el presidente Roosevelt, logró establecer la intervención permanente del Estado en los asuntos económicos. Este consistía en una serie de reformas que regulaban los mercados y mitigaban los efectos de la crisis. Algunas de las más importantes fueron:

  • El control del Gobierno sobre la emisión de acciones de la Bolsa.
  • El control de la banca privada y la creación de una Agencia Federal que aseguraba los depósitos bancarios.
  • La Ley de Reajuste Agrícola, que compensaba a los agricultores con subsidios para que disminuyeran las superficies cultivadas y así mejorar los precios.
  • La refinanciación de las hipotecas para que los agricultores endeudados no perdieran sus tierras.
  • La Ley de Recuperación Industrial, que obligaba a las empresas a establecer precios justos.
  • La creación de un sistema de seguridad social que otorgaba seguros de desempleo.
  • La Ley Nacional para Relaciones Laborales, que garantizaba a los trabajadores el derecho a formar sindicatos y obligaba a los patrones a negociar con ellos.

Un aspecto destacable fue la inclusión de la población negra, que accedió a puestos como funcionarios y se benefició de la creación de escuelas y hospitales para ellos. A su vez, obtuvieron ayuda para conseguir trabajos de mejor calidad y mayor duración. Por estas razones, el partido de Roosevelt contó con el apoyo masivo de los votantes negros.

Aunque estas reformas no lograron acabar por completo con el desempleo ni recuperar la economía de inmediato, sí recobraron la confianza general en el sistema y permitieron sostener la democracia. El New Deal marcó el fin del liberalismo económico clásico y adoptó una postura keynesiana, es decir, que el Gobierno debía intervenir activamente en la economía fomentando el empleo y el consumo, regulando la producción para sostener los precios, otorgando créditos, dando beneficios a las industrias, regulando la moneda y creando barreras aduaneras.

Impacto Económico en Argentina: Guerra y Nacionalismo

Las Repercusiones de la Primera Guerra Mundial

Al principio de la guerra mundial, Argentina sufría una depresión económica (1913-1917) debido al descenso en los precios de las exportaciones y la paralización del comercio exterior. El posterior auge se debió al aumento de precios de las exportaciones como consecuencia de la gran demanda por parte de los países beligerantes. Las inversiones británicas cesaron durante la guerra, lo que disminuyó la participación del capital extranjero en relación con el nacional, pero a la vez aumentaron las inversiones norteamericanas, principalmente en la industria frigorífica. Sin embargo, luego de la guerra, la demanda disminuyó por la acumulación de stock en Europa y, por consiguiente, los precios bajaron.

La Protección de la Industria bajo Alvear

Durante la guerra, aumentaron los precios de los productos manufacturados, pero la producción local no alcanzaba a cubrir las necesidades internas. A pesar de que esta hubiese sido una buena época para desarrollar la industria argentina, no se pudo debido a la dependencia de maquinarias e insumos importados. En 1918 se prohíbe la exportación de metales no trabajados con el objetivo de asegurar la materia prima para la industria nacional, ya que las metalúrgicas se vieron afectadas por su escasez. El Gobierno también intentó, a través de la publicidad, modificar los hábitos de consumo, orientándolos hacia la producción nacional. Con el proteccionismo forzado por la guerra, creció la industria alimenticia (frigoríficos y molinos), la ganadera (lanas y cueros), la textil y la mecánica. Debido a la falta de carbón importado, se comenzó a producir carbón vegetal en Santiago del Estero y Chaco para las maquinarias a vapor, y a la vez aumentó la explotación petrolera. La Unión Industrial Argentina pedía aranceles solo para aquellos productos extranjeros que competían con los nacionales. En 1923, las importaciones se normalizaron. Por un tiempo se siguió con el proteccionismo, aumentando los derechos de aduana, pero más tarde esta política se abandonó. La industria argentina continuó creciendo, en gran parte por la inversión de capitales extranjeros, principalmente norteamericanos (petróleo, químicos, empresas locales de propiedad inglesa, etc.).

La Intervención del Estado en Empresas bajo Yrigoyen

Hipólito Yrigoyen intentó desarrollar una política nacionalista, haciendo participar al Estado directamente en sectores clave de la economía como los ferrocarriles, el puerto y el petróleo. La creación de una flota mercante estatal no fue bien vista por el Congreso y solo se pudieron comprar algunos barcos para el transporte cerealero. Con respecto a los trenes, caducaron las concesiones ferroviarias que no habían cumplido con sus contratos y se limitó la expansión futura de estas, así como el control de las tarifas. Los ramales ferroviarios se extendieron a zonas que los necesitaban para su desarrollo regional. Se impulsó la producción de petróleo a fin de competir con el crudo importado. En 1922 se creó YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) y durante la primera presidencia de Yrigoyen se construyó el primer oleoducto. En su segunda presidencia, Yrigoyen propuso el monopolio estatal del petróleo, pero tuvo una fuerte oposición por parte de los intereses americanos (Standard Oil). La gran producción de YPF logró que las empresas internacionales bajaran el precio del litro de nafta. Esta política fue una de las causas del derrocamiento de Yrigoyen. Por último, su gobierno recuperó tierras del Estado y controló su venta.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *