El Enfrentamiento Global: La Guerra Fría y sus Consecuencias Históricas

Introducción

El término Guerra Fría designa las relaciones internacionales entre 1945 y 1989. Por Guerra Fría entendemos la situación de tensión continua que emergió con fuerza tras la Segunda Guerra Mundial y que enfrentó, en primer lugar, a dos superpotencias: Estados Unidos y la Unión Soviética, para luego extenderse a todo el planeta.

Este enfrentamiento generó un estado de tensión permanente entre ambas potencias que se tradujo en conflictos militares localizados por todo el planeta, pero nunca en un enfrentamiento directo. La estrategia que desarrollaron fue de acoso continuo al adversario, ya fuese por medio de la amenaza militar (tanto convencional como nuclear), la confrontación ideológica o la guerra económica.

Fuera de estos dos bloques se encontraban un conjunto de países, en su mayoría pertenecientes al Tercer Mundo, que habían sido antiguas colonias y que alcanzaron la independencia después de la guerra. Estos países buscaron una vía política y económica alternativa a las dos grandes superpotencias enfrentadas, y se autoproclamaron Países No Alineados. Este concepto hacía referencia a su intención de no integrarse en ninguno de los dos bloques, pero en realidad sus respuestas siempre estuvieron condicionadas por la Guerra Fría. De hecho, la neutralidad pura nunca existió y la mayoría de los países que se declaraban neutrales acabaron por acercarse a alguno de los dos bloques.

Siguiendo una cronología tradicional, cabe diferenciar tres etapas en la evolución de la Guerra Fría:

  • Un primer periodo de máxima tensión entre 1947 y 1953, momento en el que se inicia la política de bloques antagónicos, con dos escenarios principales (aunque no únicos): la Crisis de Berlín en 1948 y la Guerra de Corea (1950-1953).
  • Un segundo periodo que se caracteriza por el fin del monopolio nuclear estadounidense, la muerte de Stalin en la URSS y la subida al poder de Eisenhower en Estados Unidos, y que se extiende hasta finales de los años setenta. Este periodo es denominado como «Coexistencia Pacífica», ya que se fijan unas reglas de juego entre ambas potencias y la negociación comienza a ser posible, aunque esto no evitará algunos conflictos de máxima intensidad como la Crisis de los Misiles Cubanos en 1962 y la Guerra de Vietnam.
  • La tercera fase, durante los años ochenta, viene marcada por el despliegue de misiles soviéticos en territorio europeo y la llegada de Ronald Reagan a la presidencia de Estados Unidos, que trajo consigo el último rebrote de la Guerra Fría.

Finalmente, la ascensión de Mijaíl Gorbachov al poder en la URSS en 1985 y la posterior disolución del bloque socialista, significó el fin de la Guerra Fría.

1. La Formación de los Bloques

1.1. Las Bases del Sistema de Bloques

Se gesta a partir de la desaparición del factor de unión que había aglutinado a las potencias aliadas: la lucha contra los regímenes fascistas. Esto se tradujo en la construcción de sendos bloques antagónicos, fundamentados en una serie de diferencias irreconciliables que podemos concretar en los siguientes aspectos:

Desde el punto de vista ideológico:

  • A nivel político: Se produce la oposición entre las democracias liberales (caracterizadas por el pluralismo político y el sistema parlamentario) y las democracias populares (basadas en la dictadura del proletariado, ejercida por el Partido Comunista en cada país, y que se considera una fase transitoria para la implantación de una sociedad comunista).
  • A nivel económico: Se produce la oposición de un modelo capitalista (basado en la propiedad privada y el libre mercado) frente a un modelo socialista (basado en la propiedad estatal de los medios de producción y en la planificación).
  • A nivel social: Se produce la oposición de una sociedad de clases (nacida del capitalismo económico) frente a una sociedad sin clases (donde el derecho del ciudadano «coincide» con los intereses del Partido Comunista correspondiente).

Desde el punto de vista potencial (superando en mucho a sus más inmediatos seguidores):

  • En superficie: URSS (22,4 millones de km²) y EE. UU. (9,3 millones de km²).
  • En población: URSS (255 millones de habitantes) y EE. UU. (216 millones), durante la década de los cincuenta.
  • Económica: Ambos países son los principales productores energéticos, poseen una gran cantidad de reservas y un alto desarrollo tecnológico.

Desde el punto de vista expansivo:

Con el deseo de establecer un área de influencia en torno a sí para imponer barreras ideológicas y conseguir mercados económicos fijos.

Estas zonas estarían delimitadas por una línea imaginaria desde el Elba hasta el Egeo que Churchill denominó Telón de Acero. En Europa, ambos bloques llegaron a estar separados físicamente, como es el caso del Muro de Berlín, y sus fronteras se hicieron infranqueables, creándose un sentimiento internacional de trinchera que nadie podía traspasar.

Campañas de propaganda en ambos bandos se encargarían de exagerar la maldad del enemigo, lo que se tradujo finalmente en un miedo exacerbado hacia el contrario: desde Occidente se temía la desestabilización de las democracias liberales; y en el Este, la nefasta influencia que podía tener el capitalismo en su modelo social.

1.2. El Proceso de Formación de los Bloques

La gestación de los bloques fue previsible desde las conferencias preparatorias para la paz (como la de Yalta), que habían establecido distintas zonas de influencia de los países aliados. De ahí su corto periodo de gestación, apenas 4 años, jalonado por una serie de acontecimientos significativos:

El Plan Marshall y la Doctrina Truman

Estados Unidos había salido muy fortalecido de la guerra, económica, militar y tecnológicamente. No es extraño, por tanto, que en 1947 elaborase un plan para la reconstrucción de Europa formulado por el entonces secretario de Estado George Marshall, que consistía en conceder préstamos a largo plazo, donaciones, ayuda militar, etc., a los países afectados por la guerra. Los principales objetivos eran: asegurar futuras exportaciones económicas estadounidenses en Europa y evitar una posible influencia soviética en el continente.

Paralelamente, y desde el punto de vista político-militar, se desarrolló la denominada Doctrina Truman. El 12 de marzo de 1947, el entonces presidente de Estados Unidos, Harry Truman, pronunció un discurso ante el Congreso estadounidense, considerado como el inicio de la Guerra Fría. En este se exponía una doctrina de contención frente al expansionismo soviético y marcaba una clara línea a seguir en la que Estados Unidos asumiría el papel de gendarme del mundo occidental.

La Doctrina Truman se puso en práctica por primera vez en Irán, país de alto valor estratégico como plataforma para influir sobre Próximo Oriente, además de ser muy rico en petróleo; y en Grecia, donde tras la Segunda Guerra Mundial se libraba una guerra civil entre los comunistas (apoyados por los soviéticos) y los monárquicos (apoyados por Gran Bretaña en un principio, y posteriormente por EE. UU. tras la incapacidad de la primera de resolver el conflicto). La intervención económica y militar de EE. UU. en ambos países evitó que quedaran bajo la órbita de la Unión Soviética.

La Doctrina Zhdánov

Pocos meses después de la formulación de la Doctrina Truman, el ideólogo estalinista Andréi Zhdánov proclamaba la doctrina que llevaría su nombre. En ella se denunciaba a Estados Unidos como líder de las potencias imperialistas y reivindicaba la política de la Unión Soviética como salvaguardia de la democracia. Al hilo de estas ideas se fundaba el Kominform (la Oficina de Información de los Partidos Comunistas), donde se invitaba a los partidos comunistas occidentales a enfrentarse a los poderes burgueses mediante huelgas revolucionarias que propiciasen el triunfo del comunismo en estos países.

La Crisis de Berlín

Tras la guerra, el territorio alemán y su capital, Berlín, habían quedado divididos en cuatro partes administradas por las principales potencias aliadas. Gran Bretaña, EE. UU. y Francia se planteaban la reorganización política y económica de Alemania unificando sus territorios.

Esto, junto a su inclusión en el Plan Marshall, llevó a Stalin a decretar el bloqueo de Berlín por tierra y por mar. El bloqueo fue contestado por Truman con un gigantesco puente aéreo, amenazando con la guerra a la URSS si interceptaba los convoyes aéreos o sus tropas invadían la zona occidental.

El bloqueo de Berlín aceleró la formación de dos Estados alemanes. En mayo de 1949 se aprobó el texto constitucional de la República Federal Alemana, mientras que en la zona soviética se proclamó en octubre del mismo año la República Democrática Alemana. Alemania permanecería dividida en dos Estados hasta el fin de la Guerra Fría en 1991.

La Formación de las Democracias Populares

Paralelamente, la URSS fue acentuando su influencia sobre los países situados en la zona que había liberado de la invasión nazi en el este de Europa: Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, Bulgaria, Yugoslavia y Albania.

El proceso de implantación del comunismo en todos ellos fue muy semejante: tras la guerra se formaron gobiernos de coalición compuestos por todas las fuerzas no colaboracionistas con las potencias del Eje, en los que los comunistas, apoyados por la Unión Soviética, adquirieron progresiva relevancia hasta imponer la dictadura del partido y políticas de depuración hacia los disidentes.

En alguno de los países, como Checoslovaquia (donde, a diferencia del resto de países del este, sí había una tradición democrática), la implantación comunista se hizo por la fuerza (Golpe de Praga, febrero de 1948).

La Creación de las Organizaciones Militares

La política de implantación comunista en el Este tuvo como consecuencia el reforzamiento de las alianzas entre los países occidentales. La más importante de ellas fue la firma el 4 de abril de 1949 del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que integró a doce países, entre ellos EE. UU. En respuesta a la OTAN, la Unión Soviética creó un bloque militar contrario que se plasmó en el Pacto de Varsovia de 1955.

La República Popular China

El largo enfrentamiento civil entre los nacionalistas y los comunistas dentro de China había quedado en suspenso momentáneamente para hacer frente de forma conjunta a la invasión japonesa. Tras la derrota de Japón, los comunistas liderados por Mao Zedong accedieron al poder y proclamaron en octubre de 1949 la República Popular China. Sus opositores, los nacionalistas de Chiang Kai-shek, se refugiaron en la isla de Formosa, constituyendo la China Nacionalista de Taiwán, cuya supervivencia estuvo vinculada al apoyo militar de EE. UU.

1.3. La Guerra de Corea

Los acontecimientos expuestos anteriormente habían consumado la división del mundo en dos bloques ideológicamente contrapuestos, que pronto se concretarían en enfrentamientos indirectos entre las dos superpotencias. El primero de ellos sería la Guerra de Corea.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Corea fue ocupada por los japoneses. La derrota de estos supuso la división del país en dos zonas de ocupación separadas por el paralelo 38: al norte los soviéticos, al sur los estadounidenses, lo que culminó, debido a la Guerra Fría, en la formación de dos Estados diferentes. El triunfo comunista en China en 1949 añadió un nuevo ingrediente de tensión en la zona.

En 1950, el ejército norcoreano, adiestrado y abastecido por los soviéticos, invadió Corea del Sur. Poco después, la ONU autorizó a Estados Unidos a comandar una fuerza internacional que auxiliara al gobierno de Corea del Sur. Estados Unidos no quería permitir la expansión del comunismo y temía, según la Teoría del Dominó, que tras la caída de Corea el comunismo se extendiera por todo el este asiático, incluido Japón.

La primera fase de la guerra se caracterizó por el avance del ejército norcoreano, que prácticamente ocupó todo el territorio sur. La respuesta fue el desembarco de tropas de la ONU al mando del general estadounidense Douglas MacArthur cerca de Seúl. El repliegue de los norcoreanos hasta la frontera china provocó la intervención masiva de la República Popular China en apoyo a estos. MacArthur fue destituido por solicitar al gobierno estadounidense el bombardeo atómico de China como respuesta. En 1953 se llegó al Armisticio de Panmunjom, que confirmaba la frontera entre ambas Coreas en el paralelo 38.

A partir de este momento, EE. UU., para evitar nuevos regímenes comunistas, reforzó a sus aliados en el continente asiático: aceleró la recuperación de Japón y amplió su apoyo económico y militar a la China Nacionalista de Taiwán.

2. La Coexistencia Pacífica

A mediados de los años cincuenta, la Guerra Fría empezó a tomar otro cariz. Poco a poco se fue pasando de una situación de extrema alarma a otra de Coexistencia Pacífica, que se extendió hasta finales de los años setenta. Tanto Estados Unidos como la Unión Soviética tomaron conciencia de que era preciso convivir con el enemigo y evitar confrontaciones que desembocaran en una guerra nuclear.

2.1. Causas de la Coexistencia Pacífica

Las razones que explican este cambio de estrategia en la Guerra Fría y en su evolución son muy variadas:

El Fin del Monopolio Nuclear Estadounidense

La carrera de armamentos se sucedió con gran rapidez. A partir de 1949, la URSS construyó su primera bomba atómica y alcanzó el estatus de potencia nuclear. En 1952, los estadounidenses experimentaron la bomba de hidrógeno. En 1957, la Unión Soviética colocó en órbita el Sputnik, el primer satélite artificial, poniéndose a la cabeza de la carrera espacial con el consiguiente temor de la opinión pública estadounidense.

Todos estos acontecimientos mostraban la vulnerabilidad del territorio norteamericano ante un ataque con misiles desde la URSS o cualquiera de sus aliados. Entonces, EE. UU. se adelantó en 1959 al fabricar submarinos atómicos ante los que era muy difícil defenderse.

EE. UU. había perdido el monopolio nuclear y el miedo a la guerra atómica era ahora real por el aumento de la capacidad destructora de los nuevos ingenios nucleares. Además, nuevos países fueron construyendo sus propias armas nucleares: Gran Bretaña, Francia, China, India, Pakistán.

Los dos bloques entendieron la necesidad de crear formas internacionales para controlar la carrera nuclear. El miedo nuclear estuvo en la raíz de las primeras conferencias internacionales sobre limitación de armamento, que tuvieron lugar desde mediados de los sesenta. La visita de Nikita Jrushchov a Estados Unidos en 1959 y la cumbre de París en 1960 supusieron la primera aproximación entre las dos grandes superpotencias. Aun así, el nacimiento de la Coexistencia Pacífica no cortó la carrera armamentística.

El Cambio de Liderazgo Político

La muerte de Stalin en 1953 y la sustitución de Truman en Estados Unidos por Dwight D. Eisenhower, un político más pragmático y realista, colaboraron en este viraje.

En el XX Congreso del PCUS, en 1956, el nuevo líder soviético, Nikita Jrushchov, condenó los excesos del estalinismo y planteó la doctrina de la Coexistencia Pacífica, basada en la no injerencia en los asuntos internos del otro bloque.

La Contestación dentro de Cada Bloque

La disciplina en el seno de los dos bloques fue cuestionada desde el principio de la Guerra Fría, prueba de las dificultades que tenía cada bloque para mantener la cohesión interna.

En el bloque oriental:

La primera disidencia se produjo en Yugoslavia en 1948. Su principal dirigente, el mariscal Tito, no aceptó la intrusión soviética y propugnó una vía diferente al socialismo de Stalin. La Internacional Comunista decretó entonces su expulsión y Tito buscó el apoyo en Occidente, manteniendo una política de neutralidad entre bloques.

Otra muestra de disidencia fueron las revueltas de Polonia y Hungría contra el control soviético en 1956; estas fueron neutralizadas por medio de la intervención directa del ejército soviético. Posteriormente, en 1968, Checoslovaquia mostró su rechazo a Moscú en la revuelta conocida como la Primavera de Praga, obteniendo el mismo resultado.

Tampoco Moscú pudo ejercer un férreo control sobre los partidos comunistas occidentales tal y como pretendía por medio de la Internacional Comunista. Estos mostraron un cada vez mayor alejamiento de los dictados de Moscú, y no dejaron de participar en el juego parlamentario de sus respectivos países, algunos incluso con excelentes resultados electorales, como es el caso del Partido Comunista Italiano.

En el bloque occidental:

La Europa reconstruida ya no era tan dependiente de Estados Unidos y empezó a exigir una mayor autonomía con respecto a las líneas marcadas por Washington. El caso más sintomático fue la Francia de Charles de Gaulle. El nacionalismo francés propugnó la tercera vía con la creación de una fuerza nuclear propia, el abandono de la OTAN y una política exterior equidistante de Moscú y Washington.

También en el interior de EE. UU., las disidencias fueron duramente combatidas, como muestra la persecución de artistas e intelectuales sospechosos por sus ideas progresistas realizada por el senador conservador Joseph McCarthy en los años cincuenta, política conocida como la Caza de Brujas.

2.2. Principales Conflictos Durante este Periodo

A pesar de que la Coexistencia Pacífica llevó a un mayor entendimiento y respeto entre ambos bloques, esta etapa no estuvo exenta de importantes conflictos. Los más relevantes son:

La Crisis del Canal de Suez (1956)

Se desencadenó por la negativa de EE. UU. a conceder fondos para la construcción de la presa de Asuán como consecuencia de la política de neutralidad egipcia. Ante esta actitud, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser nacionalizó el canal, lo que afectaba directamente a los intereses británicos y franceses.

El Consejo de Seguridad de la ONU confirmó la soberanía egipcia sobre el canal, pero exigió la libertad de tránsito. Israel, so pretexto de ver amenazada su seguridad, envió tropas al Sinaí, y Francia e Inglaterra ocuparon militarmente el canal. La Unión Soviética amenazó con utilizar la fuerza nuclear y EE. UU. obligó a la retirada a sus aliados. En noviembre, la ONU envió una fuerza internacional de vigilancia a la zona. Este acontecimiento confirmó definitivamente la pérdida de preeminencia por parte de las potencias europeas.

La Segunda Crisis de Berlín

En 1958, la Unión Soviética exigió el estatuto de ciudad libre (desmilitarización de la ciudad y firma de acuerdos de paz entre las dos Alemanias) en un momento en que la República Democrática Alemana estaba sufriendo una sangría migratoria hacia Occidente a través de la ciudad dividida. Tras un importante enfrentamiento político, se construyó el Muro de Berlín en agosto de 1961.

La Crisis de los Misiles Cubanos

En abril de 1961, exiliados cubanos, con el apoyo del gobierno estadounidense, desembarcaron en Bahía de Cochinos para derrocar a Fidel Castro. Ante la presión de EE. UU., el gobierno cubano estableció relaciones comerciales y un tratado de cooperación militar con la URSS que se tradujo en la instalación de cohetes militares en julio de 1962, apuntando a las grandes ciudades de la costa Este con la intención de defender la isla.

En octubre, aviones espía norteamericanos descubrieron las instalaciones y declararon el bloqueo naval de la isla. Si esta se defendía atacando con los misiles el territorio americano, Estados Unidos lanzaría un contraataque nuclear dirigido a la Unión Soviética. Durante unos días, el mundo se encontró al borde de una tercera guerra mundial.

Ante la amenaza, la URSS ordenó regresar a sus barcos que se dirigían al Caribe; también comenzó a desmantelar las bases de misiles bajo la supervisión de la ONU. Un acuerdo secreto garantizaba además que EE. UU. respetaría la Cuba de Castro.

El presidente John F. Kennedy agradeció públicamente la actitud de Nikita Jrushchov, invitándole a entablar negociaciones para reducir la carrera armamentística y las tensiones mundiales. Además, en 1963 se estableció el Teléfono Rojo, una conexión inmediata entre los dos líderes mundiales para buscar salidas negociadas en casos de extrema gravedad.

La Guerra de Vietnam (1963-1973)

Este conflicto fue el más sangriento y largo de la Guerra Fría.

El espacio indochino fue ocupado por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. Al llegar la capitulación nipona, el movimiento de resistencia anticolonialista, el Viet Minh, de inspiración comunista, dirigido por Ho Chi Minh, ocupó el vacío de poder y proclamó la República Democrática de Vietnam en el norte del país; mientras en el sur, con capital en Saigón, se restableció el poder de los franceses como antigua potencia colonial.

Entre 1946 y 1954 se produjeron enfrentamientos entre los franceses y el Viet Minh por controlar Indochina, lo que culminó con la derrota francesa en Dien Bien Phu. La Conferencia de Ginebra (1954) que siguió al conflicto reconocía la independencia de Camboya y Laos, y la división de Vietnam en dos estados: el norte comunista, con capital en Hanói; y el sur, prooccidental, con capital en Saigón, aunque se debía celebrar un referéndum en 1956 para la unificación del país.

Sin embargo, Estados Unidos no estaba dispuesto a tolerar un régimen comunista en Vietnam. Por ello, iniciaron una estrategia de intervención para poder sustituir a Francia como potencia en el área. En la República de Vietnam del Sur, el gobierno de Ngô Đình Diệm reprimió sistemáticamente cualquier tipo de oposición comunista o religiosa (budistas). Ante esta situación se creó el Frente Nacional de Liberación del Sur (Viet Cong), apoyado por Vietnam del Norte, y que exigía la celebración del referéndum sobre la unión del país acordado en Ginebra.

A partir de 1961 se inició la ayuda militar estadounidense al régimen militar de Diệm, y en 1963, tras su asesinato, la implicación estadounidense fue creciendo en volumen e intensidad: bombardeos masivos, guerra química, etc. En 1965, la guerra se extendió a Laos y posteriormente a Camboya. En 1968, las tropas estadounidenses en Vietnam sumaban medio millón de hombres. Sin embargo, no se consiguió derrotar al Viet Cong.

En Washington se tomó conciencia de que la guerra no se podía ganar militarmente. Además, en Estados Unidos crecieron los movimientos de oposición a la intervención. A partir de 1968, el presidente Richard Nixon se vio obligado a modificar su estrategia: se redujo el número de efectivos, se incrementaron los bombardeos aéreos y se expresó públicamente la posibilidad de negociar con el régimen de Vietnam del Norte.

En la Conferencia de París de 1973 se acordó la salida de las tropas estadounidenses de Vietnam, aunque los enfrentamientos continuaron hasta 1976, cuando el Viet Cong consiguió la victoria definitiva y el país se reunificó bajo la denominación de República Socialista de Vietnam con capital en Hanói. EE. UU. había sufrido la mayor derrota militar de su historia.

3. Rebrote y Fin de la Guerra Fría

3.1. Las Causas de la Nueva Guerra Fría

La Guerra de Vietnam debilitó la posición de Estados Unidos en el mundo. En el interior, la derrota se interpretó como un síntoma de decadencia. En el exterior, el papel hegemónico de Estados Unidos quedó cuestionado. Además, la Crisis del Petróleo de 1973 produjo una fuerte recesión económica en el mundo occidental.

Para la Unión Soviética, la situación era diferente. Salió reforzada del conflicto vietnamita, aunque el mayor apoyo a las guerrillas indochinas lo prestó China. La crisis económica que vivía el mundo capitalista, fruto de la crisis del 73, alimentó el optimismo. En este ambiente, la nomenklatura soviética se planteó seriamente tomar la delantera en la confrontación entre los bloques.

3.2. El Desarrollo de la Nueva Etapa

Entre 1977 y 1985, el mundo asistió a un rebrote de la Guerra Fría con el incremento de la carrera de armamentos. La estrategia soviética quería conseguir la hegemonía militar. En 1977, la URSS desplegó por su territorio europeo y asiático los misiles que tenían un alcance de 5000 kilómetros y que amenazaban directamente a los territorios de Europa occidental. Al mismo tiempo, creció su presencia en el Tercer Mundo con intervenciones en Etiopía, Angola, Mozambique y Afganistán.

La intervención militar soviética en Afganistán es muy similar a la de EE. UU. en Vietnam. La justificación de la invasión estuvo en la petición de ayuda por parte de un gobierno amigo, que era incapaz de controlar a las guerrillas de resistencia islámicas opositoras (como los Talibanes) al gobierno comunista y que tenían el apoyo de EE. UU.

Se desarrolló una compleja guerra civil durante diez años con el fracaso de las tropas soviéticas, el sacrificio de hombres y recursos y el desprestigio internacional. La derrota tuvo enormes repercusiones en el interior de la URSS. Precisamente, la guerra fue una de las claves, aunque no la única, en el cambio político planteado por Mijaíl Gorbachov desde 1985.

Por parte estadounidense, el rebrote de la Guerra Fría tiene como máximo protagonista al presidente Ronald Reagan, que ganó las elecciones de 1981, con un programa político dirigido a restablecer la hegemonía estadounidense mediante el rearme psicológico, económico y militar. El gasto militar se disparó para desarrollar un nuevo programa, la Iniciativa de Defensa Estratégica, al que se denominó popularmente como «Guerra de las Galaxias». Tenía como objetivo la creación de un escudo espacial que protegiera el territorio de Estados Unidos de los misiles soviéticos.

3.3. El Fin de la Guerra Fría

La subida de Mijaíl Gorbachov al poder en la Unión Soviética en 1985 significó un punto de inflexión decisivo en el curso de la Guerra Fría. Además de las reformas internas, Gorbachov intensificó una política de diálogo con Estados Unidos, bien recibida en Washington. Ambos países mostraban señas inequívocas de agotamiento económico, especialmente la Unión Soviética, lo que hacía que para esta fuera inviable mantener una costosa carrera armamentística.

La Unión Soviética inició así el abandono progresivo del Tercer Mundo, desmanteló los euromisiles, y en 1989 retiró el ejército de Afganistán. Además, ese mismo año se normalizaron las relaciones con China.

La Guerra Fría estaba tocando su fin. En la reunión que mantuvieron Gorbachov y George H. W. Bush en 1989 en Malta se proclamó oficialmente el fin de la Guerra Fría. El proceso se aceleró con la desintegración del bloque soviético a finales de los años ochenta. Desde la Caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989, el control de Moscú sobre los países del este de Europa fue desapareciendo y en 1991 desapareció el Pacto de Varsovia, y se desintegró la URSS, aunque la OTAN sigue todavía vigente.

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