Impacto Económico y Social de la Independencia
La Apertura Económica y el Libre Comercio
En 1809, dada la imposibilidad de mantener relaciones comerciales fluidas con la metrópoli, el virrey Cisneros estableció el libre comercio. Esta medida convirtió a Gran Bretaña (GB) en una nueva metrópoli comercial. Los comerciantes británicos no solo arruinaron al grupo mercantil peninsular, sino que también impidieron el desarrollo de los comerciantes criollos. No obstante, algunos grupos locales se beneficiaron de esta apertura.
Esta apertura a las importaciones y exportaciones convirtió a las rentas de la aduana de Buenos Aires (Bs. As.) en el principal centro de recursos para el financiamiento gubernamental.
Consecuencias Inmediatas de las Guerras
Las guerras de la independencia llegaron a su fin en 1824 con la derrota total de las fuerzas realistas. Las principales consecuencias fueron la pérdida de la unidad (la fragmentación territorial) y el desmembramiento de los tradicionales circuitos productivos y comerciales.
Efectos Regionales del Conflicto
- Argentina: El comercio se vio seriamente afectado.
- México: Padeció una importante caída en la producción.
- Venezuela: La población disminuyó drásticamente y la ganadería quedó arruinada.
- Bolivia y Perú: La producción bajó considerablemente.
A nivel social, fueron suprimidas las castas, se tomaron medidas que restringieron la esclavitud y se suprimió el tributo que pagaban las comunidades indígenas. Sin embargo, muchos artesanos se vieron arruinados por la competencia de las mercaderías extranjeras.
Economías Regionales en Crisis
Las guerras de la Independencia dejaron rastros de destrucción que serían muy difíciles de revertir. Esta destrucción alcanzó:
- Los ganados que consumieron los ejércitos.
- Las minas que quedaron abandonadas.
- Las poblaciones que padecieron saqueos y ultrajes.
- Las familias que perdieron todas sus posesiones.
Muchos comerciantes locales no pudieron adaptarse a los cambios y quebraron. Todos los intentos que se hicieron para comenzar a desarrollar nuevamente las economías latinoamericanas se vieron limitados por la falta de capital.
Transformaciones Sociales
Las guerras de la Independencia provocaron la destrucción de riquezas en Hispanoamérica y cambiaron las relaciones entre los diferentes sectores sociales. La fragmentación del poder político, la militarización de la sociedad y la movilización de recursos y hombres, hicieron que el viejo orden social no continuara.
La ideología de la Independencia rechazaba el sistema social jerarquizado del periodo colonial y aspiraba a integrar a los diferentes grupos sociales y étnicos. Las nuevas repúblicas debían superar tres problemas fundamentales:
- La pervivencia de la esclavitud negra.
- La antigua división entre una sociedad blanca y otra de indios.
- Las discriminaciones legales que en algunas sociedades pesaban sobre los mestizos.
Los sectores más beneficiados por el cambio fueron las élites criollas. La eliminación del sistema de castas posibilitó el ascenso social de algunos grupos mestizos. Las comunidades campesinas, por su parte, eran muy pobres y practicaban una agricultura de subsistencia.
Inestabilidad Política y Fragmentación Territorial
El Desmembramiento de la Gran Colombia y Centroamérica
Lo que había sido la República de la Gran Colombia se desintegró y en 1830 dio lugar a la constitución de tres Estados distintos: Colombia, Venezuela y Ecuador. También las Provincias Unidas de América Central se dividieron, formándose así Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Honduras.
El sueño bolivariano de una «patria grande» americana se hacía trizas y comenzaba la inestabilidad política. Los Estados que surgieron a partir de entonces no pudieron restablecer la autoridad que la Corona Española había ejercido sobre sus respectivos territorios.
El Auge del Caudillismo y las Guerras Civiles
Las estructuras sociales heredadas del periodo colonial, las dificultades para establecer una autoridad central reconocida por todas las regiones y el auge del caudillismo ocasionaron guerras entre distintas facciones.
El Caso de las Provincias Unidas del Río de la Plata
Una Constitución Fallida y la Batalla de Cepeda (1820)
El Congreso sancionó una Constitución de carácter centralista, ya que el poder ejecutivo tenía amplios poderes, entre ellos, el de designar a los gobernadores provinciales. Santa Fe y Entre Ríos se opusieron; los gobernadores de ambas provincias lanzaron un ultimátum. Al no obtener respuestas, en febrero de 1820, se lanzaron al ataque y vencieron a las fuerzas del Directorio en la Batalla de Cepeda.
Al desaparecer la autoridad central en 1820, las provincias debieron abocarse a la difícil tarea de crear sus estructuras de gobierno: crear nuevas instituciones, sancionar sus propias constituciones o leyes orgánicas y formar instancias administrativas, judiciales y fiscales que hicieran posible la labor de gobernar. Los resultados de este proceso de construcción de los Estados provinciales fueron dispares, alcanzando algunas provincias un mayor grado de desarrollo institucional que otras.
Recuperación Económica Desigual
Una vez finalizadas las Guerras de la Independencia, las provincias se propusieron recuperar la economía de sus respectivas regiones. A ritmos desiguales, las economías locales fueron recuperándose.
El Conflicto Unitario y Federal
La división ideológica y territorial se manifestó en la formación de dos grandes ligas:
Liga Unitaria | Liga Federal |
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Convocó un Congreso Constituyente. | Estableció una alianza ofensiva y defensiva contra todo ataque exterior e interior. |
Entregó el mando militar de todas las tropas al general Paz. | Declaró el libre tránsito de personas y mercancías. |
Retiró a Buenos Aires el manejo de las relaciones exteriores. | Creó una comisión con atribuciones para concertar tratados de paz, declarar las guerras y convocar a un congreso que organizara el país según el sistema federal de gobierno. |
Juan Manuel de Rosas y la Suma del Poder Público
En marzo de 1835, luego de un periodo en el que se sucedieron como gobernadores de Buenos Aires Balcarce, Viamonte y Manuel Vicente Maza, y tras negarse en varias oportunidades, Rosas acepta el nombramiento como gobernador de Buenos Aires otorgado por la legislatura, con la Suma del Poder Público.