El Reinado de Alfonso XIII: Crisis de la Restauración y Dictadura de Primo de Rivera (1902-1931)

Introducción: El Pesimismo Nacional tras el 98

La derrota ante EE. UU. en 1898 y la pérdida del imperio colonial español generaron una sensación de pesimismo y de crisis nacional. Alfonso XIII accedió al trono en 1902 con 16 años. Los problemas más graves a los que tuvo que hacer frente fueron:

  • Inestabilidad de los partidos de turno (Liberal/Conservador), sin unidad interior al desaparecer sus dos grandes líderes (Cánovas y Sagasta).
  • Aumento del movimiento obrero.
  • Oposición, cada vez más fuerte, de republicanos y socialistas.
  • Protagonismo del ejército, que pretendía recuperarse del Desastre del 98.

El Sistema Político de la Restauración: Regeneracionismo y Revisionismo (1902-1914)

La crisis de 1898 había acentuado las críticas hacia el sistema político de la Restauración, al que consideraban causante de la degradación nacional. Se trataba de un movimiento con diferentes soluciones políticas: los que exigían una regeneración radical o los que consideraban que el sistema era válido, pero que había que reformarlo. Estos últimos eran los revisionistas.

  • Los *Regeneracionistas*, grupo encabezado por Joaquín Costa, denunciaron los fraudes del sistema político y exigieron su desaparición.
  • Los *Revisionistas* estaban representados por Maura y Silvela, ambos miembros del Partido Conservador. Planteaban reformas políticas, pero desde dentro del propio sistema; únicamente había que revisar, reformar y adaptar a las nuevas necesidades sociales.

Cuando comenzó a reinar Alfonso XIII, se mantuvo el régimen político de la Restauración en sus estructuras básicas: bipartidismo, turno de partidos y la Constitución de 1876. No obstante, en los dos grandes partidos se había producido un relevo generacional. El nuevo líder del Partido Conservador era Antonio Maura, que había sustituido a Cánovas, asesinado; entre los liberales, José Canalejas dirigía el partido tras la muerte de Sagasta.

El Revisionismo Conservador: La Revolución desde Arriba (1902-1910)

En 1902, el gobierno estaba en manos de los conservadores, que decidieron emprender una serie de reformas en consonancia con sus tesis revisionistas. Se trataba, en palabras del propio Antonio Maura, de hacer “una revolución desde arriba” para mantener el régimen por un largo periodo.

Se emprendieron diversas medidas de carácter social con las que se pretendía mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora:

  • Ley de protección en accidentes de trabajo (1900).
  • Ley de huelga (1909).
  • Ley de reforma electoral (1907), que pretendía acabar con el fraude en las elecciones.

Se creó el “Instituto Nacional de Previsión”, un antecedente del actual sistema de “Seguridad Social”.

La Crisis de 1909: La Semana Trágica de Barcelona

El origen de la crisis estuvo en la llamada Cuestión de Marruecos. España había obtenido, por acuerdo de la Conferencia de Algeciras en 1906, ocupar el norte de Marruecos (la región del Rif) y convertirlo en un protectorado. El gobierno conservador de Antonio Maura decidió la ocupación militar del protectorado, con la intención de tomar posesión del territorio y defender los enclaves de Ceuta y Melilla. Sin embargo, los rifeños no estaban dispuestos a someterse al protectorado y en julio de 1909 asesinaron a cuatro trabajadores españoles. La reacción del gobierno español fue la de reforzar el ejército de Marruecos llamando a filas a reservistas, sobre todo catalanes.

La medida provocó una dura reacción social. Los partidos obreros y los anarquistas convocaron una huelga general que derivó en una revuelta popular que tuvo su epicentro en Barcelona, ciudad en la que debían embarcar las tropas con destino a Marruecos.

El clima de agitación que vivía Barcelona llevó al gobierno a decretar el estado de guerra. Durante una semana, la última semana de julio de 1909, Barcelona sufrió una oleada de violencia callejera: 1000 detenidos, 17 penas de muerte y 5 ejecuciones, entre ellas i Guardia, que levantó una oleada de protestas contra el gobierno español. La dureza de las medidas provocó la caída de Antonio Maura y abrió una crisis entre conservadores y liberales.

El Revisionismo Liberal: Gobiernos de Canalejas (1910-1912)

Tras la caída de Antonio Maura, comenzó una etapa de gobiernos liberales, y desde 1910 con José Canalejas, hasta su asesinato en 1912. Los liberales emprendieron una serie de medidas de contenido social:

  • Regulación del trabajo de las mujeres.
  • Supresión del impuesto de consumos (los productos de primera necesidad).
  • Ley de Reclutamiento (1912), por la que se establecía el servicio militar obligatorio para acabar con los privilegios como la redención y la sustitución en el servicio militar.

Después de la muerte de Canalejas, las diferencias entre conservadores y liberales se acentuaron. Ambos partidos sufrieron una crisis de liderazgo y su relación pasó de la confianza al enfrentamiento. El Turno de Partidos se rompió a partir de 1912, cuando los conservadores consideraron imposible mantener el acuerdo con los liberales que se habían acercado a republicanos y socialistas a raíz de la Semana Trágica.

La Oposición al Régimen de la Restauración

Los Republicanos

Los republicanos eran la principal fuerza de oposición al régimen. En su ideario defendían el progreso y la justicia social desde posiciones moderadas y posibilistas, por lo que contaban con el apoyo de intelectuales como Ramón y Cajal, Galdós o Blasco Ibáñez. Durante el reinado de Alfonso XIII, los republicanos se dividieron en Partido Radical y Partido Reformista.

Los Nacionalismos

En cuanto a los nacionalismos, el que tenía mayor implantación era el catalán. Su principal representante fue la *Lliga*, fundada por Prat de la Riba, y cuyo líder más representativo fue Francesc Cambó. Los nacionalistas, unidos en *Solidaritat Catalana*, consiguieron que se crease la Mancomunidad Catalana, unión de las 4 provincias catalanas en una sola entidad territorial. Se fundó *Estat Català*, por Francesc Macià, como expresión de un catalanismo más soberanista. El nacionalismo vasco siguió girando en torno al PNV, que mantuvo su carácter conservador y tradicionalista. Menos impacto tuvieron los nacionalismos gallego y andaluz. Este último tuvo su mayor impulsor en Blas Infante.

Movimiento Obrero (Socialistas y Anarquistas)

Los socialistas tenían su fuerza en el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), fundado por Pablo Iglesias en 1879, y en el sindicato UGT (Unión General de Trabajadores). Fueron participando en el sistema político parlamentario. Consiguieron su primer escaño para Pablo Iglesias.

Por su parte, los anarquistas sintieron la necesidad de crear una organización sindical propia tras los sucesos de la Semana Trágica. En 1910 se fundó el sindicato anarquista CNT (Confederación Nacional del Trabajo), que propugnaba un sindicalismo de acción directa y la huelga general como instrumento de lucha. Así surgió el anarcosindicalismo en Cataluña.

La Cuestión de Marruecos y el Desastre de Annual

España había quedado fuera del reparto colonial de África, decidido en la Conferencia de Berlín. Aprovechando las desavenencias entre Francia y Alemania por el control de Marruecos, decidió organizar una Conferencia Internacional en Algeciras en 1906, gracias a la cual España obtuvo un protectorado sobre la zona norte de Marruecos.

Para el ejército era una oportunidad de recuperar el prestigio perdido tras la derrota ante Estados Unidos; para la sociedad española fue un elemento de crispación, como se puso de manifiesto en 1909 con la Semana Trágica de Barcelona por el reclutamiento de reservistas hacia Marruecos.

En los primeros años de ocupación se habían producido incidentes por la resistencia a la ocupación española por parte de la población rifeña. Al finalizar la Primera Guerra Mundial, se reemprendió la ocupación del Rif. En julio de 1921, el general Fernández Silvestre llevó a cabo una acción precipitada subestimando las fuerzas rifeñas que, lideradas por Abd-el-Krim, atacaron a las fuerzas españolas infligiéndoles una gravísima derrota conocida como el *Desastre de Annual*, en el que murieron 13.000 soldados españoles.

La derrota desató una tormenta política en la que se exigieron responsabilidades al ejército. Se creó una comisión parlamentaria para esclarecer lo sucedido, conocida como *Expediente Picasso*. Se involucró al propio rey como responsable de dar la orden de ataque.

Todo ello provocó un gran malestar en el ejército, lo que unido a la agitación social dio lugar a un golpe de Estado dirigido por el general Miguel Primo de Rivera el 13 de septiembre de 1923, con el que se ponía fin al régimen de la Restauración.

España ante la Primera Guerra Mundial (1914-1918)

El comienzo de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) dividió a la sociedad española en dos bandos: los conservadores eran germanófilos, partidarios de Alemania y Austria; por su lado, los liberales estaban del lado de Francia e Inglaterra. España se benefició de su neutralidad exportando sus productos a los países en guerra. Eduardo Dato (presidente del gobierno) proclamó la neutralidad de España desde el inicio de la guerra.

Consecuencias Económicas de la Neutralidad

  • Aumentó la producción industrial y la agrícola.
  • La oligarquía y la burguesía empresarial se vieron favorecidas por altísimos beneficios que no se tradujeron en un aumento de los salarios para los trabajadores.
  • El aumento de la demanda exterior produjo un crecimiento imparable de los precios y, paradójicamente, la escasez de algunos artículos de primera necesidad.
  • El empobrecimiento de la clase trabajadora contribuyó al aumento de las tensiones sociales, pues el descenso de ventas provocó el cierre de fábricas y el aumento del paro.

La Crisis de 1917

Los problemas económicos acabaron afectando a amplios sectores de la población. El malestar se extendió desde la clase trabajadora hasta sectores del ejército, lo que provocó una grave crisis política y social en 1917.

Crisis Militar (1 de junio de 1917)

Dentro del ejército aumentaba el malestar debido a los bajos salarios. Además, muchos oficiales se veían perjudicados por el nuevo sistema de ascensos que sustituía al tradicional de la antigüedad en el cuerpo por el de servicios activos en Marruecos o por pruebas de aptitud.

Un amplio número de oficiales se agruparon en Juntas Militares de Defensa para defender sus derechos. El 1 de junio de 1917 se rebelaron y presentaron un manifiesto al gobierno expresando sus quejas.

Crisis de los Parlamentarios (Julio de 1917)

El fracaso de la política revisionista y las denuncias de corrupción, tanto con el gobierno conservador de Eduardo Dato como con el liberal de Romanones, llevaron a la oposición a organizarse. El gobierno había cerrado el parlamento (por los enfrentamientos callejeros, huelgas, etc.) y la oposición reclamó su apertura. Ante la negativa gubernamental, los partidos catalanistas encabezados por la *Lliga Regionalista* de Francesc Cambó, los republicanos y los socialistas organizaron una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona, el 5 de julio de 1917. Los parlamentarios reclamaron el final del régimen canovista y autonomía para Cataluña. La asamblea se disolvió por las diferencias ideológicas y por la actuación de la Guardia Civil.

Crisis Social (Agosto de 1917)

Los sindicatos mayoritarios, UGT y CNT (Confederación Nacional del Trabajo) de tendencia anarquista, organizaron una huelga general para protestar por el deterioro del nivel de vida de los trabajadores. El conflicto se inició en Valencia y se extendió a Barcelona, Madrid, Bilbao y las cuencas mineras. La respuesta del gobierno fue muy dura. El balance fue de muertos, cientos de heridos y detenidos. Los miembros del comité de huelga fueron condenados a cadena perpetua.

El Trienio Bolchevique (1918-1920)

Los efectos de la Revolución Rusa de octubre de 1917 provocaron agitación social en Andalucía y Cataluña en el llamado *Trienio Bolchevique* (1918-1920). El enfrentamiento entre trabajadores y patronos adquirió una extremada violencia (especialmente en Barcelona). Los dos grandes sindicatos, UGT y CNT, convocaron huelgas, se ocuparon fincas, se repartieron tierras entre los jornaleros agrarios y se tomaron ayuntamientos. El gobierno declaró el Estado de Guerra y lo sofocó con una dura represión. En este clima de agitación se fundaría el Partido Comunista en 1920.

El Golpe de Estado de Primo de Rivera (13 de septiembre de 1923)

El 13 de septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, dirigió una sublevación militar que ponía fin al régimen parlamentario. Justificó su acción en la grave crisis social y política. Estas son las causas de ese golpe de Estado:

  • Radicalización del movimiento obrero con escalada de huelgas y desorden social.
  • Auge de los movimientos nacionalistas, en especial el catalán, y ascenso de republicanos y socialistas.
  • Fracaso en la Guerra de Marruecos.

A estas causas se añadía el malestar existente en el ejército por la apertura de una comisión de investigación parlamentaria (*Expediente Picasso*). Además, en el ánimo de Primo de Rivera es posible que estuviese el ejemplo de lo sucedido en Italia, donde Mussolini había dado un golpe de Estado en 1922, para establecer un nuevo orden social. Primo de Rivera justificaba su actuación como un intento regeneracionista tanto político como social y en su manifiesto hablaba de establecer una dictadura temporal.

El golpe de Estado se extendió rápidamente a otras capitanías generales y contó con el apoyo de la Iglesia, de la oligarquía, del empresariado catalán y de las clases medias acomodadas. Por su parte, el rey Alfonso XIII aceptó con agrado el golpe militar y encargó formar gobierno a Primo de Rivera.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

El Directorio Militar (1923-1925)

Tras el golpe, se formó un Directorio Militar encabezado por Primo de Rivera y cuyas primeras medidas fueron:

  • Disolver las Cortes y prohibir los partidos políticos.
  • Dejar en suspenso y sin aplicación la Constitución de 1876.
  • Prohibición de la bandera y del himno catalán, restringiendo el uso del idioma catalán al ámbito privado.
  • Política de mano dura para restablecer el orden social, prohibiéndose las manifestaciones, las huelgas y disolviéndose los sindicatos, que pasarían a la clandestinidad.

El nuevo régimen no tenía una ideología definida, aunque simpatizase con el fascismo italiano. Sus principios ideológicos eran: Patria, Rey, orden social y moral católica.

Medidas Administrativas

Su programa de actuaciones se resumía en su lema “menos política y más administración”.

  1. Política centralista.
  2. Reorganización de la administración provincial y local. Los gobernadores provinciales serían mandos militares y los alcaldes de los municipios serían nombrados por el gobierno.
  3. Restablecimiento del orden público, implantando el Estado de Guerra que limitaba las libertades públicas: libertad de expresión, asociación y censura de prensa.
  4. Persecución de los anarquistas.

Fin de la Guerra de Marruecos

En los primeros años de la dictadura se puso fin a la Guerra de Marruecos. Aunque Primo de Rivera era partidario de abandonar la región del Rif, un error del líder rifeño Abd-el-Krim cambió la situación. En 1925, los rifeños, elevados por sus éxitos ante las fuerzas españolas, decidieron atacar la zona de soberanía francesa. La alianza de las fuerzas franco-españolas propició el *Desembarco de Alhucemas* en 1925 y la rendición de Abd-el-Krim, con lo que se ponía fin a la guerra en 1927.

El Directorio Civil (1925-1930)

Los éxitos conseguidos sirvieron para consolidar la dictadura y para decidir dar entrada en el gobierno a civiles de ideología conservadora y capacidad de gestión, como José Calvo Sotelo. Se iniciaba de esta forma un Directorio Civil y, con la pretensión de transformar la dictadura en un régimen institucionalizado, se pusieron en marcha distintas iniciativas:

  1. Crear un partido político: la *Unión Patriótica* (religión, patria y monarquía).
  2. Sustituir las antiguas Cortes por una Asamblea Nacional Consultiva.
  3. Crear un Consejo Nacional del Trabajo para resolver los conflictos laborales.
  4. Se proyectó una nueva constitución en 1929 que nunca fue promulgada.

Plan Económico y Obras Públicas

Sin embargo, el plan más ambicioso de esta etapa fue el de dar un impulso económico al país. Las medidas económicas adoptadas, la mayoría con un marcado carácter nacionalista e intervencionista, se vieron frenadas bruscamente por el Crack de 1929:

  • Se aplicaron medidas proteccionistas como el aumento de aranceles.
  • Se realizó un ambicioso plan de obras públicas e infraestructuras (carreteras, embalses, electrificación del ferrocarril).
  • Creación de empresas públicas en sectores estratégicos y a modo de monopolios, como Telefónica o CAMPSA (hidrocarburos).

El Desgaste del Régimen y la Caída de Primo de Rivera

Su afán de perpetuarse fue desgastando al régimen y a la figura del dictador hasta que la oposición se generalizó:

  • Los republicanos iniciaron una campaña en el exterior contra la dictadura.
  • Los obreros aumentan las manifestaciones y protestas.
  • Los viejos partidos piden elecciones y la recuperación de la Constitución de 1876.
  • La crisis económica de 1929 lleva al PSOE y a una parte del ejército a pedir el relevo de Primo de Rivera.

Ante la falta de apoyos, Primo de Rivera dimitió en enero de 1930, exiliándose en París.

La Transición a la República (1930-1931)

Alfonso XIII nombró como jefe de gobierno al general Berenguer (la *Dictablanda*). En agosto de 1930, la oposición antimonárquica firmó el Pacto de San Sebastián, en el que estaban integrados republicanos, nacionalistas y socialistas. Sus objetivos eran instaurar la República, para lo que se creó un comité revolucionario presidido por Niceto Alcalá Zamora.

A finales de 1930 hubo varios pronunciamientos militares de signo republicano en Jaca y en Cuatro Vientos que fracasaron.

En febrero de 1931, el almirante Juan Bautista Aznar sustituyó a Berenguer como jefe de gobierno y convocó elecciones municipales como signo de normalización democrática. En las elecciones celebradas el domingo 12 de abril triunfaron los monárquicos, pero en las principales ciudades el triunfo fue para los republicanos, que dos días después, el 14 de abril de 1931, proclamaban la Segunda República.

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