El reinado de isabel 2

Afrancesados:


Partidario de los franceses, especialmente referido a los españoles que en la guerra de la Independencia siguieron el partido de Napoleón: los afrancesados formaron un colectivo aristócrata e intelectual.

Abdicación de Bayonne:

Las abdicaciones de Bayona tuvieron lugar el 5 de Mayo de 1808  en la ciudad francesa de Bayona. Es el nombre por el que se conocen las renuncias sucesivas de los reyes Carlos IV y su hijo Fernando VII al trono de España en favor de Napoleón Bonaparte.

Manifiesto dos persas:

  Escrito público de apoyo al absolutismo que recibíó ese nombre por su comienzo.

Pragmática Sanción:

Ley aplicada por Fernando VII que abolía la Ley sálica para que su hija Isabel II pudiera gobernar.

Tratado de Valençay

Es un acuerdo firmado en la localidad francesa del mismo nombre, en Diciembre de 1813, por el que el emperador Napoleón I ofrecía la paz y reconocía a Fernando VII como rey de España, como consecuencia de las derrotas sufridas en la Guerra de la Independencia.

Regencia:

Gobierno provisional en un estado monárquico que ejerce un regente mientras el rey legítimo no puede gobernar, generalmente por ser menor de edad, estar ausente o incapacitado.

Librecambismo:

Doctrina económica, según la cual la actividad económica debe desenvolverse sin la intervención del Estado, basada únicamente en el interés individual, coincidente con el colectivo, y en el principio de la oferta y la demanda;  la libertad del comercio internacional, la división internacional del trabajo y en la solución automática de las crisis.

Milicia Nacional:

Conjunto de los cuerpos sedentarios de organización militar, compuestos de individuos del orden civil e instituidos en España durante las luchas políticas del Siglo XIX para defensa del sistema constitucional.

Progresista:

En el contexto de la Revolución Liberal del Siglo XIX, para designar a los reformistas o revolucionarios, partidarios de la idea de progreso en el plano político-institucional, el cambio social y las transformaciones económicas e intelectuales, frente a los conservadores.

Carlista:

Hace referencia al movimiento que surgíó ante la abolición de la ley sálica por parte de Fernando VII, estos son los absolutistas radicales que apoyaban a Carlos María Isidro.

Desamortización:  Proceso por el cual, las tierras de la iglesia y los morgados de los nobles, que hasta entonces no se podían vender, pasan al mercado libre para su venta. Para poder hacer un comentario de texto sobre el reinado de Isabel II, debemos retomarnos en la historia hasta la crisis del absolutismo y la cuestión sucesoria. Es decir, la época del reinado de Fernando VII. Que Isabel II pudiese reinar viene gracias a el derrocamiento de la ley sálica (1789) por su padre poco antes de morir, lo que produjo un enfrentamiento entre el reinado de Fernando VII y los absolutistas que apoyaban como sucesor a Carlos María Isidro (Carlismo). (Doc1) Podemos decir, como bien indica en el texto, que el reinado de Isabel II tiene un carácter marcado por la inestabilidad de la política de la época, que se ve reflejada en los diversos cambios de gobierno. Podemos hablar de dos corrientes liberalistas durante dicho reinado: liberales moderados y liberales progresistas. Los primeramente nombrados fueron apoyados y favorecidos siempre por María Cristina e Isabel II. Comienza así la guerra Carlista, una Guerra Civil, y la sucesiva creación del Estatuto Real (1834). La monarquía seguía sin renunciar a la corona y llegamos así hasta el declive total de la corona de Isabel II, en el mismo año en el que se realizó la desamortización de Mendizábal. (Doc2) Se puede decir que el liberalismo progresista está muy representado en la constitución de 1837, en la que se defiende la ultranza y la soberanía nacional. Los progresistas no acataran el poder, y por ello la mayoría de veces se levantarán. Uno de ellos durante la regencia de María Cristina. La Constitución del 37 es el resultado de un pacto entre la reina, los moderados y los progresistas  para poder gobernar, por lo tanto encontramos aspectos moderados: sufragio censitario, colaboración entre los poderes, y aspectos progresistas: Soberanía Nacional, reconocimiento de derechos individuales y colectivos. Como la constitución del 37 se elaboró cuando estaba en vigencia la de 1812 y resultaba evidente que era menos democrática, un grupo de progresistas no la aceptará, y se irán distanciando y dando lugar a una nueva fuerza política: los demócratas.

(Doc3) Aparece representado el liberalismo moderado en este texto, es decir, en la constitución de 1845. Esta se proclama durante el reinado de Isabel II. El objetivo principal de esta nueva constitución es la de dar fin a la Constitución progresista de 1837. Ya que los poderes no estaban separados y la corona mandaba sobre las cortes. Además de que el sufragio era fuertemente censitario y no se reconocían entre otros, la libertad de expresión.   Cabe destacar la presencia de moderados durante este reinado, que influyeron mucho, como por ejemplo con el restablecimiento de la relación Iglesia-Estado (1851), en el que la iglesia perdona las desamortizaciones que sufrieron. 

En el (Doc4) se puede ver la división del liberalismo de la época en dos corrientes, moderados y progresistas. Los primeramente nombrados defendían la soberanía nacional, aunque creían que tanto el Rey como el pueblo tenían derecho a estar en el gobierno. Son liberales pero no consiguen romper el Antiguo Régimen, y por ello recurren al absolutismo, con el apoyo de las clases acomodadas, como por ejemplo la burguésía o la nobleza. Los progresistas aparecen representados en el doc3, anteriormente comentado.

 Finalmente, en el (Doc5), nos hablan del pronunciamiento en Cádiz (1868). Serrano, sucesor de O´donell, forma un partido llamado «Uníón Liberal´´, que fue un partido que no se decantaba ni por progresistas ni por moderados, el cual gobernó los años siguientes al reinado de Isabel II. Los demócratas lograrán poner en marcha sus ideas con la constitución de 1869.

Concluimos hablando sobre los protagonistas en la primera mitad del Siglo XIX (moderados y progresistas), dos versiones diferentes de liberalismo. Más tarde, en la segunda mitad del siglo, aparecerán nuevas fuerzas opositoras, demócratas y republicanos. Estos últimos, intentarán conseguir un puesto en el gobierno pero su paso será efímero ya que acabarán con la restauración borbónica y la vuelta al moderantismo.


(Doc3) Aparece representado el liberalismo moderado en este texto, es decir, en la constitución de 1845. Esta se proclama durante el reinado de Isabel II. El objetivo principal de esta nueva constitución es la de dar fin a la Constitución progresista de 1837. Ya que los poderes no estaban separados y la corona mandaba sobre las cortes. Además de que el sufragio era fuertemente censitario y no se reconocían entre otros, la libertad de expresión.   Cabe destacar la presencia de moderados durante este reinado, que influyeron mucho, como por ejemplo con el restablecimiento de la relación Iglesia-Estado (1851), en el que la iglesia perdona las desamortizaciones que sufrieron. 

En el (Doc4) se puede ver la división del liberalismo de la época en dos corrientes, moderados y progresistas. Los primeramente nombrados defendían la soberanía nacional, aunque creían que tanto el Rey como el pueblo tenían derecho a estar en el gobierno. Son liberales pero no consiguen romper el Antiguo Régimen, y por ello recurren al absolutismo, con el apoyo de las clases acomodadas, como por ejemplo la burguésía o la nobleza. Los progresistas aparecen representados en el doc3, anteriormente comentado.

 Finalmente, en el (Doc5), nos hablan del pronunciamiento en Cádiz (1868). Serrano, sucesor de O´donell, forma un partido llamado «Uníón Liberal´´, que fue un partido que no se decantaba ni por progresistas ni por moderados, el cual gobernó los años siguientes al reinado de Isabel II. Los demócratas lograrán poner en marcha sus ideas con la constitución de 1869.

Concluimos hablando sobre los protagonistas en la primera mitad del Siglo XIX (moderados y progresistas), dos versiones diferentes de liberalismo. Más tarde, en la segunda mitad del siglo, aparecerán nuevas fuerzas opositoras, demócratas y republicanos. Estos últimos, intentarán conseguir un puesto en el gobierno pero su paso será efímero ya que acabarán con la restauración borbónica y la vuelta al moderantismo.

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