El Sistema Político de la Restauración Borbónica: Bipartidismo, Fraude Electoral y Caciquismo

Los Mecanismos del Sistema de Partidos de la Restauración

Durante el mandato de Serrano, el ejército, la Iglesia, las clases medias y altas apostaron por una solución convincente para sus intereses: la restauración de la monarquía con Alfonso XII, llevada a cabo por Antonio Cánovas del Castillo. El proyecto político de Cánovas defendía un sistema en el cual la monarquía era su base y los partidos un sistema de servicio.

Se acabó imponiendo un sistema bipartidista, compuesto por:

  • El Partido Conservador: Se formó sobre los restos del Partido Moderado, siendo su máximo líder Cánovas. A él se fueron uniendo isabelinos y revolucionarios que apoyaban a Alfonso XII.
  • El Partido Liberal: Tardó más en formarse y su origen estaba en el Partido Constitucional que fundaron Sagasta y Serrano durante el reinado de Amadeo I. Lo integraban progresistas de derecha y sectores de la Unión Liberal.

También existían otros partidos, pero estaban excluidos de la práctica política, como el republicano, el carlismo (en la derecha), los movimientos de base obrera (tanto socialistas como anarquistas) y los movimientos nacionalistas.

El Fraude Electoral y el Control del Voto

En definitiva, la clave del sistema de la Restauración no era la existencia de un electorado independiente, sino su control. La Ley de 1878 eliminó el sufragio universal masculino, justificando la reforma conservadora en la necesidad de «educar» al electorado. A la vez, esta ley daba mucho poder a los ayuntamientos, que elaboraban el censo electoral.

El proceso de los resultados electorales recaía sobre el Ministro de Gobernación, quien daba instrucciones a los gobernadores civiles. Estos, a su vez, elaboraban el encasillado (la lista de candidatos que debían salir elegidos) y negociaban los candidatos. Los gobernadores daban instrucciones a los alcaldes, quienes, junto con los caciques, influían en el voto de los electores.

En 1890 se introdujo la ley del sufragio universal masculino con la oposición de los conservadores, que pensaban que sería origen de una revolución. Sin embargo, en la práctica no cambió nada, ya que el fraude electoral se mantuvo sin variaciones hasta la segunda década del siglo XX.

Fundamentos Ideológicos y Políticos de la Restauración

Las bases ideológicas del sistema se forjaron con la fusión de influencias, entre las cuales destacaban:

  • El pragmatismo en la política.
  • La defensa de la constitución histórica de España (es decir, de sus costumbres e historia).
  • La soberanía compartida Rey-Cortes frente a la soberanía nacional.
  • El pesimismo basado en el estudio de la decadencia de España.
  • El ejército debía quedar al margen de la vida política.
  • El sistema electoral basado en el fraude permanente, que favorecía a los grupos dominantes.

El Papel Central de la Monarquía

La monarquía era considerada la médula del Estado español: la monarquía era el Estado. Esta cumplía un triple papel:

  1. Era la garantía del orden social.
  2. La expresión de la continuidad histórica.
  3. El monarca era el líder del ejército.

El Turnismo Dinástico

También tenía un papel crucial el TURNISMO, que tuvo su origen en las exigencias de Sagasta al rey. Esto instauró el relevo pacífico en el poder y disminuyó el riesgo de pronunciamientos y motines. El turnismo instauró un acuerdo entre los dos partidos que apoyaban al rey, que se turnarían en el poder mediante la manipulación del proceso electoral.

Este sistema seguía dos pasos:

  1. Contar con el apoyo del rey para que llamara a gobernar a uno de los dos partidos.
  2. Una disolución de Cortes para convocar unas nuevas que apoyaran el cambio.

La consolidación del turnismo se dio con el Pacto del Pardo, que estableció el acuerdo entre Cánovas, Sagasta y María Cristina para asegurar el poder.

La Constitución de 1876

Se creó también la Constitución de 1876, que fue la que tuvo mayor vigencia en España. Se trataba de un texto breve con tan solo 89 artículos, que fue una síntesis de las constituciones precedentes (la del 45 y la del 69). Fue aprobada por las Cortes con elecciones de sufragio universal y firmada por el rey. En ella se reflejó el espíritu de la patria y su escasa concreción daba un margen al partido gobernante.

Se basó en:

  • La soberanía compartida de Rey y Cortes.
  • El derecho de sufragio, que se dejaba pendiente al no precisar el sistema de votación.
  • La cuestión religiosa, que se encomendaba a la católica, pero introducía la libertad religiosa en manifestaciones privadas.

El Caciquismo: Dominación y Relaciones de Poder

Además, se dio en el país un largo periodo de estabilidad política y social, ya que las relaciones del poder se reducían a un sistema simple: un grupo formado por la burguesía y la aristocracia dominaba el sistema, mientras que las clases medias y bajas quedaban excluidas.

El sistema de la Restauración respondía al modelo de las relaciones de clientelismo (o de portazgo), es decir, la relación entre patrón y sus clientes, que recibían favores a cambio de fidelidad. Este tipo de relaciones afectaba a todo: en la vida política se concedían favores a cambio de votos y apoyo político. Por lo que el caciquismo derivaba directamente de la riqueza como instrumento de dominación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *