España en el Siglo XIX: Cambios en Agricultura, Industria y Sociedad

La Agricultura y sus Transformaciones en el Siglo XIX

Las principales transformaciones agrarias durante el siglo XIX en España fueron la abolición del régimen señorial, la desamortización y la introducción de ciertas mejoras técnicas.

Abolición del Régimen Señorial

La abolición del régimen señorial se realizó en 1811, en el transcurso de las Cortes de Cádiz. Gracias a esta medida, los señoríos jurisdiccionales pasaron al Estado, y los señoríos territoriales se convirtieron en propiedad particular.

La Desamortización

La desamortización consistió en la venta de bienes hasta entonces vinculados a determinadas instituciones como la nobleza, el clero o los municipios, y que no podían venderse (bienes de «manos muertas»). Mediante sucesivas leyes desamortizadoras, el Estado confiscó y subastó:

  • Los bienes del clero (Desamortización de Mendizábal, 1835).
  • Se abolió el mayorazgo de la nobleza (1837), permitiendo la venta de sus tierras.
  • Se obligó a los ayuntamientos a vender sus tierras comunales y de propios (Desamortización de Madoz, 1855).

Los objetivos perseguidos eran obtener recursos para el Estado y facilitar el acceso del campesinado a la propiedad de la tierra. Sin embargo, el sistema de venta por subasta benefició principalmente a los grupos adinerados (nobleza y burguesía) y perjudicó a los pequeños propietarios, que no pudieron comprar tierras y se arruinaron tras la venta de las tierras municipales con las que complementaban sus ingresos. También resultaron perjudicados los arrendatarios y los jornaleros, al endurecer los nuevos propietarios sus condiciones de trabajo.

Mejoras Agrarias

Las reformas agrarias fueron limitadas. Consistieron principalmente en:

  • El aumento de la superficie cultivada, especialmente de cereales y vid.
  • La lenta introducción de adelantos técnicos, como el empleo de fertilizantes, el uso de maquinaria y la extensión del regadío.

La Industria y la Primera Revolución Industrial en España

La Primera Revolución Industrial en España, iniciada hacia 1830, fue tardía e incompleta en comparación con otros países europeos, lo que generó un considerable atraso.

Causas del Atraso Industrial

Las causas que explican esta incorporación tardía fueron variadas:

  • Inestabilidad política: Las continuas guerras y cambios de gobierno dificultaron la inversión.
  • Crecimiento demográfico insuficiente: La demanda interna era débil.
  • Desvío de capitales: Las transformaciones agrarias (desamortización) atrajeron capitales de nobles y burgueses hacia la compra de tierras en lugar de la industria.
  • Empobrecimiento del campesinado: Limitó su capacidad para demandar productos industriales y ofertar materias primas.
  • Comercio deficiente: El comercio interior se veía perjudicado por las malas comunicaciones y transportes, y el comercio exterior era escaso tras la pérdida de las colonias americanas.
  • Retraso tecnológico: Obligaba a importar maquinaria cara.
  • Escasa burguesía emprendedora: La mentalidad predominante seguía considerando la tierra como la principal fuente de prestigio social.

Principales Sectores Industriales

  • Sector textil algodonero: Se concentró en Cataluña. Utilizó primero máquinas hidráulicas (localizándose junto a los ríos) y luego máquinas de vapor (localizándose junto a los puertos por donde se importaba el carbón).
  • Sector siderúrgico: Se inició en Andalucía (1830-1880), pero la falta de carbón mineral de calidad provocó su traslado primero a Asturias (1865-1880), rica en este recurso, y más tarde al País Vasco (desde 1880), debido a la existencia de minas de hierro y la llegada de carbón británico.

Mejoras en los Transportes

Los transportes mejoraron a lo largo del siglo XIX:

  • Se construyeron unos 40.000 km de carreteras.
  • Se estableció la red ferroviaria. La primera línea ferroviaria peninsular se inauguró en 1848 entre Barcelona y Mataró, seguida de la Madrid-Aranjuez en 1851. Desde mediados de siglo se construyó una red radial, que conectaba la capital con los principales puertos.

Comercio y Finanzas

  • Comercio interior: Estuvo limitado por la escasa capacidad de compra de la población.
  • Comercio exterior: Acusó la pérdida del mercado colonial americano, que hasta entonces había compensado la débil demanda interior.
  • Finanzas y capitalismo: El desarrollo económico impulsó la creación de numerosas sociedades anónimas y bancos, tanto públicos (Banco de España, 1856) como privados.

La Sociedad Española en el Siglo XIX: De la Sociedad Estamental a la de Clases

En el siglo XIX, la sociedad estamental del Antiguo Régimen fue sustituida por una nueva sociedad de clases, basada teóricamente en la riqueza y el mérito individual. No obstante, la antigua nobleza terrateniente mantuvo gran parte de su poder económico y social, y el desarrollo de la burguesía y del proletariado industrial fue limitado.

Estructura Social

  • Clase Alta o Dirigente

    Integrada por la antigua nobleza y la alta burguesía. La nobleza perdió sus privilegios legales, pero consolidó su posición económica (especialmente con la compra de tierras desamortizadas) y mantuvo su influencia política y social. La alta burguesía (empresarios textiles catalanes, financieros madrileños y vascos) era un grupo reducido que obtenía sus ingresos del comercio, las finanzas y la industria. A menudo se sintió atraída por la compra de tierras y el ennoblecimiento. La burguesía industrial tuvo menos peso debido al escaso desarrollo industrial general.

  • Clase Media

    Incluía a medianos propietarios agrarios, profesionales liberales (médicos, abogados), funcionarios, comerciantes y pequeños empresarios. Era un grupo heterogéneo y relativamente pequeño en comparación con otros países europeos.

  • Clases Populares

    Constituían la gran mayoría de la población:

    • Población campesina: Era el grupo más numeroso y heterogéneo, incluyendo pequeños propietarios, arrendatarios y jornaleros sin tierra (estos últimos conformaban más de la mitad de la población rural y vivían en condiciones muy precarias).
    • Obreros industriales (proletariado): Ligado a la débil industrialización, era un grupo reducido y concentrado geográficamente (principalmente Cataluña, País Vasco, Asturias).
    • Artesanos y grupos urbanos: Empleados de servicios, pequeños comerciantes, etc.

Conflictividad Social y Movimiento Obrero

Los conflictos sociales del siglo XIX tuvieron como principales protagonistas a los jornaleros y a los obreros industriales.

  • Conflictividad agraria: Los jornaleros padecían bajos salarios y paro estacional, lo que provocó numerosas revueltas y ocupaciones de tierras, especialmente en Andalucía y Extremadura.
  • Conflictividad obrera: Los obreros industriales sufrían largas jornadas laborales, bajos salarios, falta de seguros de enfermedad o accidente, explotación de mujeres y niños, y penosas condiciones de vida en los barrios obreros.

La débil y muy localizada industrialización española explica la debilidad inicial del movimiento obrero. Se calcula que en 1860 había en torno a ciento cincuenta mil obreros industriales en el país, más de la mitad de los cuales vivía en Cataluña.

Primeras Manifestaciones Obreras

  • Desde la década de 1830 nacieron algunas asociaciones, como las “sociedades de auxilio mutuo”, que ayudaban a los obreros en caso de enfermedad o paro.
  • Se produjeron algunas protestas de carácter ludista (destrucción de máquinas consideradas responsables del paro), como los conflictos en 1835 en la fábrica “El Vapor” en Barcelona, o las protestas contra las “selfactinas” (máquinas automáticas de hilar) en 1854.
  • Estas primeras manifestaciones fueron duramente reprimidas por los gobiernos de la época.

Expansión del Movimiento Obrero (Sexenio Democrático)

Las nuevas libertades traídas por la Revolución Gloriosa (1868) permitieron la expansión del movimiento obrero organizado y la llegada de las ideologías internacionalistas:

  • Creación de la Sección Española de la A.I.T. (Asociación Internacional de Trabajadores o Primera Internacional). Su fundación se debió al impulso del anarquista italiano Giuseppe Fanelli.
  • Desde un principio, en los «internacionalistas» españoles hubo un claro predominio de la ideología anarquista, inspirada en el pensamiento de Mijaíl Bakunin. El movimiento anarquista tuvo un mayor desarrollo en Cataluña y Andalucía.
  • Por otro lado, Paul Lafargue, yerno de Karl Marx, vino a España a propagar las ideas del marxismo. En 1872, creó un pequeño grupo madrileño que poco después (en 1879) fundaría el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

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