Fernando VII: Absolutismo y liberalismo. La emancipación de la América española

11.2. Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

La Junta Suprema Central actuó como gobierno provisional hasta 1810. En esa fecha, cuando se refugiaba en Cádiz, se disolvíó debido a sus problemas internos y al desprestigio causado por su ineficacia ante el invasor. En su lugar, los miembros más conservadores consiguieron que se nombrase una Junta de Regencia que seguía los cánones del Antiguo Régimen. Esta, reuníó unas Cortes en Cádiz. La elección de los diputados no fue propia de un régimen constitucional. En este caso los representantes fueron elegidos por cada junta provincial. Esta situación favorecíó la concentración de liberales en las Cortes. Así pues, los liberales lograron imponer sus principios y las Cortes se autoconstituyeron en Asamblea Nacional Constituyente, asumiendo la soberanía nacional.
Esta elaboró la Constitución de 1812 por la que España se convertía en una monarquía parlamentaria::::Tendencias políticas
Los liberales eran intelectuales que se basaban en la idea de libertad de la Revolución Francesa. Reivindicaban la soberanía nacional y la división de poderes. Para este grupo, la guerra de la Independencia representaba una oportunidad para eliminar el Antiguo Régimen.Los ilustrados eran intelectuales formados en ideas reformistas que no cambiaban el sistema absolutista.Los absolutistas defendían el sistema del Antiguo Régimen para no perder sus privilegios. Eran una minoría.

La constitución de 1812

Las Cortes intentaron llevar a cabo un proceso reformador. Su obra más importante fue la redacción de una Constitución.

La Constitución, promulgada el 19 de Marzo de 1812 establecía los principios básicos de un régimen liberal:

Soberanía nacional, propuesta por los liberales. El sufragio era indirecto y censitario, así como en la división de poderes.Igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, garantizaba las libertades, excepto que manténía el catolicismo como religión única y oficial del Estado.Propónía una monarquía constitucional, con poder limitado por las Cortes, y a Fernando VII como legítimo rey.

A su vez se pretendía aplicar una serie de reformas sociales y económicas, libertad de prensa y la abolición de la Inquisición.
También se intentó aplicar el liberalismo económico, pues se suprimieron vestigios del Antiguo Régimen y los señoríos. Se facilitó la circulación de mercancías, la contratación y el comercio y se comenzó una moderada desamortización.La labor legislativa de Cádiz no tuvo una aplicación práctica ya que las Cortes en realidad no reflejaban la sociedad española, ya que era mayoritariamente campesina y analfabeta. Además la nobleza y el clero con tendencias tradicionales absolutistas, poseían una gran influencia social.Así pues, Fernando VII no tuvo dificultades para derogar la obra legislativa de Cádiz y restaurar el absolutismo, mas no se logró llegar a la situación anterior a 1808 debido a la existencia de un grupo formado por burgueses y militares que defendía las ideas liberales.La Constitución de 1812 se convirtió en un modelo y en un símbolo para los liberales españoles, e incluso influyó en los movimientos liberales de Italia y Latinoamérica.

11.3. Fernando VII: Absolutismo y liberalismo. La emancipación de la América española

Con la firma del Tratado de Valençay(1813), las tropas francesas abandonaron la Península y Fernando VII recuperó el trono de España(1814). El nuevo rey no juró la Constitución de Cádiz, sino que restauró el absolutismo ya que, con la Santa Alianza, contaría con un importante apoyo para enfrentarse al liberalismo, aunque las tentativas de instaurar un régimen liberal fueses constantes:::

La Restauración absolutista. (1814-1820):

Fernando VII entró en España el 22 de Marzo de 1814 con un gran apoyo popular.
De hecho, el corto período de tiempo durante el que estuvo vigente la Constitución de 1812 no había conseguido que se afianzara un sentimiento liberal. Además un sistema político nacido en Francia no era bien recibido en España. Así, ante el apoyo de la mayoría de la población, reflejado en el Manifiesto de los Persas, el rey se impuso como autoridad absoluta.
Disolvíó las Cortes, suspendíó la Constitución y los decretos liberales e inició una época de represión política.
No ayudó al país a recuperarse de la grave situación económica que sufría. Además, los intentos reformistas fracasaron, en buena parte por la ineptitud de los ministros, por la reducción de las rentas al devolver las tierras desamortizadas y por el hecho de que la nobleza y el clero dejaran de pagar impuestos. Por otra parte, la lucha por la independencia de las colonias americanas originó grandes gastos militares.Esta inestabilidad favorecíó los pronunciamientos protagonizados por militares afines a la ideología liberal.
Así pues, la vuelta al viejo sistema y la inexistencia de un gobierno coherente solo consiguieron frenar el desarrollo económico y estancar el país.

El trienio liberal (1820-1823):

En 1820 el comandante Rafael Riego y el coronel Antonio Quiroga, al frente de un ejército destinado a intervenir en las insurrecciones de las colonias americanas, proclamaron la Constitución de 1812 en Cabezas de San Juan.Ante el profundo descontento del ejército y el progresivo apoyo a la insurrección, Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución y a convocar las Cortes. Se recuperó parte de la legislación liberal:
supresión de la Inquisición, la liberalización del comercio y la industria, reformas fiscales, desamortizaciones, garantía de derechos y libertad política, así como abolición de señoríos… Además se organizó la milicia nacional, como una fuerza cívico-
militar para conservar el orden público.

Esta nueva experiencia fue un fracaso, debido a:La minoría liberal, formada básicamente por militares y burguésía urbana, no tenía apoyo popular. Además, dentro de los liberales, se dividieron en moderados y exaltados.El funcionamiento del sistema era complejo. Las Cortes asumían el poder ejecutivo, además del legislativo, y no se definían claramente las funciones y el poder del rey y de los gobiernos.La oposición de los campesinos también fue muy intensa. Se vieron perjudicados por los impuestos y no beneficiados por las desamortizaciones. Muchos de ellos se sumaron a las partidas de guerrilleros absolutistas, llamados realistas.
La oposición absolutista, desde la nobleza y el clero. Especialmente este había reducido su poder.

El principal motivo del fin fue la intervención militar extranjera.
La revolución liberal española provocó insurrecciones en algunos países europeos, lo que empujó a las potencias de la Restauración a intervenir según los acuerdos del Congreso de Verona en 1822.
Finalmente, fue un ejército francés, los Cien mil hijos de San Luis bajo el mando del duque de Angulema, el que derrocó el régimen liberal y restauró el absolutismo.La década ominosa(1823-1833):
La dura represión contra los liberales por Fernando VII, llevó a calificar a esta década como ominosa, es decir, despreciable.Fue un período de depuración política, con numerosas ejecuciones, como la de Rafael del Riego o José Mª Torrijos o Mariana Pineda.
Pero, por otra parte, el rey se vio obligado a hacer ciertas concesiones para mantener el poder. Así, llevó a cabo una política de reformas administrativas, con la intención de recuperar el despotismo ilustrado, que acabó fracasando.Este absolutismo moderado le comportó la oposición tanto de los liberales, en el exilio, como de los realistas o intransigentes.
Los primeros continuaron conspirando, mientras que los realistas siguieron actuando a través de la guerrilla.En este clima de tensión política, los realistas empezaban a reclamar la corona para Carlos María Isidro deBorbón, hermano del rey.En 1830, el nacimiento de Isabel, la hija de Fernando VII, cambió la situación.
El rey aprobó una Pragmática Sanción para anular la ley Sálica de Felipe V. De este modo anulaba las pretensiones sucesorias de su hermano, lo que provocó un conflicto dinástico.
La fuerte oposición de los absolutistas partidarios de Carlos, carlistas, empujó a Fernando VII a apoyarse en los reformistas y en los liberales moderados.
Se inició así un duro enfrentamiento entre carlistas e isabelinos.
LA muerte del rey en 1833 desembocó en la llamada primera guerra carlista, que supuso el final definitivo del sistema absolutista.

La independencia de las colonias americanas


Entre 1810 y 1824, España perdíó su Imperio de ultramar, excepto Cuba, Filipinas y Puerto Rico. El vacío de poder provocado por la invasión francesa de la Península determinó el inicio del proceso de independencia de las colonias, empezando a desarrollar una conciencia de identidad propia.

La política colonial de los Borbones sentó las bases para la formación de dicha conciencia de identidad nacional. Por una parte, las reformas ilustradas no mejoraron la gestión política marcada por la corrupción y por la marginación de los criollos(ascendencia española) en las decisiones políticas.
Además la progresiva integración en el ejército de los indígenas y criollos, facilitó la adquisición de un sentimiento favorable a la defensa de la patria que, se volvíó contra la metrópoli. La obsoleta política comercial propia del Antiguo Régimen afectaba de forma negativa a la burguésía criolla, obligada a comerciar con España.

En este contexto, el ejemplo de la independencia de las colonias británicas y la extensión de las ideas liberales europeas, influyeron en las élites criollas ilustradas, quienes tomaron la iniciativa independentista aprovechando la guerra de la Independencia. El proceso se aceleró por la incapacidad de la metrópoli para acabar con las primeras insurrecciones militares y gracias a la ayuda económica y militar de Estados Unidos y del Reino Unido.

El proceso se divide en dos etapas:1810-1814.
Caracterizado por las insurrecciones de las Juntas de gobierno, organizadas a imagen de la metrópoli. El envío de tropas españolas, paralizó temporalmente la insurrección.

1815-1824

Las campañas militares a gran escalara, en las que destacaron militares como José de San Martín, Simón Bolívar o Sucre, independizaron a todos los territorios americanos en pocos años, exceptuando Cuba y Puerto Rico.

Los nuevos países se organizaron condicionados por la profunda división entre las élites criollas y la población indígena.
Los primeros tenían el poder económico, mientras que para los indígenas se mantuvieron las mismas condiciones de marginación política, social y económica.Para España, la independencia de las colonias significó el fin definitivo de su estatus de potencia internacional.


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