Historia de la Segunda República Española: Cronología y Reformas (1931-1936)

LA SEGUNDA REPÚBLICA

LA PROCLAMACIÓN DE LA REPÚBLICA Y LAS PRIMERAS REFORMAS

El triunfo de las candidaturas de la coalición republicano-socialista en las ciudades puso en evidencia la falta de apoyo a la monarquía. El 14 de abril de 1931, Alcalá-Zamora proclamó la II República en Madrid y exigió al rey que abandonara el país. El Comité revolucionario se convirtió en el Gobierno Provisional de la República. Promulgaron una serie de reformas inmediatas como la restauración de la Generalitat, el decreto de Laboreo Forzoso en la agricultura, la reforma educativa, una reforma en el ejército o la creación de la Guardia de Asalto. Las primeras reacciones y conflictos vinieron por parte del Gran Capital, que reaccionó con temor, produciéndose un desplome en bolsa y la reducción de préstamos, entre otros efectos.

Continuó el conflicto con la Iglesia, que acató la República con una actitud conflictiva. En mayo hubo grandes incidentes, como incendios de iglesias, conventos y colegios religiosos por parte de sectores republicanos, lo que produjo la ruptura de las relaciones con la Iglesia.

LA CONSTITUCIÓN DE 1931

El Gobierno Provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes, de una sola cámara, para el 28 de junio. Fueron unas elecciones limpias y libres donde la coalición de republicanos y socialistas ganó con una gran mayoría.

Las Cortes Constituyentes elaboraron y aprobaron la primera constitución republicana de la historia de España. Fue el resultado de un pacto entre socialistas y republicanos de izquierdas para establecer una República democrática y laica de trabajadores de toda clase.

Se elaboró una amplia declaración de derechos y libertades, que recogía el derecho de voto de las mujeres, el matrimonio civil y el divorcio, la educación primaria obligatoria y gratuita, y la propiedad privada.

Se estableció una división de los poderes:

  • El poder legislativo estaba en manos de las Cortes unicamerales, que tenían control sobre el gobierno y potestad de destituir al presidente de la República.
  • El poder ejecutivo pertenecía a la Jefatura del Estado, que nombraba y destituía al presidente del gobierno, promulgaba leyes y podía disolver las Cortes.
  • El poder judicial estaba en manos de los jueces. Se creó un Tribunal de Garantías Constitucionales.

En las Cortes Constituyentes hubo grandes debates: la definición de la república, el voto femenino, la organización territorial del Estado y la cuestión religiosa. La Constitución fue aprobada el 9 de diciembre de 1931. El problema fue que nació sin el apoyo de todas las fuerzas políticas.

EL BIENIO REFORMISTA (1931-1933)

Una vez aprobada la Constitución, fue elegido presidente de la República Niceto Alcalá Zamora con el apoyo de la coalición republicano-socialista. Alcalá Zamora encargó a Azaña que formara gobierno. Lerroux, principal dirigente del Partido Radical, rechazó permanecer en el gobierno si continuaban en él los socialistas, por lo que Azaña optó por la alianza de los republicanos de izquierda y los socialistas.

La instauración de la República coincidió con la crisis mundial de 1929-1933, aunque sus efectos fueron menores en España que en otros países. Las dificultades económicas se debieron más a los propios problemas tradicionales de la economía española. Los objetivos fueron mantener un equilibrio presupuestario y una moneda fuerte.

Reformas impulsadas durante el Bienio Reformista

Se llevaron a cabo una serie de reformas clave:

  • Política religiosa: Separación de la Iglesia y el Estado y disminución de la influencia de la Iglesia en la sociedad. Se desarrollaron algunas leyes como la Ley del Divorcio (1932) o la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas (1933).
  • Reforma educativa y política cultural: Se apoyaban en una educación gratuita y laica como derecho universal. Querían construir escuelas primarias dotadas de maestros formados y fomentar la creación de bibliotecas.
  • Reformas laborales: El ministro de Trabajo prosiguió la política social y laboral del Gobierno Provisional. Se crearon leyes, como la de Contratos de Trabajo y la de Jurados Mixtos.
  • Los Estatutos de Autonomía: Fueron un problema de la organización territorial del Estado. La Constitución intentó resolver este problema mediante el reconocimiento del derecho de las regiones a constituirse en régimen de Autonomía.
    • Cataluña fue la primera en iniciar el proceso. El Estatuto de Núria fue elaborado por ERC en 1931. Fue aprobado, pero hubo una fuerte oposición en su debate en las Cortes. Tras el pronunciamiento de Sanjurjo, acabó aprobándose con cambios.
    • El Estatuto vasco fue un proceso más difícil y complejo, con diferencias profundas entre la izquierda y la derecha. Se paralizó con el triunfo de las derechas en 1933 y no se aprobó hasta 1936.
    • En Galicia y Andalucía el problema fue la ausencia de un partido nacionalista fuerte. Los estatutos fueron interrumpidos por la guerra.
  • Reforma Agraria: El problema agrario tenía dos causas: el uso de técnicas antiguas y la gran crisis económica internacional. A esto se le sumaron las discrepancias entre miembros de los partidos gobernantes, la oposición de la derecha y las presiones de los propietarios, que retrasaron la aprobación de la ley. En septiembre de 1932 se aprobó la Ley de Bases de la Reforma Agraria, que era muy moderada y se hizo aplicable a todo el territorio nacional. Sus objetivos fueron la modernización técnica, el fin del latifundismo y la redistribución de la propiedad, estableciendo campesinos en las tierras expropiadas.

Aplicación y consecuencias de la Reforma Agraria

En la práctica, solo 4 de las 13 categorías de tierras expropiables lo eran en su totalidad. Casi todos los propietarios expropiados debían ser indemnizados, pasando las fincas a propiedad del Estado.

La aplicación de la ley quedó en manos del Instituto de Reforma Agraria (IRA), con un presupuesto insuficiente para tales objetivos. Sus resultados fueron muy limitados debido a la falta de dinero, el escaso interés de los republicanos de izquierda, la incompetencia del ministro encargado de aplicarla y la oposición de los grandes propietarios.

La lentitud de su aplicación, el paro y la frustración de los jornaleros del campo derivaron en insurrecciones anarquistas y enfrentamientos con las fuerzas del orden público.

Oposición y Crisis del Gobierno

Hubo oposición y conflicto social tanto de la izquierda como de la derecha. Los anarquistas, cuyas pautas las marcó la CNT-FAI, tenían el objetivo de establecer un anarquismo libertario mediante la acción directa, la huelga general y la insurrección.

Desde finales de 1931, hubo una intensa agitación huelguística y alteraciones del orden público por parte de los anarquistas, lo que provocó la aprobación de la Ley de Defensa de la República.

En 1932 hubo un intento revolucionario en la cuenca minera del Alto Llobregat. Un año después, ocurrieron los sucesos de Casas Viejas en Cádiz. Estos hechos minaron la credibilidad del gobierno y fueron en gran medida motivo de su caída, puesto que la oposición radical y de derecha exigió una investigación parlamentaria y tanto la prensa como la opinión pública responsabilizaron a Azaña de los hechos.

La derecha se reorganizó y reaccionó. Su oposición ante las reformas adoptó dos posturas:

  • Los sectores de la derecha monárquica antirrepublicana trataron de derribar la república por medio de la conspiración. Intentaron incitar a militares agraviados por las reformas de Azaña a una conspiración militar (el golpe de Estado fracasado del general Sanjurjo).
  • Otro sector de la derecha católica optó por una vía pacífica: conquistar la república electoralmente para cambiar su contenido. En febrero de 1933, José María Gil Robles fundó la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), donde se aglutinaron distintas derechas regionales y que movilizó a las masas católicas del país.

Finalmente, todos estos hechos desembocaron en una crisis entre los republicanos y los socialistas. A mediados de 1933, el gobierno de Azaña sufrió el acoso de las organizaciones de empresarios y patronos, las huelgas de la CNT, la postura de acoso y derribo del Partido Radical de Lerroux, las fisuras en la coalición y el debate interno del PSOE sobre si continuar colaborando con los republicanos en el gobierno. En septiembre, Alcalá Zamora encargó formar gobierno a Lerroux, que fracasó. Alcalá Zamora disolvió las Cortes Constituyentes, argumentando que no representaban ya el estado de opinión pública, y convocó nuevas elecciones para noviembre de 1933.

EL BIENIO RADICAL-CEDISTA (1933-1936)

En las elecciones generales de noviembre de 1933 se aplicó la nueva ley electoral donde las mujeres podían votar. La campaña electoral se desarrolló en un ambiente de fuerte confrontación política y de gran despliegue de propaganda de la CEDA y el PSOE. CNT-FAI tomó la vía de la abstención y la revolución. En octubre de 1933 se fundó la Falange Española a manos de José Antonio Primo de Rivera.

En las elecciones triunfó la derecha porque se presentaron formando una coalición, mientras que los partidos de izquierda se presentaron divididos.

Gobiernos del Partido Radical

Desde diciembre de 1933 hasta octubre de 1934 gobernó el Partido Radical en coalición con otros partidos republicanos de centro y con el apoyo parlamentario de la CEDA.

Sus medidas fueron la modificación de algunos aspectos de la política religiosa, rectificaciones esenciales en la legislación laboral y la reforma agraria, y una Ley de Amnistía. Hubo claras consecuencias: el Partido Radical se dividió en Unión Republicana e Izquierda Republicana.

En junio de 1934 se produjo una huelga general de campesinos, debido al incumplimiento de la reglamentación laboral y la bajada de salarios, que acabó en una dura represión. Hubo un conflicto de competencias con la Generalitat de Cataluña y en el País Vasco la mayoría radical-cedista paralizó un proyecto de estatuto de autonomía.

La Revolución de Octubre de 1934

En octubre de 1934 se produjo una revolución debido al cambio de estrategia del PSOE (que optó por la vía de la radicalización) y la entrada de la CEDA en el gobierno, que fue considerada una traición a la República.

La revolución se inició el 5 de octubre con la convocatoria de una huelga general en las principales ciudades. En Madrid fracasaron todos los planes y su incidencia fue escasa, salvo en Vizcaya y Guipúzcoa.

  • En Cataluña, el presidente de la Generalitat proclamó el “Estado Catalán dentro de la República Federal Española”. Esto no fue apoyado por los sindicatos de izquierdas, que llamaron a la huelga contra el gobierno de Madrid, pero fracasaron rápidamente.
  • En Asturias se produjo una auténtica revolución social, donde se unieron UGT, CNT y los comunistas. Grupos de mineros armados ocuparon la cuenca minera y tomaron varias ciudades. Ante esta situación, el gobierno declaró el Estado de Guerra y recurrió al ejército del Protectorado de Marruecos junto a la Guardia Civil. Se produjo una fuerte represión que continuó tras el fracaso de la revolución.

El final del bienio derechista

La brutal represión provocó la división y crisis del gobierno radical-cedista y Lerroux tuvo que formar un nuevo gobierno con mayor presencia de miembros de la CEDA.

Se aceleró la rectificación de las reformas republicanas: se desmontaron las reformas sociales y laborales y se implementó una política de cambios en los mandos militares y una reforma constitucional.

Pero estalló una crisis en el Partido Radical a raíz de los escándalos de corrupción del Straperlo y el asunto Nombela. Alcalá Zamora intentó crear un partido republicano de centro, pero no tuvo apoyos. Tras esto, se disolvieron las Cortes y se convocaron nuevas elecciones para el 16 de febrero de 1936.

EL FRENTE POPULAR (FEBRERO-JULIO 1936)

El resultado de las elecciones de febrero mostró un equilibrio entre los dos bloques en que se había dividido España. Fue una campaña electoral tensa y agitada, con una polarización política de la izquierda y la derecha.

La derecha y el centro se presentaron separados, mientras que la izquierda formó un bloque llamado Frente Popular, que obtuvo una victoria muy ajustada, pero fue favorecida por la Ley Electoral.

Alcalá Zamora encargó a Azaña formar un gobierno solo de republicanos de izquierda. Este tomó medidas donde restablecía la autonomía de Cataluña, se reanudaba el programa reformista y se implantaba una amnistía general.

Se aceleró la reanudación de la reforma agraria como consecuencia de la intensificación de los conflictos sociales en el mundo rural. Se produjo una enorme ocupación de zonas de latifundio que la derecha percibió como una amenaza al orden social. La confrontación con la Iglesia volvió a un primer plano y la crisis del 29 no favorecía las relaciones en el ámbito político.

Alcalá Zamora fue destituido y Manuel Azaña pasó a ser presidente de la República. Intentó crear un gobierno republicano-socialista presidido por Prieto, pero no tuvo éxito y se formó un gobierno de republicanos de izquierdas presidido por Quiroga.

La Falange ocupó el lugar de la CEDA y aumentaron los enfrentamientos callejeros entre militantes de izquierda y de derecha, a lo que el gobierno respondió deteniendo a José Antonio Primo de Rivera y cerrando sedes de la Falange.

La derecha acudió al Ejército para conseguir apoyos, por lo que los republicanos separaron a militares para evitar conspiraciones. Sin embargo, el golpe militar que se estaba planeando siguió en pie.

Se produjeron violentas represiones que terminaron con la muerte de Calvo Sotelo como consecuencia del asesinato de Castillo.

Finalmente, el 17 de julio comenzó la sublevación militar en las guarniciones del protectorado de Marruecos y al día siguiente se extendió a la península. El golpe no triunfó en toda España y dio pie a la Guerra Civil.

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