Historia del carbón en España

2.4 LA PRIMERA REPÚBLICA
Fue régimen débil y con pocos apoyos, que procedía de un pacto político coyuntural, se sucedieron 4
presidentes: Figueras, Pi y Margall. Se elabora una nueva constitución, plasmada en el proyecto
constitucional. Se proclama la República Federal. Los intransigentes impulsaron en el verano de 1873 un
movimiento federalista que se denominó cantonalismo. Salmerón. Se produce la represión del cantonalismo a
manos de Martínez Campos y Pavía. Castelar. Gobernó de forma autoritaria, estableciendo una República
centralista.
Castelar había disuelto las cortes, pero los propios republicanos le obligaron a reabrirlas y le forzaron a dimitir.
En esa sesíón, el 3 de Enero de 1874, se produjo el Golpe de Estado del general Manuel Pavía, que irrumpe en
el Congreso con las tropas, enterrando la I República. Serrano asume la presidencia de forma interina para
iniciar de forma pacífica el regreso de los Borbones.
1874 se produce otro Golpe de Estado, protagonizado por Martínez Campos, que acelera la proclamación de
Alfonso XII como rey de España, iniciándose oficialmente el período de la Restauración.
3. LA ECONOMÍA ESPAÑOLA EN EL S. XIX
Siglo XIX España se va incorporando al contexto europeo de la Revolución industrial, en la transformación
económica hacia un capitalismo industrial. Sin embargo, el ritmo de incorporación será lento, por unas
estructuras económicas anquilosadas en el pasado, poco productivas y en lenta transformación.
3.1 LOS CAMBIOS AGRARIOS
La reforma del régimen de propiedad de la tierra y la introducción de innovaciones técnicas, de cultivo y
de gestión.
El objetivo final era cambiar el sistema de propiedad vinculada del Antiguo Régimen hacia la consolidación en
sistema de propiedad privada plena, que, en realidad, fue una mera trasferencia de propiedad desde la Iglesia o
los Municipios al Estado Liberal y de ahí a las élites económicas. No creó ninguna clase media en el ámbito
rural y tuvo efectos devastadores para campesinos pobres y trabajadores agrícolas.
Desamortización de Mendizábal Mandoz, dio lugar a la abolición de los señorios y a la desvinculación de
mayorazgos  en 1855 el 100% de las tierras pasan a manos particulares.
El crecimiento agrario, sin embargo, fue limitado
La agricultura fue incapaz de ser motor del cambio industrial, y creó una gran masa de campesinos, cuyos
niveles de renta estarán en el origen de la conflictividad social rural en el siglo XIX. Además, el desarrollo del
ferrocarril y el transporte marítimo transoceánico provocó la introducción de productos extranjeros más
competitivos.
3.2 INDUSTRIA E INDUSTRIALIZACIÓN
Entre el fracaso o el atraso respecto de otros países europeos, la Industrialización en el XIX se asentará
sobre los frágiles cimientos de la insuficiencia técnica, el escaso excedente, la baja productividad y la
localización geográfica.
En la Guía del Ministerio de la Gobernación para 1836 se proporcionaba una descripción de las
“fábricas existentes en todas las provincias”, revelando el predominio de las viejas fórmulas de producción de
autoabastecimiento a escala local o cuando más provincial (jabón, tejidos, sombreros, mantas, aguardiente); en
Madrid y Barcelona se añadieron artículos de lujo (cronómetros, botones, alfombras, anteojos,…). Solo tienen
un mercado más amplio (nacional o internacional) los tejidos de seda de Requena, Málaga y Valencia, las
ferrerías de Vizcaya, las navajas y cuchillos de Albacete y, sobre todo, las textiles de Tarragona y Barcelona. En
este primer tercio de siglo la minería, que pertenecían a la corona y eran explotadas sin recurrir a medios
mecánicos, ofrecía recursos prácticamente vírgenes, dada la limitación de la demanda. Se concentraban en el
Mercurio (Almadén) y cobre (Río Tinto); el carbón mineral estaba aún en fase preliminar.
En el desarrollo industrial a partir del triunfo político del liberalismo se inicia siguiendo estas premisas:
1. Minería. La Ley de minas (1868) facilitó la llegada de capital extranjero. Así, la exportación de minerales
(sobre todo hierro)
Supónía 1/3 de total. Parte del beneficio se reinvirtió en España (ej: puerto de Bilbao)
y en torno a las minas se desarrollaron otras industrias y redes de ferrocarril (ej: Puertollano, Ciudad
Real). Otros enclaves se desarrollaron pero quedaron poco a poco aislados (Río Tinto, Huelva). El
carbón de Asturias y León, debido a los costes de su extracción y a su dificultad de transporte y
comercio, no pudo competir con el procedente de Inglaterra. Por ello, fue de autoconsumo,
localizándose en Asturias, en un primer momento, buena parte de la siderúrgica.
2.

Industria siderúrgica

Se distingue entre fundiciones y fábricas de hierro y acero: con la excepción del
hierro, sólo tuvo la función de transformación del mineral en metal para su exportación. Tres focos se
desarrollan sucesivamente a lo largo del Siglo XIX: Málaga, Asturias y Vizcaya. En los años 80 se
produce el salto cualitativo de la siderurgia vasca gracias a la exportación de hierro a Gran Bretaña y la
importación de carbón inglés (Altos Hornos, La Vizcaya….).
3. Industria textil. Cataluña será la regíón que actúe como punta de lanza de la industrialización
española, cambiando el artesanado industrial para asentarse en el vapor (introducida por Bonaplata, en

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