La Cuestión Judía en la Rusia Zarista: De los Pogromos a la Revolución
Los Decretos Antijudíos y la Consolidación de la Política Antisemita
Los Nuevos Decretos
Se empezó a difundir que los pogromos eran la furia del pueblo contra la explotación judía. En un informe del ministro presentado al zar, se afirmaba que, durante los últimos veinte años, se había intentado integrar a los judíos en la sociedad (en Rusia) y que, prácticamente, se habían equiparado sus derechos con los de la población nativa. Sin embargo, continuaron imperando las anteriores relaciones anormales entre la población judía y la población local, siendo la principal razón de ello de carácter económico. También se decía que los judíos, durante los últimos veinte años, se habían ido apropiando del comercio, de la diversidad de oficios y también de terrenos. Se afirmaba que los judíos orientaron todos sus esfuerzos a la explotación de la población nativa, lo que provocó las protestas de los pobladores. Por último, se recomendaba la formación de comisiones especiales en las zonas de residencia judía para abordar ciertas cuestiones. En 1881, se emitió una ordenanza sobre la formación de comisiones especiales en cada provincia de la Zona de Residencia de los judíos. En 1882, se produjo un grave pogromo, iniciado por funcionarios locales. Las autoridades se alarmaron y destituyeron al ministro, quien fue reemplazado por Dimitri Tolstoi. Con su nombramiento, se suspendieron, en general, todos los desórdenes.
Reglamentos Provisionales y Consolidación de la Política Antisemita
Lo último que hizo Ignatiev (el ministro reemplazado por Dimitri) fue la redacción de decretos antijudíos. Los decretos fueron los llamados Decretos Provisionales:
- Se prohíbe a los judíos asentarse fuera de las ciudades y pueblos, excepto a los que se ocupan de la agricultura.
- Se impide temporalmente la formalización de contratos de propiedad e hipoteca a nombre de judíos que se encuentren fuera de los límites de ciudades y pueblos.
- Se prohíbe a los judíos ejercer el comercio los domingos y durante las festividades cristianas.
- Se implementan los decretos contenidos en los incisos 1-3 en los distritos donde los judíos residen permanentemente.
El gobierno adoptó una política antisemita, a la que denominó «defensa de los habitantes principales amenazados por la explotación judía». Ese decreto dañó el sustento de los judíos. Los funcionarios locales y la policía (que eran corruptos) comenzaron a dificultar la vida de los judíos con pedidos de soborno y chantajes. Se clausuró la escuela judía en Rusia, la primera que funcionaba a partir de 1862, con la excusa de que proporcionaba ventaja a los judíos.
Escalada de la Política Zarista Antijudía
El gobierno central deseaba que el mayor número de judíos abandonara Rusia. El gobierno solía declarar que la solución del «problema judío» debía buscarse mediante una legislación adecuada. Para ello, se creó otra comisión encargada de examinar las leyes existentes en el imperio con respecto a los judíos. Esta comisión compiló una gran cantidad de material sobre los judíos, su posición y su actividad económica. Por último, se llegó a la conclusión de que era necesario ampliar gradualmente los derechos de los judíos, con el objetivo de igualarlos a los del resto de la población; sin embargo, el zar no lo aprobó. Los judíos comenzaron a ser expulsados de los servicios gubernamentales. Se limitó el ingreso a los colegios secundarios y de enseñanza superior para los judíos. Se expulsó a los artesanos judíos de Moscú.
La Política del Zar Nicolás II
La política del Zar Nicolás II: Subió al trono en 1894 y no cambió mucho la política relativa a los judíos, aunque añadió algunas medidas más opresivas. Pero se modificó el ánimo popular y el de los círculos intelectuales, debido a la decepción que provocó que el nuevo zar no realizara reformas de índole liberal.
Eventos Clave y Propaganda Antisemita
El Pogromo de Kishinev: Los Hechos
En uno de los periódicos antisemitas que aparecían en Kishinev, dirigido por Kruschevan, se difundían instigaciones contra los judíos, advirtiendo que terminarían apoderándose completamente de Rusia. Kruschevan había formado un grupo de agitación, que incluía periodistas, funcionarios, seminaristas y médicos. En 1903, el diario difundió la noticia de que los judíos habían matado a un cristiano para usar su sangre en la fiesta de Pésaj. Sin embargo, tuvieron que desmentirlo debido a las investigaciones de las autoridades. A pesar de ello, la agitación no cesó, ya que en el último día de Pésaj, Kruschevan, junto con la gente concentrada en una plaza de Kishinev, comenzaron a apedrear a los judíos que encontraban a su paso, a asaltar comercios y casas judías, saqueando, matando y violando a mujeres, niños y ancianos. La violencia ocurría mientras las autoridades policiales alentaban a los asaltantes, y la banda militar tocaba como si nada hubiera sucedido. Por la noche, los actos cesaron, pero se reiniciaron a las 4 de la madrugada.
La Guerra Ruso-Japonesa y la Revolución de 1905
Esta guerra significó un fracaso para Rusia, no solo porque no pudo concretar sus aspiraciones territoriales, sino también debido al fracaso militar, al alto costo económico de las operaciones navales y a su gran impopularidad. Es decir, los intereses estratégicos en el Lejano Oriente estaban más allá del espíritu nacional de la población. Se sumó al descontento popular una ola de huelgas industriales. En enero de 1905, hubo una gran protesta en el Palacio de Invierno, donde se intentó presentar una petición al zar en relación con la situación del proletariado; sin embargo, la manifestación fue reprimida. Las huelgas continuaron y, en octubre de 1905, se produjo una huelga general. El gobierno imperial accedió a la principal demanda y proclamó la transformación de la autocracia en una monarquía constitucional. Se promulgó el llamado Manifiesto de Octubre, que comprendía las libertades civiles básicas, el derecho a la democracia y el permiso de libre expresión para los grupos más radicales. La mayoría respondió con gran entusiasmo al Manifiesto de Octubre, debilitando al grupo revolucionario que siguió convocando a huelgas generales. Finalmente, se produjo un levantamiento armado de trabajadores en Moscú, conocido como la Revolución de 1905. Las fuerzas del zar reprimieron duramente a los rebeldes. Se creó luego un grupo de derecha, La Unión del Pueblo Ruso. Este grupo tenía como objetivo combatir la liberalización de Rusia al presentarla como una conspiración judía, y organizar matanzas, demostrando cuán auténtica era esa conspiración.
Los Protocolos de los Sabios de Sion
Luego del pogromo en Kishinev, Kruschevan publicó en un periódico una denuncia sobre la conspiración judía mundial para apoderarse de Rusia. Una de las versiones apareció en 1903, pero Kruschevan no reveló quién le había enviado el manuscrito; solo dijo que era un documento cuyo original se había escrito en Francia. Él lo llamó «Programa para la conquista del mundo por los judíos». Se pueden distinguir tres temas en el documento: la crítica al liberalismo, el análisis de los métodos por los que los judíos habrían logrado la dominación del mundo, y una descripción del Estado que se establecería luego de la supuesta conquista judía. El texto original, en realidad, era un diálogo entre Montesquieu y Maquiavelo contra Napoleón.
El Proceso Beilis
El último proceso por asesinato ritual se desarrolló en Kiev, y fue llevado a cabo contra el judío Beilis. En 1911, fue hallado en un suburbio de Kiev el cadáver de un niño de doce años. La Alianza del Pueblo Ruso repartió volantes en los que se denunciaba a los judíos como asesinos del niño, con el fin de utilizar su sangre en rituales secretos. El ministro de Justicia decidió convertir el asunto en un caso de asesinato ritual, con el fin de llevar a los judíos rusos al banquillo de los acusados. Exigió a las autoridades judiciales de Kiev que tomaran en serio las acusaciones y buscaran entre los judíos al asesino. La víctima fue Beilis. Las palabras de Grusenberg (uno de los integrantes de la defensa de Beilis) tuvieron la virtud de llamar a la reflexión a los encargados de pronunciar la sentencia. El jurado halló a Beilis inocente de los cargos que se le habían formulado.
Capítulo 37: El Desarrollo del Socialismo y del Autonomismo Judío
La falta de derechos de los judíos era casi total. Entre 1880 y 1914, los judíos tomaron varios caminos: la integración a la sociedad gentil, el fortalecimiento de los marcos de la tradición (en espera de la redención mesiánica), el fortalecimiento de las ideas revolucionarias, la emigración y la aparición de un movimiento nacional judío. Todos los judíos que vivían en Europa tuvieron que enfrentarse al problema de la actitud que debían observar hacia su pueblo y sociedad, por un lado, y hacia el pueblo con el que convivían, por otro.
El Bund
El Bund: Fue un movimiento socialista judío creado en Vilna. Se inició una lucha organizada de los obreros judíos, en demanda de una mejora en sus condiciones de vida. Debido a las reformas del zar, un gran sector de la juventud judía comenzó a mostrar interés por los problemas políticos generales y, sobre todo, por los problemas rusos. La gran crisis que se instaló en Rusia en los años ochenta aumentó el número de trabajadores judíos y también influyó en sus tácticas: las huelgas y el pasaje de la propaganda socialista del ruso al yidis. Este cambio de idioma significó la creación de organizaciones judías especiales, una literatura revolucionaria en yidis y una nueva cultura en yidis. En 1897, se reunieron los delegados de las principales organizaciones socialistas judías de Rusia, donde se resolvió crear la Unión General de Trabajadores Judíos de Rusia y Polonia, o mejor dicho, el Bund. Esta fue la primera organización judía independiente del socialismo internacional. El Bund organizó a los trabajadores judíos. Estimuló la actividad cultural y educativa. Formó grupos de autodefensa contra los pogromos. Tomó parte activa en la Revolución de 1905. Reclamó una autonomía cultural nacional (solicitaban la aceptación del idioma y otros aspectos).
El Autonomismo
El Autonomismo: Término acuñado por Dubnow para designar una teoría y un concepto del nacionalismo judío en la diáspora, basado en una manera específica de considerar la historia judía. Los judíos existían como una entidad cultural nacional. El fundamento del autonomismo se basa en la teoría que distingue tres etapas de los tipos nacionales: la tribal, la político-territorial y la cultural, histórica o espiritual. Según Dubnow, a la nación judía se la considera como ejemplo del desarrollo de la tercera etapa, ya que afirma que el judaísmo, luego de haber pasado por las etapas de nacionalismo tribal, cultura antigua y territorio político, pudo establecerse y fortalecerse en la tercera etapa, la espiritual e histórico-cultural.
La Emigración
La Emigración: Casi dos millones de judíos optaron por la emigración, huyendo de los pogromos y de las restricciones zaristas. Luego del pogromo de Kishinev, muchos se fueron a Israel. Pero la mayoría se fue a los Estados Unidos.
Capítulo 38: La Primera Guerra Mundial y sus Consecuencias
Antecedentes y Causas de la Primera Guerra Mundial
Gran Bretaña era uno de los países más ricos del mundo y regulaba las relaciones internacionales por medio de su poderío económico y naval. Londres era el centro de la economía mundial. El cincuenta por ciento de los países fuera de Europa dependían de ella. Su política estaba orientada a mantener: el poder, las rutas marítimas abiertas y el equilibrio entre las naciones del continente europeo. Pero todo esto fue hasta el año 1900, ya que a partir de allí la estabilidad monetaria, la fácil circulación de personas, la multiplicación de medios de transporte y la expansión económica se vieron amenazados por: la creciente anarquía de las relaciones internacionales, las rivalidades de los imperialismos que buscaban expandirse, la dependencia de los países más pobres de los más poderosos, los nacionalismos y la competencia armamentista. El desmembramiento del Imperio Otomano complicó aún más la paz armada europea existente. Los turcos ya venían perdiendo territorios. En 1911, Italia libró una guerra contra Turquía por la conquista de Trípoli. Entre 1911 y 1913, Turquía perdió su última provincia africana y casi todas sus posesiones europeas, excepto Constantinopla. Por ello, los árabes de Siria y Mesopotamia se rebelaron contra su autoridad, buscando la modernización del Imperio.
El Desmembramiento del Imperio Otomano
El Imperio Austrohúngaro tenía serias dificultades para controlar sus territorios y no poseía un gran poder como las naciones más poderosas de Europa. Alemania logró aventajar a otros países europeos en cuanto al proceso de industrialización. La asunción del Káiser Guillermo II significó un cambio en la política del país que lideraba Bismarck, quien tuvo que renunciar por sus diferencias con la política militarista y expansionista emprendida por el Káiser. Este último contaba con apoyo para construir un ferrocarril de Berlín a Bagdad para facilitar el control sobre el Imperio Otomano. Francia quería detener o equilibrar el poderío de los alemanes y sus aliados, recuperar Alsacia y Lorena, y anexar Marruecos a su imperio africano. Gran Bretaña concertó un acuerdo con Francia con el objetivo de aislar a Alemania. Italia era un país pobre y esperaba afianzarse política y económicamente. Rusia continuaba con sus problemas políticos irresueltos después de la Revolución de 1905; es decir, política y socialmente estaba en conflicto. Rusia quería obtener el control del Bósforo y los Dardanelos para evitar que su flota quedara encerrada en el Mar Negro en caso de guerra con Turquía; acceder al Mar Mediterráneo, al Golfo Pérsico y al Océano Índico; convertir a Persia en un protectorado ruso; tener mejores salidas al Pacífico; extender su control a Manchuria y alcanzar su aspiración a ser la protectora de los pueblos eslavos de Europa Oriental. El avance alemán fue el mayor obstáculo para Rusia.
Los Nacionalismos
Los sentimientos nacionalistas condicionaron fuertemente las relaciones internacionales. Los nacionalistas serbios luchaban por una Gran Serbia, que abarcaría a Bosnia y Herzegovina y a provincias de Austria-Hungría. Cuando Austria anexó Bosnia y Herzegovina, los serbios se dedicaron a estimular el descontento entre los súbditos eslavos de Austria para separarlos de ella y anexar a Serbia los territorios restantes. Rusia asumió el rol de protectora de los eslavos, sin importar su país, bajo la teoría del paneslavismo (que todos los eslavos son una gran familia). El movimiento pangermano (movimiento que adoptó ideas de Fichte y otros nacionalistas alemanes) quería la expansión de Alemania. Los nacionalistas franceses querían recuperar los territorios perdidos ante Alemania.
La Carrera Armamentista
Al no existir un organismo internacional que equilibrara las necesidades y ambiciones de los diferentes países, se desató una competencia armamentista. Las potencias basaron su seguridad y prosperidad en un militarismo acentuado, lo cual incrementaba los gastos militares y era una pesada carga para los pueblos.
Sistemas de Alianzas
Los países pactaron diferentes alianzas de defensa y ayuda mutua para lograr sus objetivos. Se conformaron dos bloques opuestos entre las grandes potencias de Europa: la Triple Entente (formada por Francia, Gran Bretaña y Rusia) y la Triple Alianza (formada por Alemania, Austria e Italia).
Crisis Internacionales
Hubo varias crisis internacionales entre 1905 y 1913 que pusieron en peligro la paz de Europa. Alemania y Francia estuvieron al borde de la guerra porque ambas ambicionaban el control de Marruecos. Una crisis muy importante se produjo cuando Austria anexó Bosnia y Herzegovina, violando el Tratado de Berlín, que establecía que esas dos provincias pertenecían a Turquía. La actitud austríaca provocó la reacción de los serbios (que también querían esas provincias) y pidieron ayuda a Rusia. El zar amenazó con una guerra, pero Alemania se alió con Austria, y como Rusia estaba debilitada por la guerra con Japón, pidió a los serbios esperar más tiempo. Otro hecho que incrementó la agitación antiaustríaca en Serbia fue cuando Serbia se unió con otros países para conquistar Macedonia, pero la resistencia turca los rechazó. Austria, temiendo que se incrementara el poder de Serbia, consiguió el establecimiento de Albania como estado independiente, desbaratando los deseos de Serbia.
Estallido de la Guerra
En 1914, fue asesinado el futuro emperador austríaco, el archiduque Francisco Fernando. El asesinato fue perpetrado por nacionalistas serbios y bosnios que pretendían desbaratar el plan del archiduque austríaco, que consistía en convertir la monarquía dual en una monarquía triple. Austria responsabilizó a Serbia del asesinato, marcando el inicio rápido del deterioro de las relaciones entre los países europeos, que culminó en la Primera Guerra Mundial.
El Final de la Guerra
En 1918, Alemania todavía tenía intacto su poder militar. Firmaron tratados con Rusia y Rumanía, en los que ambos perdían control sobre países y sufrían pérdidas económicas. Luego, los franceses, norteamericanos y británicos iniciaron una gran ofensiva contra los alemanes, quienes tuvieron que retroceder. Los aliados que todavía le quedaban a Alemania estaban al borde del derrumbe. Turquía se rindió; Italia atacó a Austria, dejando graves consecuencias. El emperador Carlos IV firmó un armisticio que puso a Austria fuera de la guerra. Alemania continuó sola. Alemania tenía el poderío militar intacto, pero la moral muy baja, y sufría de escasez de alimentos tal que la población moría de hambre. Además, en diferentes lugares del país surgieron revoluciones pidiendo un cambio de gobierno que permitiera terminar la guerra de la forma menos humillante posible. Alemania tuvo que firmar, en disconformidad, un pacto para terminar la batalla, aun conservando gran poderío militar. Las tropas recibieron la orden de cese el fuego, y se anularon los tratados firmados con Rusia y Rumanía. Se calcularon más de 65 millones de muertos y 37 millones de heridos, inválidos o desaparecidos. Entre 1919 y 1920, se realizaron varias conferencias para establecer un nuevo orden mundial. El proceso fue muy conflictivo, ya que los aliados tenían grandes diferencias acerca del castigo que se le debía imponer a Alemania y sus aliados, hasta que finalmente se firmó el Tratado de Versalles.
El Tratado de Versalles
Junto con este tratado, se firmaron otros tratados anexos que afectaban a otras potencias. Con el Tratado de Versalles, Alemania perdió territorios como Alsacia y Lorena, minas; fue desarmada (es decir, perdió todos sus submarinos y su armada de superficie); se limitó su ejército; se le prohibió mantener soldados en el valle del Rin; se la responsabilizó de todos los daños y pérdidas sufridos, y se la obligó a pagar una gran suma. Con los tratados anexos a este, Austria perdió territorios, así como también Bulgaria, Hungría y Turquía. En 1920, se creó la Sociedad de las Naciones, que tenía como objetivo asegurar el cumplimiento de los tratados, establecer las fronteras de los países, supervisar la limitación de los armamentos y resolver diplomáticamente los conflictos internacionales, aunque tuvo grandes dificultades para cumplir sus objetivos.
Los Judíos Definidos como Minoría Nacional
Los nuevos estados se fundaron en el principio de la autodeterminación de los pueblos, lo cual significaba que cada gobierno debía conseguir que toda su población gozara de los derechos y deberes cívicos. Sin embargo, esto no era fácil, ya que en el caso de los nuevos Estados, existían las minorías nacionales (una parte de la población con distinta raza, lengua o religión). Respetar sus derechos significaba respetar su lengua, cultura y religión, esperándose de ellos un fiel compromiso con los intereses de la nación, lo cual resultaba difícil. Los judíos se esperanzaron de que el derecho de autodeterminación nacional rigiera también para ellos. A pesar del alto número de víctimas judías en la guerra, los países afirmaban que no quisieron participar en la contienda. Al encarar la organización y la lucha por sus derechos políticos en Europa Central y Oriental, se establecieron los Nationalräte (consejos nacionales) que querían asegurar la representación de los intereses judíos, lograr entendimientos con los representantes de las minorías nacionales en sus países, mantener la neutralidad ante los conflictos en las fronteras y mantener el orden público. Los Consejos Judíos se basaban en que había grandes esperanzas de que se atendieran sus peticiones, y hasta se presentó una solicitud para que fuese concedida representación al pueblo judío en la Sociedad de las Naciones.
La Situación de los Judíos en los Nuevos Estados
Los Catorce Puntos de Wilson, presidente de EE. UU. (que fueron la base del Tratado de Versalles), se formularon para preservar la independencia nacional, la cooperación de las naciones y la paz mundial, pero su concreción era muy difícil. Ningún país estaba conforme con sus límites ni territorios, y atacaban a otros países, pero se logró apaciguar esos conflictos. Los nuevos estados independientes se formaron con el principio de la autodeterminación (que se interpretó como el derecho de cada nación a disponer de su propio Estado soberano). Los límites trataron de establecerse teniendo en cuenta a las minorías nacionales que existían en la zona, pero esto provocó problemas económicos.