Al-Andalus: Historia, Sociedad, Economía y Legado Cultural
La Conquista y Evolución Política
Los musulmanes iniciaron la conquista cruzando el Estrecho de Gibraltar en el año 711, liderados por Tariq. La fase inicial de conquista se dio por finalizada en el año 718, aunque la presencia musulmana en la Península Ibérica se extendió hasta su expulsión definitiva en 1492.
La rapidez de la conquista se debió a que aprovecharon la crisis y las disputas internas de los reinos visigodos, además de estar impulsados por la idea de la “guerra santa” y el deseo de acrecentar el Imperio islámico.
El nombre asignado a la Península Ibérica bajo dominio musulmán fue Al-Andalus, y rápidamente se integró en el circuito político, social y económico del Imperio Islámico.
En su evolución política, Al-Andalus pasó de ser un emirato (provincia dependiente del Califato de Damasco) a un califato (territorio independiente con capital en Córdoba) en el siglo X. Tras la desintegración del Califato, se constituyó en reinos de taifas, pequeños estados independientes que, poco a poco, fueron cayendo ante el avance de los reinos cristianos del norte.
Economía en Al-Andalus
Agricultura
La agricultura tuvo un especial desarrollo, basada en la gran propiedad, que era trabajada en régimen de arrendamiento por pequeños campesinos. Los musulmanes impulsaron el cultivo de cereales como el trigo y árboles como el olivo, e introdujeron nuevos cultivos procedentes de Oriente, como:
- Cereales: arroz
- Plantas industriales: caña de azúcar, azafrán, algodón
- Frutos secos: pistachos, almendras
- Cítricos: naranja, limón, lima
- Frutas y verduras: espinacas, zanahoria, sandía, plátano
Fueron determinantes en la construcción de infraestructuras para una mejor gestión del agua, desde su captación, traslado y almacenamiento, mediante sistemas como norias, acequias, albercas y aljibes.
Ganadería
En la ganadería, los animales que más abundaban eran la oveja y la cabra, sin olvidar a los caballos, imprescindibles para la guerra, y a las mulas, utilizadas para el acarreo de productos. En cambio, retrocedió la cría de cerdo, debido a la prohibición coránica, pero esto se compensó con el desarrollo del ganado ovino y equino.
Recursos Minerales
Los recursos minerales más importantes explotados por los musulmanes en Al-Andalus fueron el plomo y la plata, que se extraían de minas en Tarragona y Andalucía, y el oro, que se extraía de ríos en Lérida y Granada, y de minas en Toledo. También destacaron el hierro, el cobre, el estaño, minerales y rocas industriales como yeso y piedras preciosas como rubíes rojos encontrados en Córdoba o ágatas en Almería.
Artesanía
Las actividades artesanales se centraban en el trabajo del vidrio, el cuero, la cerámica o fibras textiles como la lana, la seda, el lino o el algodón. Se desarrollaban en pequeños talleres artesanos particulares o bien en grandes talleres del Estado. La producción abastecía al mercado local y comarcal, así como al comercio exterior.
Otra actividad artesanal destacada fue la orfebrería, una de las más avanzadas de la época, con técnicas como el damasquinado y el nielado.
Comercio
Al-Andalus era parte de un circuito económico que abarcaba todo el Mediterráneo, se adentraba en África hasta las minas de oro de Sudán, y conectaba con Oriente (India, China) y la zona del Báltico.
El comercio interior se realizaba en conjuntos de calles dedicadas al mercado en las ciudades, conocidos como zocos. Existían monedas de plata (dírham) y de oro (dinar).
Además del comercio local, existía un comercio a larga distancia, el exterior, donde había exportación e importación de productos. Al-Andalus se encontraba en un extremo de este circuito comercial, de ahí la aparición de dos importantes rutas: la ruta del oro de Sudán (de donde importaba productos de lujo, especias y esclavos cualificados) y la ruta hacia Europa (de donde se obtenían esclavos, que después los comerciantes andalusíes exportaban a Oriente).
Desde Al-Andalus se exportaban tejidos de seda y objetos de cuero, entre otros productos.
Sociedad y Vida Urbana
Al-Andalus fue una cultura generalmente urbana, destacando ciudades como Córdoba, Granada, Sevilla y Málaga.
La ciudad tenía una estructura y morfología caracterizada por calles muy estrechas, muchas sin salida, con un plano muy irregular. Eran ciudades laberínticas en las que se insertaban la mezquita, la medina (centro urbano), los baños públicos (hammam), la muralla defensiva, etc. El prototipo de casa estaba organizada en torno a un patio interior, con escasos vanos hacia el exterior (con frecuencia cubiertos por celosías).
Estructura Social
Fue una sociedad multiétnica y religiosa, aunque con diferencias de estatus:
- Árabes: La minoría dominante, residía principalmente en el valle del Guadalquivir y eran grandes propietarios de tierras.
- Bereberes: El grupo mayoritario de los invasores, se asentaron en las tierras de la Meseta, a las que no se adaptaron bien, practicando una ganadería itinerante hasta abandonarla.
- Judíos: Se dedicaban principalmente al comercio, la artesanía o la usura.
- Eslavos y otros: A menudo empleados en el ejército y la administración.
- Hispano-Visigodos: La mayoría de la población original. Aquellos que se convirtieron al Islam se denominaron muladíes y se integraron en la vida religiosa, cultural y económica musulmana.
- Mozárabes: Eran los cristianos que vivían bajo dominio musulmán, manteniendo su religión y costumbres.
En la sociedad musulmana, la oración ocupaba un papel muy importante y la mezquita era un lugar de encuentro social y espacio para la oración comunitaria.
Hay que destacar la evidente situación de inferioridad que padecían las mujeres con respecto a los hombres.
A pesar de enfrentamientos aislados, se puede admitir que la convivencia entre los distintos grupos religiosos y étnicos fue generalmente pacífica durante largos periodos.
Arte y Cultura Islámica en Al-Andalus
El arte islámico en Al-Andalus dispone de unas características que lo hacen único, además de absorber elementos de las culturas preexistentes en la península. Se concentraba principalmente en la arquitectura y la decoración.
Características Artísticas
Los materiales de construcción utilizados eran el ladrillo, yeso, madera y piedra. Paredes y techos se recubrían de yeso o azulejos. Las composiciones decorativas son predominantemente geométricas para evitar cualquier representación humana, siguiendo los preceptos islámicos.
Se empleaban técnicas como los mosaicos (de tradición bizantina), la escultura en relieve, el estuco y el alicatado. La decoración se basaba en la repetición seriada de esquemas geométricos y la combinación de distintas decoraciones, incluyendo motivos vegetales (ataurique) y caligrafía (grafías).
Elementos Arquitectónicos y Edificios
Los elementos arquitectónicos más utilizados fueron el arco de herradura, la bóveda y la cúpula. Los edificios característicos eran el palacio, el alcázar (fortaleza) y la mezquita.
Figuras Relevantes
Entre los personajes relevantes de la cultura andalusí destacaron:
- Abderramán II: Emir que se esforzó por convertir Córdoba en un centro de cultura y sabiduría.
- Al-Zarqali: Importante astrónomo.
- Al-Zahrawi: Renombrado médico y cirujano.
- Averroes: El filósofo más importante de Al-Andalus.
- Ibn Hazm: Escritor, autor de la obra romántica “El collar de la paloma”.
Legado Cultural de Al-Andalus
Esta civilización fue depositaria de un importante legado cultural que ha llegado a nuestros días. Nuestra lengua cuenta con más de 4.000 palabras de origen árabe. En música, trajeron instrumentos como el pandero, la pandereta y múltiples tipos de flauta, además de juegos como el ajedrez.
Algunos de los monumentos histórico-artísticos que forman parte de nuestro patrimonio cultural son:
- La Alhambra de Granada (Granada)
- La Giralda (Sevilla)
- Mezquita de Córdoba (Córdoba)
- Palacio de la Aljafería (Zaragoza)
Los Reyes Católicos
Como nos señala el mapa (referencia a un mapa no incluido en el texto), los Reyes Católicos plantearon una política de ampliación territorial y desarrollaron una expansión que mantuvo su dominio e influencia en el área mediterránea y abrió nuevas rutas hacia el Atlántico. También sentaron las bases de la monarquía moderna basada en la autoridad real, el centralismo y el sometimiento de la nobleza e Iglesia.