La crisis de la Restauración en España

El desastre de 1898 producido por una alteración general del país. Como consecuencia, el régimen de la restauración entró en una nueva fase, que se vio marcada por la subida al trono de Alfonso XIII, cuando cumplía la mayoría de edad en 1902, un nuevo rey con tendencia a participar en la vida política, un rey constitucional. En 1898, los Estados Unidos declararon la guerra España. Fue una guerra vergonzosa con un gran impacto en nuestro país. Tras la derrota, el gobierno español solicitó el armisticio y posteriormente asignó el tratado de París, perdiendo así España sus posesiones coloniales en América y Asia: Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Esto es conocido como el Desastre del 98, causó frustración en los partidos políticos, en los intelectuales y en la opinión pública. Se desenvolvió el regeneracionismo, una corriente ideológica en España a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX, intentó impulsar a la sociedad, la política y la economía por los caminos de la modernidad. Había dos tendencias: el regeneracionismo populista que criticaba el sistema político existente con su práctica del caciquismo, la miseria de las clases bajas… El regeneracionismo institucional, protagonizado por los hombres del propio régimen: Maura o Canalejas. El sistema canovista se desarticulaba, había un fraccionamiento de los partidos dinásticos con una oposición política al sistema, un creciente papel del ejército en la vida política y la guerra de Marruecos. Todo esto debilitaron el modelo de la restauración. Fraccionamiento de los partidos dinásticos: el asesinato de Cánovas, manos de un anarquista y el fallecimiento de Sagasta en 1903 implicó en un relevo biológico: Cánovas fue sustituido como líder del grupo conservador, por Maura y Sagasta, por Canalejas dentro de los liberales. No se pudo evitar las separaciones internas, el enfrentamiento entre las diferentes facciones, todo esto condujo a que los gobiernos obtuvieron cada vez menos apoyos por el parlamento y por lo tanto una mayor inestabilidad política y una mayor intervención de Alfonso XIII en las crisis del gobierno.

La creciente oposición política

El régimen de la restauración no fue capaz de asentar su base social cara a las nuevas fuerzas como el republicanismo, el nacionalismo o el obrerismo. La fragmentación y decadencia del régimen dió lugar a un fortalecimiento de la oposición. El republicanismo fue una principal fuerza de oposición, entre el republicanismo destaca la Unión republicana que consiguió diversos éxitos electorales o el Partido radical. Los nacionalismos periféricos también jugaron un papel destacable, especialmente la liga regionalista, o PNV. Por otra parte el creciente auge del movimiento obrero figurada como otra de las fuerzas sociales en el que el régimen canovista fue incapaz de incorporar. Las organizaciones obreras socialistas como el PSOE y la UGT y las anarquistas como la CNT, reivindicando mejoras de carácter laboral y social principalmente en la jornada de trabajo, utilizando la huelga. Un aspecto extremadamente grave aparecía cuando una corriente terrorista del anarquismo recurrió a los atentados. Por último el carlismo mantuvo sus bases concentradas, especialmente, en Navarra, País Vasco y Cataluña. El creciente papel del ejército en la vida política: los militares con el apoyo de Alfonso XIII fueron progresivamente alejándose de los postulados liberales y constitucionalistas del siglo XIX. Muchos militares comenzaron a rechazar la prensa libre, a los políticos liberales y nacionalistas a los que acusaban de separatistas. Las protestas contra la prensa proporcionaron que en 1906 el gobierno accediera aprobar la ley jurisdicciones que permitía a los tribunales militares juzgar los delitos.

La guerra de Marruecos y la semana trágica de Barcelona en 1909

En España en la conferencia de Algeciras de 1906 se le cedió una parte del territorio de Marruecos. El interés de España se estimuló por los beneficios económicos para las compañías mineras y ferroviarias. Tenían un deseo por recuperar el prestigio internacional.La presencia española fue respondida por los por los continuos ataques de las tribus rifeñas a manos de Abd el Krim. En 1909 sufrieron una importante derrota, se decidió aumentar el número de soldados, muchos de ellos eran padres de familia de las clases populares, debido a que a que la legislación de reclutamiento vigente permitía quedar excento de la incorporación mediante un pago. esto provocó un enorme descontento, los sindicatos dieron la orden de huelga general en Barcelona y se convirtió en un motín. Los acontecimientos de la semana trágica y su represión levantaron protestas debilitando aún más el sistema de restauración. Para superar la crisis de restauración, los jefes de gobierno hicieron reformas. Concretamente Maura, conservador que jugó un papel importante consideraba que la sociedad necesitaba cambios, defendía la idea de hacer una revolución. Por eso buscaba cortar de raíz el caciquismo incrementar la participación electoral. Ley electoral de 1907: cuando una circunscripción no se presentaban más candidatos que el número de puestos a cubrir automáticamente los candidatos quedaba proclamado sin necesidad de someterse a consulta electoral. Ley de administración local: pretendía aumentar las competencias de los consejos, pero no se aprobó. Tras la caída de Maura, llegó al poder el partido liberal presidido por Canalejas, un último intento para hacer triunfar el proyecto regeneracionista. Destaca la ley de Mancomunidades provinciales con la que pretendía conceder una cierta autonomía regional. Esto permitió la aprobación de la mancomunidad catalana en 1914, también intentó mejorar las condiciones de reclutamientos militares y de trabajo. Canalejas moría víctima de un atentado anarquista, y tras su muerte el partido liberal se separaba. España caminaba cara a una profunda crisis sobre todo a partir de 1917.

La crisis de 1917

Desde 1876 hasta 1931, estuvo vigente en España el sistema de Restauración; caracterizado por el dominio de la oligarquía, por el caciquismo y por el fraude electoral. Desde el desastre del 98 el sistema canovista venía desarticulándose, pero no fue hasta 1917 donde las crisis son más grandes lo que llevará a la quiebra definitiva del sistema en 1931. En el año 1917 en un contexto europeo marcado por el impacto de la Primera Guerra Mundial y por el triunfo de la revolución bolchevique rusa, en España tendrá lugar la crisis de 1917. La crisis militar: dentro del ejército se vivió un profundo malestar originado por las críticas antimilitaristas, los armamentos insuficientes, los escasos equipamientos, etc. El ejército español presentaba un número excesivo de oficiales en relación a los soldados desde las guerras. Entre los oficiales de baja y media graduación nació un fuerte descontento que desembocó en la formación de las llamadas juntas de defensa, eran asociaciones corporativas de militares que se extendieron por la mayoría de los cuarteles peninsulares. Estas juntas reclamaban un aumento salarial, se oponían a los ascensos por méritos de guerra, reivindicando la antigüedad como único criterio. Por un lado estaban los africanistas, que defendían los ascensos por méritos de guerra, y los peninsulares que defienden el ascenso por antigüedad. Estas organizaciones militares fueron ilegalizadas por el gobierno del liberal García Prieto. Redactaron un manifiesto de junio en 1917, donde criticaban y responsabilizaban al gobierno de los males del ejército y del país y hacían un llamamiento a la renovación política. También, reclamaban la legalización de las juntas y la liberación de los oficiales detenidos. El rey se puso del lado de las juntas, ante la amenaza de una rebelión, cambió el gobierno liberal por uno conservador presidido por Eduardo Dato, quien reconocía oficialmente estas organizaciones militares.

La dictadura de Primo de Rivera

En un contexto de crisis política, el 13 de septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera, capitán General de Cataluña, se pronuncia exigiendo que el poder pasase a manos de los militares. Entre las causas explicativas del golpe de Estado cabe citar: la crisis del sistema político de la restauración, el descontento del ejército por la guerra de Marruecos, el aumento de la influencia del republicanismo y de los nacionalismos periféricos, el aumento de los conflictos sociales. En este contexto, tuvo lugar una sublevación de Primo de Rivera que contó con el apoyo del rey Alfonso XIII. Finalmente, el gobierno dimitió y el rey nombró a Primo de Rivera como jefe de gobierno. Primo de rivera justificó, en su Manifiesto Inaugural, su acción con el objetivo de regenerar la vida política española y dar soluciones a los males. Las represiones regeneracionistas se mezclaron con el populismo que buscaba ganarse al pueblo. Consiguió que el golpe triunfara sin resistencia, contando con el apoyo de la burguesía, de los militares, de la derecha católica, incluso del PSOE y la UGT. La única oposición activa fue protagonizada por los anarquistas y comunistas. En la dictadura de primo de rivera podemos ver dos etapas: Directorio militar: (1923 al 1925) El gobierno estuvo formado solo por militares, concentrando primo todos sus poderes. Entre las acciones más importantes vemos: El intento de regenerar la vida política y combatir con el caciquismo: llevaron la suspensión de la Constitución de 1876, la prohibición de las actividades de los partidos políticos y la disolución de las cortes y de los consejos. Se emprendió una reforma administrativa el estatuto municipal y estatuto provincial, con una prometida modernización que nunca se produjo. Los problemas de orden pública: se busca una solución con una fuerte represión contra las organizaciones obreras comunistas y anarquistas. Se organizó un Somatén, paisanos armados colaborando con mandos militares. Frente a los nacionalismos periféricos se defendió en la unidad de España.

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