La Guerra Fría: Orígenes y Contexto
La Guerra Fría comenzó justo después de 1945, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial y el mundo quedó prácticamente en ruinas. Europa estaba totalmente destruida: ciudades aplastadas por bombardeos, millones de personas desplazadas, economías colapsadas y gobiernos debilitados. Toda esa destrucción creó un vacío enorme, y en ese vacío surgieron dos visiones opuestas del futuro mundial. Por un lado estaba Estados Unidos, que quería reconstruir un mundo basado en la democracia y el capitalismo; por el otro estaba la Unión Soviética, que buscaba expandir el comunismo e instalar gobiernos alineados con Moscú. Estas dos ideas eran tan distintas que, casi desde el inicio, era imposible que convivieran sin conflicto.
Las Primeras Respuestas y Estrategias
En 1946, un diplomático estadounidense en Moscú escribió el famoso Long Telegram, donde explicó que la Unión Soviética siempre intentaría extender su influencia y que la única manera de detenerla era “contenerla”. Esta idea se volvió la base de toda la política exterior estadounidense durante décadas. Poco después, Winston Churchill declaró que una “Cortina de Hierro” había caído sobre Europa, separando el Este comunista del Oeste democrático. El mundo literalmente se estaba partiendo en dos bloques.
La Doctrina Truman y el Plan Marshall
La primera respuesta fuerte de Estados Unidos fue la Truman Doctrine (1947), que fue una política donde el presidente Truman declaró que Estados Unidos apoyaría militar y económicamente a cualquier país amenazado por el comunismo. Esto ocurrió porque Grecia y Turquía estaban a punto de caer en manos comunistas, y Estados Unidos tenía miedo de que si un país caía, los demás también caerían en un efecto dominó. La Truman Doctrine marcó el inicio oficial de la Guerra Fría y estableció la estrategia de “contención”, que justificó la intervención de Estados Unidos en muchos conflictos futuros como Corea y Vietnam.
Ese mismo año, Estados Unidos lanzó el Marshall Plan, enviando miles de millones en ayuda para reconstruir Europa occidental. No fue solo un acto de generosidad; también era una forma de evitar que la pobreza y el caos hicieran que los países europeos se volvieran comunistas. La URSS respondió creando su propia zona de influencia, y pronto Europa quedó completamente dividida.
La División de Europa y el Bloqueo de Berlín
Esta división se vio claramente en Alemania. Berlín, aunque estaba dentro de la zona soviética, fue dividida entre los Aliados. Cuando Stalin bloqueó todos los accesos a Berlín Occidental en 1948, Estados Unidos organizó el Berlin Airlift, enviando comida, carbón y suministros por aire durante casi un año. Fue una demostración clara de que Estados Unidos no iba a dejar que la URSS expandiera su control sin resistencia.
Conflictos Armados y Tensiones Globales
En 1949, Estados Unidos creó la OTAN, una alianza militar donde todos los países acordaban defenderse mutuamente en caso de un ataque soviético. La Unión Soviética respondió más tarde con el Pacto de Varsovia. Ese mismo año, la URSS probó su primera bomba nuclear, lo que puso fin a la ventaja militar estadounidense e inició una peligrosa carrera armamentista. Para empeorar la situación, China se volvió comunista en 1949 bajo Mao Zedong, lo que aumentó el miedo estadounidense a que el comunismo estuviera avanzando por todo el mundo.
La Guerra de Corea
Estas tensiones llevaron a la Guerra de Corea (1950–53), donde Corea del Norte (comunista) invadió a Corea del Sur. Estados Unidos intervino bajo el mando de las Naciones Unidas para defender al Sur. Aunque al principio parecía que Estados Unidos ganaría fácilmente, China entró en la guerra para defender al Norte. Al final, la guerra terminó en un empate y Corea quedó dividida, demostrando que la Guerra Fría podía convertirse en conflictos reales con miles de muertos.
Cambios Sociales y Protestas en Estados Unidos
Mientras tanto, dentro de Estados Unidos también ocurrían cambios importantes. El país intentaba presentarse como el líder de la libertad, pero todavía mantenía segregación racial. Esto se volvió un problema internacional porque la Unión Soviética usaba el racismo estadounidense como propaganda para demostrar que Estados Unidos no era tan “libre” como decía. En ese contexto ocurrió el Greensboro Sit-in (1960), cuando cuatro estudiantes afroamericanos se sentaron en un mostrador “solo para blancos” y se negaron a moverse. Su acción inició una ola nacional de protestas pacíficas. Aunque no era un evento militar, sí tuvo impacto en la Guerra Fría porque presionó a Estados Unidos a mejorar sus leyes de derechos civiles para no perder credibilidad frente al mundo.
La Guerra de Vietnam
El conflicto más difícil para Estados Unidos fue la Guerra de Vietnam, que duró más de diez años. Estados Unidos intervino para evitar que Vietnam del Sur cayera bajo control comunista. Durante años, el gobierno aseguró que la guerra iba bien, hasta que en 1968 ocurrió la Ofensiva del Tet, un ataque sorpresa del Viet Cong a más de 100 ciudades. Aunque Estados Unidos logró resistir militarmente, políticamente fue un desastre. La población estadounidense se dio cuenta de que el gobierno no estaba diciendo la verdad sobre el progreso de la guerra. Tet aumentó las protestas, dividió al país y marcó un punto de quiebre que llevó a Estados Unidos a comenzar su retirada.
La Détente y Cambios Internos
Después de tantos conflictos, en los años 70 ambos bloques estaban agotados. La URSS tenía problemas económicos y Estados Unidos enfrentaba tensiones internas por las protestas y los cambios sociales. Esto abrió paso a la etapa llamada Détente (1972–1979), donde Estados Unidos y la Unión Soviética intentaron reducir tensiones, firmar acuerdos que limitaran armas nucleares y establecer relaciones más estables. Aunque la détente no terminó la Guerra Fría, sí redujo temporalmente el riesgo de conflicto nuclear.
El Movimiento Feminista y el ERA
En esos mismos años, dentro de Estados Unidos surgió el movimiento feminista, que buscaba igualdad legal entre hombres y mujeres. Esto llevó a la propuesta del ERA (Equal Rights Amendment, 1972–1982), una enmienda que garantizaba igualdad de derechos sin importar el sexo. Aunque al principio parecía que sería aprobada fácilmente, enfrentó mucha oposición conservadora y no logró ratificarse. El fracaso del ERA mostró que, mientras Estados Unidos luchaba contra el comunismo afuera, también enfrentaba tensiones culturales profundas adentro.
El Fin de la Guerra Fría
La Guerra Fría finalmente terminó en 1991, cuando la Unión Soviética colapsó debido a su economía debilitada y las reformas políticas de Mijaíl Gorbachov. Con su caída, desapareció el bloque comunista europeo y Estados Unidos quedó como la única superpotencia mundial.
