La lucha por la hegemonía

MEMORIAL SECRETO

Fragmento del Gran Memorial que el Conde-
duque de Olivares redactó, con carácter secreto, para el rey
Felipe IV. Estaríamos, por tanto, ante una fuente primaria, de origen privado (aunque el autor y el destinatario sean personas públicas, el texto se hizo con la pretensión de permanecer en secreto) y de naturaleza política (al menos, el párrafo analizado).
Como contexto general podemos hablar de la España del siglo XVII, inmersa en una grave crisis sociopolítica, lo que propicia sucesivos intentos por emprender algunas reformas. Es el siglo, además, que marca la decadencia del país como potencia hegemónica, proceso consumado en la Guerra de los Treinta Años (1618-48). El autor del texto es el conde-duque de Olivares, valido de Felipe IV desde 1623 hasta 1643. Dada la juventud del rey cuando accede al trono (16 años en 1621), se decide la elaboración de este Gran Memorial para su uso personal. Por ello, los contenidos del documento son muy variados, aunque destaca la presentación de los problemas más acuciantes que tenía la monarquía así como la propuesta de posibles soluciones, entre las que sobresale el reforzamiento de la autoridad real y la unidad territorial de los distintos reinos que conformaban España.

En el texto presentado para su comentario observamos las siguientes ideas:

  1.  Que el rey se convierta en REY DE ESPAÑA y establezca en todos los territorios leyes homogéneas, al estilo de Castilla.
  2. Para ello propone tres caminos: homogeneización sociocultural, negociación entre reinos e imposición por la fuerza.

Para entender en su justa medida el texto debemos tener en cuenta el contexto histórico español y europeo:

  • En cuanto a la monarquía hispánica, debemos tener en cuenta dos hechos: durante el Siglo XVI ha sido la potencia hegemónica en Europa y ahora tiene problemas para mantener esa situación e, incluso, parece abocada a perderla; por otra parte, la estructura territorial de la monarquía desde los Reyes Católicos es muy compleja, asemejándose más a lo que hoy entendemos como Estado confederal que a un Estado unitario.
  • En lo que respecta a Europa, mencionar también al menos dos circunstancias: un proceso de reforzamiento de los poderes del rey frente a la nobleza y las ciudades que terminará en la construcción de las monarquías absolutas; y, en cuanto a las relaciones entre Estados, una lucha por la hegemonía continental, en parte derivada de la debilidad hispánica, concretada en la Guerra de los Treinta Años y resuelta en la Paz de Westfalia con la confirmación del dominio francés.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, el Memorial que el conde-duque presenta al rey intenta desentrañar las circunstancias, internas e internacionales, que enmarcan el pasado, presente y futuro del reinado de Felipe IV. Y, dentro de este cuadro, el texto nos señala uno de los problemas seculares en la construcción de lo que hoy llamamos España: su articulación territorial, las relaciones entre los distintos territorios, centralización frente a descentralización, o como lo queramos llamar.
La estructura política de España en tiempos de Felipe IV es la misma que, nacida bajo el reinado de los Reyes Católicos, domina los siglos XVI y XVII. Así, aunque bajo la misma Corona, en manos de la dinastía de los Austrias desde Carlos I, los distintos reinos y territorios se regían por leyes diferentes y sus instituciones también eran diversas. En principio, y teniendo mucho cuidado en la utilización de los términos, podemos calificarla como una estructura confederal, pero más heredera de aspectos medievales o feudales que precursora de esquemas modernos. En este sentido, la conversión de las monarquías nacionales, inicialmente autoritarias, en monarquías absolutas chocaba en el caso español con los privilegios territoriales que impedían al monarca el ejercicio completo de su autoridad. Mientras duró la hegemonía española en Europa y en el mundo (Siglo XVI), la reforma institucional pudo ser aparcada; sin embargo, cuando a la disputa por la hegemonía continental se sumó la crisis económica, las modificaciones institucionales se tornaron perentorias, insoslayables.
Lo que el conde-duque propone en el texto propuesto es la uniformización legal e institucional de todos los territorios peninsulares, de manera que, al aumentar la capacidad fiscal y militar de España, ésta pudiera defender en Europa su hegemonía cuestionada por las demás potencias continentales, singularmente Francia.
El instrumento elegido por los gobernantes españoles, el conde-duque y Felipe IV, fue la «Uníón de Armas», cuyo objetivo inicial era la creación de un sistema militar de carácter defensivo en el que todos los reinos de la Monarquía contribuyeran de manera proporcionada. La oposición que creó este programa desembocó, en última instancia, en las sublevaciones de Cataluña y Portugal (1640) y en la caída del propio valido.
¿Cuáles eran los problemas que ocasionaba la vigente estructura territorial española? Sobre todos, uno: la existencia de fueros, privilegios, leyes y Cortes propias en Aragón, Portugal y Vizcaya limitaban el poder real, limitación acrecentada por el monopolio en el ejercicio de los cargos públicos en manos de castellanos y por las aduanas interiores. La acción de gobierno se mostraba así incapaz de imponer una política que permitiese el desarrollo económico necesario para acometer empresas en el exterior.
¿Y la solución? Una España unida que posibilitase una política eficaz: impuesto único, incluso con la colaboración de la nobleza y el clero, supresión de las aduanas interiores, apertura de puertos Como vemos, parte del programa que posteriormente será llevado a cabo por el reformismo borbónico del Siglo XVIII.

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